Hasta hoy no había visto anteriormente ninguna peli de Céline Sciamma, y tengo que reconocer que me ha sorprendido de manera muy positiva su manera de narrar y contar cinematográficamente determinados hechos y situaciones, dotándolos de un lirismo muy sutil y otorgándoles una poesía y una belleza, que en otras manos más torpes se habrían convertido en un discurso panfletario a favor del amor lésbico.
La película me ha encantado, y me parece que tiene un magnífico guión lleno de aciertos en determinados detalles muy concretos. Además, la realización y la puesta en escena son de una maestría y una belleza como hacía tiempo que no me encontraba. Su sentido estético es sublime y, aunque todo transcurre de forma pausada y tranquila, aceptas su propuesta y paladeas cada instante.
La película es un largo escrito y dirigido por una mujer, en el que todos sus personajes son mujeres (los únicos hombres que salen son trabajadores que no hablan, remeros y un mensajero) y lo maravilloso es que la historia está llena de amor y poesía, y no echas en falta en ningún momento una presencia masculina.
Me ha gustado tanto que he mirado todo lo que había hecho antes su directora hasta ahora: tres largos y un corto. El corto lo he encontrado en abierto y me lo he tragado también. También trata el tema del amor entre mujeres y también está muy bien.
Intentaré ver más cosas de esta chica.

No me gustó nada. Es un dramón con hechuras de culebrón que en teoría es una biopic de Astrid Lindgren, la creadora de Pippi Calzaslargas, pero que podría haber sido la vida de cualquier madre soltera en la Suecia ultracatólica de principios del siglo pasado. Lo de que fue escritora y además la creadora de un personaje tan emblemático lo dicen al final de la peli por medio de un texto escrito sobre fondo negro. Lamentable.

Una de las mejores pelis que he visto últimamente.
Documental sorprendente narrado a ritmo de peli de suspense.
Imprescindible llegar limpio a su visionado, ya que es muy posible que, si intentas enterarte previamente de qué va, te revienten varios buenos giros que tiene la trama.
De todas formas, creo que es de recibo advertiros que para mí fue de más a menos y el final creo que no es todo lo potente que la historia se merecía.
Aún así, os la recomiendo encarecidamente.

En “Un pequeño favor” prácticamente me gusta todo:
- Su diseño de producción (cartelería, decorados, vestuario, iluminación, colores...)
- Su maravillosa banda sonora (con temas en francés cantados por Jean-Paul Keller, Françoise Hardy, Brigitte Bardot, Serge Gainsbourg, Zaz o Jacques Dutronc, además de Lou Bega, Claudia Kane, Cypress Hill o incluso la Mala Rodriguez)
- Sus diálogos (son chispeantes, ocurrentes, divertidos, gamberros...)
- Los personajes de la historia (y los actores que los interpretan, en algunos momentos están sublimes)
- Su ritmo y nervio (aunque en algunos momentos decaiga)
- La forma en que está dirigida la peli (realización, planos, montaje, etc... están mucho más que correctos)
Y sin embargo, a pesar de todos esos puntos a favor, tiene algo que la embarra, la emborrona, y finalmente hace que me decepcione. Y no es otra cosa que su guión.
Y yo me pregunto ¿por qué?
¿Por qué teniendo tan buenos mimbres y un planteamiento inicial brillante acaban metiendo tantos giros sorprendentes que de acumulativos acaban ahogando la historia?
Me estaba gustando mucho, muchísimo y a mitad de la historia... WTF!!!!

Buena película que, aunque es ficción, adopta un tono casi documental en la forma que elige su directora de contarnos un hecho tan bonito y especial como una adopción, narrándonoslo desde antes incluso de que nazca el niño.
Me ha encantado que decidan erigir como máximo protagonista de la historia al bebé, ya que como se dice en uno de los muchos magníficos diálogos que contiene: “no se trata de encontrar un hijo para unos padres que no pueden tenerlos, sino de encontrar a los padres idóneos para un niño que está solo en la vida”.
La película no está focalizada desde ningún punto de vista en concreto, y se podría decir que es una historia coral, porque hace un recorrido por el sentir y el pensar de absolutamente todos y cada uno de los implicados.
Conoceremos, sufriremos y nos emocionaremos con los siguientes personajes: la madre que decide, por los motivos que sea, no quedarse con el niño (no juzga en ningún momento al personaje, y eso es de agradecer, ya que sus motivos tendrá); la médico que traerá a ese niño al mundo; la enfermera de neonatología que se ocupará tanto del bebé como de la madre; el bebé, por supuesto; la asistenta social que asistirá y asesorará a esa madre para ayudarle a llevar de la mejor manera posible tan amargo trance; el padre de acogida que cuidará a ese niño hasta que alguien lo adopte; la familia de ese padre de acogida, formada por su mujer y su hija; la mediadora entre el padre de acogida y el equipo de expertos que deben decidir sobre cuáles serán los padres adecuados para el bebé; ese equipo de expertos, formado por asistentes sociales y psicólogos; los diversos posibles padres y madres; y algún personaje más crucial para el devenir de la trama, que no voy a nombrar por deferencia hacia los que finalmente decidáis verla y sobretodo para no hacer spoiler con lo que ocurrirá al final de la peli.
Yo sólo os puedo decir que la veáis, ya que creo que la disfrutaréis, y de paso os enteraréis de un montón de cosas sobre algo tan crucial como una adopción.