Original, pero no. Rydley desaprovecha la oportunidad de explotar una temática, de las pocas que no han sido explotadas, convirtiéndola en un topicazo del género épico. Ya estamos cansados de ver las mismas escenas de batalla una y otra vez, con los mismos sermones de los líderes y los mismos romances de siempre.
Con un guión ya hecho por la historia y un protagonista vulgar, solo se salva la increible puesta en esecena de estos casos y la original, aunque impuesta por la temática, banda sonora. Para pasar un rato "laaaargo" y entretenido.

Esta es la pelicula perfecta para vibrar en el cine, pues los responsables, la han envuelto de una épica bárbara y continua durante todo el largometraje.
La mezcla de história y comic es brutal, pues han conseguido un punto y aparte en la forma de hacer cine. Este Frank Miller, sabedor de que sus comics son diferentes, ha sabido rodearse de aquellos que podian plasmar en el cine esa diferencia, y vaya diferencia. Si Sin City, parecia revolucionaria, agarrense con esta majestuosidad visual y sonora.
Hasta el momento nadie había abordado en el cine algo tan diferente, que seguramente a partir de ahora, se va a realizar hasta la saciedad.
Lo que Snyder y Miller nos han dejado es una revolución fotográfica tatalmente innovadora que da empaque y personalidad a su relato. Nos machacan con efectos visuales ralentizados, a cual más espectacular, nos impresionan con una batalla alucinante, que no se hace pesada, aunque dure toda la película, y nos embriagan con una estupenda banda sonora, tan amplia en variedad, pero tan acertada, que ensarta a la perfección en este diabólico y mayestático experimento que elevan el divertimento a sus máximos exponentes.
Estamos pues ante otro cine, aquel en el que una história simple se cuenta de forma tan impresionante que al salir de la sala no sabes que escena, que diálogo o que sensación vas a contar primero a tus acompañantes.

Como siempre, la originalidad, nunca deja indiferentes a nadie. Poderosa película que sorprende en su comienzo y va creciendo a medida que expone sus cartas, pero que la falta de un final acorde a sus pretensiones, la priva de engrandecerla hasta una obra de culto.
Un Spacey siempre genial y un guión consistente, nos hace creer a todos, por momentos. Por eso, la película funciona.

Obra maestra del cine bélico contemporáneo.
El mago Spielberg cada tres películas consigue transportarnos a donde el quiere. En esta ocasión, su excusa, es la segunda guerra mundial. Con un comienzo de los que quedan en la retina de los espectadores, se encarga de captarnos con una contundencia y realismo tales, que hace imposible despegarnos de la pantalla.
La historia tiene todos los condicionantes del cine aventurero bélico, una búsqueda del tesoro original, donde conocemos a los protagonistas, participamos con ellos y como es esperable del director, nos empapamos de su sentimentalismo.

No hay que darse cuenta, que Tarantino ha sido un revolucionario en esto de hacer cine. Y que tiene la extraña capacidad de hacer gustar a incondicionales y detractores. Porque lo que a nadie se le escapa, es que estamos ante una de las obras maestras del cine contemporáneo.
Con una mente pop, moderna, ingeniosa, sádica y gamberra, Tarantino es capaz de dotar a sus películas de un gran carisma, que las hace ser recordadas para siempre. Por supuesto, este es el caso de Pulp Fiction, que con un guión endiablado, se nos hace irresistible aprendernos sus diálogos de memoria y bailar al son de Travolta y Thurman. Magnífica.