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Críticas 208
Críticas ordenadas por utilidad
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9
20 de julio de 2018
17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
El año 2004 fue testigo del lanzamiento de una cinta animada que sin duda marcó un paradigma en lo que se refiere al cine de superhéroes. Cuatro años antes de que iniciara el MCU, el público conoció a los Parr, una familia encabezada por Mr. Incredible y Elastigirl obligada a ocultar sus poderes y llevar una vida normal para evitar ser encarcelados. Con un argumento que en su momento fue bastante novedoso, la que en ese entonces fuera apenas la sexta película de los estudios Disney-Pixar logró posicionarse en el gusto de todo tipo de público, lo cual les permitió seguir siendo recordados aún después de una década de su estreno.

Fue así como, para beneplácito de muchos, los personajes de The Incredibles regresan a la pantalla grande para demostrar que son lo suficientemente carismáticos para fascinar a una nueva generación. Dirigida y escrita nuevamente por Brad Bird, la secuela inicia en un punto inmediatamente posterior a los sucesos acontecidos en la primera cinta. Los superhéroes siguen siendo objeto del escrutinio público debido a los destrozos que dejan tras de sí en su lucha por la justicia. Ante esta situación, un excéntrico millonario pone en marcha un plan para reivindicar el nombre de aquellos seres extraordinarios a quienes admira desde pequeño. No obstante, será esta vez Elastigirl el personaje principal de esta nueva estrategia, por lo que Mr. Incredible deberá de asumir en su totalidad el papel de Bob Parr para encargarse de las tareas del hogar y de la educación de Violet, Dash y Jack-Jack.

Es de esta forma que un nuevo éxito de los estudios Disney-Pixar llega a las salas para demostrar que siguen estando a la vanguardia en lo que a técnicas de animación se refiere. No obstante, aunque la calidad de la cinta es extraordinaria, la historia queda un poco a deber, ya que en realidad se trata de un argumento demasiado similar a su antecesora, aunque en esta ocasión centrada en el personaje femenino. De hecho, la película ha llamado la atención debido a que para muchos se presenta como una reivindicación animada del papel de las mujeres en la sociedad, ya que en esta ocasión los roles cambian y es Elastigirl, la madre y esposa, quien toma el protagonismo del filme para dejar que el marido se ocupe de las tareas domésticas. No obstante, el guion de Bird no se siente de esa manera, ya que éste es demasiado simple como para querer ahondar en cuestiones más profundas.

Considerando lo anterior, tomar a esta nueva entrega como una reivindicación animada del feminismo es ir demasiado lejos. En realidad, la historia se desenvuelve de buen modo con momentos cómicos en los cuales el verdadero personaje a seguir es Jack-Jack, quien si bien en la antecesora se mantuvo un tanto relegado, esta vez toma el control de la película y se convierte en la figura a seguir. En lo que se refiere a las voces, destacan nuevamente en el doblaje mexicano Consuelo Duval y Víctor Trujillo, quienes han adoptado como propios a Elastigirl y Mr. Incredible para realizar un excelente trabajo con sus interpretaciones.

En algo que sí es relevante en relación a mujeres que toman la batuta, como preámbulo del largometraje se exhibe Bao, el cual si bien no es de lo más destacado de los estudios refleja los efectos del “síndrome del nido vacío” de forma muy peculiar. De la mano de Domee Shi, primera mujer que dirige un cortometraje animado en su totalidad, la historia se centra en una madre que decide adoptar a un panecillo como si fuera su propio hijo, viéndolo crecer hasta el punto en que debe de afrontar su inevitable salida del hogar. Con un mensaje bastante profundo, la complejidad de una relación madre-hijo es reflejada en sentido figurado de forma atinada, aun cuando existen extremistas cuyo razonamiento es tan raquítico como para interpretar que se trata de una invitación al canibalismo.

De esta forma, Brad Bird y Disney-Pixar se anotan un éxito más al traer de nuevo a los emblemáticos superhéroes con una cinta muy entretenida y de calidad indiscutible, siendo sin lugar a dudas la mejor opción animada que figura en las carteleras veraniegas. Así, se trata de una película ideal para pasar una tarde en familia gracias a que, por lo menos en México, se tuvo el cuidado de no incluir malas palabras en el doblaje, razón por la cual la única advertencia a considerar antes de pagar el boleto es el hecho de que se incluye una escena que podría llegar a causar convulsiones en personas que sufren epilepsia, la cual por cierto resulta ser la mejor ejecutada de todo el filme.

Calificación: TÚ DECIDES.

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21 de marzo de 2018
17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
A sus 84 años de edad, Roman Polanski (The PIanist, The Ghost Writer) se las ha ingeniado para continuar dirigiendo películas mientras elude los cargos por abuso sexual que existen en su contra. Dejando de lado cualquier juicio moral en contra del artista, la realidad es que su último trabajo queda muy por debajo de lo que ha realizado anteriormente, por lo que parece que poco a poco va perdiendo la brillantez que hace unos años lo llevara a ganar un premio de la Academia. Basada en la novela homónima de Delphine de Vigan, el director francés contó con la colaboración de Olivier Assayas (Personal Shopper) para realizar una endeble adaptación incapaz de crear una atmósfera de intriga que logre enganchar al espectador.

Delphine Dayrieux es una exitosa escritora que ha alcanzado la cúspide de su carrera con una novela que debe su éxito precisamente por estar basada en un evento trágico de su pasado. Con evidentes remordimientos, la inspiración se ha ido, por lo que es incapaz de escribir una sola oración. Ante tantas tribulaciones, encuentra consuelo en Elle, una misteriosa admiradora que poco a poco se las arreglará para estar a su lado, con el fin de impulsarla (e incluso obligarla) para que escriba de nueva cuenta una historia que le permita continuar con su prestigiosa carrera. Irremediablemente, la relación entre ambas empezará a ser obsesiva, llevándolas a situaciones extremas.

Aunque el planteamiento es bastante atrayente, la ejecución resulta bastante fallida, dando como resultado una película bastante predecible. De esta forma, aunque en un principio logra captar el interés de la audiencia, la trama pierde fuerza mientras se desarrolla la relación entre ambas mujeres, haciendo evidente el origen de la supuestamente misteriosa Elle mientras cae en situaciones que más que intrigantes se perciben como artificiales y en ocasiones risibles. Carente de giros argumentales, el intento de thriller pierde su esencia para llegar a un final simple que no deja nada al espectador.

El papel de Delphine es encarnado por la francesa Emmanuelle Seigner (La môme, La Vénus à la fourrure), quien además es la esposa de Polanski, mientras que su compatriota Eva Green (Sin City: A Dame to Kill For, Miss Peregrine´s Home for Peculiar Children) es la encargada de dar vida a Elle. Ambas actrices ofrecen interpretaciones medianas, sobre todo por el hecho de que la química que debería de existir entre sus personajes nunca se ve reflejada en la pantalla, ni siquiera en las escenas supuestamente cargadas de erotismo que intentan presentar en algunas partes del filme. Sobre todo Eva Green ofrece una actuación que en muchas ocasiones se siente acartonada y nada convincente.

Es así como el último trabajo de Roman Polanski se queda como una carta de buenas intenciones que no ofrece nada relevante ni nuevo en el género. De esta forma, la cinta se siente plana y los eventos suceden sin despertar emoción alguna, desaprovechando un argumento interesante que con su errático desarrollo deja un mal sabor de boca en aquellos que esperaban entrar en la psicosis de una artista justo en el pináculo de su carrera.

Calificación: TÚ DECIDES.

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25 de julio de 2017
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
El australiano Paul Currie intenta retomar su carrera como director de cine, después de haber realizado su primer largometraje hace más de quince años. Con esta nueva entrega, Currie demuestra que dirigir no es lo suyo, situación que se agrava con un guion sin pies ni cabeza, cortesía de Todd Stein y Nathan Parker. Es así como con lo que por momentos parece ser un thriller, para después ser una cinta de acción y en momentos una historia de amor, no consigue más que confundir a un espectador que abandonará la sala con la sensación de haber perdido 90 preciosos minutos de su vida.

La película trata acerca de Dylan, un controlador de tráfico aéreo que a dos semanas de cumplir los 30 años empieza a tener alucinaciones acerca de eventos que sucederán en el futuro, justamente a las 2:22 de la tarde. Distraído por sus premoniciones, el protagonista está a punto de causar un accidente aéreo, situación que provoca que lo suspendan. Al disponer de suficiente tiempo libre, Dylan empieza a relacionar una serie de patrones que se repiten día a día a lo largo de su rutina. Eventualmente conocerá a Sarah, una mujer que iba a bordo de uno de los aviones que estuvieron a punto de colisionarse; de esta forma, mientras los patrones y coincidencias continúan repitiéndose, surgirá la sospecha de que ambos comparten un pasado en común, con una historia que surgió años antes de que ellos nacieran.

Si bien la trama puede parecer interesante, la realidad es que su ejecución es pésima. Los personajes son planos y no cuentan con desarrollo alguno, por lo que los eventos suceden atropelladamente uno sobre otro sin que el espectador pueda determinar qué es lo que está sucediendo. Al final, se pretenden unir todos los cabos sueltos con una conclusión bastante simplista y hasta risible, llegando a una conclusión predecible y sin chiste.

El holandés Michiel Huisman (mejor conocido como Daario Naharis en Game of Thrones) es el encargado de interpretar a Dylan, siendo incapaz de imprimirle ninguna personalidad a un personaje bastante soso. Por otra parte Teresa Palmer (Hacksaw Ridge) pasa sin pena ni gloria como Sarah. En lo que resta del reparto hay muy poco que resaltar, puesto que ninguna actuación es capaz de vestir el desastre creado por el director y sus guionistas.

De esta forma, 2:22 quedará al olvido como un intento de thriller incapaz de manejar convincentemente sus elevadas teorías del tiempo y del espacio, mientras que actores como Huisman tendrán que buscar más opciones para dar el salto a la gran pantalla e intentar consolidarse como un actor de un nivel superior. Así, este filme es el claro ejemplo de que una trama muy pretenciosa no necesariamente será interesante cuando sus elementos no se conjuntan de forma coherente.

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30 de marzo de 2019
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un mes antes de lo que promete ser el trepidante final de una era cinematográfica, llega un nuevo personaje al Marvel Cinematic Universe. Desconocida por muchos, Carol Danvers aka Captain Marvel llega a las salas de cine dando mucho de qué hablar no por su calidad cinematográfica, sino por un trasfondo político relacionado con cuestiones de género. A diferencia de lo que sucedió a principios de 2018 cuando Black Panther sorprendió arrasando en taquillas con un éxito que la llevó incluso a ganar tres de los siete premios Oscar a los que estuvo nominada, en esta ocasión la maquinaria mercadológica de Marvel Studios falló rotundamente al querer vender su película número veintiuno como una reivindicación al género femenino, y no como una cinta de superhéroes que serviría como preámbulo para el gran evento Avengers: Endgame.

Cuando Tchalla y compañía aparecieron en el MCU, nadie le tuvo que comunicar al público acerca de su origen afroamericano, y sin hacer hincapié en temas raciales, se dejó que el filme fluyera de forma natural dentro del gusto de los espectadores para alcanzar grados de aceptación sorprendentes, sobre todo considerando que se trataba de un héroe prácticamente desconocido. No obstante, en esta ocasión fueron excesivos los intentos de Marvel por avisar a su público que se aproximaba un personaje que, al parecer solo por el hecho de ser mujer, sería capaz de ocupar el primer lugar dentro de un universo que lleva más de diez años de existencia.

Los resultados fueron desastrosos, la película entró en polémicas y controversias tan innecesarias que incluso llegaron a repercutir en la figura personal de Brie Larson (Room, The Glass Castle), una actriz que además de talentosa ha sido de las principales promotoras de los derechos de las mujeres en la industria del cine. Dejando la política aparte, la realidad es que Captain Marvel no defrauda como un producto cinematográfico del MCU, con todas las virtudes y defectos que esto supone. En esta ocasión, se presenta la historia de Carol Danvers, quien bajo el nombre de Vers forma parte de la raza Kree, habitantes de un planeta con vocación guerrera que vive en conflicto permanente con los Skrull. Completamente adaptada a la disciplina militar, la súper soldado vive con el presentimiento de que algo no está bien, desconociendo prácticamente la totalidad de su pasado. De esta forma, una casualidad del destino la lleva al planeta Tierra, lugar en el cual conocerá a un joven Nick Fury, quien la ayudará a buscar respuestas sobre sus orígenes.

Ambientada en los años noventa, la nostalgia es uno de los elementos de los cuales se valieron los directores Anna Boden y Ryan Fleck (ambos ya habían colaborado en Mississippi Grind) para dotar a esta cinta con un sello particular, complementándolo con la aparición de Nick Fury, un personaje que cuenta con el gusto de todo el público y que acompaña a la protagonista para explotar la fórmula “pareja dispareja”. La realidad es que ambas estrategias funcionaron bastante bien, entregando así una película con secuencias de acción bien trabajadas, efectos especiales sobresalientes y una historia que logra enganchar al público, con el agregado de los momentos divertidos bien cuidados característicos de este tipo de filmes.

En lo que se refiere a las actuaciones, Brie Larson hace un buen trabajo encarnando a Carol Danvers, mientras que Samuel L. Jackson hace lo propio como la versión joven de un personaje con el cual lleva trabajando más de una década. Por otra parte, Jude Law (Closer, Hugo) cumple con su interpretación de Yon-Rogg, un guerrero Kree que funge como mentor y compañero de la protagonista. Destaca además la aparición de Annette Bening (American Beauty, The Kids are all Right) como Wendy Lawson y el regreso de Clark Gregg como el emblemático agente Coulson.

A pesar de tener fallos evidentes como la inclusión de canciones noventeras en momentos inadecuados y echar a perder las ilusiones de muchos marveleres que esperaban que Nick Fury perdiera el ojo de una forma épica, la realidad es que Captain Marvel no desentona en lo absoluto en el MCU. Afortunadamente, el fallo mercadológico no traspasó la pantalla, por lo que la historia de Danvers no se siente como un intento de reivindicar a las mujeres, posicionando de manera natural a la nueva superheroína como un personaje capaz de acoplarse a lo que se ha venido trabajando, quedando a la espera de su relevancia en Avengers: Endgame. Como es costumbre en este tipo de cintas, contiene dos escenas post créditos, una mucho más relevante que la otra.

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3 de enero de 2019
26 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde su debut como cineasta, el danés Lars von Trier se ha caracterizado por salirse de los cánones y realizar cintas que distan mucho de ser convencionales. Como fundador del movimiento Dogma 95, el cual abogaba por el regreso de historias más creíbles en el cine minimizando el uso de efectos especiales, ha entregado cintas tan relevantes como Dogville y Melancholia y otras más controvertidas como Antichrist y Nynphomaniac. En esta ocasión, el realizador pretende sumergir al espectador en la retorcida mente de un asesino en serie, con resultados que, como suele suceder cuando se trata de las películas que siguen esta línea, son bastante discutibles.

La cinta es una especie de viaje introspectivo de Jack, quien le cuenta a un ser misterioso los pormenores de su vida criminal. Dividida en cinco “incidentes”, el multiasesino relata (y von Trier demuestra) con lujo de detalle las motivaciones y métodos que lo llevaron a cometer atrocidades que incluyen mutilaciones, fusilamientos, experimentos militares de exterminio e incluso taxidermia humana. Inducido por su trastorno obsesivo compulsivo, el personaje descarga sus frustraciones como arquitecto mediocre en cada una de sus víctimas para denominarse a sí mismo como Mr. Sophistication, buscando en todo momento perfeccionar sus sádicos sistemas para matar.

De forma demasiado explícita, von Trier no tiene reparo en mostrar con exceso de violencia cada uno de los asesinatos que comete su personaje. Durante más de dos horas de tormento visual, el también guionista pretende justificarse introduciendo elementos filosóficos relacionados con las relaciones familiares, la naturaleza del ser humano, el papel de la mujer en la sociedad, ideologías políticas e incluso la esencia del arte. Así, el cineasta utiliza a Jack como su portavoz para intentar convencer al público de que este frenesí sin sentido en realidad tiene un trasfondo ideológico, el cual no es evidente para el ojo común.

No obstante, la realidad es que von Trier solo busca impactar a su audiencia con escenas violentas mientras lo engaña haciéndole creer que debe de pensar más para entender su obra. Sin embargo, la realidad es que toda la retórica que maneja no es más que un sinsentido, una fallida pretensión de mostrar que el baño de sangre es un analogía de lo que pasa en el mundo. Ni siquiera el buen trabajo de Manuel Alberto Caro (Antichrist, Nynphomaniac) en la fotografía, ni la excelente actuación de Matt Dillon (Crash) interpretando a Jack, hacen que valga la pena dedicar tiempo para ver este filme.

Es así como von Trier triunfa una vez más, pero no como cineasta, sino como un personaje curioso que goza de crear controversias, si bien una vez se ganó el repudio general en Cannes por declararse como un admirador del nazismo, en esta ocasión logró sacar a un gran número de espectadores en el mismo evento, los cuales de inmediato adivinaron su gastada estrategia y decidieron no volver a caer en su juego provocador.

Calificación: TÚ DECIDES.

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