Leo muchas críticas haciendo referencia a que la película es mala porque en las neumaquias no había tiburones, y en las reuniones aristocráticas, los romanos no se drogaban con polvo de cuerno de rinoceronte. Pero eso es lo de menos, la primera película, considerada de culto, tampoco era, ni buscaba ser, históricamente veraz.

El problema es que esta segunda parte es una recuela de manual, un copia y pega literal de la primera película, pero sin el carisma ni la epicidad que tuvo su predecesora. Se deja ver, pero no te dice nada. Su mayor fuerte es la espectacularidad en las escenas de acción, pero hasta en eso flojea, porque depende demasiado de un CGI al que se le ven las costuras en más de una escena, cosa que chirría en una megaproducción de semejante presupuesto. En ese aspecto, es la típica película cuyos efectos especiales envejecerán bastante mal.

En conclusión, es una película entretenida (faltaría más), pero no es ni de lejos una secuela digna de la primera.

Tenía expectación por ver esta serie. Dentro de un género donde cuesta mucho encontrar películas o series donde se busque hacer un producto de calidad, Netflix parecía que iba a apostar por hacerlo con Drácula. Pues bien, nada de eso. Personajes absurdos, guión ridículo, diálogos estúpidos. La primera mitad del primer capítulo parece que apuesta por un tono gótico y lúgubre que te hace pensar que estás ante una buena serie de vampiros, pero en seguida empieza a caer en picado y se queda en un espejismo. Lo dicho, fast food televisivo para rellenar catálogo.

From utiliza muy bien suspense. Es capaz de ser cautivadora y resultar enigmática e intrigante, que al fin y al cabo es de lo que se trata. Y eso que lo hace partiendo de un cliché bastante trillado: Familia yankee estereotipada está de viaje en su rulote, y acaba en un pueblo misterioso donde pasan cosas chungas. La primera temporada te engancha y te mantiene en vilo hasta el final.

El problema aparece a partir de la segunda temporada, y es que las incógnitas se acumulan, pero las respuestas nunca llegan, lo cual genera bastante desasosiego y frustración, por lo menos a un servidor. Yendo por el cuarto capítulo de la tercera temporada, la serie no ha resuelto todavía ni uno solo de los enigmas que planteó ya en la primera temporada. Amaga, pero nunca lo hace. Habrá que esperar a que termine para darle una nota definitiva...

Por un lado, técnica y estéticamente es una serie de muchísima calidad. Los planos de los paisajes y las ambientaciones son simplemente geniales, las interpretaciones y los diálogos son de primerísimo nivel, la música bastante acertada, la crudeza y la realidad con la que se recrea cada escena es embaucadora... Vamos que es una serie que ofrece una altísima calidad técnica en cada detalle, y ya solo por eso es muy disfrutable.

Pero, por otro lado, el guión es excesivamente lento. A ratos, a muchos ratos, hasta aburrido. Se acaba haciendo irremediablemente pesada, porque se puede disfrutar de los paisajes, la ambientación, los diálogos y las interpretaciones sin que pase gran cosa, pero claro, un rato. El problema es que 10 horas así, son demasiadas.

Con un ritmo narrativo algo más alto, un pelín más de acción, y algún pequeño giro de guión, para mí sería una serie sobresaliente. Tal como es, le doy un 6.

No obstante, si te gusta la temática de la esclavitud en America y el "cine" de época bien ambientado, es más que recomendable.

Desconozco como de atractiva es la historia original de Stephen King, pero en mi opinión la serie es un fiasco enorme en lo que al guión se refiere.

El principal problema que le veo, es que intenta maridar la investigación policial, científica y racional, con lo esotérico y lo sobrenatural, y el resultado del maridaje te sabe a como si pasaras las lentejas con un monster de Sandía. A pesar de que los dos primeros capítulos te hacen pensar que la historia promete, la realidad es que a partir de ahí ya nunca llega a acertar ni con el ritmo, ni con la manera de contar las codas, de forma que la transición entre lo lógico y lo sobrenatural te llegue a resultar legítima, y te puedas enganchar a la historia sin buscarle peros por todas partes. Además, y como colofón, la serie destina 9 de sus 10 capítulos al desarrollo, jugándose todo el desenlace a un único y último capítulo que resulta ser una auténtica y estrepitosa decepción.