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Críticas de Cinemagavia
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Críticas 4,016
Críticas ordenadas por utilidad
Vosotros sois mi película
Documental
España2019
3.5
1,241
Documental, Intervenciones de: Ismael Prego, Joaquín Albero, David Cajal, María Rubio "Miare" ...
4
19 de marzo de 2019
114 de 155 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comenzaré con algo de contexto para los más despistados. Wismichu reveló el lanzamiento de su primera película en el Festival de Cine de Sitges de 2018. El título era Bocadillo y no parecía muy prometedor. Tal hecho lo situó en el punto de mira de los medios. Sin embargo, el verdadero desastre ocurrió cuando la audiencia se sentó en la sala para disfrutar del filme. Al final, Bocadillo resultó ser una broma. Un “gag” repetido en bucle durante una hora y diez minutos. El público acabó enfurecido y él fue altamente criticado por las masas.

La explicación vino unos días después, cuando Wismichu subió un nuevo vídeo en su canal. En este, nos aseguró que Bocadillo era un “mensaje”. Un “experimento” que serviría para la realización de un documental que contaría con cineastas profesionales. Tal documental ha llegado.

Personalmente, no soy admirador de aquella “performance”. Aun así, yo me dispuse a disfrutar de Vosotros sois mi película. Tenía esperanzas puestas en este producto. Quería ver cómo Wismichu justificaba Bocadillo, y esperaba encontrar varias reflexiones que merecieran la pena. ¿Lo ha conseguido?

Nobles intenciones

En la teoría, lo que Wismichu y su equipo han intentado lograr es sumamente interesante. Una crítica contundente a los medios de comunicación. A la industria del cine y su oportunismo. E incluso a las personas de a pie, por creer todo lo que nos dice internet sin cuestionar. ¿Qué podría salir mal?

En mi humilde opinión, todo puede salir mal si no adopta el enfoque adecuado. Vosotros sois mi película me parece una obra con una brillante premisa que en la práctica ha sido tristemente desperdiciada. Ni las mejores intenciones sirven si los creadores no las saben desarrollar ni expresar correctamente. Ahora mismo pienso argumentar, poco a poco, por qué pienso de esta forma. Para ello, me veré obligado a entrar en leves detalles del argumento, de manera que dejo un aviso de posibles spoiler pequeños. Sigue leyendo si estás interesado o interesada.

Demasiado egocentrismo

Una de las cosas que más llamaron mi atención mientras veía el documental fue cuánto sobrevaloraban la situación. En algunas ocasiones, colocaban frases como “Wismichu ha revolucionado el concepto de cine”. En otras, ellos mismos decían “Quizás he creado un nuevo género”. Siento disentir, pero en mi opinión, Bocadillo no fue más que una mera travesura, y de mal gusto. Además, a día de hoy ha sido casi olvidada. Y no me vale la excusa de que es “humor sutil” o “parodia”. Primero, porque refuerzan la idea de que la idea es “genial” continuamente a lo largo del metraje. Segundo, porque en el caso de que sí fuera realmente humor, carece de auto-crítica real, de ironía, y de la más mínima gracia.

Tener que aguantar a estas personas soltándome a la cara lo brillantes que son durante más de la mitad del documental fue una experiencia que se me hizo cuesta arriba.

Mensaje confuso

Hilando con lo anteriormente mencionado, he de añadir que Vosotros sois mi película no posee soltura a la hora de transmitir sus reflexiones. Vamos a analizarlas una a una.

En el final, el documental nos presenta uno de los mensajes más inesperados: Wismichu se arrepiente. Reconoce que no debería haberlo hecho. Ahora, es objeto de críticas que le han afectado psicológicamente. Ese es el precio de la fama.

Esto no me parece en absoluto mal, pero no puedo tragarlo, lo siento. No puedo porque la cinta ha estado restregándome de forma insoportable lo “formidable” que era el planteamiento de Bocadillo durante la hora previa de duración. Echarse atrás únicamente en los últimos diez minutos no aporta nada. Si querían decirnos que “fue una mala idea”, pienso que esta no es la forma de expresarlo. La redención no es creíble ni coherente en la cronología. Wismichu ni siquiera se disculpa ante las personas que sufrieron su “broma” sin desearlo. Metió la pata tratando de hacer algo curioso. Ahora debe lidiar con los efectos negativos… que ni siquiera son mostrados al espectador, logrando cero empatía.

El supuesto mensaje que arremetía contra los medios, la industria y el público termina diluido por completo. Queda relegado a apenas 5 minutos de diálogo esparcidos sin cohesión. Ni hay profundización en el tema, ni añade a lo ya dicho en sus vídeos o entrevistas, ni descubre nada (¿la industria del cine se guía antes por dinero que por calidad? No es un misterio, compañero). Lo que debería haber sido el foco principal del argumento está explorado a nivel superficial. El resto de la película es un simple documental descriptivo y monótono sobre cómo se ideó y rodó todo. En consecuencia, la duración me pareció pesada y difícil de llevar.

Narración audiovisual cuestionable

Por último, me gustaría comentar la calidad meramente técnica de la obra. Aunque por regla general es buena, en determinadas ocasiones no fluye con naturalidad. Destaca el intento de combinar el estilo clásico de cine con uno más moderno y típico de YouTube. El resultado final no me convence por completo, puesto que parece estar más destinado a ser subido en internet que a ser proyectado en una sala. Da la sensación de que lo han realizado con la exclusiva finalidad de contentar a los seguidores del contenido de Ismael. Desafortunadamente, no me encuentro entre ellos. Yo fui a ver un documental, una experiencia cinematográfica, no un vídeo extendido de YouTube.

CONCLUSIÓN

En mi humilde opinión, Vosotros sois mi película fracasa en su afán de expresar las ideas que quiere ofrecer. Da mucho tiempo a fragmentos que, según yo lo veo, no gozan de excesiva importancia, como las acciones realizadas por los intérpretes en los rodajes o las invenciones que crearon para engañar a la prensa. Lo realmente interesante es la filosofía que busca transmitir… y el apartado que le dedica es, para mí, insignificante.

Escrito por Alex del Arco
https://cinemagavia.es/vosotros-sois-mi-pelicula-critica-wismichu/
Cinemagavia
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8
13 de julio de 2020
99 de 125 usuarios han encontrado esta crítica útil
*La teoría de la colapsología

El colectivo francés denominado Les Parasites está formado por antiguos alumnos de L’ École internationale de création audiovisuelle et de réalisation (EICAR) situada en La Plaine-Saint-Denis. Empezaron realizando cortometrajes que colgaban de forma gratuita en YouTube, financiando sus proyectos a través del crowdfunding. Esa independencia creativa les ha servido para afrontar su proyecto El Colapso (L’Effondrement).

La serie nos sitúa en un mundo distópico donde se ha producido un colapso ecológico y social que, sin embargo, nos recordará en muchos aspectos al mundo actual. Y más especialmente con el impacto que está teniendo en nuestras vidas la pandemia del Coronavirus. En El Colapso (L’Effondrement) no se explican demasiado las causas, pero no hacen falta demasiadas cábalas para entender lo sucedido, solo hay que echar una ojeada a nuestro alrededor.

De hecho, la teoría de la colapsología existe en realidad y es algo que engloba desde el aspecto ecológico al geopolítico. En ella, se pronostica el fin de la civilización, tal y como la conocemos, tras la conjunción de varias crisis provocadas por el género humano que van desde lo medioambiental y energético a lo político y económico. Algunas de esas crisis las estamos viviendo en nuestras carnes y otras vemos como se avecinan. Aunque existe base científica para considerar muchas de estas teorías, es cierto que también existe una tendencia hacia lo catastrófico con afirmaciones tales como que en 2040 no existirán los coches y todos nos desplazaremos sobre caballos…

*Planos secuencias de gran virtuosismo técnico

De esa forma, los distintos episodios de El Colapso (L’Effondrement), nos situarán aleatoriamente en los días posteriores a ese fin de la civilización moderna, exceptuando el último episodio donde regresaremos a cinco días antes de que todo se desencadene.

Cada episodio funciona como un cortometraje independiente, aunque en alguno existe trasvase de personajes. Los ocho episodios tienen una duración de menos de media hora cada uno, en los que se muestra a unos personajes que deben afrontar una situación límite. Ese desencadenante dramático sirve a sus directores para reflejar el comportamiento humano en momentos de crisis, donde se suele sacar lo mejor y lo peor de uno mismo.

Los ocho episodios están grabados en un plano secuencia en constante movimiento. Es un auténtico prodigio técnico que nos lleva a vivir situaciones sin solución de continuidad tan extraordinarias como subirnos con un personaje a una avioneta que se eleva en el cielo o a viajar en barco por mitad del océano. En ese sentido, destacaría el Episodio 7 (La Isla), una verdadera genialidad que cuesta creer se haya rodado de un tirón.

*Un retrato descorazonador de la humanidad

En general, todos los episodios de El Colapso (L’Effondrement) demuestran un manejo asombroso de la puesta en escena a través de la cámara en mano. Pero también en la utilización del espacio y la coreografía escénica de los personajes. Supongo que todo está planificado al detalle y que cada escena costaría varios días en rodarse, sin embargo, la sensación es tan realista que parece improvisado. Eso es el gran hallazgo de la serie.

Lo peor es que no hay espacio para profundizar en la psicología de los personajes. Enfrentarlos de principio a fin a una situación desesperada, nos muestra casi siempre una cara poco favorecedora de la humanidad donde prevalece el egoísmo, el individualismo y la mezquindad. Eso hace que sea muy complicado identificarse con los personajes y que en muchos de los casos no puedas empatizar con ellos, lo que te distancia en su sufrimiento. En muy contados casos aparece la verdadera humanidad y la solidaridad como acto necesario para sobrevivir sin perder nuestra identidad. Ahí es cuando la implicación emocional del espectador será mayor como, por ejemplo, sucede en el Episodio 6 (La Residencia).

*Conclusión

El Colapso (L’Effondrement) es una miniserie francesa de 8 capítulos, dirigida por el colectivo Les Parasites, formado por antiguos estudiantes de L’ École internationale de création audiovisuelle et de réalisation (EICAR). Los episodios están rodados cámara en mano y en plano secuencia. Es un prodigio narrativo que consigue transmitir la asfixiante sensación que sufren sus protagonistas. Los ocho episodios funcionan como cortometrajes independientes cuyo eje argumental se sustenta en la lucha por la supervivencia tras el colapso de la civilización moderna.

El Colapso (L’Effondrement) es una serie formalmente brillante que te deja sin aliento. Los episodios son píldoras que te producen adicción y se hace difícil no verlos de un tirón. La inmediatez narrativa perjudica la implicación afectiva, al no conocer apenas a los personajes, pero la fuerza visual es tal que te arrastra en su vorágine emocional. Destaca el Episodio 7 (La Isla), un brutalísimo plano secuencia protagonizado casi en solitario por la actriz Lubna Azabal, que se deja literalmente la piel.

El Colapso (L’Effondrement) es una serie realista que muestra el salvajismo egoísta inherente a la mezquindad humana, con leves destellos sobre la solidaridad en momentos de crisis. Más allá de las reflexiones y conclusiones que podamos extraer para emparentarla con nuestro mundo actual, tan dependiente de la economía y sacudido por las pandemias, se trata de una serie de ciencia-ficción apocalíptica que asombra por su puesta en escena. Absolutamente recomendable.

Escrito por Daniel Farriol
Cinemagavia
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8
15 de diciembre de 2020
80 de 90 usuarios han encontrado esta crítica útil
*El punto de vista

The Chosen cuenta la vida pública de Jesucristo. El director y creador de la serie, Dallas Jenckins declaró que la serie pretende llegar hasta la muerte y resurrección; por ende, tienen planificadas unas siete temporadas. El tema de la serie es biográfico.

Sin embargo, la fortaleza de The Chosen es que toma el punto de vista de los discípulos sus vidas antes y durante el apostolado. En la primera temporada la historia se centra en Pedro y Andrés, María Magdalena, Mateo y Nicodemo. Desde sus perspectivas, el espectador puede apreciar sus conflictos, el anhelo de la fe, sus personalidades y circunstancias familiares o laborales, ante la presencia del Mesías… y lo que esto significó para su entorno.

La narración no solo busca hilar estos encuentros sino presentar las costumbres judías. Se puede ver el retrato del Shabbat, el relato de las Bodas de Caná, las estrictas reglas de los fariseos y su rivalidad con Jesús. También presentan el encuentro con la Samaritana, el milagro de la curación de la suegra de Pedro y del paralítico, y cómo era la recaudación de los impuestos romanos.

The Chosen está basada en los relatos bíblicos pero también tiene licencias artísticas para recrear ciertos diálogos y cualidades de algunos personajes (tal es el caso de Mateo, a quien Jenkins lo representa con autismo). Si el espectador es estricto con la fidelidad de los textos sagrados, se llevará una decepción. La tendencia evangélica predomina sobre otras corrientes cristianas. Sin embargo, si el espectador está abierto a la oportunidad que brinda la serie de ir más allá de la literatura o dogma, disfrutará la perspectiva de un Dios hecho hombre.

*El financiamiento

The Chosen contó con un financiamiento bancario de 13 millones de dólares. Para poder solventar el resto de los gastos de producción de la primera temporada, Jenkins abrió un crowdfunding según la ley norteamericana Jumpstart Our Business Startups Act, que permite de forma segura inversionistas online. Ellos reciben, a cambio, el visionado de la serie antes que el resto del público.

Con el crowdfunding recaudaron 10.2 millones de dólares gracias al aporte de 15 mil inversionistas. Para la segunda temporada, llevan recaudados 6 millones de dólares por mediación de unos 300 mil inversionistas. Esta acción no es novedad en Estados Unidos. Para la película Verónica Mars, se recurrió a este estilo de crowdfunding y recaudó 5.7 millones de dólares.

*Las referencias

Hay otras producciones que ya han contado la vida de Cristo. Por ejemplo, la más conocida y exacta es la miniserie Jesus of Nazareth (Zeffirelli, 1977). También está las producciones de History Channel: Jesus: the evidence (Rolfe, 1984), The Bible (Downey & Burnett, 2013) y Jesus: his life (Pearce & McDowall, 2019).

Entre las películas biográficas sobre Jesús destacan King of Kings (Ray, 1961), Il vangelo secondo Matteo (Pasolini, 1964), The Greatest Story Ever Told (Stevens & Lean & Negulesco, 1965), Jesus Christ Superstar (Lloyd Weber, 1973), The Gospel Road: A story of Jesus (Cash, 1973), Jesus (Young, 1999), The Miracle Maker (Hayes & Sokolov, 1999), The passion of the Christ (Gibson, 2004), Risen (Reynolds, 2016).

*The Chosen en pandemia

Pese a estrenarse en VidAngel y luego en sus propias aplicaciones en los meses de abril y noviembre de 2019, la pandemia incentivó a Jenkins a ofrecer los episodios de forma gratuita y en vivo por el canal de Youtube de la serie. En marzo y a una semana del estreno, alcanzó el millón de visitas. En la actualidad, cada episodio cuenta con los dos millones de visualizaciones. La serie está disponible en inglés con subtítulos en ese idioma.

*Conclusión

Para sorpresa del espectador, The Chosen cuenta con una destacada dirección de arte y fotografía, en especial las escenas nocturnas. Las buenas actuaciones son otro añadido a la serie, en los cuales resalta Jonathan Roumie como Jesús y el reconocido Erick Avari, quien interpreta a Nicodemo.

The Chosen no se queda en los hechos bíblicos de manera reverencial. El guion está cargado de creatividad y humor. Esto le permite atraer las miradas más allá de las fronteras. Y es una interesante opción para disfrutar en estas fiestas navideñas.

Escrito por Ana Carolina De Jesus Dos Ramos
Cinemagavia
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6
1 de octubre de 2023
89 de 109 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Todos los elementos del thriller policíaco

Reptiles aterriza en Netflix como una apuesta de cierto calado, que fía gran parte de su interés a un género como es el thriller, que suele dar buenos réditos, y a un carismático reparto. El epicentro del carisma es Benicio del Toro, y alrededor de él todos los demás. A decir verdad, Reptiles tiene todos los elementos clásicos de un buen policíaco. Empezando por la premisa principal: la investigación de un asesinato. El argumento se centra en el brutal homicidio de Summer Elswick (Matilda Anna Ingrid Lutz), una joven agente inmobiliaria.

La lista de sospechosos es ingente: su novio Will Grady (Justin Timberlake), su todavía marido en trámites de separación Sam Gifford (Karl Gusman), y Eli Phillips (Michael Pitt), un joven con roces con la familia de Will por asuntos del pasado. A partir de aquí, comienza un rosario de giros de guion, pistas engañosas, y cambios de tono en la narración. Todo ellos bajo la atenta mirada de Tom (Benicio del Toro) y sus compañeros de la policía de Scarborough (Nueva Inglaterra).

Nada nuevo bajo el sol, como se puede ver, si acaso un desplazamiento en el centro de gravedad de la película en lo que al meollo se refiere. Mientras que la primera mitad de Reptiles tiene su núcleo en la investigación del asesinato, en la segunda mitad de la obra hay un añadido más introspectivo referente a Tom y sus circunstancias.

*Una tensión algo endeble

Reptiles tiene algo del thriller criminal de los años 90, un poquito de tono "culebronesco" (con ricos adinerados y sus tribulaciones) y la querencia de algunas películas de Lumet en su diagnóstico de la corrupción sistémica. Llevando a rastras este bagaje, el guiso final es menos apetitoso de lo que suena. La parte más policial es relativamente metódica y se ocupa del descubrimiento de pistas y la introducción de personajes. Grant Singer trata de dotar de cierta oscuridad a la historia, pero lo consigue solo a medias. Se puede palpar la oscuridad de la historia, de cierto regusto a David Fincher, pero sin localizar la fuente. Como si Singer no pudiera plasmar la propuesta de forma sólida.

A lo dicho se le puede añadir un juego de whodunnit, con un número (a priori) concreto de sospechosos que se van pasando la patata caliente de la culpabilidad. En este punto, Reptiles sí que consigue hilar una historia que capta medianamente nuestra atención. Aunque emocionalmente no hay demasiada implicación con nadie, otro detalle interesante es cómo se van plantando semillas de carácter más personal que irán floreciendo en posteriores actos. Apuntes de información que importarán después. La película, efectivamente, se remata con un tono más amplio que supera la primera trama de una investigación de homicidios, pero sin olvidarse de ella.

Incidiendo de nuevo en los problemas de la película, llegamos a dos cuestiones. La intriga entretiene pero no zarandea, no impacta, no implica al espectador. Ello provoca un interés algo superficial, disfrutable para los amantes del género, pero sin pasión, sin arrebato. Hablando de Benicio del Toro, y asumiendo que es una película de trama distinta, Reptiles no resiste en ese aspecto la comparación con Sicario. No en cuanto al tipo de historia, sino en cuanto al octanaje de la misma.

*El reparto de Reptiles

Otro de los problemas de Reptiles es la cantidad de giros, subtramas, engaños y pruebas falsas que surgen. Tratar de ordenar todas las fuentes de información de forma razonada nos puede exasperar, así que recurrimos al buen hacer del personaje de Benicio del Toro y nos creemos sus deducciones. Benicio del Toro es el mejor punto de la película, sobre todo porque no hurta algunas de sus cualidades como actor. Es excelente contar con del Toro en una película de intriga. Sobre todo, por su tranquila intensidad, por la turbiedad que es capaz de emanar, por su presencia dura, berroqueña.

Es cierto que el guion no desarrolla del todo esas cualidades, pero su magnetismo queda patente. El guion pretende darle complejidad a partir de la mitad del metraje, y lo hace de diversas formas. Pespunteando algunos aspectos de su pasado como policía en Filadelfia, o enfrentándolo con situaciones difíciles de digerir. Finalmente, su relación con el entorno, y con personas cercanas a él, como su mujer Judy (Alicia Silverstone), o sus compañeros será decisiva. El personaje de Tom se queda en un punto medio. Volviendo a mencionar a Lumet, no es Serpico (1973), pero tampoco es un mal policía.

Sus compañeros de la policía son como un personaje colectivo, de modo que las actuaciones de Bogosian o Lombardozzi, p.ej, han de ser juzgadas casi de forma global. Lo cual no carece de importancia en el tramo final. Alicia Silverstone hace un papel funcional, algo plano, pero importante a veces para comprender a Benicio. Justin Timberlake se podría decir que queda propio como joven pijín metido en asuntos inmobiliarios, pero en general no ofrece ni frío, ni calor. A destacar también quizá el papel de Michael Pitt; turbio, pero de cierta importancia.

*Factura técnica de Reptiles

La fotografía de Reptiles es gris, de tono apesadumbrado, pero más que conseguir atmósfera, consigue un aspecto a ras de tierra casi más digno de un telefilm. Y he aquí una de las decepciones de la película, que, si quería replicar las formas de Seven o El silencio de los corderos, se queda lejos en intensidad y ejecución. No es el mejor trabajo de Mike Gioulakis, que tiene ejemplos de fotografía más brillante en sus colaboraciones con Shyamalan o con David Robert Mitchell.

La banda sonora de Yair Elazar Glotman quiere ser siniestra a todo costa. Lo cual ocasionalmente está muy bien, dada la naturaleza poco amable de Reptiles, pero a veces exagera, incluso en situaciones en que no viene mucho a qué. En sus momentos más exaltados casi parece querer emular el trabajo de Wendy Carlos para El resplandor (1980).

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Escrito por Mariano González
Cinemagavia
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9
20 de marzo de 2019
152 de 236 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los personajes más destacados en la cinta es el de Asier Etxeandia, que da vida a un actor con el que Salvador no se habla desde el estreno de su película varias décadas atrás. Una relación donde el perdón tiene mucha importancia y donde también surgen las enemistades en el sector de la cinematografía. Una estrella en caída libre y con problemas de adicción, al que el protagonista de La novia interpreta como si fuera real y que funciona como un coprotagonista brillante.

Reconocidos cameos

Otras de las apariciones más esperadas en Dolor y Gloria son los de Rosalía, Susi Sánchez, Cecilia Roth, Raúl Arévalo o Julián López, entre otros. Parece que Almodóvar ha aprendido de la integración correcta y adecuada de estas apariciones, un hecho que en Los amantes pasajeros le pasaba factura.

Destacan dos jóvenes intérpretes que darán mucho que hablar. Uno de ellos es el pequeño que da vida a Almodóvar de niño: Asier Flores. Un jovencito cuya pasión por la vida y el amor a su madre traspasa la pantalla. Una regresión al pasado inmersiva. De la misma forma, el personaje de César Vicente, un albañil analfabeto, señala uno de los momentos más polémicos de la cinta y que sin duda es una delicia para los seguidores del realizador.

A esta posible polémica se le añade la del hombre casado, interpretado por el actor argentino Leonardo Sbaraglia, que supera su drogadicción y se reencuentra muchos años después con Salvador, el gran amor de su vida. Un hombre que sin duda sigue escondiendo sentimientos por el protagonista, a pesar de que ha rehecho su vida con diferentes mujeres y una familia.

Dolor, Gloria y Deseo

La primera premisa que surge tras visionar la cinta es que en el título falta una palabra: deseo. El despertar del nacimiento sexual y sentimental, el deseo por los recuerdos perdidos, por lo que fue y por lo que puede ser, el deseo de superar los problemas… Un sentimiento que aparece repetido a lo largo de toda la cinta. Un anhelo expresado en la película que en ocasiones se presenta con metáforas cuidadas y elaboradas, que recuerdan a otras en las cintas de Almodóvar, como las de Hable con ella.

El dolor es mostrado a través de los propios achaques de la edad de Salvador, pero también de las heridas abiertas más allá de lo físico. La película presenta la contraposición de la alegre infancia y la infelicidad de una vida adulta. Señala una serie de cuentas pendientes que hacen que el protagonista no pueda continuar adelante y que tendrá que revertir. Un estancamiento personal que afecta en su vida profesional y acrecienta sus dolencias y sus adicciones. Esto lleva a una reconciliación consigo mismo del personaje, pero también del propio Almodóvar.

Pero no todo siempre es malo, Almodóvar también presenta la gloria. Ese estado en el que los homenajes, las paces con los trabajos antiguos y las personas del pasado están presentes. Pero esta gloria está algo envenenada, pues supone la perdida de la intimidad, con la consiguiente fama, las constantes preguntas y curiosidad del público, o la falta del entendimiento de qué es lo que sucede, que mucha veces se convierten en acciones incoherentes del protagonista y una personalidad complicada.

La deliciosa técnica almodovariana

Es indudable que el estilo de Almodóvar es muy singular y diferenciado: personajes llenos de complejidades y secretos, encuadres y colorimetrías vivos, composiciones bellas pero naturales, el uso de metáforas visuales… El montaje de la cinta continúa en esta línea pero aporta mucho más. La estructura es distinta a la habitual a las que no tiene acostumbrados el manchego, debido a que los personajes aparecen y desaparecen de la nada. Un hecho que a priori puede resultar extraño pero que funciona a la perfección.

La historia de Dolor y Gloria se centra en todo momento en Salvador y presenta golpes de efecto, con cápsulas de narraciones relacionadas que se insertan en la película, pero funcionarían perfectamente de forma individual. Este es el caso de los monólogos o las animaciones. Después de la muerte de José Salcedo, montador de las películas de Almodóvar durante más de 20 años, la duda de lo que vendría era una incógnita. No obstante, la riqueza expresiva visual y narrativa sigue presente en la edición, con ese nexo de cortes entre el pasado y el presente.

No sólo la parte más visual y fotográfica de la cinta esta cuidada, sino que el nivel de sonoridad se trata con mucho cariño. La voz de Antonio Banderas evoca los recuerdos en todo momento en distintos planos, meciendo al espectador. De la misma forma repite en la creación de la banda sonora el compositor Alberto Iglesias, un habitual en el cine español y especialmente en el de Almodóvar, y que hace que la cinta se convierta en todo un ensamblaje perfecto.

Conclusión

Probablemente nos encontramos ante una de las mejores cintas de la carrera de Pedro Almodóvar. El manchego se mueve como pez en el agua en el drama, contando esta historia con rasgos autobiográficos. Antonio Banderas da vida a un personaje a imagen y semejanza del realizador, con el recuerdo a su madre, interpretada por Penélope Cruz. Ambos con actuaciones sublimes y junto a la presencia de otras grandes actuaciones como la de Asier Etxeandia. Actores que se entremezclan con cameos profesionales y jóvenes artistas nuevos en una simbiosis perfecta.

El realizador continúa con su exitosa y singular visión del cine, aportando una mayor austeridad, pero como un gran narrador que nos lleva por un viaje emocional a través de un guion y un montaje excepcionales. Almodóvar cura de esta manera sus viejas heridas, donde el dolor y la gloria han estado muy presentes, pero también el deseo.

Escrito por Miguel Angel Romero
https://cinemagavia.es/dolor-y-gloria-critica-pelicula/
Cinemagavia
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