Si has visto otras películas de MIchael Bay, ya sabes lo que vas a ver: Autos volando por los aires, explosiones, tiros y una historia que nada en su incoherencia, pero que si le damos ciertas licencias, se puede disfrutar.

No creo ni de cerca que esta sea una de las mejores películas de Bay, aunque tampoco la peor. Sus personajes son estereotipados y, a pesar de su carisma, no permiten generar interés ni empatía. De a momentos, resultan sobreactuados, sobre todo el personaje de Jake Gyllenhaal.

La cámara abusa del dron y de caídas desde edificios que no aportan absolutamente nada. Más bien parece un chico jugando con su chiche nuevo. Además constantemente realiza primeros planos (y cuando digo primeros planos, me refiero a planos tan cercanos que a veces no se nota que están enfocando). Si bien se busca una sensación de sofoque y de riesgo, la película no se permite realizar planos abiertos, salvo en las escenas de acción filmadas con drones, y al cabo de un rato, más que sofocar empiezan a cansar.

La acción no es de lo mejor que vi de Bay. Si bien cumple, creo que hemos visto escenas más logradas por el director y más entretenidas. No obstante, se disfruta.

En conclusión, una peli chata de argumento, con escenas inverosímiles a granel y personaje vistos ya mil veces en pantalla, pero que cumple en su función de entretener a pesar de su acción algo reiterativa y poco novedosa.

Todo aquel que busque una película de terror que te haga saltar del asiento o te deje inquieto tras verla, mejor siga de largo. La película tiene más suspenso que terror. Puede que haya contado 1 o 2 escenas de terror, y fueron muy lights. Dentro del suspenso, el guión logra buenos momentos. El sitio donde se desarrolla la película es excelente, el monasterio es tenebroso, acorde a lo que quiere contar y ayuda a generar una atmósfera agobiante.

Luego de media película, ya la cosa está más que reiterativa. Hay escenas que se repiten una y otra vez sin necesidad. Entiendo que quieren resaltar ciertos aspectos del guión, pero ya después de tantas veces empecé a sentirme que me creían medio idiota.

El final, lejos de dar miedo o impactar, te deja totalmente indiferente y pensando: "¿tanta atmósfera creada para esto?". Es que no falla únicamente en no generar absolutamente nada, sino que es lo esperable. No hay giro argumental, no hay impacto visual, no hay sensación de que está pasando algo "terrible"... Básicamente pasa lo que ya sabemos que va a pasar hasta que la imagen se funde en negro para dar paso a los créditos.

¿Tiene una gran historia? No
¿Tiene grandes efectos especiales o de sonido? No
¿Tiene un giro sobre el final que te va dejar loco? No
Entoces, ¿qué hace buena a esta serie?

La serie está perfectamente actuada, y cuenta una historia muy simple pero de una manera super particular, rompiendo la cuarta pared como pocas veces he visto. Eso la vuelve notable. Quizás el error haya sido verla pensando que iba a encontrarme con un crimen atrapante y una historia llena de giros, pero al final lo que desarrolla la serie es el aspecto psicológico de sus protagonistas, y lo hace muy bien. Puede que uno se quede con sabor a poco por la simpleza de la historia, pero es un viaje que merece ser realizado sólo por lo dicho en estas últimas líneas.

Muchas veces vemos series que utilizan personajes concidos de antaño para ponerlos en nuevas situaciones, adaptarlos al siglo XXI y aprovechar esa fama que los años le dieron para enganchar al espectador. Esta serie es uno de esos casos.

La serie nos presenta a la familia Addams, y se centra principalmente en su hija "Wednesday", Miércoles en España o Merlina en Latinoamérica. Como soy latino, voy a referirme a ella como Merlina.

La cosa es que Merlina como personaje está perfectamente logrado, pero como serie se queda a medio camino. Me dio la sensación de estar viendo un refrito de cosas ya vistas. Pareciera que tomaron a "Los locos Addams", "Carrie" y "Harry Potter" y los metieron en una licuadora, y voilà! Tenemos la serie.

Jenna Ortega como Merlina es lo mejor, junto con la banda sonora del genial Danny Elfman. Por su parte, sentí a un Tim Burton desganado tras las cámaras. A la serie le faltan locaciones más características de sus películas, con aspectos más góticos, y personajes menos estereotipados de esos que fácilmente uno podía identificar y quedárseles grabados en la memoria en sus películas de los 90.

La serie se deja ver, pero no engancha demasiado. De hecho, ya para el tercer capítulo imaginaba quién podría ser la criatura y hacia el sexto ya había descubierto como venía toda la tramoya. Y, al perderse el misterio, se diluye aun más el interés.

La película es una locura total. Con un ritmo trepidante y escenas de lo más explícitas y bizarras, la película cuenta la historia de una pareja que estando separadas buscan reencontrarse en medio de un apocalipsis zombie. Pero no cualquier zombie. Básicamente siguen siendo las mismas personas de siempre, en sus plenas facultades físicas y mentales, pero con una sed de sangre y de depravación que los conduce a la excitación y al placer. Bajo este concepto, no es difícil intuir que la película tiene escenas fuertes: Violaciones, asesinatos y orgías en charcos de sangre.
La película realmente cumple en generar en el espectador un estado de alarma y de desconfianza sobre todo lo que pasa a su alrededor. Al igual que a los personajes, el espectador no sabe en qué momento todo se va a descontrolar y hasta donde están seguros. Ese es el gran mérito de la película.
Entonces se estarán preguntando, ¿por qué tan solo un 6 de nota? Y la respuesta es que en verdad la historia tiene potencial, pero siento que el director intenta impactar demasiado al espectador siendo explícito, y hasta cierto punto es correcto, pero cuando las escenas ya se vuelven bizarras al punto de dar risa en vez de miedo, se pierde esa atmósfera que tan bien recrea en ciertos momentos.