¿una posible secuela? La parte final de la película es lamentable. ¿Qué insinúan, una reencarnación del malo en el niño del museo? Claro, porque sigue habiendo un mundo de gigantes por encima nuestro (un mundo, recordemóslo, al que se puede subir trepando), un mundo que en el Siglo XXI nadie ha descubierto, claro, porque no hay aviones, ni satélites, ni nada por el estilo. Ah, que es una película de fantasía y no podemos pedirle rigor. O sea, que de la inexistencia de habichuelas para crear una nueva planta ya ni hablamos, ¿no?

En una película bastante creíble (sí, los humanos somos así) rechina bastante el personaje del presunto bombero reconvertido en psicópata huido de la cárcel y esa lucha contra la chica a hachazo limpio. Muy forzada, las cosas como son.