Un hombre solitario y frustrado se obsesiona con una familia a través de las fotografías de esta, con consecuencias fatales tanto para él como para la familia misma. Esta es quizás una de las películas donde Robin Williams hace un papel extraordinario y muy bien caracterizado. Bien metido en el rol. Ambientada en algún lugar contemporáneo de clase media de los Estados Unidos, solo la actuación de Williams me parece convincente. Las demas entre regulares y pasables.

Sin que salgan monstruos ni seres macabros, esta película me puso los pelos de punta. Jack Nicholson enloquece después de permanecer un tiempo aislado con su mujer y su hijo en un hotel de verano que durante el invierno se cubre de nieve. Sin efectos especiales ni nada, hasta un par de alucinantes niñas espectrales provocan miedo. Nicholson da clases de actuación en esta película, hay que verla.

A quienes leyeron el libro antes de mirar la película, quizás les decepcione ya que el libro es una obra maestra en tanto que la película no lo es. Pero hay que reconocer que un libro tan intenso y bien escrito es difícil de llevar a la pantalla. Dentro de todo, la película cumple con envolverte en el tema durante casi dos horas. Es la historia de un hombre desgraciado con un olfato extraordinario, siempre obsesivo de encontrar en todo el aroma. La ambientación y los vestuarios es lo mejor que esta película tiene. Bien dirigida, buena fotografía. Prácticamente todos los actores son desconocidos y las actuaciones son regulares. Excepto en el caso de Dustin Hoffman, que si bien tiene un papel breve, actúa maravillosamente, como siempre.

El despertar sexual de un niño que de ir paulatino, se desencadena al llegar a vivir a su casa una escultural prima mayor que el, que al verlo tan aturdido en el tema, y tras algunos sucesos bochornosos, se ofrece a iniciarlo en el sexo. Las actuaciones, buenas, mas no extraordinarias. Buena para reír un rato y recordar nuestros años mozos.

Esta película es única en el sentido de que el guion, y la mayor parte de la trama esta soportada por una sola persona. A raíz de un accidente aéreo, Tom Hanks queda varado en una isla desierta donde una pelota de fútbol y unos patines para hielo contribuyen, con gran ingenio por parte del naufrago, a hacerle sobrevivir y salvarlo de la locura. Es realmente difícil sacar adelante una trama donde casi el único recurso es la propia habilidad para actual del protagonista, que en este caso, la libra bastante bien. Una película para quien tiene ganas de vivir.