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Críticas ordenadas por utilidad
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6.4
15,155
6
11 de octubre de 2011
11 de octubre de 2011
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es la típica película que parece mejor de lo que es en realidad. Bien presentada, ritmo excelente, actores muy dignos y en su sitio, dirección competente y acabado elegante... Se trata del típico producto redondo en todos sus aspectos técnicos y dramáticos que deja buen sabor de boca porque suscita en el espectador la impresión permanente de que va más allá de lo que en realidad alcanza y de que está ante una película de calidad más que notable.
Pero sólo es apariencia porque fracasa estrepitosamente tanto en el argumento como en la resolución de los puntos fuertes -y centrales- de la trama. No me detendré porque no es caso de desvelar nada y no me gusta hacer "spoilers", pero el hecho es que la película nos presenta a los peores y más ineficaces agentes de la historia del Mossad (haciendo constantemente lo que no deben y equivocándose en casi todas las decisiones importantes que adoptan), y tiene uno de los finales más folletinescos que recuerda una película "de espías". Puro rocambole.
Es entretenida, curiosa, y la salvan tanto el excelente oficio de su director, como la eficiencia de sus actores principales (especialmente Helen Mirren y Tom Wilkinson) -elementos que la llevan adelante con enorme eficacia-, pero se descubre muy pronto que no tiene nada más y, lo peor de todo, produce una sensación de "dejá vu" tan perpetua como exasperante.
Interesante, pero no es lo que parece. Simplemente está bien vendida.
Pero sólo es apariencia porque fracasa estrepitosamente tanto en el argumento como en la resolución de los puntos fuertes -y centrales- de la trama. No me detendré porque no es caso de desvelar nada y no me gusta hacer "spoilers", pero el hecho es que la película nos presenta a los peores y más ineficaces agentes de la historia del Mossad (haciendo constantemente lo que no deben y equivocándose en casi todas las decisiones importantes que adoptan), y tiene uno de los finales más folletinescos que recuerda una película "de espías". Puro rocambole.
Es entretenida, curiosa, y la salvan tanto el excelente oficio de su director, como la eficiencia de sus actores principales (especialmente Helen Mirren y Tom Wilkinson) -elementos que la llevan adelante con enorme eficacia-, pero se descubre muy pronto que no tiene nada más y, lo peor de todo, produce una sensación de "dejá vu" tan perpetua como exasperante.
Interesante, pero no es lo que parece. Simplemente está bien vendida.

5.8
69,220
5
5 de agosto de 2012
5 de agosto de 2012
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como fan defraudado de "Alien" (no de la saga, que tiene de todo, sino de la excelente película que a la que aquí se prologa), seré breve en el juicio: La cinta tiene una factura estética y una realización excelente. Eso es innegable. Scott es un señor que sabe hacer cine. Punto. Por eso, que es lo salvable, le planto el cinco... Pero es un tipo que, como viene demostrando desde hace años, no sabe hacer guiones, ni elegir guionistas, ni corregir lo que le escriben ni -y esto es lo peor- corregirse a sí mismo o aceptar que se le corrija cuando escribe una parida.
El resultado de este acriticismo argumental es que todos los esfuerzos creativos que moviliza este "Prometheus" para poner en pantalla una película visualmente resultona, bien montada y estéticamente muy buena -hasta bonita a ratos-, se diluyen en el vitriolo de un guión repleto de buenas intenciones, pero atiborrado de inconsistencias, incongruencias, incoherencias, personajes mal perfilados a los que no se comprende, diálogos de trapillo y funestas consecuencias.
Pongo tres ejemplos sencillitos de esto en la zona "spoiler" para no aguarle la fiesta a quien tenga algo de interés -advierto que innecesario- en los detalles narrativos. Pero el hecho es que de paridas, tonterías y chorradas injustificadas e injustificables como las allí descritas, pues podría citar otras cuarenta, esta el "Prometheus" hasta arriba. Desbordante. Incluso, en el paroxismo del despropósito, Scott intenta pergeñar un par de lecciones de filosofía parda, en plan reflexión de casino de pueblo, que no marchan porque la cosa va siempre torcida, en plan chusco, y terminan sonando, al igual que las del casino del pueblo, a mamarrachada senil. Por ello, hacia el final del metraje, y esto es lo peor que le puede pasar a una película de estas características, muchos en la sala incluso intercambiábamos sonrisillas de complicidad.
Qué pena que ésto, que como película independiente sería olvidable pero tendría un pase, vaya a pasar a la historia como una precuela de la excepcional "Alien".
El resultado de este acriticismo argumental es que todos los esfuerzos creativos que moviliza este "Prometheus" para poner en pantalla una película visualmente resultona, bien montada y estéticamente muy buena -hasta bonita a ratos-, se diluyen en el vitriolo de un guión repleto de buenas intenciones, pero atiborrado de inconsistencias, incongruencias, incoherencias, personajes mal perfilados a los que no se comprende, diálogos de trapillo y funestas consecuencias.
Pongo tres ejemplos sencillitos de esto en la zona "spoiler" para no aguarle la fiesta a quien tenga algo de interés -advierto que innecesario- en los detalles narrativos. Pero el hecho es que de paridas, tonterías y chorradas injustificadas e injustificables como las allí descritas, pues podría citar otras cuarenta, esta el "Prometheus" hasta arriba. Desbordante. Incluso, en el paroxismo del despropósito, Scott intenta pergeñar un par de lecciones de filosofía parda, en plan reflexión de casino de pueblo, que no marchan porque la cosa va siempre torcida, en plan chusco, y terminan sonando, al igual que las del casino del pueblo, a mamarrachada senil. Por ello, hacia el final del metraje, y esto es lo peor que le puede pasar a una película de estas características, muchos en la sala incluso intercambiábamos sonrisillas de complicidad.
Qué pena que ésto, que como película independiente sería olvidable pero tendría un pase, vaya a pasar a la historia como una precuela de la excepcional "Alien".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Veamos:
1. Una cirugía abdominal abierta, una barriga cosida de grapas, un buen par de chutes de calmantes... Y la Noomi Rapace -que es un cayo malayo en toda regla, por cierto- sale corriendo, brincando y rompiendo pelotas sin que se le salte ni un punto y sin un triste mareo. Narices, una cosa son las licencias cinematográficas y otra quedarse con la gente.
2. Esos científicos "freaks" tópicos de peli americana pasada de vueltas -que ya me gustaría a mí saber a qué universidades van los guionistas de estas películas-, tan listos que se confía en ellos ciegamente para poner en sus manos millones de dólares en presupuesto a pesar de sus obvio carácter excéntrico... Y se les da una nave espacial, se les pone una tripulación experta... Pero fíjate. A la hora de la verdad que son tan tontos que ignoran la más elemental de las prevenciones: no se deben tocar los organismos xenomorfos que uno se encuentra en planetas desconocidos.
3. ¿Os habéis fijado que el puesto de control del capitán parece un teclado Roland? Normal: en la escena final, cuando va a estrellarse contra la nave alienígena, parece que está en mitad de un concierto, hacíéndose un sólo épico en plan Steve Winwood. Y claro, en lugar de comprender el dramático sacrificio y admirar su entrega desinteresada, vas y te descacharras de risa.
1. Una cirugía abdominal abierta, una barriga cosida de grapas, un buen par de chutes de calmantes... Y la Noomi Rapace -que es un cayo malayo en toda regla, por cierto- sale corriendo, brincando y rompiendo pelotas sin que se le salte ni un punto y sin un triste mareo. Narices, una cosa son las licencias cinematográficas y otra quedarse con la gente.
2. Esos científicos "freaks" tópicos de peli americana pasada de vueltas -que ya me gustaría a mí saber a qué universidades van los guionistas de estas películas-, tan listos que se confía en ellos ciegamente para poner en sus manos millones de dólares en presupuesto a pesar de sus obvio carácter excéntrico... Y se les da una nave espacial, se les pone una tripulación experta... Pero fíjate. A la hora de la verdad que son tan tontos que ignoran la más elemental de las prevenciones: no se deben tocar los organismos xenomorfos que uno se encuentra en planetas desconocidos.
3. ¿Os habéis fijado que el puesto de control del capitán parece un teclado Roland? Normal: en la escena final, cuando va a estrellarse contra la nave alienígena, parece que está en mitad de un concierto, hacíéndose un sólo épico en plan Steve Winwood. Y claro, en lugar de comprender el dramático sacrificio y admirar su entrega desinteresada, vas y te descacharras de risa.
5 de febrero de 2012
5 de febrero de 2012
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Hammer se convirtió, con el paso del tiempo, en una verdadera fábrica de aficionados al género fantástico. Logro que alcanzó con obritas, sainetes y entremeses como este que nos ocupa. Pequeños, bien presentados y acabados, con guiones redondos y mucho talento detrás y delante de la cámara. Películas, en general, que parecían mejores de lo que eran en realidad y que hacían de sus limitaciones virtud, y de su simplicidad eficacia.
Esta enésima visita al laboratorio del doctor Frankentein (pues fueron varias las que se desgranaron con el paso de los años) es un excelente ejemplo de lo precedente: Peter Cushing excepcional -rodeado de secudarios muy competentes-, Terence Fisher excelente -junto a un equipo técnico eficaz-, y lo mismo puede decirse del guión, de la música, del montaje, del tono e incluso de la duración final del producto: simplemente redondo y a la altura exacta de lo pretendido por sus creadores, y de lo esperado por el buen aficionado.
De hecho, es raro encontrarse con amantes del cine, no necesariamente afines al cine fantástico, que no sonrían con cierta nostalgia recordando películas como ésta (u otras de similar cuño). Y, así lo he creído siempre, semejante grado de acuerdo es cosa que un mundo tan controvertido como el de la crítica artística tiene gran mérito y merece el pertinente reconocimiento.
Definitivamente, el género hubiera sido otro muy distinto sin el concurso de la pequeña factoría británica y sus producciones. Muy distinto y seguramente peor.
Esta enésima visita al laboratorio del doctor Frankentein (pues fueron varias las que se desgranaron con el paso de los años) es un excelente ejemplo de lo precedente: Peter Cushing excepcional -rodeado de secudarios muy competentes-, Terence Fisher excelente -junto a un equipo técnico eficaz-, y lo mismo puede decirse del guión, de la música, del montaje, del tono e incluso de la duración final del producto: simplemente redondo y a la altura exacta de lo pretendido por sus creadores, y de lo esperado por el buen aficionado.
De hecho, es raro encontrarse con amantes del cine, no necesariamente afines al cine fantástico, que no sonrían con cierta nostalgia recordando películas como ésta (u otras de similar cuño). Y, así lo he creído siempre, semejante grado de acuerdo es cosa que un mundo tan controvertido como el de la crítica artística tiene gran mérito y merece el pertinente reconocimiento.
Definitivamente, el género hubiera sido otro muy distinto sin el concurso de la pequeña factoría británica y sus producciones. Muy distinto y seguramente peor.
CortometrajeAnimación

4.8
321
Animación
5
25 de abril de 2012
25 de abril de 2012
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un producto de animación de presupuesto limitado y pinta de cinemática para videojuego que, por ello, se aparece al espectador como una creación experimental. De hecho, se prueban texturas y efectos que posteriormente han ido apareciendo en los diferentes videojuegos. No es su truculencia, claramente superada por otras creaciones de la propia franquicia, lo que restringió esta producción al mercado japonés sino, obviamente sus trazas de probatura que la hacen solo apta para fans.
El guión es lineal y el argumento poco trabajado, pero es interesante visionarla -especialmente para los aficionados y seguidores del producto de entretenimiento de CAPCOM- en la medida que permite ver y contrastar una fase crítica en la evolución de la franquicia, que en aquel momento debía dar un paso hacia el desarrollo profesional de los gráficos 3D realistas. Hoy en día la mayor parte de los procedimientos empleados han sido totalmente superados en los aspectos técnicos y formales -empezando por la calidad de las texturas y las iluminaciones-, pero entonces tenían su gracia y eran cosa poco vista. Toda comparación, pues, con cualquier pieza de animación del presente, más que odiosa, resulta tan inaceptable como irrelevante.
Para coleccionistas.
El guión es lineal y el argumento poco trabajado, pero es interesante visionarla -especialmente para los aficionados y seguidores del producto de entretenimiento de CAPCOM- en la medida que permite ver y contrastar una fase crítica en la evolución de la franquicia, que en aquel momento debía dar un paso hacia el desarrollo profesional de los gráficos 3D realistas. Hoy en día la mayor parte de los procedimientos empleados han sido totalmente superados en los aspectos técnicos y formales -empezando por la calidad de las texturas y las iluminaciones-, pero entonces tenían su gracia y eran cosa poco vista. Toda comparación, pues, con cualquier pieza de animación del presente, más que odiosa, resulta tan inaceptable como irrelevante.
Para coleccionistas.

7.1
69,954
4
11 de diciembre de 2012
11 de diciembre de 2012
19 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Larguísima... Bueno.
Aburridísima... Vale.
Fotografía excelente... Menos mal.
Música preciosa... Otro puntito a su favor.
Bien construida desde el punto de vista cinematográfico... Perfecto.
Todo lo daría por bueno -incluso el tedioso metraje- salvo su insufrible pretenciosidad. En el minuto diez de la película Ang Lee nos promete una historia al final de la cual nos encontraremos nada menos que a Dios. El Gran Jefe. El Alma Mater del cotarro éste. El Menda Lerenda. El Supremo Hacedor. El Supertipo.
Casi nada.
Luego, tras una hora de bote, de tigre, de mar, de bote, de tigre, de mar, de tigre, de bote en bote, y de mar salada (y algún pececito)... Ni Dios, ni nada. Y encima, durante el cuarto de hora final, el cachondo mental de Ang Lee, como no lo tiene claro (no es para menos), se dedica a explicarnos su película porque da por supuesto que somos estúpidos y no la hemos entendido.
Igual con Rouco el sermón de la montaña éste hasta quedaba gracioso por descacharrante.
La insufrible vida de Pi. Amén Jesús.
Aburridísima... Vale.
Fotografía excelente... Menos mal.
Música preciosa... Otro puntito a su favor.
Bien construida desde el punto de vista cinematográfico... Perfecto.
Todo lo daría por bueno -incluso el tedioso metraje- salvo su insufrible pretenciosidad. En el minuto diez de la película Ang Lee nos promete una historia al final de la cual nos encontraremos nada menos que a Dios. El Gran Jefe. El Alma Mater del cotarro éste. El Menda Lerenda. El Supremo Hacedor. El Supertipo.
Casi nada.
Luego, tras una hora de bote, de tigre, de mar, de bote, de tigre, de mar, de tigre, de bote en bote, y de mar salada (y algún pececito)... Ni Dios, ni nada. Y encima, durante el cuarto de hora final, el cachondo mental de Ang Lee, como no lo tiene claro (no es para menos), se dedica a explicarnos su película porque da por supuesto que somos estúpidos y no la hemos entendido.
Igual con Rouco el sermón de la montaña éste hasta quedaba gracioso por descacharrante.
La insufrible vida de Pi. Amén Jesús.
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