Buena comedia gamberra y a la vez con personajes adultos y no del todo fracasados. Nos presentan a el novio, a sus dos mejores amigos y al cuñado (un niño grande), dispuestos a ir a Las Vegas a celebrar la última noche de soltería del futuro marido.

La verdad es que el tema de las despedidas de soltero no es nada nuevo para la gran pantalla. Pero me ha parecido que han acertado en la forma de abordarlo, enseñandonos las consecuencias del desfase y no el desfase en sí. Aparte del acertado reparto, muy adecuado para el rol que representa cada uno.

Podemos ver guiños a películas como "La fiera de mi niña", "Tres solteros y un biberón" y el momentazo "Rain Man". Estos guiños hacen de ella una comedia especial. Como he leido en alguna crítica es el "Memento" de la resaca. Poco a poco descubrimos el cómo y el por qué de las cosas y situaciones locas a las que se tienen que enfrentar en la búsqueda de Duck.

No es una pélícula que cambie el mundo del cine y de la comedia. Pero con un buen reparto (con un Bradley Cooper en estado de gracia) y con un sólido guión, consigue sacarle alguna que otra carcajada al público y entretiene en una tarde de domingo, que ya es algo.

Pd: Es una película que en V.O hubiese ganado mucho más. El doblaje es lo único que no me ha convencido del todo.

¿Qué decir de "UP" que no se haya dicho ya? ¿Qué decir de PIXAR que no se haya dicho ya? Una vez más PIXAR lo ha vuelto a conseguir, se han hecho un poco más grandes aún. Han inflado un globo más en su ascenso a la genialidad en el mundo de la animación. ¿Merece ser una película como esta valorada como una simple película de animación?

Lo que hace Pixar en mi opinión, y lo que ha hecho Disney durante mucho tiempo, es llegar directamente al espectador, pegar un meneo a la fibra sensible que todo niño y adulto tiene dentro de si. Hay que decir que cada vez la animación va dirigida a un público más adulto, con gags dirigidos a los padres que acompañan a sus hijos al cine a ver como un viejo y un scout vuelan hacia un paraje perdido en Venezuela.

Pixar arriesga al elegir a un anciano y a un niño como protagonistas de la película, ya que no es nada común hoy en día, donde el botox llena más que nunca nuestras pantallas. Un homenaje al cine clásico, esos primeros minutos, que nos enseñan la vida de Carl y su mujer, acompañados solamente de música y de guiños al cine mudo, a ese cine de Chaplin, que mediante gestos y una gran banda sonora conseguía emocionar hasta a el público más exigente.

Otro guiño al cine clásico, a ese hombre de familia representado durante tanto tiempo por Spencer Tracy, simbolizado por Carl en la película, se le da un aire a uno de los iconos del cine de antaño, a un viejo cascarrabias que se hacia querer. Se puede decir que desde los primeros minutos de la película nos sumergimos en una nueva aventura, acompañados por Spencer Tracy y por Russell.

Una película que de pasada nos cuenta algunos problemas o situaciones de la sociedad de hoy en día, una película que nos enseña que la vida es finita, y que merece luchar por los sueños de uno y que hay que luchar por lo que queremos y por quién queremos.

Disculparme por ser un poco chaposa, pero Pìxar ha vuelto a crear otra obra maestra.

George Clooney encarna a Matt King en este drama con toques cómicos dirigido por Alexander Payne en el que muestra el toque agridulce que tiene la vida. Matt (Clooney) es un abogado rodeado de papeles que tras el trágico accidente que ha sufrido su esposa decide replantearse la vida. Deberá afrontar nuevos retos. Todo lo que le rodea le supera, deberá mejorar su relación con sus dos hijas algo "rebeldes"; a parte de encargarse del papeleo de la venta de las propiedades de la familia King.

Payne nos cuenta una historia cotidiana y cercana, que consigue la empatia del espectador fácilmente. Una historia agridulce como la vida misma. Con un ritmo pausado pero correcto, vemos como el personaje de Clooney evoluciona, como va afrontando sus retos, dejando atrás su pasividad. Matt King era ajeno a los problemas que le rodeaban y poco a poco va convirtiéndose en un sujeto capaz de decidir y defender sus intereses, asumir sus errores, se enfrenta a su familia y ejerce la labor de padre. Va recibiendo golpes de los que se levanta con más fuerza (se entera de que su mujer le era infiel, y aguanta a un suegro que le culpa constantemente de tacaño y de la pobre vida que le ofrecía a su hija).

La interpretación de Clooney es convincente, profunda y humana. Tiene la mirada perdida como su personaje lo requiere; esta agotado, sin saber que camino escoger. La película realizada por Alexander Payne es buena, la historia es verdadera ya que muestra situaciones que podrían ocurrir a cualquiera (el ritmo pausado le favorece en ese aspecto). Pero me parece que está algo sobrevalorada y que el "boom" de nominaciones no le va a hacer ningún bien. Crear demasiadas espectativas, tiene sus inconvenientes. "The descendants" tiene un sitio asegurado en la próxima gala de los Oscars, y al parecer será una de las grandes triunfadoras junto a "The artist". Pero nunca se sabe, no creo (y espero) que en ninguna de las categorías haya un claro favorito.

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Si París es la ciudad de la luz, Woody Allen lo ha sabido plasmar a la perfección en 'Midnight in Paris'. La película tiene una fotografía cuidada y preciosa con los colores un poco saturados que hacen que París se convierta en una ciudad viva. 'Midnight in Paris' tuvo un gran éxito de crítica y público. En EE.UU se convirtió en la película más taquillera de toda la filmografía de Allen, en el mundo recaudó un total de 85 millones de dólares. 'Midnight in Paris' es una película mágica, en la que en los primeros minutos Woody Allen se 'auto-homenajea' haciendo una referencia formal a su película 'Manhattan' (ambas comienzan de una manera similar). Se ha convertido en una de mis películas favoritas de Allen.

El protagonista de la película es Gil Pender (Owen Wilson), un guionista americano que cansado de escribir guiones para Hollywood ha escrito una novela que todavía no se ha atrevido a publicar. En París encuentra el lugar perfecto para dar rienda suelta a su imaginación, idea que su prometida Inez (Rachel McAdams) no comparte.

Un día, a medianoche, Gil se encuentra paseando sólo por las calles de París, cuando un coche antiguo se para frente a él. Ante la insistencia de los ocupantes del coche, Pender se anima y sube. En el viaje se encontrará con algo realmente increíble. Cada noche Gil repetirá su viaje al pasado, a su idolatrado París de los años 20. Se encontrará con Hemingway, Scott Fitzgerald y su mujer, con Dalí, con Buñuel, con Picasso, con Cole Porter... y con Adriana (Marion Cotillard) de la cual se enamorará.

Adriana y Gil paseando cerca del Senna.
Pender defiende la idea de que cualquier tiempo pasado fue mejor, Adriana comparte esa idea. Ella que forma parte del París de los años 20 que adora Pender; cree firmemente que la verdadera época dorada se encuentra mucho antes, en la "Belle époque" parisina.

Owen Wilson se convierte esta vez en el 'alter ego' de Woody Allen. La novela que está escribiendo trata sobre una tienda de Nostalgia. Gil está perdido en su presente, está aburrido de su trabajo y está empezando a tener dudas sobre su futuro con Inez. Le encantaría haber nacido en otra época. Woody Allen deja claro mediante su inspirado guión que "la nostalgia es negación. Negación del doloroso presente" y añade que "la nostalgia es una noción de que un periodo de tiempo diferente, es mejor que el que estamos viviendo. Es un fallo en la imaginación romántica de esas personas, que encuentran difícil lidiar con el presente".

Ese es el problema que le impide actuar a Gil Pender. Está encantado (quién no lo estaría ...) con sus viajes al pasado, con las fiestas celebradas junto a grandes iconos de la escritura, pintura, arte y/o cine. Pero se dará cuenta de que eso no le llena, que para convertirse en un buen escritor y para encontrar su lugar en el mundo, deberá dejar de lado su obsesión por el pasado y empezar a vivir su presente.

Exhausta. Así es como me siento tras ver Origen (Inception) de Christopher Nolan. Una película que junta ciencia ficción con thriller e intriga. Un entretenido viaje al mundo de los sueños. Un viaje nada filosófico ya que no creo que Nolan busque reflexiones profundas sobre los sueños en el espectador. La película tiene el objetivo de entretener, de conseguir que el espectador se sumerja en distintos niveles, que piense y que se implique en lo que está viviendo. La película entra en tu mente y lo mejor que se puede hacer es dejarse llevar.

Cobb (Leonardo DiCaprio) y su equipo trabajan apropiándose de los secretos del subconsciente de otras personas durante el sueño. Pero esta vez tendrán un trabajo diferente, no tendrán que robar una idea, si no que tendrán que implantar una idea en el subconsciente de una persona. Cobb tiene una herida que no es capaz de cerrar, no es capaz de dejar a un lado su pasado. Se siente culpable de la muerte de su esposa Mal (Marion Cotillard), el sentimiento de culpa afectará a su trabajo. Según avanza la película conoceremos mejor a Cobb y su pasado.

Una película visualmente atractiva. Una propuesta distinta y complicada, y una película que tiene una de las escenas de lucha más curiosa que he visto desde hace tiempo, la del hotel en gravedad cero. La banda sonora (tengo predilección por la música de Zimmer) ayuda mucho a la historia y el track 'Time' se convierte en uno de los mejores leitmotiv que se han escuchado desde hace mucho. El guión es complejo, y aunque Nolan mediante los personajes explique en más de una ocasión como funciona lo de la incepción, puede crear dudas. Nolan remata la película dejando al espectador con la duda de si Cobb ha vuelto a la realidad o sigue soñando (algo similar ocurre en la película Blade Runner de Ridley Scott, en la que se puede dudar si Rick Deckard es un androide o no a causa de unos pocos detalles, como el plano del unicornio o el brillo en sus ojos).

La última escena es la clave. En la película nos cuenta como Mal hacía girar el trompo (esa especie de peonza pequeña) en el sueño y no dejaba que cayese. En la última escena Cobb hará girar el trompo para comprobar si está en un sueño o en la realidad, pero sus hijos llaman su atención. Por fin les ha visto la cara que en sueños era incapaz de ver. Cobb se acerca a ellos mientras el trompo sigue girando. En ese momento ¡Nolan funde a negro!. Se termina la película.

Si está en un sueño el giro del trompo debería de ser perfecto, no debería parar. Si está en la realidad debería torcerse y/o caerse. En el plano vemos como el trompo va parándose y torciéndose un poco. De ser así, Cobb está en la realidad (También hay una teoría 'del anillo', está se basa en lo siguiente: en los momentos que Cobb lleva el anillo de boda puesto está soñando; en los que no, está en la realidad. En la última escena, Cobb no lleva anillo). El debate sigue abierto.

Twitter: @naiara_glez