La película en sí no es ninguna maravilla, y está llena de tópicos hasta en la moraleja, pero de todas formas la cinta cumple su cometido de mantenerte entretenido. Incluso por momentos te ríes. Por lo que he podido comprobar, esta película gustará más a un público comprendido entre los 10-14 años.

Lo peor de la película: comprobar que al pesado de Jim Carrey le ha salido un joven imitador.

Uno la ve con la mejor predisposición del mundo, avalada por sus nominaciones al Óscar y por lo atractivo de la historia, sin embargo a mitad de película uno ya se desengaña... Se hace larga, lenta y en pocos momentos no es aburrida. Cuando empezó a contar lo del paquete que estaba sin envolver, el taxista y demás ya fue el colmo de los colmos... no sé qué me llevó a no dejar de ver la película en ese momento; toda esa historia sobraba, llegaba con mostrar el atropello, con lo cual ganábamos en agilidad del argumento. Es que en sí la película no es gran cosa: alguien que nace con los síntomas de un anciano y al tiempo que va rejuveneciendo vemos su paso por la vida con una historia de amor por el medio de lo más convencional que existe. Por no haber ni hay diálogos destacables... Si se hubiera recotado metraje y se agilizase algunas situaciones, la película sería atractiva. Tal y como está montada, lo mejor es ver las transformaciones de Brad Pitt, el maquillaje y comprobar lo poco hinchados que están los labios de Cate Blanchett.