Todo comienza cuando vi el trailer de esta película en Django. Me pareció una película simple de esas que salen con un guión mediocre pero que contratan a un actor de oro para salvar la película y que tenga asegurada la recaudación. Sin embargo no le presté mucha atención pues estaba con la euforia que genera la espera de una película de Tarantino.

Posteriormente estuve mirando información sobre "El vuelo" en filmaffinity, no por curiosidad sobre la película en particular sino por el hecho de estar nominada a dos oscars. La información que estuve mirando (que no fue mucha) en cierto modo corroboraba los falsos prejuicios que tenía.
Concluyendo, con ese título tan simple, un trailer que no dice nada y la frase: "basado en hechos reales". La verdad que no sé cómo acabe metiéndome en esa sala.
El viernes 1 de febrero tenía planeado de antemano quedar para ir al cine, sin más. No habíamos pensado rigurosamente qué película íbamos a ver, así que la decisión final de ver “El vuelo” se podría decir que fue un acto de desesperación ante el panorama de películas que se planteaban en el cine. Una vez dentro con las expectativas por los suelos, ya iba aceptando que me iba a aburrir durante 138 minutos o por lo menos no iba a entretenerme como las otras películas presentadas en los oscars.
Pues bien, estaba TOTALMENTE equivocado, es una película extraordinaria y seguramente mis bajas expectativas, han hecho que la valore de una forma exagerada, pero aun así sigue siendo, y mantengo mi postura desde que salí del cine, la mejor película de Denzel Washington, y me parece una vergüenza que no esté ni siquiera nominada a mejor película del año en ningún festival.

Desde la escena del avión cambié mi mente por completo y me di cuenta de que aunque sea una película de esas que pasa “algo” y luego están toda la película hablando de ese” algo” había mucha esperanza en ella, abrí mi mente y reflexioné: Lo importante no es lo que pasó sino cómo cuentas lo que pasó. La película no aburre en ningún momento, no sabes lo que va a pasar en cada siguiente secuencia, mezcla muy bien el drama con la comedia y la amargura de la situación, que para estar basada en hechos reales está rodada con objetividad y sarcasmo.
La escena del hospital es una de las mejores que he visto últimamente y a la hora de mezclar las historias el director sabe como encajarlas a la perfección y mostrar cada detalle de la personalidad de los protagonistas en su justa medida, sin llegar al exceso, como en el caso de “La noche más oscura”. Interiorizar en el protagonista es la base de este tipo de películas, y no es que hayan elegido a Denzel Washington para salvar la película sino que han salvado a Denzel Washing tras sus cuatro últimas y mediocres películas.

“El vuelo” nos presenta una lección de cine que va directa al cajón de las películas que hay que ver más de una vez.

Una puta obra maestra, se me erizaron los pelos, me ha devuelto las ganas de ver cine, de hablar sobre él y escribir un poco.

La película tiene un comienzo extraño, esa decición de usar stop motion en vez de actores reales hace que la rechaces a primera vista, pero desde que avanza un poco te vas metiendo en su juego de comunicación y es que el tema que se trara es ese, la comunicación.

La linealidad de la película hace que te preguntes por lo que sucederá en la siguiente secuencia, La película no se define hasta pasados los primeros 20 minutos y una vez lo hace no te queda claro por donde van a ir los tiros hasta el final.
El guion juega contigo todo el tiempo y sabe los niveles de curiosidad que tendrás en cada parte del relato, jugando con eso va creándo una atmósfera única y propia de pura originalidad. Una sátira sobre las relaciones sociales actuales, o sobre la falta de ellas.

Es la prueba oficial de que en el mundo del cine TODO se puede. Puedes coger un par de actores semi-desconocidos, juntarlos en un salón, que se pongan a hablar, y lograr hacer (en mi humilde opinión) una de las mejores películas de la historia del cine.
Esa ambición por saber, mantener esa chispa de curiosidad durante toda la película es algo maestro. Cine en estado puro, no esconde nada, no hay que analizarla ni tiene un trasfondo oculto,
Todo lo que se nos presenta es efímero, simplemente hay que disfrutar y pensar