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Críticas ordenadas por utilidad
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5.5
76
7
12 de diciembre de 2016
12 de diciembre de 2016
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jesús Franco, el Tío Jess, es el director más peculiar, inclasificable, heterogéneo, original y maldito de toda la historia del cine español. La friolera de 203 películas realizadas en 55 años de carrera (sí, de 1959 al 2013) a una media de casi 4 por año, tocando todos los géneros habidos y por haber, casi siempre con guiones propios, personales e intransferibles, filmando lo que le daba la gana y como le daba la gana, sin importarle un bledo las críticas ni casi diría que los espectadores ... eso era Jesús Franco.
Y el caso es que hay distinguir dos etapas distintas en su carrera. De 1959 a 1976, la que va de "Tenemos 18 años" a "Jack the Ripper", fue un buen director, cuando quería, con unas 25 películas destacables, entre el aprobado y el notable (aunque otras 50 más, pues no, todo hay que decirlo). Pero a partir de 1977, en fin, mejor correr un tupido velo: no hay nada mínimamente salvable en esos últimos 37 años y 130 películas. Nada. Por eso para mí el Jesús Franco director de cine nació en 1959 y murió en 1976; lo que vino luego es como si no existiera, lo prefiero así.
"Labios rojos" es su segunda película y una de las mejores. Una comedia policiaca o un thriller con tintes de comedia, como se prefiera. Dos guapas detectives privadas aficionadas (Ana Castor e Isana Medel) resuelven casos y se meten en líos. Agradable cinta, con interés, diversión, acción, humor, bien dirigida y con buenas interpretaciones de las dos citadas y el siempre magnífico Manolo Morán como comisario. También destaca Javier Amet como "malo" y unos correctos secundarios muy conocidos: Felix Defauce, Venancio Muro, Lina Canalejas ...
La idea de las dos detectives aficionadas tuvo su continuación en otro par de películas: "El caso de las dos bellezas" y "Bésame monstruo", rodadas al mismo tiempo en 1969 (durante el rodaje se alternaban las escenas de ambas películas, para optimizar tiempo y localizaciones, así era el Tío Jess), pero con otra pareja de actrices, las estupendas Janine Reynaud y Rosanna Yanni, que incluso mejoran a las antes citadas Castor y Medel.
En resumen, notable película perfectamente recomendable, que muestra lo que era el auténtico Jesús Franco antes de hundirse en los abismos.
Y el caso es que hay distinguir dos etapas distintas en su carrera. De 1959 a 1976, la que va de "Tenemos 18 años" a "Jack the Ripper", fue un buen director, cuando quería, con unas 25 películas destacables, entre el aprobado y el notable (aunque otras 50 más, pues no, todo hay que decirlo). Pero a partir de 1977, en fin, mejor correr un tupido velo: no hay nada mínimamente salvable en esos últimos 37 años y 130 películas. Nada. Por eso para mí el Jesús Franco director de cine nació en 1959 y murió en 1976; lo que vino luego es como si no existiera, lo prefiero así.
"Labios rojos" es su segunda película y una de las mejores. Una comedia policiaca o un thriller con tintes de comedia, como se prefiera. Dos guapas detectives privadas aficionadas (Ana Castor e Isana Medel) resuelven casos y se meten en líos. Agradable cinta, con interés, diversión, acción, humor, bien dirigida y con buenas interpretaciones de las dos citadas y el siempre magnífico Manolo Morán como comisario. También destaca Javier Amet como "malo" y unos correctos secundarios muy conocidos: Felix Defauce, Venancio Muro, Lina Canalejas ...
La idea de las dos detectives aficionadas tuvo su continuación en otro par de películas: "El caso de las dos bellezas" y "Bésame monstruo", rodadas al mismo tiempo en 1969 (durante el rodaje se alternaban las escenas de ambas películas, para optimizar tiempo y localizaciones, así era el Tío Jess), pero con otra pareja de actrices, las estupendas Janine Reynaud y Rosanna Yanni, que incluso mejoran a las antes citadas Castor y Medel.
En resumen, notable película perfectamente recomendable, que muestra lo que era el auténtico Jesús Franco antes de hundirse en los abismos.
4
12 de febrero de 2017
12 de febrero de 2017
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poco destacable trabajo de ese irregular director que fue Juan Antonio Bardem, genial en sus inicios (Cómicos, Muerte de un ciclista, Calle Mayor), mediocre al final, como curiosamente les ocurre a tantos directores españoles famosos.
Es una película extraña, española, rodada en Cadaqués con sus preciosos exteriores, pero con todos los actores extranjeros, algunos de ellos más perdidos que un pulpo en un garaje. Crítica a la burguesía de aquel entonces, que en el fondo es la misma de siempre, con su hipocresía, sus escabrosas relaciones amorosas y demás típicos ingredientes propios de ese tema. El guion no es malo, pero está desarrollado a medias, da toda la impresión de que el miedo a la censura hizo estragos en Bardem y se refrenó bastante más de lo que hubiera querido. Incluso estoy seguro que hay varias escenas cortadas (alguna de ellas muy evidente), como si hubiera una versión "completa" y la versión "oficial" que se distribuyó, aunque no he podido confirmarlo en ninguna web especializada.
El gran problema de la película son las interpretaciones. Sólo James Mason está muy bien, siempre fue un gran actor. Melina Mercuri, pues no tanto, cumple con profesionalidad, pero demasiado fría, falta fuego en su actuación. De todas formas, siempre me pareció mejor cantante y activista que actriz, pero es una opinión personal. En cuanto a Hardy Kruger, mal, siempre fue un actor muy flojo y en esta película lo demuestra, aparte de estar más desubicado que la Pantoja en un congreso de Astrofísica. Pésima elección, francamente. Los secundarios, para olvidar, nada destacable.
Resumiendo, película con pocos puntos de interés, muy irregular. Creo que no llega al aprobado, no puedo recomendarla.
Es una película extraña, española, rodada en Cadaqués con sus preciosos exteriores, pero con todos los actores extranjeros, algunos de ellos más perdidos que un pulpo en un garaje. Crítica a la burguesía de aquel entonces, que en el fondo es la misma de siempre, con su hipocresía, sus escabrosas relaciones amorosas y demás típicos ingredientes propios de ese tema. El guion no es malo, pero está desarrollado a medias, da toda la impresión de que el miedo a la censura hizo estragos en Bardem y se refrenó bastante más de lo que hubiera querido. Incluso estoy seguro que hay varias escenas cortadas (alguna de ellas muy evidente), como si hubiera una versión "completa" y la versión "oficial" que se distribuyó, aunque no he podido confirmarlo en ninguna web especializada.
El gran problema de la película son las interpretaciones. Sólo James Mason está muy bien, siempre fue un gran actor. Melina Mercuri, pues no tanto, cumple con profesionalidad, pero demasiado fría, falta fuego en su actuación. De todas formas, siempre me pareció mejor cantante y activista que actriz, pero es una opinión personal. En cuanto a Hardy Kruger, mal, siempre fue un actor muy flojo y en esta película lo demuestra, aparte de estar más desubicado que la Pantoja en un congreso de Astrofísica. Pésima elección, francamente. Los secundarios, para olvidar, nada destacable.
Resumiendo, película con pocos puntos de interés, muy irregular. Creo que no llega al aprobado, no puedo recomendarla.
25 de marzo de 2016
25 de marzo de 2016
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jaime de Armiñán es un director que siempre ha sido fiel a sí mismo, no dejándose llevar por las modas del momento. Por eso su obra es muy compacta, personal e interesante, con sus virtudes y defectos, pero sin que ninguna de sus películas o series de televisión, faceta en la brilla tanto o más que en el cine, se pueda calificar de mala. Ninguna. Todas tienen calidad, todas están entre el aprobado, el notable y algún sobresaliente. Y eso tratándose de alguien que ha dirigido 16 películas y 10 series para TV tiene un mérito extraordinario.
[ Bueno, en realidad sí hay una excepción, su primera película "Carola de día, Carola de noche", protagonizada por Pepa Flores, ex-Marisol, acabó resultando un desastre, pero no achacable a Armiñán, sino al productor Manuel Goyanes, futuro suegro de la artista, que descuartizó el guión a su antojo para desesperación del director y de Leo Anchóriz, el teórico guionista ]
A lo que voy, está película no es de las mejores de Armiñán, pero tiene suficientes atractivos para recomendarla sin reservas. Empezando por la interpretación estelar de una soberbia Marilina Ross, actriz argentina pero exiliada a España desde muy jovencita, de ahí que en la película se le note a veces un ligero acento criollo (por cierto, fue la última película que hizo aquí antes de regresar a su país). Adolfo Marsillach también brinda una magnífica interpretación de un personaje bastante raro y con muchos dobleces. Los secundarios son de muy alto nivel y cumplen como tales: Amparo Baró, Mary Carrillo y Emilio Gutiérrez Caba.
El guión del propio Armiñán no es sencillo para el espectador, exige atención para no perder el hilo, debido sobre todo a los citados dobleces del personaje de Marsillach (trampas, hablando claro), pero sigue los esquemas de profundo desarrollo psicológico de las personalidades tan queridos por el director, tanto en la pareja principal como en el personaje de la hermana, extraordinariamente interpretado por Amparo Baró. También es típico de Armiñán el mensaje de tono ligeramente pesimista que desemboca al final en optimista.
En resumen, película intimista, que se mueve entre el aprobado y el notable, indispensable para los seguidores de Jaime de Armiñán, pero igualmente recomendable a todo aficionado al cine.
[ Bueno, en realidad sí hay una excepción, su primera película "Carola de día, Carola de noche", protagonizada por Pepa Flores, ex-Marisol, acabó resultando un desastre, pero no achacable a Armiñán, sino al productor Manuel Goyanes, futuro suegro de la artista, que descuartizó el guión a su antojo para desesperación del director y de Leo Anchóriz, el teórico guionista ]
A lo que voy, está película no es de las mejores de Armiñán, pero tiene suficientes atractivos para recomendarla sin reservas. Empezando por la interpretación estelar de una soberbia Marilina Ross, actriz argentina pero exiliada a España desde muy jovencita, de ahí que en la película se le note a veces un ligero acento criollo (por cierto, fue la última película que hizo aquí antes de regresar a su país). Adolfo Marsillach también brinda una magnífica interpretación de un personaje bastante raro y con muchos dobleces. Los secundarios son de muy alto nivel y cumplen como tales: Amparo Baró, Mary Carrillo y Emilio Gutiérrez Caba.
El guión del propio Armiñán no es sencillo para el espectador, exige atención para no perder el hilo, debido sobre todo a los citados dobleces del personaje de Marsillach (trampas, hablando claro), pero sigue los esquemas de profundo desarrollo psicológico de las personalidades tan queridos por el director, tanto en la pareja principal como en el personaje de la hermana, extraordinariamente interpretado por Amparo Baró. También es típico de Armiñán el mensaje de tono ligeramente pesimista que desemboca al final en optimista.
En resumen, película intimista, que se mueve entre el aprobado y el notable, indispensable para los seguidores de Jaime de Armiñán, pero igualmente recomendable a todo aficionado al cine.
7
11 de mayo de 2016
11 de mayo de 2016
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de 1962, en blanco y negro, con imagen discreta y sonido aceptable (hablamos de hace 57 años, no se pueden pedir virguerías). Como en muchas de las pelis del Tío Jess, existen 2 versiones: la versión española, con un par de escenas censuradas (desnudos, claro) y la versión internacional, con esas dos mínimas escenas que no llegan al minuto y unos recortes de otras que no afectaban a la trama principal. O sea, que entre las dos tendríamos la versión completa.
La película me ha gustado, es de cuando Jesús Franco hacía muy buen cine (desde el 59 al 75 más o menos) y está a la altura de las que se realizaban por esa época en la Factoría Hammer de Roger Corman, ahí es nada. Buen argumento, bien desarrollado, dirección atenta y con buen ritmo, excelente fotografía y ambientación, malos malísimos (sensacional el gran Howard Vernon), castillos tenebrosos, laboratorios para experimentos con humanos ... en fin, el género de terror en todo su esplendor. Aparte de vernon, destacar las buenas intepretaciones de Conrado San Martin y Diana Lorys, muy correctos en sus papeles.
Hay que tenerla, es una de las mejores pelis de terror de la historia de cine español, claramente por encima de las de Paul Naschy y a la altura de las modernas de Jaume Balagueró, por poner dos ejemplos.
La película me ha gustado, es de cuando Jesús Franco hacía muy buen cine (desde el 59 al 75 más o menos) y está a la altura de las que se realizaban por esa época en la Factoría Hammer de Roger Corman, ahí es nada. Buen argumento, bien desarrollado, dirección atenta y con buen ritmo, excelente fotografía y ambientación, malos malísimos (sensacional el gran Howard Vernon), castillos tenebrosos, laboratorios para experimentos con humanos ... en fin, el género de terror en todo su esplendor. Aparte de vernon, destacar las buenas intepretaciones de Conrado San Martin y Diana Lorys, muy correctos en sus papeles.
Hay que tenerla, es una de las mejores pelis de terror de la historia de cine español, claramente por encima de las de Paul Naschy y a la altura de las modernas de Jaume Balagueró, por poner dos ejemplos.
23 de febrero de 2016
23 de febrero de 2016
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque prefiero el original literario que la adaptación cinematográfica, sobre todo tratándose del genial Miguel Mihura, hay que decir que la película es aceptable. No una maravilla, pero sí pasable. Correctamente dirigida por José María Forqué, en blanco y negro (hablamos de 1960), una buena ambientación, tanto interior como exterior y algunas escenas divertidas, pero creo que al guión se le podía haber sacado más humor, a ratos queda demasiado soso y sensiblero. Y recordemos que Mihura es sobre todo humor y ácida ironía. Por ahí tal vez flojea algo la película.
Sobre las interpretaciones, pues de todo. Correcto Adolfo Marsillach, aunque demasiado soso y monocorde. Cumple sin alardes la diva mexicana Silvia Pinal, aunque creo que no era la más adecuada para el papel (parece ser que fue una imposición de la productora, supongo que algún capitalista mexicano pondría dinero). Notables Julia Caba Alba y Guadalupe Muñoz Sampredo, que raras veces defraudan, así como Gracita Morales, con esa personalidad tan propia, personal e intransferible.
Como bien ha apuntado otro opinante, hay algún guiño a clásicos como "Arsénico por compasión" (Capra) y a "Rebeca" (Hitchcock). Bien visto.
En fin, recomendable, aunque se le podía haber sacado más partido a la obra de Mihura.
Sobre las interpretaciones, pues de todo. Correcto Adolfo Marsillach, aunque demasiado soso y monocorde. Cumple sin alardes la diva mexicana Silvia Pinal, aunque creo que no era la más adecuada para el papel (parece ser que fue una imposición de la productora, supongo que algún capitalista mexicano pondría dinero). Notables Julia Caba Alba y Guadalupe Muñoz Sampredo, que raras veces defraudan, así como Gracita Morales, con esa personalidad tan propia, personal e intransferible.
Como bien ha apuntado otro opinante, hay algún guiño a clásicos como "Arsénico por compasión" (Capra) y a "Rebeca" (Hitchcock). Bien visto.
En fin, recomendable, aunque se le podía haber sacado más partido a la obra de Mihura.
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