Según he leído, llevaban tiempo intentando llevar a la gran pantalla este cuento de F. Scott Fitzgerald. Por fin lo hicieron y con acierto en su adaptación cinematográfica y con la suerte de haber realizado un trabajo excepcional y valorado por la crítica y por el público. De no haber conseguido crear un gran film como el largometraje de dos horas y media que ya existe, habría pasado sin pena ni gloria una historia realmente maravillosa de cuyo original, como se ha comprobado, se puede sacar buen partido. Por fortuna no se ha dado esta situación.
Este film es todo fantasía pues nunca existirá un ser humano capaz de crecer "al revés" y, por ello ver condicionada su vida y sus relaciones sentimentales. Pero se trata de una fantasía que te envuelve hasta tal punto que te lleva de viaje de la mano de Benjamin desde su vejez infantil hasta su niñez senil a partir de una conjugación de tiempos perfectamente equilibrados.

Por fin he visto Vicky Cristina Barcelona. Tenía muchas ganas, a a pesar de los comentarios que, en general, menosprecian la cinta. No creía que fueran ciertos porque Woody Allen es de esos directores que divide a los espectadores en dos: o bien te encanta o bien odias porque sus películas no te dicen nada. Yo me encuadro en la primera lista, y, sin embargo, la última del director neoyorquino me ha hecho deslizarme hacia el segundo bando dándole quizás un desmerecido 6 al trabajo por ser producto de este director y no de otro y, sin duda, porque los momentos centrados en la historia protagonizada por Johansson, Bardem y Cruz sí merecen la pena y hacen, desde luego, el film más llevadero.
De hecho, dichos momentos son lo único interesante de la película y eso es gracias, bajo mi punto de vista, a que el único personaje que llama la atención de la cinta es el de María Elena interpretado por Penélope Cruz, una actriz que destaca entre todo el reparto pues el trabajo del resto del elenco es insulso y no tiene ni sentido ni gracia.
Con respecto a esto, me gustaría decir que el hecho de que en esta película no me haya gustado nada Javier Bardem se debe más al actor de doblaje que se le ha atribuido que a su propio trabajo, porque mientras veía el largometraje intentaba imaginar qué sería de un Juan Antonio con la verdadera voz del actor, más grave y resonante, y lo cierto, es que, al menos en mi imaginación, Juan Antonio sonaba mejor: era más convincente, más seductor.
Por otra parte, aunque Rebeca Hall no lo haga mal, su papel es tan previsible que ni si quiera merece la pena hablar sobre él. Y a Scarlett la salva pertenecer al trío amoroso junto a los dos españoles.
Creo que hubiera sido un acierto por parte de Allen haberse centrado más en ese trío tan fuera de lo normal y desechar otras muchas escenas, incluso algunos personajes, y, sobre todo, haber dejado de lado los tópicos españoles de guitarra y toros así como la insufrible visita turística por Barcelona y Oviedo, más propia de un documental que de una película de ficción. Además, debería haberle puesto otros nombres a los personajes españoles, a Juan Antonio Gonzalo (se dice en un momento de la película el nombre completo del personaje de Bardem) y a María Elena que parecen sacados de una telenovela sudamericana.
Esperemos que la próxima de Woody siga en la línea de Match Point o de sus verdaderas comedias al estilo de Delitos y Faltas o Annie Hall porque Vicky Cristina Barcelona no tiene dosis ni de una ni de las otras, y mucho menos de estas segundas por pertenecer al género de la comedia.

Estoy completamente de acuerdo con la crítica de Tubularesa, aunque después de haber aguantado la primera temporada, decidí dejarla al ver lo ñoña y absurda que resultaba la segunda (más aún que la primera), de la que solo vi dos capítulos porque se me hicieron insoportables los personajes, insípidas las bromas/gags, un sinsentido el guion e infinitos los capítulos que, en realidad, ¡solo duran 30 minutos! Cuando quieres que acabe un capítulo de media hora es que algo falla. Y a esta serie, le falla todo.

Se trata de una sitcom sobre las aventuras y desaventuras de un grupo de amigas y sus novios/ligues en París. La trama inicial no tiene nada novedoso: dos amigas contratan a un prostituto para que su amiga infeliz y sin novio se lo pase bien y se le levante el ánimo. Obviamente, ella se enamora de él, al poco tiempo se entera del ardid, lo deja y él, enamorado también, intenta recuperarla. Nada nuevo. Sin embargo, argumentos ya trabajados mil y una veces pueden funcionar si están bien llevados, si están acompañados de personajes carismáticos y capítulos con tramas interesantes. En una sitcom tampoco se pide mucho, pero esta no da nada.

Hay mucho audiovisual francés para practicar este idioma y mejorar en él al tiempo que te entretienes. Escoger esta serie para tal fin es, como ella misma, un sinsentido.