You must be a loged user to know your affinity with cinefilo1969
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

7.2
86,986
10
27 de octubre de 2013
27 de octubre de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace tiempo que me aconsejaron ver Drive. Leí tantas buenas críticas hacia ella que me echó para atrás su visionado, al igual que me pasó con esa pieza de orfebrería llamada Amelie. Pues bien, estaban en lo cierto. Drive es la mejor y más bella película de este género. Heat y Collateral ya me parecieron ambas las dos mejores de su categoría, pero ésta tiene algo especial, que la separa de las otras.
Desde el inicio hasta el final asistimos a la confirmación de que una buena película de cine negro necesita un personaje central con sombras y carismático y no un héroe que solo luce bondades y te acaba enervando. Y gracias a Ryan Gosling ese actor que crece como la espuma gracias a su talento, véase la excelente Los idus de Marzo, todo este viaje del protagonista resulta hipnótico.
La historia es sencilla, y el director no hace subrayados extraños ni cae en obviedades tontas ni reitera ideas. La película se sigue como un carrusel y todo avanza hacia delante, sin marchas atrás ni cambios bruscos. Todo está contado con precisión, mimo, estilo, tensión, morbo y lirismo. Es como una poesía urbana seductora y retorcida. Y la acción está tan bien rodada que caes rendido enseguida ante su salvaje belleza.
Los secundarios llenan la pantalla con sus inmensas aportaciones y tanto Cranston como Brooks están magníficos. Y gracias a ello la historia cobra más energía y volumen porque ofrecen un buen contrapunto al personaje central y aportan notas de tensión dignas del mejor cine.
Además es de esas raras veces en la que la estética se funde con la historia y la música y los actores y todo fluye. Es una simbiosis perfecta de estilo y contenido, de saber contar una historia y darle color y sentido. En otras palabras, es armar poesía y contarla de manera que cautive tus sentidos al completo y te deje un recuerdo imborrable. Al igual que esta Obra de Arte.
Desde el inicio hasta el final asistimos a la confirmación de que una buena película de cine negro necesita un personaje central con sombras y carismático y no un héroe que solo luce bondades y te acaba enervando. Y gracias a Ryan Gosling ese actor que crece como la espuma gracias a su talento, véase la excelente Los idus de Marzo, todo este viaje del protagonista resulta hipnótico.
La historia es sencilla, y el director no hace subrayados extraños ni cae en obviedades tontas ni reitera ideas. La película se sigue como un carrusel y todo avanza hacia delante, sin marchas atrás ni cambios bruscos. Todo está contado con precisión, mimo, estilo, tensión, morbo y lirismo. Es como una poesía urbana seductora y retorcida. Y la acción está tan bien rodada que caes rendido enseguida ante su salvaje belleza.
Los secundarios llenan la pantalla con sus inmensas aportaciones y tanto Cranston como Brooks están magníficos. Y gracias a ello la historia cobra más energía y volumen porque ofrecen un buen contrapunto al personaje central y aportan notas de tensión dignas del mejor cine.
Además es de esas raras veces en la que la estética se funde con la historia y la música y los actores y todo fluye. Es una simbiosis perfecta de estilo y contenido, de saber contar una historia y darle color y sentido. En otras palabras, es armar poesía y contarla de manera que cautive tus sentidos al completo y te deje un recuerdo imborrable. Al igual que esta Obra de Arte.

5.7
38,651
8
19 de febrero de 2012
19 de febrero de 2012
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cogemos la batidora. Echamos 2 pizcas de Godzilla, 4 de El proyecto de la Bruja de Blair, 1/2 de El coloso en llamas, 500 gramos de efectos especiales de primera, 200 gramos de adrenalina y 100 de humor. Mezclamos a toda velocidad y observamos con nuestra cámara digital cómo se cocina todo. Esto es Monstruoso. Pero la película no lo es. Por varios motivos
Todo es conocido, pero está ejecutado con frescura. La película resulta muy dinámica gracias a un montaje muy bien planteado y un desarrollo que pasa de puntillas por los clichés del genero pero sin caer de lleno en ellos. Nada se alarga más de la cuenta y ahí reside su mejor baza. Los personajes son planos pero empatan con el espectador y consiguen que queramos que salgan de allí vivos. Y no hay mucho más que decir, es un disfrute muy corto, una película de consumo rápido muy bien ejecutada y con una premisa que da una vuelta de tuerca a un género muy trillado y denostado por algunos cineastas que creen más en efectos especiales y menos en la imaginación.
Todo es conocido, pero está ejecutado con frescura. La película resulta muy dinámica gracias a un montaje muy bien planteado y un desarrollo que pasa de puntillas por los clichés del genero pero sin caer de lleno en ellos. Nada se alarga más de la cuenta y ahí reside su mejor baza. Los personajes son planos pero empatan con el espectador y consiguen que queramos que salgan de allí vivos. Y no hay mucho más que decir, es un disfrute muy corto, una película de consumo rápido muy bien ejecutada y con una premisa que da una vuelta de tuerca a un género muy trillado y denostado por algunos cineastas que creen más en efectos especiales y menos en la imaginación.
9 de enero de 2016
9 de enero de 2016
Sé el primero en valorar esta crítica
Es esa música celestial, la de la obertura, la que hace que eleve la nota de esta película bastante decepcionante. El Episodio 2: El ataque de los clones es, en efecto, la más decepcionante de la saga. Y por varias razones, aunque me gustara, podría haber sido muy superior. No es así.
Esta película tiene los mismos defectos que su predecesora y, aunque son muchas sus virtudes, un gran lastre: esa historia de amor. Si bien se trata de un divertimento como pocos con sus maravillosos efectos, diseño de producción, fotografía (preciosa), vestuario, maquillaje, etcétera. Sin embargo, está falta de verdadera alma aventurera algo de lo que no pecaba (del todo) La amenaza fantasma.
La acción la sitúa diez años después del Episodio 1, Anakin ha crecido y es un aprendiz de Jedi aventajado. La República ve su orden alterado por contínuos ataques terroristas y la senadora Amidala está en peligro. La orden Jedi encarga la protección de la senadora a Obi Wan Kenobi y Anakin Skywalker. Y ahí es cuando se lía todo.
La premisa es buena, pero su desarrollo no lo es. La historia de amor de Anakyn y Padme resulta demasiado cursi con diálogos sonrojantes que hacen esbozar una sonrisa socarrona. Y, por desgracia, la pareja no tiene buena química (no son Han Solo y Leia) y menos aún ese humor que hacia divertida la relación de la princesa y el contrabandista de la trilogía original. Es todo muy de anuncio de perfume.
Quitando este lastre, el más grande, la película resulta muy entretenida y, a ratos, divertida. Las escenas de acción están muy bien elaboradas y resueltas, algunas de ellas son realmente espectaculares ( la batalla de los clones) y otras enérgicas ( la persecución por esa ciudad que recuerda tanto a Blade Runner). Estas escenas elevan la película a cotas muy altas y nos hacen olvidar el sonrojo de esa cursi historia de amor. En ellas aparecen la aventura, que es la máxima de estas guerras galácticas.
Esta película tiene los mismos defectos que su predecesora y, aunque son muchas sus virtudes, un gran lastre: esa historia de amor. Si bien se trata de un divertimento como pocos con sus maravillosos efectos, diseño de producción, fotografía (preciosa), vestuario, maquillaje, etcétera. Sin embargo, está falta de verdadera alma aventurera algo de lo que no pecaba (del todo) La amenaza fantasma.
La acción la sitúa diez años después del Episodio 1, Anakin ha crecido y es un aprendiz de Jedi aventajado. La República ve su orden alterado por contínuos ataques terroristas y la senadora Amidala está en peligro. La orden Jedi encarga la protección de la senadora a Obi Wan Kenobi y Anakin Skywalker. Y ahí es cuando se lía todo.
La premisa es buena, pero su desarrollo no lo es. La historia de amor de Anakyn y Padme resulta demasiado cursi con diálogos sonrojantes que hacen esbozar una sonrisa socarrona. Y, por desgracia, la pareja no tiene buena química (no son Han Solo y Leia) y menos aún ese humor que hacia divertida la relación de la princesa y el contrabandista de la trilogía original. Es todo muy de anuncio de perfume.
Quitando este lastre, el más grande, la película resulta muy entretenida y, a ratos, divertida. Las escenas de acción están muy bien elaboradas y resueltas, algunas de ellas son realmente espectaculares ( la batalla de los clones) y otras enérgicas ( la persecución por esa ciudad que recuerda tanto a Blade Runner). Estas escenas elevan la película a cotas muy altas y nos hacen olvidar el sonrojo de esa cursi historia de amor. En ellas aparecen la aventura, que es la máxima de estas guerras galácticas.
9 de noviembre de 2011
9 de noviembre de 2011
Sé el primero en valorar esta crítica
L a imaginación de Burton es grande, muy grande, de hecho no tiene medida. Su Barbero diabólico es genio, imaginación, poderío y sangre, mucha sangre. La interpretación de Depp logra sensibilizar al espectador con esta historia tan lúgubre y grotesca como descarnada y hermosa. Sin embargo, el gran personaje de la función es esa artesana de los pasteles de carne cuyo principal ingrediente es tan grotesco como divertido y, cuya hilaridad, está resuelta por esa gran actriz que es Bonham Carter. Los demás personajes son meros alicientes aunque muy bien dibujados por Burton y, exceptuando el personaje de Alan Rickman que se levanta por encima del resto gracias al gran hacer de este extraordinario actor, discurren por la trama con el fin de darle más dimensión a la historia. Su dirección artística es de Oscar y no hay más que hablar del portento que se ha creado, y su fotografía y montaje son excelentes dotando a la historia de volumen. Sin embargo, hacia el tramo final, todo lo que estaba llevado con ritmo y precisión se apresura sin tener porqué y se atropella un poco el desenlace, maravilloso eso sí. Por eso, no es la Obra Maestra que debiera ser, porque si todo hubiera seguido con la misma naturalidad que se impone desde que empieza la proyección sería el mejor musical de la Historia del Cine.
9 de enero de 2016
9 de enero de 2016
Sé el primero en valorar esta crítica
Se apagan las luces, salen las ya famosas letras y suena esa música eterna y magistral. Empieza el Episodio 3. Lo hace con fuerza, todo recuerda a la línea seguida por las anteriores entregas pero diferente. Se acaban los diálogos tontos y entra en escena la evolución de los personajes que se nos desvela por sus acto y no por sus palabras. Palabras que se convierten en venenosas. Hay tragedia, hay drama, hay aventura...hay fuerza de nuevo.
El guión va sobre raíles, todo lo que sucede está muy bien encadenado, las piezas encajan y las secuencias se suceden a ritmo vertiginoso. La realización es más directa y los actores se creen más sus personajes, no hay momentos vergonzosos y todo está orquestado como una opera musculosa.
La película se diferencia en dos bloques, y el segundo es infinitamente superior al primero ( y a todas las películas anteriores). Es cuando entra la presencia del mal, cuando el peligro se vuelve carne y el lado oscuro cobra fuerza cuando la película despunta por todo lo alto. Entonces las escenas relevantes se suceden, todo cobra sentido, el mosaico encaja. Hay que quitarse el sombrero porque el encaje de bolillos no chirría, es perfecto. Una jugada maestra, medida y bien ejecutada.
Y entre tanto, la emoción me acoge y durante más de una hora no aparto los ojos de la pantalla. Todo es emocionante, huelo el aroma del verdadero espíritu de las viejas películas, empiezo a encontrarme como en casa. Y entonces aparece Vader y todo se eriza dentro de mí, es el momento glorioso, una escena por la que hemos sufrido casi cinco horas de palabrería vacua. Y ha merecido la pena. Star Wars reaparece y los últimos minutos dejan claro que siempre deseamos estar ahí.
Y si hay que hacer una reflexión, es que este Episodio 3 hace justificables las dos anteriores sólo por el hecho de ver como todo cobra sentido. Y si encima el remate es de altura como en este caso, con un tono de aventura verdadero, de aroma a Star Wars, donde se ve una tragedia por la que se inicio una de las mayores aventuras del cine, mucho mejor. Así si señor Lucas, así sí.
El guión va sobre raíles, todo lo que sucede está muy bien encadenado, las piezas encajan y las secuencias se suceden a ritmo vertiginoso. La realización es más directa y los actores se creen más sus personajes, no hay momentos vergonzosos y todo está orquestado como una opera musculosa.
La película se diferencia en dos bloques, y el segundo es infinitamente superior al primero ( y a todas las películas anteriores). Es cuando entra la presencia del mal, cuando el peligro se vuelve carne y el lado oscuro cobra fuerza cuando la película despunta por todo lo alto. Entonces las escenas relevantes se suceden, todo cobra sentido, el mosaico encaja. Hay que quitarse el sombrero porque el encaje de bolillos no chirría, es perfecto. Una jugada maestra, medida y bien ejecutada.
Y entre tanto, la emoción me acoge y durante más de una hora no aparto los ojos de la pantalla. Todo es emocionante, huelo el aroma del verdadero espíritu de las viejas películas, empiezo a encontrarme como en casa. Y entonces aparece Vader y todo se eriza dentro de mí, es el momento glorioso, una escena por la que hemos sufrido casi cinco horas de palabrería vacua. Y ha merecido la pena. Star Wars reaparece y los últimos minutos dejan claro que siempre deseamos estar ahí.
Y si hay que hacer una reflexión, es que este Episodio 3 hace justificables las dos anteriores sólo por el hecho de ver como todo cobra sentido. Y si encima el remate es de altura como en este caso, con un tono de aventura verdadero, de aroma a Star Wars, donde se ve una tragedia por la que se inicio una de las mayores aventuras del cine, mucho mejor. Así si señor Lucas, así sí.
Más sobre cinefilo1969
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here