Cuando una película empieza de la manera que ha empezado esta, he de reconocer que ya se gana un punto a mi favor. Imagen de unas lúgubres calles de Londres, una voz en off que nos dice: "Once upon a time...."; y un primer plano del ojo del protagonista.
Tras este genial comienzo, vemos al protagonista, Jack(Simon Pegg), pegado a una puerta con cara de terror. Desde el comienzo nos muestra la psicosis de este personaje, con un terror pavoroso a que un "serial killer" de la época victoriana de Londres, lo asesine de mil maneras posibles.
Esta paranoia es a causa de una investigación que está haciendo, para escribir una telenovela sobre asesinos en serie.
El principio de esta película me ha dejado fascinado, por su ambientación, color, ritmo y, sobre todo, por Simon Pegg, que es capaz de enganchar él solo la primera hora de la película sin que te aburras.
Cuando la trama va desarrollándose, es cuando empezamos a ver ciertos defectos a esta película, debidos, supongo, a que es la primera película de los dos directores.
Jack, empieza a tener una serie de sueños y paranoias, con asesinos y lavadoras. Sí, lavadoras. Y es que resulta que el protagonista sufre un trauma infantil con las lavanderías, y no puede entrar en una sin que le entre el pánico. La resolución de la película no me ha terminado de convencer, y el final feliz previsible, te deja con un sabor agridulce.
En mi opinión, se podría haber hecho algo mejor con la historia, y sobre todo, la ambientación de la película.
Además tiene partes de humor absurdo bastante sinsentido.

Para finalizar los posts de este blog, recomendaré o no, las películas que vaya comentado.
Esta película os la recomiendo, pues creo que es una película desconocida para el público general y es algo diferente a lo que se suele ver.

Una curiosidad: El cortometraje en slow-motion del final de la película es fantástico, y resume en unos minutos, la trama interior de los personajes.

Una frase con la que me quedo: "Debo enfrentarme a mi banana."

Mi puntuación:7/10

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Empecé a ver esta película sin muchas pretensiones. Había leído que era la comedia del año, un gran éxito en taquilla, etc. No me suelo fiar ni de los éxitos de taquilla ni de los franceses, pero esta película me sorprendió para bien, creándome emociones que no encontraba con una película desde hacía mucho.
Los dos personajes protagonistas son excelentes, y los actores los interpretan muy bien.
Me resulta curioso que esta historia esté basada en hechos reales, pues no me imagino a nade riéndose tanto de su minusvalía, aunque si es así lo felicito.
Gracias a esta película me he aficionado al cine francés.
Recomiendo el visionado porque encontraréis risas y lágrimas en grado sumo.

La película, basada en hechos reales, nos cuenta la historia de un joven que convive con la mafia de su barrio, en Brooklin, y como éste va ascendiendo puestos dentro de la familia. Por supuesto, también nos muestra todos los entresijos de la mafia, llegando a ser muy cruel en algunos momentos.
El reparto, bajo mi punto de vista, es lo más destacable de la película. El trabajo de Joe Pesci es impecable, consigue un personaje muy completo y trabajado, al que llegas a odiar por su personalidad y a amar por su interpretación. Se llevó un merecido Oscar a Mejor Actor de Reparto.


Robert De Niro hace un papel excelente, muy carismático. El típico mafioso del que quieres ser amigo. Sus caras son marca de la casa. Por lo visto se estudió el papel a fondo, llamando al verdadero Henry Hill para preguntar detalles de su personaje, como la manera en la que cogía un cigarro.


Pero para mí, el que más destaca es Ray Liotta. No sé si fue por el hecho de no esperar una actuación así por su parte, pero me sorprendió bastante su papel. Los recuerdos que tenía de este actor eran mucho más bajos de los que, al parecer, merece.


Este trío hace que los demás personajes queden en un segundo plano. Son tres monstruos.
En cuanto a la dirección, me hizo recapacitar sobre la valoración que hice sobre El Lobo de Wall Street, pues es un calco de Uno de los nuestros. La forma de ser contada por un narrador, los planos secuencias multitudinarios, la ruptura de la cuarta pared, e incluso la historia y el desenlace, son prácticamente iguales en ambas películas. Si las comparamos, en el Lobo de Wall Street, Leonardo DiCaprio se come a todo el reparto, mientras que en Uno de los nuestros, ese aspecto está mucho más repartido entre los tres protagonistas.


Para ponerle una pega, diré que, debido a la hora tardía en la que vimos la película, la duración es un poco extensa, aunque con un gran ritmo narrativo, pues no aburre en ningún momento y no sobra ningún minuto de metraje; cosa que sí pasaba en El Lobo de Wall Street.
Si no habéis visto esta gran película, y os gusta el mundo de la mafia, os la recomiendo, por ser una gran película, y por crear un estilo que después ha sido imitado, con mejor o peor éxito, por miles de directores. Es una de esas películas que hay que ver.

Una curiosidad: Después de ver la película, la madre de Joe Pesci le dijo que era muy buena pero le preguntó si era necesario que dijera tantas palabrotas.

Una frase con la que me quedo: "Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón, quise ser un gánster."

Mi puntuación: 9/10

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Y llegamos al final del camino de la saga Torrente, con una película con la que me he reído tanto como con la segunda parte, y que vuelve a poner a la saga en la lista de las grandes comedias, de donde nunca debió salir.
Torrente sale de prisión en el año 2018, y durante su estancia, muchas cosas han cambiado en España, cosas que ha Torrente no le hacen mucha gracia. En medio de todos estos cambios, Torrente decide dejar de lago su civismo y ética, y convertirse en un "fuera de la ley", por lo que decide robar un casino de Eurovegas. Para la operación, Torrente se reunirá con una serie de especialistas en distintos campos.

Un demacrado Santiago Segura interpreta de nuevo a Torrente, que sale muy cambiado de la cárcel. Segura vuelve a meterse en la piel de este casposo policía, y lo hace de una gran manera, volviendo a sus más puras raíces, sin ningún tipo de estridencias. A pesar de su asquerosa personalidad, es un personaje al que se le vuelve a tomar cariño. Aunque yo no lo querría como amigo.

Torrente está muy cambiado debido a la cárcel y sus penurias, pero el que más cambiado está es su antiguo compañero, el Cuco, pues dice haber dejado la droga. El motivo de este cambio no es otro que el cambio de actor, antes interpretado por Gabino Diego, y ahora por el gran Julián López. He de confesar que cuando vi que el Cuco ya no era Gabino Diego, me echó un poco para atrás, pero con el paso de los minutos en la cinta, esto se olvida, por la gran actuación del chanante Julián López.

El primo del Coco, Jesusín, es otro de los acompañantes de Torrente, y está interpretado por el torero Jesulín de Ubrique. Las primeras sensaciones son un poco flojas, pero con el paso de la película, como pasa con el personaje del Cuco, el actor va pillando y cuajando el carácter del personaje, llegando a hacer un gran papel cómico, que me dejó bastante sorprendido, teniendo escenas en solitario, donde no tenía el respaldo de ningún actor profesional, y salvando éstas, de muy buena manera.

El cerebro de toda la operación es John Marshall, que fue el que diseñó la seguridad del casino. Marshall está genialmente interpretado por el actor american Alec Baldwin, lo que le da a esta saga un estatus para la crítica y el mundillo del cine en general, que antes nunca llegó a tener. Baldwin hace un excelente papel, a pesar de estar actuando en una lengua que no es la suya, demostrando lo buen actor de comedia que es.

En el grupo que Torrente forma, tenemos a grandes actores y personajes televisivos.
La vuelta al cine de Fernando Esteso es una gran noticia, pues se le ve muy en forma, y realiza una actuación muy cómica. Junto a él tenemos a Mari Carmen (sin sus muñecos), que interpreta a su mujer. El gran cómico Flo y el gran cómico Carlos Areces, interpretan a una pareja de hermanos con baja capacidad mental, en palabras de Torrente: "Limítrofes." Angy, cantante y actriz conocida por su participación en Factor X o Tu cara me suena, interpreta a la novia del Cuco, una pequeña con mucho carácter. Y para interpretar a la actriz seductora del grupo, eligen a la guapísima Anna Simón, compañera de Segura en programas como Tu cara me suena o El Hormiguero, y es una gran elección bajo mi punto de vista. Sin olvidarnos del gran Cañita Brava, experto en idiomas, "gud nay, buenas noches."

Destacar la vuelta de los personajes de la primera entrega de la saga, la Amparito y su tía, encarnadas por las grandes Neus Asensi y Chus Lampreave. Dos actrices muy entrañables y con un papel importante de nuevo en la saga.

Los cameos en esta entrega son de mucho más alto nivel que en las anteriores, sobre todo la tercera y la cuarta, donde reinaban los cameos de la farándula televisiva. En esta, el número de cameos es mucho más reducido y selecto. Destaco la vuelta de un personaje y actor al que todos echaremos de menos, y del que comenté en la anterior crítica que me auguraba un cameo sorpresa.

En cuanto al trabajo de dirección y guion, he de decir que Segura ha aprendido de los pequeños errores de la anterior entrega, y hace un trabajo espectacular. Los planos ayudan muchísimo al funcionamiento de la trama, y ésta está perfectamente planificada, con momentos hilarantes, y con un tramo final donde no puedes parar de reír. Segura, no dejes nunca de crear películas, por favor.

Como siempre, destacar la gran banda sonora, y esa intro que interpreta la gran voz española, Mónica Naranjo, y pese a cambiar radicalmente el estilo, dejando las parodias de las películas de James Bond y tomando un estilo más personal, vuelve a ser genial. La canción de los créditos finales está interpretada por Sabina, junto a una chirigota de mi tierra, Cádiz, la chirigota del Vera Luque, mi chirigota favorita.

En definitiva, una gran película con unos grandes personajes y unos grandes momentos cómicos, y que supera a muchas de sus predecesoras, y pide a gritos una sexta parte de la vida de este personaje.


Una curiosidad: Alec Baldwin no tenía ni idea de español, por lo que su papel fue aprendido fonéticamente con la ayuda de Segura y un asesor.

Una frase: "Ahora pueden considerar un fuera de la ley."

Debido a varias recomendaciones, vuelvo al sistema de puntuación original, pues es cierto que es más accesible.

Mi puntuación: 9/10

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He de reconocer que fui al cine con recelos, pues eran muchas y muy variadas las opiniones que había escuchado sobre esta película: una vertiente decía que era la mejor película de la historia (sin exagerar nada), y otra, que dejaba mucho que desear. Que este nominada a todos los Oscars y haya ganado todos los Globos de Oro también me hacía dudar de hasta qué punto se merecía todo ese reconocimiento por parte de la crítica especializada. Así que con todo ese batiburrillo en la cabeza me dispuse a verla para formarme mi propio criterio. Algo que algunos aún andan buscando (ducush).




La La Land nos cuenta la historia de Mia (Emma Stone), una aspirante a actriz, y Sebastian (Ryan Gosling), un aspirante a... a... ¿Camarero de un club de jazz?, ¿dueño de dicho club?, ¿músico?... Total, que ambos tienen un sueño muy bonito que cumplir en una ciudad donde todo es posible. Pero un día el destino los une y ambos se verán en una complicada situación. Qué difícil es no hacer spoilers, de verdad.




Como todo el mundo sabe, la película está ganando todos los premios de cine hasta la fecha, y se espera un gran éxito también en los Oscars. Y es algo que no me extraña en absoluto.
A pesar de que la película no lo merezca en muchas de las categorías, está claro que está realizada única y exclusivamente con el objetivo de ganar Oscars a mansalva. Se le ve de lejos. Chazelle quería ganar con Whiplash, y al no conseguirlo se lo tomó como reto personal. Me lo imagino diciendo: "Ñañañañaaa ya tengo mi Oscar, ¡chúpate esa Hitchcock!".
Y claro, he dicho muy rápido eso de que en muchas categorías la película no merece ganar, así que voy a dar mis argumentos, centrándome en las categoría más importantes y conocidas.




Empecemos por los premios de Mejor Actor y Mejor Actriz. Emma Stone y Ryan Gosling hacen un papel bastante normalito en el que no destacaría nada más allá de que los dos saben bailar y cantar mientras ponen caras un poco exageradas. No estoy diciendo que lo hagan mal, ni mucho menos, pero no me parecen actuaciones dignas de ganar Oscars. De los dos, es ella la que se lleva más el protagonismo y las escenas más difíciles y emotivas, por lo que me decantaría que este premio es el más asegurado de los dos.




Pasemos al apartado que tendría que ser el más importante en esta película: Mejor Banda Sonora. Es cierto que la película cuenta con una genial banda sonora, con al menos dos canciones muy buenas. Pero yo encuentro un problema enorme en la película. Dejen que se lo explique con un ejemplo vivido: a mitad de la película tuve que abandonar unos minutos la sala por la llamada de la naturaleza, y al volver le pregunté a quien iba conmigo que si me había perdido algo. Su respuesta fue: "solo un número musical". Y es ahí donde radica el mayor problema de esta película, su género. En los musicales, la trama gira en torno a los números musicales. Si te pierdes uno, te pierdes parte de la cuestión, te pierdes algo importante. Yo solo me perdí un número que era totalmente inservible; uno más de los pocos que hay en la película, pues están un poco escasos. Por lo tanto, considero que La La Land no debería ser llamada musical. Y el que opine lo contrario que me lo cante.




Y siguiendo por la línea de la trama, hablemos del guion, también nominado a Mejor Guion Original, y para esto también tengo quejas. La trama de la película está completamente vacía, con unos personajes bastante planos y sin intención. Todo está movido por el mismo ideal a seguir que nos intentaba inculcar Whiplash de manera errónea. Persigue tus sueños cueste lo que cueste. Por favor que alguien le explique a nuestro joven director que la vida no es así, que parece que aún no lo ha asumido. Todo esto está tan bien maquillado y todo es tan bonito, que mucha gente puede picar el anzuelo y creerse esa estupidez egoísta. Si dejamos un poco de lado esos ideales, la historia de amor entre los dos protagonistas también me parece un poco forzada, aunque ese giro final, que me dejó un poco frío en un principio, me pareció de las cosas más geniales de la película.




Y hablando de genialidades pasemos a la categoría de Mejor Director, en la que también está nominada. Podríamos hablar de que la dirección es genial, con una fotografía y unos colores hermosos. Pero claro, tendríamos que obviar las múltiples "referencias" de las que la película bebe, tantas que llegas a plantearte si es homenaje o directamente copia. ¿Es mérito del director coger trozos de otras películas y ponerlas en la suya? Quizás el mérito esté en que ha sabido elegir qué trozos colocar.




Por todo esto llegamos al apartado de Mejor Película, y como comprenderéis, tras todos estos razonamientos mi opinión está bastante clara. Estamos ante una de las películas más sobrevaloradas de la década.
Como punto final a esta dura crítica, me gustaría recalcar que la película, a pesar de todo, me gustó bastante, y ver a mis amigos salir del cine bailando no tiene precio; todos estos argumentos son en contra de los premios. Si no hubiera estado tan nominada, otro gallo cantaría. Igual hasta me quejaba de ello.

Pero nunca lo olvidéis: seguid vuestros sueños.




Valoración: FUKA (que sí, que me ha gustado)

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