El sentimiento al terminarla es de insatisfacción.

La película es más bien lenta. Creo que hay una voluntad por explicar la trama de un modo turbio y enrevesado que podría haberse resuelto de mejor manera y que no hace más que entorpecer la comprensión de un guión que flojea y en algunos momentos acaba siendo incoherente.
Cuando terminas la película y la intentas recomponer hay cosas que no encajan.
Por otra parte, me parece bien, o incluso adecuada, la apuesta por una imagen de saturación muy baja para este film.
Las actuaciones son mayoritariamente buenas o correctas. A excepción de Marta Etura, su personaje me ha dejado bastante indiferente.

Tengo la sensación que la cinta tiene buenas intenciones, pero al final se queda en un intento fallido.

"Four rooms" es una película que, como ya apunta su nombre, transcurre en cuatro habitaciones explicando una historia independiente en cada una dirigida por un director distinto.
Seré breve porque poco más merece esta cinta.

La primera habitación es un completo despropósito. Una historia de nulo interés donde la curiosidad es que sale Madonna interpretando una de las brujas.
Se experimenta cierta mejora en la segunda habitación, aún así, sigue siendo una floja historia de muy poca calidad.
Robert Rodriguez es el encargado de la tercera parte. Seamos sinceros, puede que consiga entretenernos, incluso sacarnos alguna sonrisa, pero sigue siendo un producto poco más que decente, aunque, después de lo visto hasta el momento, es claramente superior. Mencionar que a mí el personaje de Banderas me ha gustado, no es un actor que al que aprecie mucho, pero, para lo que le exige el papel, creo que está a la altura.
Quentin Tarantino llega al rescate de la película en su última parte. Por suerte, ésta consigue despertar el interés del espectador y deja algún que otro diálogo suficientemente bueno. No es lo mejor que ha hecho este genial director, pero por lo menos se deja ver.

Sinceramente, mi humilde opinión es que si te gusta Rodriguez o Tarantino veas únicamente sus partes. No vale la pena tragarse la primera mitad de la película esperando ver algo decente.
Como conjunto, es una película muy floja, que por fortuna va de menos a más, y que no suspendo por esa segunda mitad, esencialmente, por la parte que corresponde a Quentin.

Agradable, entretenida. Sin contar nada consigue no aburrirte. Sonríes, te entristeces un poco en algún momento y pasas un buen rato.
Si sabes elegir el momento para verla, rélajate y disfrútala.

Siéntate, apaga las luces y deja que el ambiente de este film invada tu habitación.

A un ritmo de menos a más te inquietarás e intrigarás sin saber qué diablos está ocurriendo. Y en el clímax final la tensión ya estará por las nubes, justo a tiempo para desvelar un desenlace que te dejará perplejo, sorprendido, fascinado. Algunos dirán que este final es una copia del final de otra película anterior (no la digo por no destripar). Pues sí que son parecidos, la idea es la misma, pero eso no le quita méritos a una película, en mi opinión, muy completa.

La dirección de Amenábar es genial. Igual que el guión, sin incoherencias, como a mí me gusta. Realmente "Los Otros" es una de esas cintas que te atrapa. La ambientación y la fotografía consiguen crear una atmósfera en la que te ves envuelto de inicio a fin.

Las interpretaciones, más elogios. Nicole Kidman está pletórica, no sé qué tiene esta actriz pero a mí me encanta. ¿Y los niños? No es fácil encontrar buenos actores tan jóvenes y eso puede cargarse tu película. Tranquilos, los niños lo hacen fantásticamente, incluso me llegué a encariñar de ellos.

¿Y además del entretenimiento? Regalito de Amenábar para los creyentes, eso sí, de forma sutil. El regalo gordo (lo equivalente a la ps3, para que nos entendamos) lo reserva para 2009, cuando estrena "Agora" y eso ya es hablar de palabras mayores, aunque la crítica de esta maravilla ya la haré otro día, donde corresponde.

Ladies and gentleman, ésta es una película muy buena, pocas cosas malas se pueden decir de ella. Si no la has visto, no te dejes spoilear y ve preparando las palomitas.

Ya me callo, pero una última cosa antes: ¡La introducción es cojonuda! Ya está, tenía que decirlo.

"Oblivion" tiene algo que, en mi opinión, es excelente: la historia de la que parte. Una historia de ciencia ficción con mucho potencial.
Qué pasa. Que Joseph Kosinski no consigue sacar adelante una buena película. Hay esa pretensión puesta muy de moda de contar las cosas de manera enigmática, reservándonos las articulaciones de la trama para que sólo al final se entienda todo de forma clara. A algunos les gustará más, como a mí, y a otros menos, pero ante todo, tiene que hacerse bien y aquí Kosinski falla y nos deja vacíos argumentales, puntos que el espectador no logra entender por falta de explicación o de coherencia.
Aún así, en términos generales, consigues entender la historia que se nos pretende contar. Eso sí, con un ritmo muy irregular que hace que esta película de entretenimiento tenga momentos poco relevantes en los que el director se pierde y nos aburre y momentos frenéticos de acción donde la cámara no para quieta y los altavoces destrozan nuestros tímpano.
El reparto no mejora el film y los personajes carecen de la profundidad que haría de ésta una cinta mucho más digna.
Y pese a todo, con un final mejor, lo que resultaría fácil de conseguir, "Oblivion" no me hubiera dejado con ese mal sabor de boca al salir del cine.

Llegados a este punto, tal vez ahora os confunda, pero como amante de la ciencia ficción debo admitir que me ha gustado y he disfrutado como un niño con algunas escenas. Las imágenes de la supuesta futura tecnología me han parecido de un cuidado exquisito y un verdadero placer visual junto a los grandes y devastados parajes.
Es de esas películas que en la pantalla de tu casa pierden mucho, demasiado.