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México México · Puebla
Críticas de wraparty
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Críticas 208
Críticas ordenadas por utilidad
5
21 de marzo de 2018
17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
A sus 84 años de edad, Roman Polanski (The PIanist, The Ghost Writer) se las ha ingeniado para continuar dirigiendo películas mientras elude los cargos por abuso sexual que existen en su contra. Dejando de lado cualquier juicio moral en contra del artista, la realidad es que su último trabajo queda muy por debajo de lo que ha realizado anteriormente, por lo que parece que poco a poco va perdiendo la brillantez que hace unos años lo llevara a ganar un premio de la Academia. Basada en la novela homónima de Delphine de Vigan, el director francés contó con la colaboración de Olivier Assayas (Personal Shopper) para realizar una endeble adaptación incapaz de crear una atmósfera de intriga que logre enganchar al espectador.

Delphine Dayrieux es una exitosa escritora que ha alcanzado la cúspide de su carrera con una novela que debe su éxito precisamente por estar basada en un evento trágico de su pasado. Con evidentes remordimientos, la inspiración se ha ido, por lo que es incapaz de escribir una sola oración. Ante tantas tribulaciones, encuentra consuelo en Elle, una misteriosa admiradora que poco a poco se las arreglará para estar a su lado, con el fin de impulsarla (e incluso obligarla) para que escriba de nueva cuenta una historia que le permita continuar con su prestigiosa carrera. Irremediablemente, la relación entre ambas empezará a ser obsesiva, llevándolas a situaciones extremas.

Aunque el planteamiento es bastante atrayente, la ejecución resulta bastante fallida, dando como resultado una película bastante predecible. De esta forma, aunque en un principio logra captar el interés de la audiencia, la trama pierde fuerza mientras se desarrolla la relación entre ambas mujeres, haciendo evidente el origen de la supuestamente misteriosa Elle mientras cae en situaciones que más que intrigantes se perciben como artificiales y en ocasiones risibles. Carente de giros argumentales, el intento de thriller pierde su esencia para llegar a un final simple que no deja nada al espectador.

El papel de Delphine es encarnado por la francesa Emmanuelle Seigner (La môme, La Vénus à la fourrure), quien además es la esposa de Polanski, mientras que su compatriota Eva Green (Sin City: A Dame to Kill For, Miss Peregrine´s Home for Peculiar Children) es la encargada de dar vida a Elle. Ambas actrices ofrecen interpretaciones medianas, sobre todo por el hecho de que la química que debería de existir entre sus personajes nunca se ve reflejada en la pantalla, ni siquiera en las escenas supuestamente cargadas de erotismo que intentan presentar en algunas partes del filme. Sobre todo Eva Green ofrece una actuación que en muchas ocasiones se siente acartonada y nada convincente.

Es así como el último trabajo de Roman Polanski se queda como una carta de buenas intenciones que no ofrece nada relevante ni nuevo en el género. De esta forma, la cinta se siente plana y los eventos suceden sin despertar emoción alguna, desaprovechando un argumento interesante que con su errático desarrollo deja un mal sabor de boca en aquellos que esperaban entrar en la psicosis de una artista justo en el pináculo de su carrera.

Calificación: TÚ DECIDES.

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2
25 de julio de 2017
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
El australiano Paul Currie intenta retomar su carrera como director de cine, después de haber realizado su primer largometraje hace más de quince años. Con esta nueva entrega, Currie demuestra que dirigir no es lo suyo, situación que se agrava con un guion sin pies ni cabeza, cortesía de Todd Stein y Nathan Parker. Es así como con lo que por momentos parece ser un thriller, para después ser una cinta de acción y en momentos una historia de amor, no consigue más que confundir a un espectador que abandonará la sala con la sensación de haber perdido 90 preciosos minutos de su vida.

La película trata acerca de Dylan, un controlador de tráfico aéreo que a dos semanas de cumplir los 30 años empieza a tener alucinaciones acerca de eventos que sucederán en el futuro, justamente a las 2:22 de la tarde. Distraído por sus premoniciones, el protagonista está a punto de causar un accidente aéreo, situación que provoca que lo suspendan. Al disponer de suficiente tiempo libre, Dylan empieza a relacionar una serie de patrones que se repiten día a día a lo largo de su rutina. Eventualmente conocerá a Sarah, una mujer que iba a bordo de uno de los aviones que estuvieron a punto de colisionarse; de esta forma, mientras los patrones y coincidencias continúan repitiéndose, surgirá la sospecha de que ambos comparten un pasado en común, con una historia que surgió años antes de que ellos nacieran.

Si bien la trama puede parecer interesante, la realidad es que su ejecución es pésima. Los personajes son planos y no cuentan con desarrollo alguno, por lo que los eventos suceden atropelladamente uno sobre otro sin que el espectador pueda determinar qué es lo que está sucediendo. Al final, se pretenden unir todos los cabos sueltos con una conclusión bastante simplista y hasta risible, llegando a una conclusión predecible y sin chiste.

El holandés Michiel Huisman (mejor conocido como Daario Naharis en Game of Thrones) es el encargado de interpretar a Dylan, siendo incapaz de imprimirle ninguna personalidad a un personaje bastante soso. Por otra parte Teresa Palmer (Hacksaw Ridge) pasa sin pena ni gloria como Sarah. En lo que resta del reparto hay muy poco que resaltar, puesto que ninguna actuación es capaz de vestir el desastre creado por el director y sus guionistas.

De esta forma, 2:22 quedará al olvido como un intento de thriller incapaz de manejar convincentemente sus elevadas teorías del tiempo y del espacio, mientras que actores como Huisman tendrán que buscar más opciones para dar el salto a la gran pantalla e intentar consolidarse como un actor de un nivel superior. Así, este filme es el claro ejemplo de que una trama muy pretenciosa no necesariamente será interesante cuando sus elementos no se conjuntan de forma coherente.

Calificación: TÚ DECIDES.

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7
30 de marzo de 2019
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un mes antes de lo que promete ser el trepidante final de una era cinematográfica, llega un nuevo personaje al Marvel Cinematic Universe. Desconocida por muchos, Carol Danvers aka Captain Marvel llega a las salas de cine dando mucho de qué hablar no por su calidad cinematográfica, sino por un trasfondo político relacionado con cuestiones de género. A diferencia de lo que sucedió a principios de 2018 cuando Black Panther sorprendió arrasando en taquillas con un éxito que la llevó incluso a ganar tres de los siete premios Oscar a los que estuvo nominada, en esta ocasión la maquinaria mercadológica de Marvel Studios falló rotundamente al querer vender su película número veintiuno como una reivindicación al género femenino, y no como una cinta de superhéroes que serviría como preámbulo para el gran evento Avengers: Endgame.

Cuando Tchalla y compañía aparecieron en el MCU, nadie le tuvo que comunicar al público acerca de su origen afroamericano, y sin hacer hincapié en temas raciales, se dejó que el filme fluyera de forma natural dentro del gusto de los espectadores para alcanzar grados de aceptación sorprendentes, sobre todo considerando que se trataba de un héroe prácticamente desconocido. No obstante, en esta ocasión fueron excesivos los intentos de Marvel por avisar a su público que se aproximaba un personaje que, al parecer solo por el hecho de ser mujer, sería capaz de ocupar el primer lugar dentro de un universo que lleva más de diez años de existencia.

Los resultados fueron desastrosos, la película entró en polémicas y controversias tan innecesarias que incluso llegaron a repercutir en la figura personal de Brie Larson (Room, The Glass Castle), una actriz que además de talentosa ha sido de las principales promotoras de los derechos de las mujeres en la industria del cine. Dejando la política aparte, la realidad es que Captain Marvel no defrauda como un producto cinematográfico del MCU, con todas las virtudes y defectos que esto supone. En esta ocasión, se presenta la historia de Carol Danvers, quien bajo el nombre de Vers forma parte de la raza Kree, habitantes de un planeta con vocación guerrera que vive en conflicto permanente con los Skrull. Completamente adaptada a la disciplina militar, la súper soldado vive con el presentimiento de que algo no está bien, desconociendo prácticamente la totalidad de su pasado. De esta forma, una casualidad del destino la lleva al planeta Tierra, lugar en el cual conocerá a un joven Nick Fury, quien la ayudará a buscar respuestas sobre sus orígenes.

Ambientada en los años noventa, la nostalgia es uno de los elementos de los cuales se valieron los directores Anna Boden y Ryan Fleck (ambos ya habían colaborado en Mississippi Grind) para dotar a esta cinta con un sello particular, complementándolo con la aparición de Nick Fury, un personaje que cuenta con el gusto de todo el público y que acompaña a la protagonista para explotar la fórmula “pareja dispareja”. La realidad es que ambas estrategias funcionaron bastante bien, entregando así una película con secuencias de acción bien trabajadas, efectos especiales sobresalientes y una historia que logra enganchar al público, con el agregado de los momentos divertidos bien cuidados característicos de este tipo de filmes.

En lo que se refiere a las actuaciones, Brie Larson hace un buen trabajo encarnando a Carol Danvers, mientras que Samuel L. Jackson hace lo propio como la versión joven de un personaje con el cual lleva trabajando más de una década. Por otra parte, Jude Law (Closer, Hugo) cumple con su interpretación de Yon-Rogg, un guerrero Kree que funge como mentor y compañero de la protagonista. Destaca además la aparición de Annette Bening (American Beauty, The Kids are all Right) como Wendy Lawson y el regreso de Clark Gregg como el emblemático agente Coulson.

A pesar de tener fallos evidentes como la inclusión de canciones noventeras en momentos inadecuados y echar a perder las ilusiones de muchos marveleres que esperaban que Nick Fury perdiera el ojo de una forma épica, la realidad es que Captain Marvel no desentona en lo absoluto en el MCU. Afortunadamente, el fallo mercadológico no traspasó la pantalla, por lo que la historia de Danvers no se siente como un intento de reivindicar a las mujeres, posicionando de manera natural a la nueva superheroína como un personaje capaz de acoplarse a lo que se ha venido trabajando, quedando a la espera de su relevancia en Avengers: Endgame. Como es costumbre en este tipo de cintas, contiene dos escenas post créditos, una mucho más relevante que la otra.

Calificación: TÚ DECIDES.

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8
22 de diciembre de 2016
17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de éxitos como Despicable Me (1 y 2), Minions y The Secret Life of Pets, esta última estrenada también en este año, Universal se une de nueva cuenta con IIllumination Entertainment para traer una película musical protagonizada completamente por animales. Sing, relata la historia de Buster Moon, un koala amante del espectáculo que busca a toda costa salvar de la quiebra al teatro que su padre con tanto esfuerzo le regaló. Para ello, organiza un concurso de canto entre los habitantes de la ciudad, con el cual, además de tener la posibilidad de ver realizados sus sueños de ser artistas, podrán ganar una jugosa suma de dinero.

De esta forma, Moon y Crawly, su incondicional asistente, llevarán a cabo una serie de audiciones al más puro estilo de American Idol quedando como finalistas personajes bastante talentosos y peculiares. En primer lugar, Mike es un ratón narcisista, amante de la buena vida, cuya voz y talento lo destacan del resto, siendo su gran problema el gusto por la vida nocturna y las apuestas. Por otra parte, Rosita es una dedicada aunque incomprendida ama de casa que sueña con ser cantante, a pesar de la indiferencia de su marido y de los veinticinco cerditos que han procreado juntos. Mientras tanto, Johnny es un gorila cuyo padre es líder de una banda de asaltantes, viéndose obligado a participar en cada uno de sus robos a pesar de que lo suyo en realidad es la música. Otra participante es Ash, una puercoespín que tiene que superar los celos de su pareja por haber sido elegida para concursar, debiendo sobreponerse a la ruptura amorosa para demostrar sus grandes habilidades artísticas. Completa el reparto Meena, una tímida elefante incapaz de mostrar su excepcional voz al no poder superar su pánico escénico.

Es así como todo está listo para subir el telón e iniciar una serie de aventuras y desventuras que cada concursante deberá de superar para alcanzar el éxito. De esta forma, el público quedará encantado con el talento de cada “artista” y sus historias de vida, las cuales muy a su manera serán un ejemplo de superación personal, culminando con un final bastante emotivo que sin duda dejará satisfechos a chicos y grandes. Es precisamente ese el gran mérito de la cinta, ya que desarrolla de manera adecuada a cada uno de sus personajes, dedicándoles el tiempo necesario para conocerlos y crear empatía con ellos. Asimismo, la película se apoya de un soundtrack tanto agradable como variado, incluyendo temas de Lady Gaga, Elthon John, Paul Anka, Stevie Wonder, Paul McCartney, Queen, Taylor Swift, Carly Rae Jepsen y los Gipsy Kings.

La versión en español cuenta con la participación de Benny Ibarra como Buster Moon, mientras que Hanna y Ashley del grupo Ha*Ash prestan sus voces para Rosita y Ash respectivamente. Roger González le da voz a Johnny, mientras que Eugenia “La China” Suárez y Leonardo Sbaraglia hacen lo propio con Meena y Mike. No obstante, cabe señalar que aunque la película este doblada al castellano, la mayoría de las canciones fueron conservadas en el idioma inglés, por lo que también se pueden escuchar las voces de Matthew McConaughey, Reese Witherspoon, Seth MacFarlane, Scarlett Johansson, Taron Egerton y Tori Kelly entonando la gran variedad de canciones que conforman la banda sonora de la película.

Dejando de lado el trabajo de animación, el cual es muy bueno, Sing es la cinta mejor trabajada que la mancuerna Universal-Illumination ha realizado en cuanto a su historia, ya que los directores Christophe Lurdelet y Garth Jennings dejan de lado las secuencias de humor de “pastelazo” y presentan una historia que además de divertida, desarrolla muy bien a sus personajes al dotarlos de mayor esencia. Asimismo, la película no intenta crear polémica ni incluir mensajes ocultos, siendo su único objetivo entretener y dejar un mensaje positivo en la audiencia. De esta forma, el público se identifica e involucra fácilmente con la trama y sus personajes. Tomando en cuenta lo anterior, así como el hecho de que los lazos familiares son el valor que predomina en todo el filme, hacen de ésta una cinta bastante recomendable para ver en esta época navideña con los seres queridos.

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5
6 de octubre de 2016
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Del director Derek Cianfrance (Blue Valentine, Brother Tied) llega la adaptación al cine de la novela del mismo nombre escrita por M.L. Stedman, la cual aunque presenta una historia interesante, no ha sido llevada de la mejor forma a la gran pantalla. La cinta relata la vida de Tom Sherbourne, un militar retirado que decide aceptar un solitario trabajo como guardián de un faro con tal de dejar atrás a los fantasmas de la “Gran Guerra” y pasar el resto de su vida en total tranquilidad. No obstante, la calma se interrumpe abruptamente cuando conoce a Isabel, una joven de la localidad quien decide que su amor es más grande que el aislamiento y así contraer matrimonio con Tom. Los recién casados viven de forma tranquila como los únicos habitantes de la isla del faro, todo es paz y quietud hasta que la pareja enfrenta dificultades para tener un hijo, situación que inundará sus vidas de pena y tristeza.

En medio de su melancolía, Isabel recibe un inesperado “milagro”, un bote encalla en la isla del faro con dos pasajeros, un hombre muerto y una bebé recién nacida con vida. A pesar de que Tom considera que lo correcto es dar aviso y localizar a los padres de la niña, cede ante las súplicas de Isabel y decide adoptarla sin informar a nadie. No obstante y a pesar de la felicidad que su hija adoptiva le trae tanto a él como a su esposa, el fantasma de la duda no lo dejará descansar en ningún momento, mucho menos cuando al regresar a la localidad descubre la identidad de la verdadera madre. Así, la pareja deberá de enfrentar el dilema moral entre hacer lo correcto o callar con tal de seguir siendo felices con su familia perfecta.

Si bien el argumento de la cinta es bastante interesante, la ejecución de la misma deja mucho que desear. El inicio de la película, dedicado a la forma en cómo Tom e Isabel se enamoran, transcurre de forma muy lenta y carente de emotividad, situación que se extiende incluso cuando se proyectan los primeros meses de los recién casados. Aunque se intenta potencializar el drama ocurrido durante el tiempo en que no pueden tener hijos, el objetivo no se cumple de la mejor manera. De esta forma, el inicio de la película es un prolongado letargo que sólo se interrumpe cuando se descubre la identidad de la verdadera madre de la niña. No obstante, incluso la forma en cómo se proyecta el dilema moral en el cual tanto Tom como Isabel se ven inmersos no llega a ser del todo convincente. Asimismo, existe un fallo de cinematografía puesto que, en realidad, el espectador nunca llega a percibir esa sensación de aislamiento entre el faro y la localidad a la que pertenece, ya que en la película se muestra una gran cercanía entre ambos espacios.

En lo que respecta al reparto, el recién nominado al Oscar como mejor actor, Michael Fassbender (Steve Jobs) es el encargado de interpretar a Tom Sherbourne, desempeñando un buen trabajo al plasmar de forma bastante realista a un hombre carente de sensaciones y visiblemente afectado por la guerra. Por otra parte, la ganadora del Oscar Alicia Vikander (The Danish Girl) encarna a Isabel, cumpliendo con una actuación aceptable al presentar a una mujer cuyo carácter impulsivo es totalmente opuesto al de su marido. Para completar el cuadro, está la también ganadora al Oscar Rachel Weisz (The Constant Gardener) quien se encarga de desempeñar el papel de Hannah, la verdadera madre de la hija adoptiva de los Sherbourne, en un plano secundario que adquiere mayor fuerza conforme avanza la cinta, capaz de despertar antipatía o simpatía dependiendo de la forma en cómo uno juzgue la historia. De esta forma, si bien el reparto principal es de primer nivel, la realidad es que sus actuaciones cumplen con el cometido de la cinta sin llegar a ser extraordinarias.

Considerando lo anterior, si bien la película puede ser efectiva para poner sobre la mesa el debate acerca de si la pareja cometió un secuestro, de la moralidad de sus acciones e incluso acerca de quién puede decirse que en realidad es un padre, éste es más bien mérito de la novela y no de la cinta, puesto que carece de aquellos momentos que hacen que el espectador se vea inmerso en el dilema moral que viven sus personajes.

Calificación: TÚ DECIDES.

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