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Críticas 28
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
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14 de diciembre de 2010
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Polémica. Eso es lo que ha conseguido generar esta cinta serbia por cualquier lugar donde ha sido proyectada. En concreto, en nuestro país, ha sido prohibida su difusión y denunciado el festival de Sitges por su proyección en cartel. Con todo este morbo generado tengo que reconocer que mi curiosidad fue despertada. Además, he digerido productos de extrema violencia que no han llegado a España, filmes muy destacados como las obras francesas “A L’interieur” o “Martyrs” o películas de baja cosecha alemanas del considerado ultragore alemán (“Nekromantic”, “Schramm”, “Burning Moon”). Así que creía estar vacunado para cualquier cosa que este filme serbio pudiera ofrecerme. Pero estaba equivocado.

Es una obra que busca descaradamente lo que ha conseguido: polémica. Pero creo que ha cruzado una raya. Este filme, a mi entender, solo puede haber sido hecho por un enfermo ya que las ideas e imágenes transmitidas no pueden salir de una mente sana. Pongamos un ejemplo, en un momento de la película se produce una violación que va acompañada de una decapitación en pleno acto. Esto aunque es extremo es simplemente gore pero la película va más allá. Las mayores perversiones sexuales y pedofílicas que se pueden imaginar ( y las que no) suceden en esta película. Como les comento tengo el estómago y el cerebro (xD) acostumbrado a este tipo de productos. Pues bien, la escena que da el pistoletazo de salida a lo nauseabundo me provocó incluso algo de ansiedad. Aparte de todas estas escenas repulsivas la película es de bajísima calidad, no tiene tensión ninguna, es previsible y sólo apuesta por lo comentado, la polémica.

Todo esto no tiene nada que ver para mí con su prohibición. Vivimos en una democracia donde cada individuo tiene derecho a decidir sobre lo que quiere ver, leer o escuchar. El Estado sólo puede intervenir cuando existe un delito tipificado en el código penal o cuando se vulnera un derecho fundamental. Y con esta película hablamos de ficción. Sí, ficción perversa, asquerosa e inmoral pero sigue siendo un producto que cada cual puede decidir si quiere verlo o no. No es una obra para menores sino para adultos hechos y derechos con sus capacidades mentales (supuestamente xD) en su sitio. Además, últimamente el Estado español con su ministerio de cultura al frente está (con pocos medios de comunicación que lo discutan) censurando obras y no permitiendo su estreno en España (“Martyrs, “Saw VI”, “Frontiere(s), etc). Y eso me parece desmesurado y -cuidado- algo propio de países totalitarios. ” A Serbian Film ” es un producto nacido de un enfermo pero allá cada cual si quiere participar en su locura.
10 de marzo de 2011 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La creación de este oscuro cuento corre a cargo de dos genios del celuloide como son Tim Burton y Henry Selick. Debido a la notoriedad de Burton, el nombre de Selick ha quedado en el olvido hasta la llegada de esa joya gótica que es “Los Mundos de Coraline”. Burton, en su juventud, creó a estos personajes en su mente a los que dio vida a través de diversos poemas que guardó durante años. Así, después del éxito de películas como “Bitelchus”, “Batman” o “Eduardo Manostijeras”, decidió lanzarse a un proyecto tan arriesgado en aquellos años como era esta “Pesadilla…”. Para ello, contó con la labor de Selick que se encargaría de la dirección y la puesta en escena. El resto, es historia.

Para los personajes se crearon diferentes criaturas. Como protagonista, Jack Skellington, un rey deprimido por su existencia que intenta buscar su sitio en el mundo. Como pareja, Sally, una especie de Frankenstein femenina vidente que advierte a Jack de los peligros de sus intenciones. El resto una infinidad de personajes secundarios que dan vida/muerte al mundo creado por Burton. Vampiros, brujas, momias, monstruos, espíritus, payasos sádicos o crueles niños dan forma al universo burtoniano. Y para no resquebrajar de inmediato la tradición animada “made in Disney”, la película contaría con multitud de canciones compuestas por Danny Elfman para la ocasión con colaboraciones tan inesperadas como el reverendo Manson que aportaría su inolvidable “This is Halloween”.

Pero si algo destaca en el filme de Selick/Burton es la atmósfera que rodea a la cinta. Escenarios lúgubres, figuras estilizadas, un romanticismo gótico que impregna cada parte de la historia, personajes macabros, sombrías canciones y un mundo que dejó pasmado a los espectadores de todo el mundo. Nunca unos colores tan opacos y tenebrosos relucieron tanto en pantalla. De la unión de dos genios surgió una obra redonda y única. Uno aportó la imaginación y otro les dio la forma. Artista y artesano para crear la pesadilla de nuestros sueños.
9 de diciembre de 2010 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
“La mentira y la realidad son una, todo puede acontecer; todo es sueño y verdad, el tiempo y el espacio no existen; y sobre la frágil base de la realidad la imaginación teje su tela, y diseña nuevas formas, nuevos destinos”.

El cine norteamericano nos tiene acostumbrados a un tipo de filmes con una serie de características más o menos comunes, es decir, un ritmo activo y trepidante, una estructura clásica, una serie de historias que casi cualquier espectador medio comprende, etc. Así cuando un neófito en esto del cine se encuentra con un producto que rompe esos moldes se encuentra de momento desangelado, sin saber su situación respecto a la obra y él mismo pero, con un poco de interés y de relajación, puede llegar a disfrutar de algo que nunca hubiera imaginado. Ese cine se encuentra, sobre todo, en Europa y con un sello de autor la mayoría de las veces. Hablamos de Fellini, Godard, Resnais, Trier, Buñuel, Rossellini… y el que nos ocupa, el director sueco Ingmar Bergman.

Encontramos un filme de una duración larga (3 horas) que versa sobre la situación de una familia aburguesada sueca de principios del siglo XX. La historia (en gran parte autobiográfica) gira alrededor de sus múltiples personajes a cada cual más único y variopinto. No existe aceleración en esta obra, la primera hora transcurre en el día de navidad sin que suceda mayor cosa que lo normal en esta situaciones. Pero ya durante ese primer tercio se vislumbran detalles que avisan que lo que estamos viendo no es producto “normal”. Son pequeños fragmentos que no pertenecen al mundo real sino a uno más onírico, extraño e insólito. Tras esta introducción – por llamarla así – cambia el curso de la trama. Tras la muerte del padre de los niños que dan nombre a la película, la madre contrae matrimonio con un pastor protestantre cruel y severo que hará imposible las vidas tanto de la madre como de sus hijos. Rompe así por completo con la atmósfera tierna y cálida de la primera parte para transformarse en sufrimiento hasta la llegada de una última media hora de excelencia donde los elementos reales e imaginarios se cruzan ante nuestros ojos. Espíritus, magia, personajes inexplicables, situaciones irreales se mezclan con la trama en sí creándose un producto sofitiscado e irrepetible.

Resumiendo, una obra maestra de un genio que recomiendo encarecidamente a cualquier amante del cine, eso sí, no esperen encontrar una película común así que relánjese y disfruten.

Puntuación: 10 sobre 10.

Lo mejor: La sensación final tras ver la película.

Lo peor: Haber visto la versión reducida :@
28 de marzo de 2011 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Enésimo proyecto hollywoodense que intenta contar la historia de personas que consiguen un gran éxito a costa de su trabajo o intelecto. En esta ocasión, el universitario que inventó una de las redes sociales más importantes de la actualidad, Facebook. Con gran respaldo de crítica y público y con la dirección de uno de los directores más importantes del mercado estadounidense, David Fincher, esta cinta ha sido una de las más destacadas a nivel de premios este año.

Pero fuera de esa burbuja mediática, ¿qué nos ofrece de verdad esta película?. Pues, en mi opinión, una obra correcta con un guión excelente que te deja buen sabor de boca. Eso (que no es poco) y nada más. Para muchos nos encontramos ante una cinta que marca un inicio en el cine y eso es debido a que plasma en la pantalla un nuevo medio social que refleja la realidad como hasta ahora no se había visto. Vivimos en una era globalizada donde las relaciones sociales están cambiando a ritmo acelerado y donde las redes virtuales de comunicación son ya parte imprescindible de nuestras vidas. Y un cambio global tan grande tenía que ser reflejado en el cine y lo ha sido a través de la obra de Fincher. Pero, como todo filme hollywoodense, va acompañado de las manidas claves del éxito, supervivencia, competitividad y notoriedad labradas a partir de uno mismo. Cualidades que para muchos son las culpables de muchos de los problemas que nos acontecen en la actualidad. Se nos venden marcos espejos donde se nos reparten aptitudes necesarias para sobrevivir en el sistema y obras como “La Red Social” ayudan a fortalecerla. El dinero atrae mujeres, fiestas, éxito, envidia y solo en una estructura como la existente se es capaz, con iniciativa e inteligencia, de conseguir ese estatus.

Pero dejando de lado el entramado argumentístico, “La Red Social” ofrece un guión notable con multitud de referencias a la realidad actual de muchos jóvenes elitistas y que se alejan de la imagen estúpida ofrecida por muchos productos norteamericanos de la juventud contemporánea. Algo que, por lo menos, es de agradecer. Otro punto fuerte es su montaje, de una eficacia y trabajo abrumador y, desde luego, una banda sonora a cargo de un renacido Trent Reznor (líder del notable grupo Nine Inch Nails) sencillamente espectacular. En cuanto al reparto, nos encontramos quizás con el punto más débil del proyecto. Actores como el sobrevalorado Jesse Eisenberg que da vida a Mark, creador de Facebook, o el mediocre cantante Justin Timberlake, que interpreta al inventor de Napster, aportan poco o nada a la película con actuaciones anodinas y mediocres que son acompañadas por una serie de secundarios simplones y vulgares que hablan y mucho de la generación actual de actores jóvenes estadounidenses.

En definitiva, un producto sobrevalorado con algunas cualidades pero que dista mucho de ser una obra sobresaliente.
10 de marzo de 2011 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El argumento no es nada original y pretende beber del éxito de sus dos magníficas predecesoras. Mientras que “Alien” contaba con una asfixiante atmósfera que mezclaba brillantemente el terror y la ciencia ficción en una aventura claustrofóbica inigualable de la mano de Ridley Scott y “Aliens” nos llevaba a una odisea bélica, violenta y de pura adrenalina “made in Cameron”, esta tercera entrega intentaba llegar a una simbiosis de las dos quedándose, la verdad, en tierra de nadie. Este “Alien 3″, al más puro estilo de las películas carceleras, consigue como mucho el entretenimiento – que no es poco – pero teniendo a sus espaldas dos obras tan espléndidas, le cuesta arrancar su identidad propia. Con todo, es un producto digno de ver que tiene sus momentos y que, además, cierra lo que debería haber sido una trilogía cerrada con un final antológico.

En cuanto a los actores, el filme cuenta otra vez con Sigourney Weaver en el papel de Ripley, un rol que la actriz sabe cumplir sobradamente. Con ella, encontramos un reparto de actores secundarios cuyo principal rol es ser masacrados y acompañar en la acción a una Weaver que mantiene el peso del filme en todo momento. Quizás destacar a Charles S. Dutton como líder espiritual de la colonia de presidiarios que consigue en algunos momentos sobresalir al resto, pero sin obsequiarnos con nada más que lo vulgarmente aceptable. Una pena no haber exprimido más personajes tan interesantes como Bishop, el androide de la segunda entrega cuyo rol aquí es prácticamente testimonial o el doctor de la cárcel cuyo carisma se empieza a intuir justo antes de que caiga asesinado a manos de la criatura.

Los efectos visuales son magníficos como procede a una superproducción como esta que, además, le valdría la nominación al Oscar. El monstruo no supone un avance en su identidad como sí lo fue en su predecesora, ya que la obra de Cameron ampliaba la mitología de los alienígenas con nuevos tipos de razas siendo esta tercera hereditaria simplemente de los seres creados por Giger. Además, aquí se ha sustituido las naves espaciales por una claustrofóbica cárcel planetaria formada por túneles y complejos industriales creando una especie de laberinto subterráneo donde se dará caza al alien en la última parte de la cinta. Se aprecia un presupuesto más austero o, quizás, menos creativo que en sus dos anteriores obras.

Resumiendo, “Alien 3″ contiene las características que hicieron grandes a la saga pero todo a la mínima potencia. Reparto, efectos visuales, guión, decorados o presupuesto son empequeñecidos respecto a sus predecesoras y, aunque cuenta con un director magnífico, se intuye que todavía su talento estaba descubriéndose y, quizás, en un proyecto tan cerrado como este tuviera las manos más atadas amén de que en aquellos entonces Fincher no era más que un novel en estos lares. Entretenida, con acción de calidad pero nada más.
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