Impresionante retrato de las miserias que tanta gente padeció en EEUU durante los años de la depresión, treintena del s XX. Sin concesiones denuncia las mafias, los abusos de poder, los abusos de los poderosos para contratar a padres de familia por salarios de miseria. Tanto Henry Fonda como la “Mam” Jane Darwell, colosales. Hoy día, sin censura aparente ¿sería capaz una gran productora americana de firmar un film de denuncia de la situación actual tan potente como éste?

Natural la vida agitada en la gran ciudad, tediosa, donde cada uno va a lo suyo de manera desalmada. La primera escena, discusión con el taxista, marca por dónde irá la película. Somos erizos contra erizos.
Se nota claramente la mano femenina en el trato de los personajes. Los hombres o ególatras o tímidos, las mujeres preocupadas `por sus "formas". Sólo se libra de esta condena el amigo de Lolita, el único que se atreve a cantarle la caña al engreído escritor.
No pretende destilar moralina ni mensaje la película, es un simple y espontáneo reflejo de una mirada a la calle. A resaltar la banda sonora.

Siento disentir de mejores críticos que yo y confesar que era yo, con mi iniciativa quien iba preparando la escena siguiente. El espectador exigía un camino y Ozón lo ha adivinado y lo ha seguido. Casi nada, por tanto, sorprepsivo, inesperado. Comienza siguiendo un hilo realista, el profesor de Lengua que descubre a un alumno brillante entre medianías. Le anima, le orienta hasta que la historia le interesa más a él que al alumno. La historia penetra en su vida íntima. Llega un momento en que juega con el espectador y nos despista al no saber cuándo está redactando o cuando está sucediendo y el alumno actúa de voyeur. Nos engaña, creemos que ha sucedido y sólo es ficción. Le pasa también al profesor. Como profe que he sido veo inverosímil la historia a partir del cuarto de hora de película. De todas formas esta película es visible, está bien engarzada, unicamente resalto que también lo que sucede es esperable.

En principio me levanto del sillçon sabiendo que he visto una buena peli, pero...
Pero las situaciones límite son eso, únicas y límite. Afortunadamente el 99% de los homanos no tememos acabar en una situación límite. Es bueno que el espectador sufra el impacto de los graves traumas que ocasiona la guerra. Lo que no me convence del todo es la "gestación" y "parto" del trauma. Un hombre tan centrado podía haber asimilado lo que comporta la guerra. Así le dice al principio de la peli a un militar: Estamos preparados para lo que nos pueda suceder.
Una segunda situación ,no límite, pero sí muy poco frecuente es la muerte y resurrección. ¿Dónde queda la matización de los hechos en el estamento militar?
Finalmente ,para seguir con peros, los actores infantiles casi siempre oportunísimos, aveces cargan demasiado el ambiente de sentimentalismo.
En fin, una película que hay que ver y meditar. La guerra, Dios mio, es lo peor.

La primera película: El mar, los efectos especiales, la simulación de la vida entre la fiera y el superviviente, la lluvia de sardinas, la tempestad, el bucear. Impresionante, magistral. Cine en definitiva con técnicas depuradas.

La segunda película: La "chicha", el "quod" . Panteismo, buen corazón, dios vela aunque no creamos en él. Pues eso...Cine en la primera parte. Folletín intelectualoide que parece decir, no dice pero tal vez dice, la segunda.