Tres agentes secretos han muerto en un corto periodo de tiempo. Bond es enviado a NY para continuar el caso que tiene como cabecillas a Katanga y Mr. Big, mafiosos negros relacionados con el vudú y la droga.

James Bond es interpretado por primera vez por Roger Moore, quien devuelve la juventud al personaje y le da cierto tono simpático y desenfadado, sin dejar de ser Bond. El ritmo de la película es algo lento y le falta emoción a muchas de las escenas, lo cual no es culpa de Moore.

Buen tema musical el de "Live And Let Die", pero hecho en falta la melodía de cuerda de Bond, que solo se oye en la introducción, cuando 007 se gira y dispara.

Connor MacLeod es un ecocés perteneciente a un clan de guerreros montañeses (Highlanders).

En su primera batalla cae a manos de un extranjero que no pertenece a las filas del clan enemigo, el Kurgan. MacLeod resucita y es rechazado por su pueblo al creerle maldito. Es entonces cuando conoce al "Español" (Sean Connery) quien le enseñara todo lo que sabe sobre la inmortalidad.

Para quien no haya recibido en su infancia la maravillosa inyección de fantasía que supuso este film, solamente puedo decirle que al verla, mi niño interior sigue sintiendo escalofríos al oír "Solo puede quedar uno!!!" y que aunque "Quieres vivir para siempre?" es una interrogante que ya nos planteó Conan el Barbaro en el 82, resuena con la misma fuerza en las canciones de Queen que son la banda sonora de esta gran obra de ficción.

Si abandono por un momento al niño que hay en mi y analizo la película de un punto de vista más objetivo, he de reconocer que es un éxito de videoclub, ya que no llega a tener la calidad de una película de cine. La maravilla ochentena que es Los Inmortales no será fácil de comprender por las generaciones actuales. Su banda sonora a manos de Queen, maravillosas localizaciones en escocia, sus efectos especiales de sobreexposición, el esfuerzo estético en maquillaje y vestuario, etc. no significan nada para el espectador moderno. Solamente ven una película lenta, con agujeros de guión, luchas sin demasiado arte marcial y escenarios de cartón piedra.

La inmortalidad de "Los Inmortales" es por tanto relativa. Inevitablemente MacLeod envejecerá y no nos quedará más que el bonito recuerdo de un joven Christopher Lambert y un carismático Sean Connery.

Película de aventuras en la antigua China. Una pareja compuesta por una habilidosa aunque inexperta cazadora de monstruos y un aún menos experto espadachín, pretenden vender un valioso botín que es el recién nacido príncipe de los monstruos.

Este bebé con forma de rábano blanco con hojas les ablandara el corazón y meterá a la pareja en líos llenos de peligro y comedia de los que tendrán que salir peleando.

Un humor demasiado oriental al principio, pero que hará las delicias de los pequeños de la casa y acabará sacando una sonrisa también a los adultos.

Una película entretenida para toda la familia en la que los monstruos no son tan violentos como bonachones.

El protagonista, quién también lo es de la película Alpha, es un joven que sobrevive en un futuro distopico de 2067 en el que hay que consumir oxígeno concentrado para sobrevivir.

Su precaria vida y la enfermedad que asola a la humanidad, incluyendo a su novia, le hacen ofrecerse para viajar al futuro 400 años más tarde para encontrar una cura.

Los acontecimientos que envuelven al viaje temporal le harán revivir su pasado y le poner en jaque la supervivencia de la humanidad.

Interesante película de viajes en el tiempo en la que estos son necesarios para salvar la raza humana. Lastima que a la trama le falte fuerza. Además se podría resolver todo misterio recortando 30 min. de metraje.

Correcta, pero desde luego no memorable.

En un mundo postapocalíptico del que no conocemos casi nada, un hombre y su hijo viajan hacia el sur huyendo del invierno.

Esta road movie representa la dureza del mundo, la maldad del ser humano ante la necesidad, lo difícil que es ser bueno en un mundo cruel y que el amor entre padres e hijos es real y necesario.

Casi dos horas de metraje en las que cada minuto cuenta. Si bien no es espectacular, no se hará lenta para el que aprecie las cosas bien hechas.