Película con demasiadas expectativas incumplidas, en su sucesión de gags no consigue atrapar la atención del espectador. Previsible y con un ritmo vertiginoso que no creo que ayude en su narración. Dos motivos para verla: Los pingüinos y el guiño a "American beauty".

Una buena película coreana que sin lugar a dudas nos deslumbra con ese final tan inesperado, pero... era necesaria tanta violencia gratuita? Es una pena que este argumento no fuera aprovechado para llegar a más público y no solo a la gente insensible a la brutalidad. Engancha de principio a fin y mantiene una buena línea argumental hasta que termina. Muy comprensible el apadrinamiento de Quentin Tarantino...