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Críticas ordenadas por utilidad
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6.8
25,197
7
21 de diciembre de 2012
21 de diciembre de 2012
28 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando la vi no sabía que era “El club de los cinco” y pensé que era un telefilme. Décadas después me entero que es una película mítica. Normal, porque en mi década, los ochenta, todo, absolutamente todo, es mítico.
Ahora es entrañable porque nada de lo que sale está vigente. Los chicos sufren porque sus familias y entornos los encadenan a unos clichés, de los que el guionista se empeña en liberarlos.
¿Ahora? Venga ya, hombre. Existe una tiranía infantil-adolescente que alcanza con toda su virulencia al gremio de profesores de institutos. ¿Se imaginan de verdad incluso como posibilidad remota que cinco niños puedan ser castigados con la inmovilización un sábado completo? ¿Se imaginan incluso como posibilidad remota que cinco niños puedan ser castigados, de la forma que sea?
Ahora es un derecho constitucional ser gilipollas, es una expresión de la individualidad, y no tengo problema alguno con ello, lo considero un avance. Sólo deseo que dentro de veinte años se recuerde esta lustrosa gilipollez como algo tan entrañable como la horterada rampante de mi adolescencia, a la que personalmente me entregué sin freno. Os deseo suerte.
Ahora es entrañable porque nada de lo que sale está vigente. Los chicos sufren porque sus familias y entornos los encadenan a unos clichés, de los que el guionista se empeña en liberarlos.
¿Ahora? Venga ya, hombre. Existe una tiranía infantil-adolescente que alcanza con toda su virulencia al gremio de profesores de institutos. ¿Se imaginan de verdad incluso como posibilidad remota que cinco niños puedan ser castigados con la inmovilización un sábado completo? ¿Se imaginan incluso como posibilidad remota que cinco niños puedan ser castigados, de la forma que sea?
Ahora es un derecho constitucional ser gilipollas, es una expresión de la individualidad, y no tengo problema alguno con ello, lo considero un avance. Sólo deseo que dentro de veinte años se recuerde esta lustrosa gilipollez como algo tan entrañable como la horterada rampante de mi adolescencia, a la que personalmente me entregué sin freno. Os deseo suerte.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Eso sí, ahora, como antes, el pringadillo se come una mierda mientras contempla cómo los demás no sólo ligan sino que además le escogen de confidente de sus éxitos. Pringadillos del mundo: no os humilléis, chavales, y si la tía buena quiere tener amigos masculinos a quien abrir su corazón, que se compre un muñeco Ken. Hacedme caso, es preferible ser friki.

5.2
31,996
9
17 de septiembre de 2009
17 de septiembre de 2009
41 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquí en FA hay un montón de pirados con bastante talento. Tengo que reconocer que yo no llego a acercarme a muchos de ellos. Es una pena que esto que os cuento no haya caído en las manos de más de uno.
Fuimos a ver esta peli en Navidad mi mujer y yo. Por alguna razón desconocida para mí, a ella le hace mucha gracia Ben Stiller. Incluso mencionó una vez que yo le recordaba a él (observad el matiz: yo a él, no él a mí). Pero bueno, también le gustan las de Julia Roberts y me las tengo que tragar todas, vaya que no hay manera de que se jubile la buena señora por muchos niños que tenga.
Ya sabéis de qué va esta película. De un tipo solo en un museo en el que empiezan a moverse los muñequitos. Pensaba, entrando tarde al cine, que sería un buen argumento para una película fantástica, y lamenté que no lo fuera. Y me encontré con una gran, una enorme sorpresa.
Fuimos a ver esta peli en Navidad mi mujer y yo. Por alguna razón desconocida para mí, a ella le hace mucha gracia Ben Stiller. Incluso mencionó una vez que yo le recordaba a él (observad el matiz: yo a él, no él a mí). Pero bueno, también le gustan las de Julia Roberts y me las tengo que tragar todas, vaya que no hay manera de que se jubile la buena señora por muchos niños que tenga.
Ya sabéis de qué va esta película. De un tipo solo en un museo en el que empiezan a moverse los muñequitos. Pensaba, entrando tarde al cine, que sería un buen argumento para una película fantástica, y lamenté que no lo fuera. Y me encontré con una gran, una enorme sorpresa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pues que la sala estaba vacía. Entera. "Esto es una señal", me dije. Caminé en la penumbra hacia la última fila sin dar explicaciones (Mi mujer: "¿Dónde narices vas?"), me senté en la esquina del final, esperé a la alucinada señora Cuchicuchi y más o menos en el minuto 5 comencé a meterle mano.
El resto lo omito, se trata de mi mujer, coño. Fue una de las 5 mejores noches de mi vida.
Fuimos a "Noche en el museo 2", pero no me gustó nada. La sala estaba llena de adolescentes, familias con niños y seguramente suegras, muchas suegras.
De todas maneras, marqué ese día en mi agenda y desde entonces cuando se cumple el aniversario de aquella noche fantástica conduzco mi coche hasta el antiguo campo de tiro, lugar donde acababan todas las salidas nocturnas con mi mujer cuando éramos aún novios, y ambos escribimos juntos las secuelas que merece "Noche en el museo".
El resto lo omito, se trata de mi mujer, coño. Fue una de las 5 mejores noches de mi vida.
Fuimos a "Noche en el museo 2", pero no me gustó nada. La sala estaba llena de adolescentes, familias con niños y seguramente suegras, muchas suegras.
De todas maneras, marqué ese día en mi agenda y desde entonces cuando se cumple el aniversario de aquella noche fantástica conduzco mi coche hasta el antiguo campo de tiro, lugar donde acababan todas las salidas nocturnas con mi mujer cuando éramos aún novios, y ambos escribimos juntos las secuelas que merece "Noche en el museo".

7.8
3,065
3
8 de noviembre de 2010
8 de noviembre de 2010
49 de 80 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni viví el 68 ni me siento atraído por su mística. Fue hermoso para los que lo vivieron por una razón indiscutible, poderosa, absoluta: eran jóvenes. Y no hay nada más. Y nada menos. Yo también mitifico mi juventud, los años ochenta, mucho más humorísticos en el momento y en la distancia que los sesenta.
Por ello me cuesta entender que una película tan mal rodada e interpretada como ésta –corrijo: rodada e interpretada con tal grado de amateurismo como ésta- esté situada donde está si no es obra de la nostalgia más ciega. Porque mira que he visto cosas mal rodadas e interpretadas –corrijo, mira que he visto cosas rodadas e interpretadas por aficionados- pero esto lo supera todo. ¿Por qué nadie lo dice si es evidente?
Alexandre ha sido abandonado por una mujer que simboliza –digo yo- la ilusión del 68 y se arroja en la seguridad de otra de más edad que simboliza –aventuro yo- la permanencia de anteriores generaciones aunque pretende compatibilizar esta relación con una tercera mucho más apetecible que simboliza –intuyo yo- el ansia de libertad sexual. Pero como Alexandre es francés, le parece poco símbolo y todo esto lo embrolla hasta el infinito.
Buñuel habría tratado a Alexandre como lo que es: un simple caradura. Eustache también lo piensa, pero le puede la simpatía por su alter-ego y nos satura la cabeza de monólogos sobre cualquier cosa que se le va ocurriendo mientras escribe el guión. El hecho de que luego lo largue un personaje u otro es totalmente arbitrario y puedo demostrar perfectamente que es así; aunque tendría que volver a ver “La mamá y la puta” para ello, lo cual no ocurrirá en los próximos 25 años y quizás para entonces ya no exista FA.
Por ello me cuesta entender que una película tan mal rodada e interpretada como ésta –corrijo: rodada e interpretada con tal grado de amateurismo como ésta- esté situada donde está si no es obra de la nostalgia más ciega. Porque mira que he visto cosas mal rodadas e interpretadas –corrijo, mira que he visto cosas rodadas e interpretadas por aficionados- pero esto lo supera todo. ¿Por qué nadie lo dice si es evidente?
Alexandre ha sido abandonado por una mujer que simboliza –digo yo- la ilusión del 68 y se arroja en la seguridad de otra de más edad que simboliza –aventuro yo- la permanencia de anteriores generaciones aunque pretende compatibilizar esta relación con una tercera mucho más apetecible que simboliza –intuyo yo- el ansia de libertad sexual. Pero como Alexandre es francés, le parece poco símbolo y todo esto lo embrolla hasta el infinito.
Buñuel habría tratado a Alexandre como lo que es: un simple caradura. Eustache también lo piensa, pero le puede la simpatía por su alter-ego y nos satura la cabeza de monólogos sobre cualquier cosa que se le va ocurriendo mientras escribe el guión. El hecho de que luego lo largue un personaje u otro es totalmente arbitrario y puedo demostrar perfectamente que es así; aunque tendría que volver a ver “La mamá y la puta” para ello, lo cual no ocurrirá en los próximos 25 años y quizás para entonces ya no exista FA.

7.3
7,881
5
2 de julio de 2015
2 de julio de 2015
28 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me duele decirlo, pero sin Ana Torrent y sin la música esta película sería una experiencia poco soportable.
Me duele especialmente la escena del baile infantil, muy tonto, muy inverosímil y muy poco natural. Súmesele el atuendo y el peinado de las chiquillas –espantosos ambos, de acuerdo que son los setenta pero ya podía haberse dejado aconsejar Saura- y la cosa abandona lo onírico y entra de lleno en la pesadilla, arruinando una de las grandes canciones de nuestras vidas. Por suerte la repiten enterita al final, en los créditos.
Sigamos con lugares comunes: El cine bajo el tardofranquismo tenía la gran ventaja del recurso a lo críptico. Muerto el general, se acaba la era en que lo simbólico vuela como un pájaro y ahora lo críptico se vuelve flácido, lo mágico se torna mínimo, lo próximo se aleja al máximo, lo lógico deja de ser sólido, lo impúdico es tímido y, por encima de todo, lo erótico parece hecho para una sesión de tarde de sábado.
Esa es la diferencia con “El espíritu de la colmena”, de la que “Cría cuervos” toma más cosas aparte de la protagonista. La peli de Erice era también críptica, mágica, pájara y simbólica, pero se disfruta porque es mucho más que todo eso.
En alguna crítica de aquí –creo que de Bloomsday- he leído que en el fondo a Saura no le importa demasiado la forma en que rueda y que a veces parece un amateur. Yo no tengo ni idea de esto pero es la impresión que me ha dado. Lo que le importa a Saura es una cosa muy difícil: que se entienda bien/que no se entienda nada lo que quiere decir. Esto lo conseguía Buñuel de manera clamorosa. No sabías bien qué significaba la imagen que acababas de ver pero a la vez lo entendías perfectamente, tanto como si un extraño que va por la calle te partiera la cara de un puñetazo: no comprendes por qué pero comprendes el puñetazo a la perfección, vaya si lo comprendes.
Me duele especialmente la escena del baile infantil, muy tonto, muy inverosímil y muy poco natural. Súmesele el atuendo y el peinado de las chiquillas –espantosos ambos, de acuerdo que son los setenta pero ya podía haberse dejado aconsejar Saura- y la cosa abandona lo onírico y entra de lleno en la pesadilla, arruinando una de las grandes canciones de nuestras vidas. Por suerte la repiten enterita al final, en los créditos.
Sigamos con lugares comunes: El cine bajo el tardofranquismo tenía la gran ventaja del recurso a lo críptico. Muerto el general, se acaba la era en que lo simbólico vuela como un pájaro y ahora lo críptico se vuelve flácido, lo mágico se torna mínimo, lo próximo se aleja al máximo, lo lógico deja de ser sólido, lo impúdico es tímido y, por encima de todo, lo erótico parece hecho para una sesión de tarde de sábado.
Esa es la diferencia con “El espíritu de la colmena”, de la que “Cría cuervos” toma más cosas aparte de la protagonista. La peli de Erice era también críptica, mágica, pájara y simbólica, pero se disfruta porque es mucho más que todo eso.
En alguna crítica de aquí –creo que de Bloomsday- he leído que en el fondo a Saura no le importa demasiado la forma en que rueda y que a veces parece un amateur. Yo no tengo ni idea de esto pero es la impresión que me ha dado. Lo que le importa a Saura es una cosa muy difícil: que se entienda bien/que no se entienda nada lo que quiere decir. Esto lo conseguía Buñuel de manera clamorosa. No sabías bien qué significaba la imagen que acababas de ver pero a la vez lo entendías perfectamente, tanto como si un extraño que va por la calle te partiera la cara de un puñetazo: no comprendes por qué pero comprendes el puñetazo a la perfección, vaya si lo comprendes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sólo que a Saura esto no le sale. Hay patas de pollo en la nevera. Vale. Supongo que será el cadáver exquisito del franquismo encerrado en el armario o algo así. Qué importará esto más allá de 1975, lo que nos muestra Saura es sólo un plato de patas de pollo.
En “Tristana” la protagonista maneja los pedales del piano sólo con un pie (la otra pierna se la amputaron). Es acojonante. Un conocido mío que en el tiempo que vio “Tristana” era seminarista –ahora vende coches- tuvo una erección con esta escena.
En “El espíritu de la colmena”, Ana mira cómo su padre pisa una seta venenosa. Es fascinante.
No tengo ni idea la razón por la que este tipo de cosas no me inspiran lo mismo en “Cría cuervos”, salvo lo que dije al principio. Saura ha hecho un montón de películas después de la llegada de la Democracia y menos mal que descubrió la veta del cine folclórico, qué gran paradoja, porque si no se hubiera muerto de asco. Y es que, en vez de preguntarse si simbolizaban los pescuezos destrozados por el garrote vil, la gente hubiera asociado el plato de patas de pollo con un ravioli de bullabesa de tierra con su miajita de hojiblanco gelé
En “Tristana” la protagonista maneja los pedales del piano sólo con un pie (la otra pierna se la amputaron). Es acojonante. Un conocido mío que en el tiempo que vio “Tristana” era seminarista –ahora vende coches- tuvo una erección con esta escena.
En “El espíritu de la colmena”, Ana mira cómo su padre pisa una seta venenosa. Es fascinante.
No tengo ni idea la razón por la que este tipo de cosas no me inspiran lo mismo en “Cría cuervos”, salvo lo que dije al principio. Saura ha hecho un montón de películas después de la llegada de la Democracia y menos mal que descubrió la veta del cine folclórico, qué gran paradoja, porque si no se hubiera muerto de asco. Y es que, en vez de preguntarse si simbolizaban los pescuezos destrozados por el garrote vil, la gente hubiera asociado el plato de patas de pollo con un ravioli de bullabesa de tierra con su miajita de hojiblanco gelé
25 de febrero de 2012
25 de febrero de 2012
25 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacía años que no me ocurría. De adolescente me pasó con Ellen, de “Calles de fuego”. Qué tiempos. Luego con “La mujer de al lado” de Truffaut, con Nova, la chica muda de “El planeta de los simios”, con Jane, de “Paris, Texas”, y por supuesto con la replicante Rachael, de “Blade Runner”, aunque hasta ahora la reina indiscutible era Anna, de ”El tercer hombre”. Ahora, al menos por esta noche, es Lisbeth.
La película es Lisbeth, hipnotiza y fascina cuando ella está, sólo entretiene cuando no está y uno cuenta el tiempo hasta que aparece cuando su ausencia se prolonga demasiado.
La película es Lisbeth, hipnotiza y fascina cuando ella está, sólo entretiene cuando no está y uno cuenta el tiempo hasta que aparece cuando su ausencia se prolonga demasiado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El resto no está mal, es una versión visualmente atractiva de cosas mil veces vistas:
- La investigación de un antiguo asesinato en el que no se encuentra el cadáver y que naturalmente aparece vivito y coleando al final.
- La resolución del misterio consultando fotos por internet.
- Alguien que exclama: ¡Son versículos de la Biblia!
- Un asesino en serie con mutilaciones, videos de sus hazañas, rituales pseudosatánicos, flores o poemas que se envían en la misma fecha, etc.
Como es en Suecia, los coches son Volvo, los muebles de Ikea y hay nieve, parece distinto, pero es lo de siempre.
Adiós, Lisbeth. Esta noche, como me pasó con Rachael, con Nova, con Anna, aunque duerma con mi mujer pensaré en ti. Es una saludable cuota de infidelidad que me concedo periódicamente. Buena suerte.
Ah, y el tipo ese no te merecía.
- La investigación de un antiguo asesinato en el que no se encuentra el cadáver y que naturalmente aparece vivito y coleando al final.
- La resolución del misterio consultando fotos por internet.
- Alguien que exclama: ¡Son versículos de la Biblia!
- Un asesino en serie con mutilaciones, videos de sus hazañas, rituales pseudosatánicos, flores o poemas que se envían en la misma fecha, etc.
Como es en Suecia, los coches son Volvo, los muebles de Ikea y hay nieve, parece distinto, pero es lo de siempre.
Adiós, Lisbeth. Esta noche, como me pasó con Rachael, con Nova, con Anna, aunque duerma con mi mujer pensaré en ti. Es una saludable cuota de infidelidad que me concedo periódicamente. Buena suerte.
Ah, y el tipo ese no te merecía.
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