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Críticas 40
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
8
28 de agosto de 2010 4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sunshine Cleaning es de esas películas que "saben estar" en la pantalla y que te dejan un buen sabor de boca, con independencia de tu estado anímico, o del día y hora de la semana en que hayas decidido darte un pequeño homenaje cinematográfico.

Tiene muchos de los ingredientes que colmaron de éxito a "Pequeña Miss Sunshine" (se nota la fórmula de los mismos productores), pero es 'otra cosa'. En términos culinarios diría que se trata de un menú ligero, pero con sustancia.

La historia se sirve templada en un marco original y al mismo tiempo familiar, cosa que contribuye, y mucho, a mantener nuestro interés durante toda la película. Algunas luces de bohemia y del pasado se cuelan por entre los mimbres de la empresa que montan las dos protagonistas, nada menos que una empresa dedicada a limpiar escenas de crímenes. Luces que llegarán a provocar accidentalmente algún incendio que dará algún giro a la historia, como en la vida misma.

Los platos fuertes son sin duda las interpretaciones de las dos protagonistas, Emily Blunt y Amy Adams (no me atrevería a decir quien está mejor). Brillan con luz propia en cada fotograma con gran naturalidad y sin histrionismos. Completan la foto de familia el abuelo (Alan Arkin) y el pequeño (steve Zhan), papeles secundarios bien llevados, que ayudan a evidenciar muchas fenómenos de nuestro tiempo (la conciliación de la vida profesional y familiar, los problemas de adaptación de los pequeños y otros "flashes" que nos resultarán conocidos).

El postre realmente lo pone el propio espectador, ya que aunque el premio final es una historia bien contada con "feliz final", que afortunadamente no es el "final feliz" con que se perpretan muchos finales de películas.

Pero tampoco son todos luces, ya que algunas sombras empañan una historia que podría dar mucho más de sí, pero que finalmente opta por la vía rápida. Es como si al guiso le faltara algo más de cocción y algún ingrediente adicional para hacerlo más sabroso y asentarlo mejor en el estómago. Si se me permite el comentario (y si no también), Sunshine Cleaning es una "sopa fría" de verano, distinta y con sustancia, que sí deja alguna buena huella en el escenario ... "crimenatográfico". Yo os la recomiendo.
25 de junio de 2011
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A estas alturas de la carrera cinematográfica de Ricardo Darín, ir al cine a ver una de sus películas es arriesgar poco. Incluso aunque tenga un título tan poco evocador que nos suene a "Un Cuento Chino".
Digamos que la película es Ricardo Darín en estado puro, con un personaje que uno ya no sabe si se ha hecho a la medida de Ricardo o justo lo contrario. Pocos actores cautivan al espectador con tanta naturalidad y sin apenas esfuerzo. Es como si le conocieras de toda la vida y siguieras buscando el truco de esa magia que lo hace tan cercano como inalcanzable.
Cercano porque le oirás farfullar mientras contempla el mundo desde su ferretería argentina, un lugar anclado en el pasado con bisagras plateadas ;) Inalcanzable porque detrás del mostrador su mirada nos despachará algunos de los sentimientos más profundos y nobles, casi sin mirarte, como el que no quiere la cosa, como sólo lo saben hacer los buenos canallas.
La historia que transcurre en la trastienda es un contrapunto de humor más negro que absurdo. Es la historia que nos cuenta que aunque todo puede parecernos una "boludez", en realidad todo tiene un porqué. Es sólo cuestión que sepamos hacernos la pregunta y ese porqué podemos ser nosotros mismos. Es el cuento chino que hemos visto contado mil veces y que, mientra haya actores como Ricardo Darín, vamos a seguir viendo otras mil veces más.
16 de septiembre de 2011 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Un árbol de la vida" que extiende sus raíces hasta los confines del universo (en sentido literal) no puede dejar impasible a casi nadie. A mí tampoco.

Para algunos Malick peca de "ambicioso" en su última película, para otros acierta de pleno con una "obra de arte en estado puro". En mi opinión hay un poco de todo. De lo que no hay ninguna duda, y eso es un mérito en sí mismo, es que se trata de una película muy intimista, diferente, que arriesga y que hace honor a una de las máximas que se predican "la belleza nunca teme a las críticas" ... Porque "lo que es auténtico, no puede ser de otra manera", añadiría yo. Brad Pitt ya lo dijo en Cannes muy acertadamente: "Malick ha construido una casa, pero no tiene porqué venderla".

De todos modos, aunque este árbol a ratos pueda irse por las ramas, lo cierto es que echa muchas y profundas raíces en el Olimpo del séptimo arte.

La mejor madera la ponen el torrente de imágenes espectaculares que recopila Malick de la madre naturaleza, la música celestial de las sinfonias de Desplat, la habilidad para relativizar nuestro microcosmos humano (tan repleto de miserias y de sin sentidos) frente a la eternidad universal, la sutileza de sus conexiones evocadoras (unas simples gotas de agua, una brizna de aire, un rayo de luz ...). Sí, mucha poesía cinematográfica, quizá incluso demasiada. Y tras este telón de fondo, una historia dura (según parece con muchas notas autobiográficas) en la que Malick desviste la codicia y ambición humanas (la del padre, tratando de redimir en vano sus frustaciones con el hijo), y nos enseña que de lo que se siembra se recoge (el hijo, que reconoce en sí mismo el "veneno" inoculado por su padre). El reparto está francamente bien, lo más destacable: Hunter McCracker en el papel del hijo mayor (extraordinario), Brad Pitt y Jessica Chastain (a quien también hemos visto muy bien en La deuda).

Sin embargo, los más de tres años que ha estado Malick depurando la película, junto a la carga emocional de las notas autobiográficas, probablemente han derivado en algunos excesos líricos (casi oníricos) difíciles de digerir, y en un ritmo por momentos algo cansino (demasiado documental ¿?). Estas licencias acaban haciendo mella.

Ser ambicioso, no sólo en la forma, sino también en el fondo, es un riesgo que Terrence Malick asume con mucha dignidad. Estoy convencido que "El árbol de la vida" da mejores frutos cuando se ve por segunda vez ... La primera, por lo menos, me parece de visión inexcusable.
14 de noviembre de 2010 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente no acabo de entender porqué tanto ensañamiento contra esta película de Guillem Morales. Es cierto que este segundo largometraje no supera el listón de su ópera prima "El habitante incierto" (de la que ahora todo el mundo habla y elogia, pero que en su momento pasó de puntillas) y también es cierto que la película no hace méritos para llevarse el Óscar, pero de ahí a ver la botella casi vacía media un abismo en mi opinión injusto.

El cine "amarillo" (mezcla de suspense y terror) no es un género fácil porque cualquier desliz se pago caro, ya que una vez perdida la confianza del espectador es muy difícil recuperarla. En mi opinión eso es lo que le pasa a esta película: Guillem Morales comete algunos pecados que le hacen perder credibilidad y fomenta que el espectador se distancie de la peli en lugar de hacer un esfuerzo por reengancharse. Si a eso le sumamos que la película tiene influencias notables de obras maestras como "Sola en la oscuridad" o el "El fotógrafo del pánico" ... apaga y vámonos (nunca mejor dicho).

¿Pecados que comete Guillem? ... ambición. Querer abarcar mucho en un thriller es un ejercicio muy arriesgado: no es fácil mezclar psicópatas, ciegos, hermanas gemelas, vecinos taraos y un elenco de sospechosos que se van turnando. A Guillem en algunos momentos se le va la mano y se pierde credibilidad. Ese pecado es grave en una película de suspense. Y eso se nota en el cierre de la peli, que se precipita por el camino más fácil.

Afortunadamente hay muchas cosas que se salvan, y con nota, y no sé porque no se ensalzan un poco más: (i) el reparto y la interpretación, que son excelentes, con Belén y Lluis Homar muy inspirados sin bajar la guardia; (ii) la composición técnica, muy trabajada y elaborada, hay mucho trabajo detrás bien hecho que se nota. La cámara se mueve con precisión por unos decorados y una puesta en escena muy bien ambientadas; (iii) la intensidad de la última media hora, que nos mantendrá a todos muy atentos aunque intuyamos un final no del todo original.

Yo sugiero que para sacarle partido hagamos un esfuerzo por no recrearnos en los defectos, porque hay cosas interesantes que merece la pena ver con nuestros propios ojos, ¡¡ nunca mejor dicho !!

lunera
13 de febrero de 2010 4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver AVATAR entiendo perfectamente por qué las críticas sobre esta película están tan 'polarizadas' (y no lo digo por las gafas 3D).
Avatar podría considerarse (todas las comparaciones son odiosas) la nueva Guerra de las Galaxias del siglo XXI. No es una historia que intelectualmente conmueva, y dudo mucho que lo pretendiera “…lo que vi en la cinta de George Lucas no lo había visto nunca en mi vida. Lo que yo quiero dar al público es una experiencia similar (James Cameron)”. Si ese era el objetivo de Cameron, puede quedarse tranquilo, ¡objetivo conseguido!.
Esta gestión de expectativas es clave antes de entrar al cine, ya que es muy posible que el interés que ha suscitado la película con mayor presupuesto y despliegue de recursos técnicos de la historia del cine, inevitablemente haya añadido una graduación adicional a las gafas 3D que nos vamos a 'enfundar'.
De ahí que Avatar se convierta realmente en una lucha en 4 dimensiones (4D): una lucha 3D entre na'vis (los humanoides azules) y humanos (con los que rápidamente nos identificamos), y una lucha 1D (una dimensión desconocida) que tiene lugar en nuestra propia cabeza, ya que uno puede pasarse toda la película persiguiendo algo que no llega a encontrar (porque no está) al tiempo que verse atrapado en un largo viaje (quizá demasiado), fantástico y fascinante como ningún otro.
Avatar dignifica el cine 100% comercial (a lo grande y sin complejos), aunque seguramente defraudará a los que buscan en el cine ‘otro’ séptimo arte. Es cierto que una cosa no quita la otra, pero no vamos a pedirle a James Cameron lo que nunca nos ha dado (ni en Terminator, ni en Titanic, ni en ninguna otra). Avatar es un espectáculo visual y sensorial fascinante, con algún mensaje tradicional adaptado a nuestros tiempos (apología de lo natural, el poder de la red social, rechazo al imperialismo…) Avatar es en definitiva uno de los mejores y más fantásticos “trucos” de la magia cinematográfica, y como tal lo mejor es dejarse llevar y disfrutar. No hace falta ser muy observador para percatarse de la falta de solidez de la trama, de la superficialidad y simplicidad de los personajes o de lo predecible que resulta en su conjunto. Esta falta de ambición es lo más reprochable, demasiadas aristas para un regalo tan grande y tan bien presentado.
En la mitología griega Pandora fue la primera mujer creada por Zeus, que abrió el ‘ánfora’ (luego sería la ‘caja de Pandora’) de la que escaparon todos los bienes del mundo terrenal… excepto la esperanza, que por eso es lo último que se pierde. En la película se invierten los términos, en Pandora viven en armonía los na’vis hasta que llega el hombre. Curiosamente (o no) la esperanza es también lo único que se mantiene vivo hasta el final … junto a la belleza !!
No lo dudéis, id a ver Avatar … pero no os olvidéis de graduar bien las gafas antes de entrar.
Lunera, feb'10
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