Me falta mucho contexto, pero 1921 me pareció una película tremendamente aburrida, que tira de los clichés del género de terror americano para ofrecer un producto casi telefílmico que no está a la altura del séptimo arte.

Y todo es más grave cuando uno viene de ver la excelente Tumbbad y confía en una especie de oasis del cine de terror en la India donde uno puede encontrar algo distinto al cine de terror convencional. 1921 es un bajonazo importante, y Vikram Bhatt no da ninguna razón para aguantar las idas mentales a lo largo de los 144 minutazos que dura la película.

Ni os molestéis en darle una oportunidad, por mucho que os quedéis sin títulos que disfrutar.

Bienvenidos a la fiesta del bostezo, a la incomprensión y a la pretenciosidad más aburrida que podáis echaros en cara. Una tontería infumable que pretende hacer las cosas diferentes y sólo pasa por una película que parece hecha por un canal de YouTube amateur.

Maria Allred no sabe lo que quiere, más allá de aparentar algo. No es que sea una película hecha para confundir, es que es tan mala que no hay ningún interés por intentar entender lo que está ocurriendo. Todo acaba en un final todavía más pedante que te dejará el último resoplido, el cual podrás lanzar sin ningún remordimiento porque es imposible que quede alguien en la sala que haya aguantado tanto como tú.

Un poco más entretenido que las basuras que me trago algunas tardes por razones que no vienen a cuento. Para echarse unas risas a costa de todo sirve, pero como película, tal y como puedes esperar, no.
Actuaciones de sábado para películas de sábado. El esfuerzo por llegar a algo es mínimo, pero aquí brilla la estupidez del argumento que se extiende demasiado.

Mi cerebro me jugó una mala pasada y no asocié la cara de Van Damme de nuevo milenio. Me puse a ver la película y pensaba que era de principios de los 90, por razones que ahora saldrán a la luz, y encontré en ella cosas bastante buenas.

Y es que esta Justa venganza tiene cosas buenas, tiene una intención de hacer cosas diferentes, y mostrar un Van Damme un poco más metido en emociones que en pegar patadas redondas. Los primeros planos, algunas secuencias paranóicas e interpretaciones un poco mejores dan suficientes razones para ver la película.

Ahora bien, el hecho de que sea de 2004 cuando parece de finales de los 80/principios de los 90 dice mucho de la realización, y no hablemos ya de la postproducción. Las canciones y, sobre todo, las horribles cortinillas entre escenas, matan todo lo demás. Si no os importa demasiado encontraréis una película decente para los estándares del cine de acción.

Una película de relleno de los años 90 clásica. La película del televisivo Terry Hughes es esa película que empieza a la 1 de la mañana con un sonido que delata su fecha y que, antes de cambiar de canal, te arroja nombres en pantalla de gran importancia como Demi Moore y Jeff Daniels.

Si apuestas por quedarte a verla, cosa que ya digo, no recomiendo, verás una película fácil, a ratos peculiar, donde una Demi Moore llena de inocencia pasea por una pequeña manzana del Nueva York más enano por culpa de un escenario que parece más el de un pueblecito costero que el de la llamada capital del mundo. A partir de este contexto, se inicia una sucesión de imágenes que buscan lo cotidiano y que de alguna manera funciona, pero acaba por no contar nada durante una hora para que todo se precipite en los últimos 20 minutos, donde una forzada química entre Moore y Daniels matan cualquier atisbo de interés.