Para mi se trata de una de las mejores películas del cine español. El guión es muy bueno así como también la ambientación, pero lo que hace que la película sea de calidad es la perfecta interpretación de ese grandísimo actor que es Luís Tosar que sabe darle el “toque” justo a cada gesto consiguiendo aumentar el climax de suspense y temor que fluye del texto de Alberto Marini haciéndonos recordar las grandes joyas del género de la era Hitchcock. Mención especial merece también su director el catalán Jaume Balagueró que demuestra que se sabe manejar bien y se siente especialmente cómodo en el cine de terror.

Se trata de una película maravillosa con un estudio magnífico y cuidadísimo de las personalidades de los protagonistas. Es un placer contemplar cómo, paso a paso, sutilmente sustentada en pequeños gestos y vivencias, se genera una profunda, entrañable e intocable amistad. Sobre una historia trágica y real dos personas de cunas bien distantes congenian como sólo se puede dar cuando las almas hablan. Una interpretación magistral, una excelente dirección y una ambientación perfecta. Lo tiene todo

Me he sentido, durante toda la película, “tocado” en mis emociones por un realismo cruel, macabro, triste. El film plasma de forma siniestramente burlona la realidad más desnuda, aquella que se rie de ti en tus propias narices, aquella que cuando parece que no puede irte peor, las cosas empeoran de forma contundente y a una caída se sucede la otra y vas cayendo por los escalones notando todas y cada una de las duras aristas y, a la vez el cerebro y con el los sentidos se “anestesian” para vivir en la desgracia y no sentir tanto dolor. La película plasma todo ello con simplísima maestría, sin prisa y con tres actores y cuatro escenarios. Buena película de Jean Renoir. He de ver “Perversidad”.

Película bien simple pero bien difícil a la hora de hacer la crítica. Me refiero a que no tengo duda que no va a figurar en ninguna lista de films imprescindibles ni tan siquiera recomendables; no obstante es una película diferente en donde lo que destaca es la frescura y abundancia de los gags que resultan tan seguidos y repletos de chispa que no te queda más remedio que reir y reir. Si a ello añades el lenguaje barriobajero que hace juego, tendríamos que decir que nos encontramos ante algo más de hora y media hilarante que, en los tiempos que corren, no viene nada mal. Poco más se puede decir.

Una comedia muy bien trazada que sabe hilvanar unas escenas de humor con otras sucediéndose de manera ininterrumpida de principio a fin, garantizando la continua carcajada del espectador. Louis de Funes y Bourvil están inmensos y la ambientación es colosal. En suma, un espectáculo muy divertido y recomendable para toda la familia.