Me resulta difícil hacer esta crítica sin revelar detalles de la serie (cosa que no quisiera hacer bajo ningún concepto), pero lo intentaré. La originalidad del argumento, las excelentes actuaciones, el ritmo, el guión... todo es tan innovador y de tal calidad que te deja al mismo tiempo queriendo más y que no hagan una segunda parte, que ya se sabe que nunca fueron buenas.

En fin, una maravilla. Me la ví del tirón.

Parece mentira que Angelina, embajadora de ACNUR, se haya metido en una película que, independientemente de lo MALA que es, dé una imagen tan lamentable y alejada de la realidad de lo que es la cooperación internacional y las personas que trabajamos en ella. Por no mencionar el desprecio por las comunidades beneficiarias mostrado en escenas como la del niño, exhibido como un mono en una fiesta para promover la recaudación por mala conciencia en lugar de la implicación por ética y justicia. La idea de la ONG trayendo armas para la guerrilla con los suministros para su proyecto (¡¡y en vehículos de la ONU, ni más ni menos!!) es tan absurda que me habría caído del sofá de la risa, si no hubiera estado tan cabreada.

Espero que al menos no la haya visto mucha gente...

Pues eso: son Jackie Chan y Owen Wilson haciendo el ganso por el Oeste. La peli da exactamente lo que uno podía se podía suponer. Y el que la haya visto esperando una cosa, pues la habrá parecido una caca. Pero bueno, yo es que de vez en cuando me como un Big Mac...

Muy malo tiene que ser todo en una peli para que la gran Adriana Ozores no la saque a flote, pero la verdad es que a Javier Pereira no hay quién se lo crea.

La peli tiene buenas intenciones, pero no acaba de convencer, en gran medida por la interpretación de Pereira (en mi modesta opinión).

Quisiera añadir que se nota que muchas críticas que ponen en duda detalles de la película están escritas por personas que no vivieron lo que era el narcotráfico en Galicia en los 80. Se preguntan cómo es que un periodista puede tener más datos que la policía. Pues muy sencillo, sólo tenía que preguntar a cualquiera de la zona de Arousa: todo el mundo sabe quién trafica, dónde viven y cómo se llaman. Entre otras cosas porque no se molestaban en disimular su recién adquirida riqueza.

Y a quien le parezcan inverosímiles las pintas de los narcos que salen en la peli, que busque en Google una foto de Sito Miñanco, Laureano Oubiña o cualquiera de los Charlines.

Soy tan imbécil que no me molesté en fijarme que la peli era del mismo director que "La interminable línea roja", aunque a los 15 minutos ya me había dado cuenta. Hasta la tortuga que se utiliza para curar a uno de los indios es más rauda que el ritmo de este bodrio pretencioso y maniqueo.

¿De verdad eran los indios tan perfectamente bondadosos y etéreos cual elfos de Lothlorien o es que fumaban algo más que tabaco? ¿Cómo se enamoran dos personas que intercambian 200 palabras en toda su vida? ¿A los colonos los mata el hambre o el aburrimiento? ¿Son verdaderamente necesarios los planos de 30 segundos a una hoja, una piedra o un gusano que pasaba por allí? ¿Qué enfebrecido petardo pagado de sí mismo escribió los monologuitos pseudofilosóficos en off? ¿Qué tiene que ver el final de la película con todo el resto? ¿Por qué odia tanto al mundo Terrence Malick? ¿Por qué los ronquidos de mi novio me impidieron quedarme dormida, oh, Señor?

Lo único bueno: que no he pagado por verla.

PD: El dos es por la fotografía.