La película es Tim Roth. Después de tantas películas como actor secundario La Leyenda del Pianista en el Oceáno supone un punto de inflexión en el que el actor logra ganar el pulso a su propia trayectoria interpretativa. La estructura externa de la película adolece de un largo metraje (creo que innecesario) compensado en parte por la brillante fotografía y excelente banda sonora, pero que se hace en muchos momentos excesivamente engolada y barroca; aspectos que le hacen perder algo de interés a la historia. La película vale la pena por Tim Roth, el despegue definitivo de un actor poco reconocido.

Sundance es una marca de garantía que nunca decepciona así como su último producto premiado. Película de profundo calado como lo es la América profunda donde se sitúa la acción y que en pocas ocasiona aparece. Arkansas-Missouri y sus tipos y paisajes hacen de la película un valor añadido tanto en la interpretación como en la fotografía. Su ritmo espaciado y lento no repercute en el interés sino que le proporciona el suspense necesario en la historia que es llevado magistralmente por Granik. Escenas de fuerte impacto visual destacaría las llevadas a cabo por la protagonista y resto de mujeres en uno de los desenlaces finales de la película. En resumen, una cinta recomendada, llena de matices y aspectos frescos que suponen un macroingrediente positivo que hacen del cine independiente un cine de mucha calidad e inexcusable su visionado.

Thriller hispanomexicano al estilo Tarantino que destaca por su brillante fotografía y nada desdeñable banda sonora. Buenas interpretaciones de A. Gil y D. Luna que abordan dramáticamente la parte oscura de Mexico D.F. Prescindible.

Siempre tendemos a comparar las películas y sus secuelas, remakes y similares cinematográficos que abundan tanto y que por diferentes motivos, las mayoría de las veces, no nos gustan. Abismos de pasión es de Buñuel, es verdad, con sus encuadres, con sus mensajes, con sus obsesiones tanto claras como mas confusas, incluso las entomológicas donde es imposible meter una mosca. La trágica pelicula de Buñuel, para los seguidores del director de Calanda, es apasionante con un Jorge Mistral espléndido, desgarrador que se mueve en la atmósfera claustrofóbica de la película como un verdadero protagonista de instintos primitivos hasta llegar a ese final de la cripta tan dramático como apasionado con esos toques maestros de un Buñuel que como buen surrealista amaba la obra de Bronte.

Seraphine, Provost y Moreau, tres ejes para conseguir un filme digno de ver, por muchas razones, la principal la dirección y la segunda la interpretación que resultan excelentes. Yolanda Moreau borda su papel, complicado y muy particular, nada fácil de desarrollar. La trayectoria de la película hace de la oscuridad de la misma un aspecto excesivamente lúgubre que en ciertas situaciones se gira en su contra. Por lo demás resulta una película que conviene visionar y poder apreciar esa combinación director-protagonista que obtiene unos resultados soberbios.