Y ya como ejemplo de amor propio y perseverancia y tozudez, llegamos al visionado de la última película de la trilogía de Rape Zombie, sin duda, mucho mejor que las anteriores. Bueno, mucho mucho tampoco. Pero salva algo más el tipo que la segunda, sin duda ninguna.

Esta vez, tenemos más acción: los malvados otakus por fin se deciden a atacar a las amazonas. El robot rubio sigue acechando con el evolucionista dando discursos absurdos (¿era necesario darle un toque serio de repente) con un previsible y cutre final. La enfermera va en busca de Momoko y el gusiluz. El matrimonio y la doctora no pasan por su mejor momento.

Pero espera, diejron los productores (gente siempre sabia y avispada) ¿por qué vamos a acabar ahora? Si aún podemos hacer otra película. ¿La gente va a pagar por verla? Claro!! Los japoneses están locos y los tenemos enganchados. ¿Y como rellenamos esta hora de película? Mira, hacemos que Momoko cante, metemos flashback de las pelis anteriores, con el previously ya tenemos 15 minutos cubiertos, duplicamos las escenas de lesbianismo (con pelea de gatas incluida) y para que no parezca todo paja gastamos un poco en extras para culminar con una orgia - masacre de otakus, mujeres y hombres - veneno. Pero que muera hasta el apuntador.

Y con estas premisas se desarrolla este último film, dejando un final abierto para una cuarta parte (¿como es posible?), cumpliendo con las esperanzas de ver sangre y sexo salvaje.

Lo mejor: la masacre orgia final con Sabu y Takeshi haciendo de las suyas; con el Ave Maria de Schubert de BSO
Lo peor: Cabrones, ¿no podíais parar de hacer películas de una santa vez?

Soy fanática de las películas serie B-casi Z, que en un principio parece que no tienen ni pies ni cabeza, pero que al final sorprenden y agradan. Es el caso de esta cinta.

Tomando la requetevista idea de la ''vendetta'', pero encuadrándola en un mundo de narcos mexicanos compinchados con la iglesia y poniendo como el brazo ejecutor de Dios a una monja lesbiana que casi muere de sobredosis, se logra una película divertida con tiroteos y muertes por todos los lados, excenas de sexo a tutiplén, tetas y strippers, puticlubs baratos y sangre de calidad sin excesos gores.

Frases chocantes e irónicas y cierta critica social (evidentemente, esta película no es para ponerla el domingo en la cataquesis) me han hecho pasar un buen rato. Los actores solventan sus papeles en general, sobre todo Asun Ortega y David Castro.

Lo mejor: digamos que para ser este tipo de película barateira está bastante lograda, con una fotografía muy de comic, cambios al B/N y cierto aire en todo al spaguetti western...
Lo peor: ¿acaso podía ser todo más evidente y menos sorpresivo? (aunque tiene un guiño curiosón al final)

En resumen, para verla con los colegas y echarse unas risas

Con la premisa de juntar 26 directores diferentes, cada uno con su letra y la base primordial de que todos los cortos tengan relacion con la muerte tenemos la continuación de la sorprendente obra anterior. Como siempre, hay cortos que gustan más o menos.Los asiáticos siempre geniales, los de animación brutales, y algunos sorprendentes como puede ser el de la letra Z, quizás el mejor corto de todos. Ha subido el nivel técnico con respecto a la cinta anterior, mucho más visual y cuidado todo. Resaltar ver la película hasta el final de todo, pasados los créditos, que tiene sorpresa.

En general, se mantiene fresca e interesante, pero en dos horas y con una tematica tan variada es imposible que guste todo.
LO MEJOR: cortos de la P, la U, la Z (el mejor) y la J. Tambien la M por su giro final.
LO PEOR: escasez del humor negro que tenía la primera parte.

Llevo ya un par de películas visionadas que están creando un nuevo término cinematográfico en mi videoteca: el gore light o comercial. Es el caso de este film. Cargado de sangre, no muestra apenas escenas realmente explicitas. No por ello deja de ser interesante. La trama es sencilla y a partir de ella se desarrolla una historia curiosa, donde un adolescente atormentado tiene que luchar para evitar ''ser el rey del baile''. Personajes estereotipados pero bien trabajados (genial Robin McLeavy y Xavier Samuel), alguna que otra sorpresilla de guión y mucha sangre... Añadiría más escenas graciosas al más puro estilo Braindead o la factoria Troma, pero se deja ver. Otro punto a su favor es la BSO, muy acorde a la película.

Hacia mucho tiempo que no veía una producción de la factoria Troma. Y puedo decir que quedado satisfecha tanto como fan del Gore, como fan de lo absurdo y por supuesto, como fan de la Gran Troma.

En referencia a los protagonistas destacar que entre gracieja y tiros solventan una interpretación bastante aceptable, recordando otros filmes de estilo similar en los que los actores tienen menos expresividad que una patata. Y otro punto a señalar, que esta vez, las mujeres hacen algo más que desnudarse y ser estúpidas. Otro punto a su favor.

Recomendable para una tarde de sábado sin mucho que hacer.