...junto con Jasmin, la novia de Aladdin, que además tiene piernas.
Aunque un poco decepcionante al climax final, a base de batalla de rayos (una peste de todas las pelis de animación post Guerra de las Galaxias), la película recupera el pulso de los clásicos de Disney. Justo después llegó la Bella y la Bestia (estupenda), seguidas de Aladdin (cargante) y luego los peñazos de el Rey León y el Jorobado de Notre Dame... el resto es triste historia, aunque Mulán tiene su punto.

Hay películas del franquismo profundo que, con el tiempo, uno acaba por ver con simpatía, porque acaban constituyendo involuntarios documentos de aquel tiempo. Otras revelan, a pesar de sus contenidos, un cierto valor. Esta famosíma "La Ciudad no es para mí" no es nada de eso. No fue hasta hace pocos días cuando tuve ocasión de verla, y me quedé pasmado: la peli es infame (tiene unos primeros minutos divertidos, la verdad), espantosamente escrita e interpretada y además rezuma moralina y caspa moral. Inicia, además, la carrera del inefable Paco Martinez Soria, que repetiría el mismo argumento (abuelo que llega del pueblo con sus valores morales intactos y s encuantra una familia corrompida por la modernidad a la que él mete en vereda y la familia, encima, queda agradcida)
Una curiosidad:
La peli se basa en una obra de teatro de gran éxito, escrita por el gran lingüista Fernando Lázaro Carreter, que la firmó con seudónimo.