La suspendo porque un metraje tan largo debería habernos hacernos salir de la sala con una historia completa y bien desarrollada, pero falla en ese aspecto. El suspenso lo dejo en liviano (4), porque la peli nos da también cosas buenas, como una magnífica ambientación y buenas actuaciones.

Desgraciadamente, su potente dramatismo no deja de ser meramente estético. Una lástima que se haga apología del sionismo, y fumando, de la tierra de libertad estadounidense, y continuamos fumando, mientras se intenta caracterizar a un arquitecto genial utilizando tópicos baratos que se han atribuido al mundo del arte.

Cuando sales de la peli, te das perfecta cuenta de que no ha habido coherencia en el hilo narrativo, que te han engañado con el dramatismo de una gran película estéticamente hablando. Por eso, llegando al, digamos, "desenlace", nos presentan un escenario impactante, muy agradecido a la vista, mientras que el guion nos depara una sorprendente escena que no podremos calificarla con un "magnífico giro de guion", sino con un "pero, ¿esto qué es?" y con un "pero, ¿qué me he perdido en tanto tiempo sentado en esta butaca?".

En fin, mucho tabaco, un toque de sionismo, buena foto, buenas actuaciones, y una ficción muy poco creíble.

Es una película que solamente se justifica por el éxito mediático de sus predecesoras. Si el protagonista no se apellidara Torrente y su director Segura, poca gente se acercaría a verla.

Si la primera fue la sorpresa y en la segunda se destinaron muchos medios, esta tercera secuela no aporta nada más que ser la constatación del filón agotado.

-Una telenovela larga, larguísima...
-Una interminable repetición de hijos que van descubriendo a sus padres....
-Algunos momentos bochornosos, como el del fraile y la calavera de su madre, o el suicidio del criado equino...
-Unos/as grandes actores/as que tienen que lidiar con un guión de folletín barato...
-Una buena música...
-Una paciencia inconmensurable de los espectadores para quedarse a ver algo que ha terminado ya hace tres horas....
-Una crítica (cínco o seis periódicos del País Vasco que hacen una media de puntuación de todas las películas de la Sección Oficial) que, por ahora, le dan la mejor puntuación...

-En fin, una idea, por lo visto equivocada, de que a los festivales deben presentarse películas que aporten algo...

My God, qué engaño de película !!! . Una promoción que nos plantea ciertas esperanzas, con una magnífica ambientación basada en cuadros de Velázquez, para ver luego un parto insulso, sin ninguna fuerza, con un argumento y un guión que dan risa y con unas actuaciones (Vigo, que papelón más poco creíble) que poco a poco van ayudándonos a levantarnos de la butaca para pemitirnos aprovechar el tiempo en otras cosas más interesantes que tiene la vida.

Si Pérez Reverte ha dado por buena esta adaptación, corto margen me deja para opinar sobre sus opiniones en otros ámbitos de su obra.

Pues a mí me ha gustado. Un guión apropiado para la época, una factura adecuada, con recursos cinematográficos por encima de lo normal, y unas buenas actuaciones, de entre las que destaco la de Ernesto Alterio, en su papel de policía descerebrado de los años 20.
Recomendable porque, además de hacernos pasar un buen rato, nos permite vislumbrar el ambiente complicado de aquellos años.