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Críticas ordenadas por utilidad
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4
24 de junio de 2012
24 de junio de 2012
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé que se le cruzó por la cabeza a John Huston al realizar este film. Está bien, es una adaptación de la novela "Dublineses" de James Joyce, pero eso no quita que esta realización sea sosa, aburrida y carente de cualquier clase de gracia; una hora y quince minutos de pleno aburrimiento, en una historia insostenible. Los últimos diez minutos es lo que más vale la pena, pero a esa altura de las circunstancias era mejor sacar el dvd e irse a dormir lo más temprano posible.
10
28 de diciembre de 2011
28 de diciembre de 2011
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay muchas películas a lo largo de la historia del cine que causen todo lo que genero en mi "Solaris", uno de los films más maravillosos que he visto en mi vida. Admito no haber leído la novela, pero tanta majestuosidad nunca está de más. Excelente en todo momento y repleto de simbólismos, más allá de lo que representa en cuanto a ciencia ficción. Un 10 y a mi top "five".
25 de enero de 2018
25 de enero de 2018
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con poco por saber de antemano acerca de Nicolás Gil Lavedra, director de tan solo una película ("Verdades Verdaderas; la Vida de Estela"), no hay duda alguna que el peso y atractivo de "Las Grietas de Jara", descansa un tanto en su historia, basada en la novela de igual nombre de Claudia Piñeiro (autora de "Las Viudas de los Jueves" y "Betibú"), y mayormente en la categoría de su elenco. Con el siempre notable Oscar Martínez como figura máxima, la suma de Joaquín Furriel, Soledad Villamil, Laura Novoa, y un agregado nada despreciable, como lo es Santiago Segura, sin pasar por alto la presencia de Sara Sálamo.
La película comienza con la repentina aparición de una joven llamada Leonor (Sálamo) en el estudio del arquitecto Borla y Asociados, preguntando por Nelson Jara, un nombre del cual tanto Borla (Segura), como su socia Marta Hovart (Villamil), y Pablo Simó (Furriel), su arquitecto de mayor antigüedad, dicen desconocer. No obstante, ya desde la expresión en las caras se lee que algo ocultan. Tras la salida de la joven, los tres integrantes del estudio, aún atónitos por lo acontecido, se preguntan sobre como llegó allí aquella muchacha y por qué motivos buscaba a Jara.
Mediante un recuerdo de Pablo Simó, Gil Lavedra nos aproximará un poco hacia a una historia pasada hace tres años, cuando Nelson Jara (Martínez) se acerca al estudio mencionado para plantear un problema con una grieta que aparece en su casa, tras el inicio de una construcción lindante, de la cual la empresa en la que trabaja Pablo es la encargada de ejecutar, por lo que Jara los considera responsables de los hechos que lo perjudican, y pide una indemnización correspondiente. Si bien Pablo pese a todo parece conservar cierta estabilidad emocional, Marta se mostrará intranquila con el suceso, dejando en claro que algo siniestro se esconde tras la historia de Jara.
A la par de esta línea narrativa, se entrecruzaran sucesos vinculados a la situación actual de Pablo con su pareja, interpretada por Laura Novoa, la cual no parece ser la mejor, quizás porque él la esté descuidando por motivos laborales, aunque si considera bastante y muestra el debido afecto sobre su hija adolescente, de naturaleza conflictiva. Si bien esta historia cruzada presenta un eje elemental en la construcción del film, es algo pobre en cuanto al entramado, pero podemos decir que no perjudica en demasía la estructura total de la película.
Los constantes recuerdos de hechos pasados, la aparición misma de Leonor, y el replanteo de lo ocurrido, llevarán a Pablo Simó a un fuerte cuestionamiento, referido a sus propios ideales, los cimientos mismos de su vida, y el destino que para ella eligió. Claramente lo ocurrido con Jara, un personaje un tanto insistente y difícil de sobrellevar, dejará una marca al protagonista, que lo llevará a una inevitable reflexión posterior, y al intentar modificar la situación que atraviesa, y que claramente lo mantiene disconforme.
Si bien la película en algunos momentos cae en lugares comunes, más cuando se trata de un film que se enmarca dentro del género thriller, conserva su cuota de originalidad y sostiene prolijamente el suspenso, dosificando con una exactitud precisa la información, de manera que siempre quede algo por descubrir, aunque esto sea de mayor o menor trascendencia. Las actuaciones están más que acordes, y los escenarios escogidos, como la puesta en escena, invita al espectador a formar parte de la historia, que con su debidas licencias, cumplen con los requisitos necesarios.
La película comienza con la repentina aparición de una joven llamada Leonor (Sálamo) en el estudio del arquitecto Borla y Asociados, preguntando por Nelson Jara, un nombre del cual tanto Borla (Segura), como su socia Marta Hovart (Villamil), y Pablo Simó (Furriel), su arquitecto de mayor antigüedad, dicen desconocer. No obstante, ya desde la expresión en las caras se lee que algo ocultan. Tras la salida de la joven, los tres integrantes del estudio, aún atónitos por lo acontecido, se preguntan sobre como llegó allí aquella muchacha y por qué motivos buscaba a Jara.
Mediante un recuerdo de Pablo Simó, Gil Lavedra nos aproximará un poco hacia a una historia pasada hace tres años, cuando Nelson Jara (Martínez) se acerca al estudio mencionado para plantear un problema con una grieta que aparece en su casa, tras el inicio de una construcción lindante, de la cual la empresa en la que trabaja Pablo es la encargada de ejecutar, por lo que Jara los considera responsables de los hechos que lo perjudican, y pide una indemnización correspondiente. Si bien Pablo pese a todo parece conservar cierta estabilidad emocional, Marta se mostrará intranquila con el suceso, dejando en claro que algo siniestro se esconde tras la historia de Jara.
A la par de esta línea narrativa, se entrecruzaran sucesos vinculados a la situación actual de Pablo con su pareja, interpretada por Laura Novoa, la cual no parece ser la mejor, quizás porque él la esté descuidando por motivos laborales, aunque si considera bastante y muestra el debido afecto sobre su hija adolescente, de naturaleza conflictiva. Si bien esta historia cruzada presenta un eje elemental en la construcción del film, es algo pobre en cuanto al entramado, pero podemos decir que no perjudica en demasía la estructura total de la película.
Los constantes recuerdos de hechos pasados, la aparición misma de Leonor, y el replanteo de lo ocurrido, llevarán a Pablo Simó a un fuerte cuestionamiento, referido a sus propios ideales, los cimientos mismos de su vida, y el destino que para ella eligió. Claramente lo ocurrido con Jara, un personaje un tanto insistente y difícil de sobrellevar, dejará una marca al protagonista, que lo llevará a una inevitable reflexión posterior, y al intentar modificar la situación que atraviesa, y que claramente lo mantiene disconforme.
Si bien la película en algunos momentos cae en lugares comunes, más cuando se trata de un film que se enmarca dentro del género thriller, conserva su cuota de originalidad y sostiene prolijamente el suspenso, dosificando con una exactitud precisa la información, de manera que siempre quede algo por descubrir, aunque esto sea de mayor o menor trascendencia. Las actuaciones están más que acordes, y los escenarios escogidos, como la puesta en escena, invita al espectador a formar parte de la historia, que con su debidas licencias, cumplen con los requisitos necesarios.
7
25 de enero de 2018
25 de enero de 2018
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alain Resnais es sin duda, una emblema del cine francés, la Nouvelle Vague y de una corriente que juega con las rupturas lineales, y demás. Es por eso que "Je t'aime, Je t'aime", más allá del entramado general sobre la historia de amor del protagonista (Interpretado por el mítico Claude Rich), y lo que de ella acontece, recae más en una exposición delirante, sin tanta fuerza argumental, pero con mayor originalidad y enfoque en un quiebre estructural narrativo.
Entre lo más interesante de este curioso film, figura la forma en que el personaje principal, dominado por los designios de su mente, no puede reponerse ni volver a su situación actual, quedando maniatado a un viaje interminable por los recovecos de su cerebro, viviendo hechos pasados, sobre los cuales poco y nada se puede hacer. Quizás ese sea el mayor logro de la película, sobre la metáfora de como uno mismo a veces no puede siquiera optar por el camino más lógico y conveniente.
No hay duda de la influencia de Resnais sobre Gondry, o de esta película por sobre "Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos", así como de un sinfín de cintas, mayormente norteamericanas, que no existirán si no fuera por esta idea llevada a cabo. No obstante, hay que reconocerle a Gondry que no se limitó a copiarla, sino que buscó el punto opuesto; trabajar más en lo referido a las relaciones y la historia de desamor.
Entre lo más interesante de este curioso film, figura la forma en que el personaje principal, dominado por los designios de su mente, no puede reponerse ni volver a su situación actual, quedando maniatado a un viaje interminable por los recovecos de su cerebro, viviendo hechos pasados, sobre los cuales poco y nada se puede hacer. Quizás ese sea el mayor logro de la película, sobre la metáfora de como uno mismo a veces no puede siquiera optar por el camino más lógico y conveniente.
No hay duda de la influencia de Resnais sobre Gondry, o de esta película por sobre "Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos", así como de un sinfín de cintas, mayormente norteamericanas, que no existirán si no fuera por esta idea llevada a cabo. No obstante, hay que reconocerle a Gondry que no se limitó a copiarla, sino que buscó el punto opuesto; trabajar más en lo referido a las relaciones y la historia de desamor.

6.6
974
9
19 de agosto de 2017
19 de agosto de 2017
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo el sol es la nueva película del realizador Dalibor Matanic. Relata tres historias de amor ambientadas en Croacia, por un hombre nacido en este país y una mujer serbia, en los años 1991, 2001 y 2011. El foco del film está puesto en la imposibilidad de sobrellevar una relación amorosa, pese al paso del tiempo, en un país donde las secuelas de la guerra están presentes.
En la primera historia la guerra está al caer. El hermano de la protagonista no puede tolerar que ella esté vinculada emocionalmente con un joven croata, lo cual genera momentos de incomodidad. En la segunda historia la guerra ya pasó, pero la memoria de lo sucedido persiste en la joven, quien cuestiona el trato confortable de su madre hacia el joven croata, a quien ve como un enemigo. Sin embargo el paso de los días modifica su percepción. La tercera historia está ambientada en 2011, las cosas han cambiado, pero en este episodio el problema gira en torno a un niño hijo de un hombre croata y una mujer serbia. La aparición del joven en su casa no cae en agrado de ella, quien muestra indiferencia ante él, y ninguna intención de reparar los daños causados anteriormente.
Las circunstancias que los personajes atraviesan en cada historia imprimen un ritmo que te deja expectante y, quitando algún que otro pasaje breve, la película entretiene. Los protagonistas son siempre los mismos, y llevan a cabo cada personaje con la impronta que el mismo requiere, dotándolo de las características adecuadas y logrando la credibilidad necesaria. El film es altamente recomendable, pero más que nada para aquellos que están acostumbrados a las temáticas y rítmicas clásicas del cine europeo.
En la primera historia la guerra está al caer. El hermano de la protagonista no puede tolerar que ella esté vinculada emocionalmente con un joven croata, lo cual genera momentos de incomodidad. En la segunda historia la guerra ya pasó, pero la memoria de lo sucedido persiste en la joven, quien cuestiona el trato confortable de su madre hacia el joven croata, a quien ve como un enemigo. Sin embargo el paso de los días modifica su percepción. La tercera historia está ambientada en 2011, las cosas han cambiado, pero en este episodio el problema gira en torno a un niño hijo de un hombre croata y una mujer serbia. La aparición del joven en su casa no cae en agrado de ella, quien muestra indiferencia ante él, y ninguna intención de reparar los daños causados anteriormente.
Las circunstancias que los personajes atraviesan en cada historia imprimen un ritmo que te deja expectante y, quitando algún que otro pasaje breve, la película entretiene. Los protagonistas son siempre los mismos, y llevan a cabo cada personaje con la impronta que el mismo requiere, dotándolo de las características adecuadas y logrando la credibilidad necesaria. El film es altamente recomendable, pero más que nada para aquellos que están acostumbrados a las temáticas y rítmicas clásicas del cine europeo.
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