Toda la película tiene un aire de comedia ligera, sin mucho más que añadir, sus interpretes salen más o menos airosos, pero queda todo como difuminado.
Siempre nos quedará New York, una ciudad que en nuestro imaginario está tan asociada al cine.
Correcta en su ejecución, flojea en el guión sin duda.
Pero se deja ver en la gran pantalla.

Douglas Sirk, fue uno de los mejores ejemplos de directores que supo entender cómo rodar un melodrama, y dejarnos algunas obras para la eternidad, intensa historia ambientada en la II Guerra Mundial, pero que podría ser cualquier guerra, conflicto dónde las personas , nuestros destinos nos deparan un tiempo para vivir, amar, soñar y un tiempo para morir.
Sobrios actores con una esplendida dirección de Sirk.

Bergman fue un director con un mundo personal que dejo siempre en sus obras.
La vida y la muerte fueron temas que estuvieron muy presentes como en esta película que nos hace reflexionar
Magistral dirección e interpretación, con una fotografáa en blanco y negro que forma parte del argumento.
Sobriedad y austeridad en todos los gestos, expresiones y diálogos.

Stanley Donen siempre tuvo un toque para la comedia y nos ha dejado pequeñas obras maestras de este género.
Supo cuidar de unos guiones ingeniosos y con chispas
Mimar a sus actores con unos planos y secuencias
y en Charada esta delirante y apasionante comedia tenemos aunos actores como Grant y Hepbur maravillosos
y unos secundarios excelentes Walter Mathau, James Coburn, Ned Glass, George Kennedy
Esto si que es cine

Sydney Pollack ha sido un buen director de cine, y esta entre los directores a destacar, supo elegir buenos guiones que supo llevarlos a la gran pantalla de manera brillante y con ingenio y sacar lo mejor de sus actores.
En esta película Pollack nos da una pequeña pero buenísima dosis de saber actuar .
Comedia perfecta con maravillosas escenas a retener, jugando con el equivoco y con una maravillosa Jessica Lange.