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Críticas ordenadas por utilidad
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7.0
19,743
8
15 de febrero de 2009
15 de febrero de 2009
17 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque uno corre el riesgo de ser tachado de mitómano tras referirse a una de las tres películas protagonizadas por James Dean con muchos elogios, asumiremos el riesgo, porque el evento lo merece. 'Rebelde sin causa' es una sensacional película que ha de resultar apreciable para cualquiera que, desde el imprescindible buen hábito de contemplar el cine en su versión original, sepa apreciar grandes interpretaciones, grandes composiciones y grandes historias. Y los tres ingrediente se dan cita, sin duda, en 'Rebelde sin causa'.
Interpretaciones: James Dean está soberbio y sus compañeros de reparto oscilan entre lo correcto y lo excelente. La personalidad que imprime Dean a su personaje a base de palabras y gestos es apabullante: piénsese por un momento en Dean en 'Rebelde' y Travolta en 'Grease': difícil ha de ser no apreciar la diferencia. También es impresionante el trabajo de los veteranos del film, con un impresionante Jim Backus en tareas de padre de la criatura a la cabeza. Y también destacar a una dotadísima, aunque discreta, Natalie Wood.
Composiciones: no actúan, sino que bailan estos chicos. Los trabajos corales del film no sólo transmiten el brío juvenil sino que lucen en un trabajo rico en movimientos, que se encuentran tanto de manera individual como colectiva. El movimiento no es un mero recurso complementario sino un punto focal permanente, consiguiendo además el director un adecuado equilibrio con la interpretación y el ritmo narrativo.
Historia: 'Rebelde sin causa' es un retrato de la incertidumbre del adolescente en una época concreta, elaborado sin concesiones a la sociedad que lo cobija. El adolescente es presentado como una víctima de una sociedad opresiva y opresora, donde no existe esperanza de goce y desarrollo emocional. Hay que fijarse en la personalidad que retrata en los padres de los protagonistas, personificando en ellos la mediocridad social de mediados de los años 1950. La orientación hacia la ilegalidad y la delincuencia de esos adolescentes se vincula estrechamente a la forma como éstos son tratados y educados en sus hogares y un brillante Nicholas Ray logra exponer con claridad como la marginación y la violencia no tienen su caldo de cultivo en los bajos estratos de la sociedad americana sino también en los altos, esto es, en todos ellos.
Excelente, imprescindible, un clásico... ¿Podemos recriminarle algo? Bueno, probablemente el guión de la última media hora podía haber tenido un desarrollo algo mejor, pero también son ganas de buscarle tres pies al gato.
Interpretaciones: James Dean está soberbio y sus compañeros de reparto oscilan entre lo correcto y lo excelente. La personalidad que imprime Dean a su personaje a base de palabras y gestos es apabullante: piénsese por un momento en Dean en 'Rebelde' y Travolta en 'Grease': difícil ha de ser no apreciar la diferencia. También es impresionante el trabajo de los veteranos del film, con un impresionante Jim Backus en tareas de padre de la criatura a la cabeza. Y también destacar a una dotadísima, aunque discreta, Natalie Wood.
Composiciones: no actúan, sino que bailan estos chicos. Los trabajos corales del film no sólo transmiten el brío juvenil sino que lucen en un trabajo rico en movimientos, que se encuentran tanto de manera individual como colectiva. El movimiento no es un mero recurso complementario sino un punto focal permanente, consiguiendo además el director un adecuado equilibrio con la interpretación y el ritmo narrativo.
Historia: 'Rebelde sin causa' es un retrato de la incertidumbre del adolescente en una época concreta, elaborado sin concesiones a la sociedad que lo cobija. El adolescente es presentado como una víctima de una sociedad opresiva y opresora, donde no existe esperanza de goce y desarrollo emocional. Hay que fijarse en la personalidad que retrata en los padres de los protagonistas, personificando en ellos la mediocridad social de mediados de los años 1950. La orientación hacia la ilegalidad y la delincuencia de esos adolescentes se vincula estrechamente a la forma como éstos son tratados y educados en sus hogares y un brillante Nicholas Ray logra exponer con claridad como la marginación y la violencia no tienen su caldo de cultivo en los bajos estratos de la sociedad americana sino también en los altos, esto es, en todos ellos.
Excelente, imprescindible, un clásico... ¿Podemos recriminarle algo? Bueno, probablemente el guión de la última media hora podía haber tenido un desarrollo algo mejor, pero también son ganas de buscarle tres pies al gato.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y a los que no les guste, pues bueno, siempre les quedará 'Regreso al futuro', que es de vuelos bastante más bajos y también dicen "chicken".

6.4
36,219
2
10 de febrero de 2009
10 de febrero de 2009
16 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuéntase que el que escribe consideraba a Kitano entre sus atractivos predilectos en el momento de elegir películas, pero llego Battle Royale y volviose más cuidadoso. De Kitano, en esta película, nos quedamos tan sólo con el momento postrero de descuelgue de teléfono. Del resto no nos quedamos con nada porque este experimento de cine no tiene perdón alguno. Bueno, quizás algún lugar arrebatado de otro sitio, como la mutua destrucción asegurada incluso entre aquellas que se han prometida lealtad y cooperación, pero eso y lo demás cae en saco roto, porque todo intento de trascender una mera película sanguinaria se queda en ensayo y error, con acento en lo del error.
El proyecto de liquidación de una clase en un mundo que vuelve sobre los espectáculos sangrientos al estilo romano ni tiene credibilidad, ni tampoco interés. Es sugerente pensar en ello como en un proyecto de psicología social, como en otra forma de aproximación al horror, pero luego te acuerdas de 'El experimento' y comprendes que Battle Royale no es más que otro divertimento marcado por la violencia, que no es más que el oscuro reverso japonés de Starship Troopers, esto es, otro producto que promete reflexión moral y se nos aparece carente de ética. ¿Será que tan sólo nos queda la estética?
Reconocemos, sin embargo, que el tema daba para mucho más, si se toma más reflexivamente, más serenamente, si se vuelve más contemplativo y analista, pero aquí se vende a lo fácil y simplón y así esto ni funciona, ni puede funcionar, excepto en la taquilla, donde aunque no todo cuela, unas cosas se cuelan antes que otras.
El proyecto de liquidación de una clase en un mundo que vuelve sobre los espectáculos sangrientos al estilo romano ni tiene credibilidad, ni tampoco interés. Es sugerente pensar en ello como en un proyecto de psicología social, como en otra forma de aproximación al horror, pero luego te acuerdas de 'El experimento' y comprendes que Battle Royale no es más que otro divertimento marcado por la violencia, que no es más que el oscuro reverso japonés de Starship Troopers, esto es, otro producto que promete reflexión moral y se nos aparece carente de ética. ¿Será que tan sólo nos queda la estética?
Reconocemos, sin embargo, que el tema daba para mucho más, si se toma más reflexivamente, más serenamente, si se vuelve más contemplativo y analista, pero aquí se vende a lo fácil y simplón y así esto ni funciona, ni puede funcionar, excepto en la taquilla, donde aunque no todo cuela, unas cosas se cuelan antes que otras.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No se me olvide: para acabarlo de rematar, el rendimiento de los actores es incalificable. Preguntemonos como se debe puntuar una película con interpretaciones tan lamentables.

5.8
552
6
5 de agosto de 2010
5 de agosto de 2010
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película, bastante olvidada en estos tiempos, como muestra la ausencia de críticas, consiste en una inquietante aproximación de Saura a la vida y espiritualidad de uno de los grandes poetas españoles de todos los tiempos, durante el periodo que pasó recluido en Toledo. Encarnado en un muy buen Juan Diego, Juan de la Cruz se enfrenta a los hostigamientos de los hermanos Carmelitas, que le reclaman su retorno a la disciplina de la orden, después de que éste haya hecho voto de pobreza y se haya sumado a la reforma teresiana (de Teresa de Jesús) y al desarrollo de la orden de los Carmelitas Descalzos. La reclusión y la tortura serán los medios utilizados para devolverle a la rectitud, lo que le conducirá por nuevas experiencias espirituales, entre el afán de libertad y la desesperación.
El resultado es un trabajo de bases inconfundiblemente saurianas, aunque quizás no uno de los más logrados. A pesar del reconocimiento recibido veinte años atrás, la película no ha envejecido del todo bien, resulta un tanto monótona y carece en varios tramos de esa genialidad del director, capaz de dibujar con claridad a los personajes con una simple composición escénica. Esta vez, en cambio, se pierde un poco por los senderos de la religión y de los versos. Pero a pesar de todo, encontramos varias perlas, especialmente el genial recitado que realiza Juan Diego de la poesía "Noche oscura" y en el relato con que Saura la acompaña. Sólo por escuchar tan hermoso e inolvidable poema en la voz del excelente actor español, vale la pena ver este trabajo, imprescindible además en la filmografía española de los últimos años 80.
El resultado es un trabajo de bases inconfundiblemente saurianas, aunque quizás no uno de los más logrados. A pesar del reconocimiento recibido veinte años atrás, la película no ha envejecido del todo bien, resulta un tanto monótona y carece en varios tramos de esa genialidad del director, capaz de dibujar con claridad a los personajes con una simple composición escénica. Esta vez, en cambio, se pierde un poco por los senderos de la religión y de los versos. Pero a pesar de todo, encontramos varias perlas, especialmente el genial recitado que realiza Juan Diego de la poesía "Noche oscura" y en el relato con que Saura la acompaña. Sólo por escuchar tan hermoso e inolvidable poema en la voz del excelente actor español, vale la pena ver este trabajo, imprescindible además en la filmografía española de los últimos años 80.

6.0
1,606
5
8 de diciembre de 2008
8 de diciembre de 2008
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, segundo largometraje dedicado al SG-1, ese glorioso comando que antaño comandó McGiver (o sea, el coronel Jack O'Neil, o sea Richard Dean Anderson) en múltiples misiones extraterrestres, para salvaguardar a la Tierra de los peligrosos Goa'uld, perseguir la libertad del pueblo Jaffá o vérselas con el temible Anubis. Pues bien, ese SG-1 regresa a la pantalla del televisor para aportar una conclusión a otro de sus cabos sueltos, en la línea de lo que ya hicieran con el Arca de la Verdad.
Como consecuencia de ello, que en este caso consiste en saber como acaba Ba'al -uno de los personajes más sugerentes de la serie, por cierto, gracias a la notabílisima interpretación de Cliff Simon-, el resultado sólo puede tener algún interés para los seguidores de la serie (entre los que diría que puedo contarme, porque he visto todas las temporadas) o los que no saben en algún momento a qué consagrar algo más de hora y media. La historia resulta algo rutinaria, incluso para un seguidor de la serie, pero recupera aquella tensión que caracterizaba a los episodios más notorios de la serie y, ciertamente, la puesta en escena es mucho más interesante y atractiva que la de su largometraje predecesor, así que eso ya es algo que podemos agradecer a Martin Wood.
Y, bueno, como es obvio, esto para una película es muy poca cosa, por lo que no la consideraremos una obra maestra. Y si además, excluye al público no seguidor de la vieja serie, pues tampoco pensaremos que es notable. Y dado que el guión no es sublime y peca de algunos de los defectos habituales en las ultimas temporada, pues no la consideraremos buena. Y puesto que la serie original tampoco era memorable, sino un pasatiempos, pues la destacaremos como interesante. Nos queda, entonces, una película pasable: esto es, para pasar el rato. Y nos queda esperar también otro largometraje, que parece que ya se anuncia...
Como consecuencia de ello, que en este caso consiste en saber como acaba Ba'al -uno de los personajes más sugerentes de la serie, por cierto, gracias a la notabílisima interpretación de Cliff Simon-, el resultado sólo puede tener algún interés para los seguidores de la serie (entre los que diría que puedo contarme, porque he visto todas las temporadas) o los que no saben en algún momento a qué consagrar algo más de hora y media. La historia resulta algo rutinaria, incluso para un seguidor de la serie, pero recupera aquella tensión que caracterizaba a los episodios más notorios de la serie y, ciertamente, la puesta en escena es mucho más interesante y atractiva que la de su largometraje predecesor, así que eso ya es algo que podemos agradecer a Martin Wood.
Y, bueno, como es obvio, esto para una película es muy poca cosa, por lo que no la consideraremos una obra maestra. Y si además, excluye al público no seguidor de la vieja serie, pues tampoco pensaremos que es notable. Y dado que el guión no es sublime y peca de algunos de los defectos habituales en las ultimas temporada, pues no la consideraremos buena. Y puesto que la serie original tampoco era memorable, sino un pasatiempos, pues la destacaremos como interesante. Nos queda, entonces, una película pasable: esto es, para pasar el rato. Y nos queda esperar también otro largometraje, que parece que ya se anuncia...
25 de enero de 2008
25 de enero de 2008
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Shoei Imamura es uno de aquellos directores dignos de ser tenidos en cuenta para recorrer lo que el cine ha sido, es y podría seguir siendo. Fallecido a finales de 2006, para su visualización nos quedan obras relativamente recientes como el Dr Akagi, La Anguila o la Balada de Narayama, mientras que otras obras anteriores resultan más inaccesibles hasta el momento.
Sin duda esta película no se encuentra entre sus obras cumbres, pero su contemplación resulta más que grata. Es una película donde aparece la magia y las relaciones, lo cotidiano y lo simbólico, pero narrado de una forma amena y visto con una mirada brillante. Es quizás una película óptima para conocer a este autor y para sumar otra obra de interés al cine japonés de los últimos años, donde muchos trabajos han pasado demasiado desapercibidos y donde aun podemos encontrar algunos genios contemporáneos, como el maestro Kitano.
Sin duda esta película no se encuentra entre sus obras cumbres, pero su contemplación resulta más que grata. Es una película donde aparece la magia y las relaciones, lo cotidiano y lo simbólico, pero narrado de una forma amena y visto con una mirada brillante. Es quizás una película óptima para conocer a este autor y para sumar otra obra de interés al cine japonés de los últimos años, donde muchos trabajos han pasado demasiado desapercibidos y donde aun podemos encontrar algunos genios contemporáneos, como el maestro Kitano.
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