You must be a loged user to know your affinity with SeDePelisNoDeCine
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
8
24 de abril de 2018
24 de abril de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ay... el anime. Cuan interesante me has parecido y cuanta pereza me has dado a la hora de la verdad. Cuando por fin me decidí a darle una oportunidad a este medio (que no género) me topé con series interesantes pero por desgracia su rama cinéfila no me ha dado muchas satisfacciones. Me descargué más de media docena de películas de las que solo me gustó una (Nausicaä del Valle del Viento), cerrando el círculo el sábado pasado con la última que quedaba en mi disco duro: Perfect Blue.
Tengo entendido que esta película iba a ser de acción real hasta que un terremoto destrozó los decorados, obligando a los productores a encargar a Satoshi Kon que la hiciese de animación (más barata) y así recuperar parte de la inversión. Esto desde luego se nota, porque el acabado es muy espartano. El dibujo, el color, la animación, la banda sonora... Todo es muy básico; no confundir con ineficaz. Si alguien espera encontrarse un acabado nivel Studio Ghibli se ha equivocado de barrio. Por contra, 'Perfect Blue' destaca en lo más importante: el guión. Ya podrían los de Hollywood aplicarse el cuento.
La historia sigue las andanzas de una suerte de Hannah Montana versión japonesa que deja su grupo musical para probar suerte en la televisión. Nada que destacar hasta que le toca rodar una escena, con la que si el director pretendía ponerme nervioso lo consiguió con creces. Ingenuo de mi, pensaba que esto era apenas un instante y que en adelante la película volvería a su tono original. Nada más lejos de la realidad; aquí es donde realmente empieza 'Perfect Blue', el resto había sido solo un preámbulo. A partir de aquí el conflicto emocional de la protagonista se agrava, la línea entre lo real y lo irreal desaparece y la trama no podría ser más desconcertante.
Constantemente juega con tu percepción de la realidad: "Esto parece real", pero no; "Esto es muy fuerte", pero no; "Esto no puede ser real", pues si que lo era. Así todo el rato, a lo que se le suman algunas subtramas que contribuyen a aumentar la locura de la protagonista: un acosador, una página web con información sensible, las puyas a la cultura pop japonesa... Todo ello en una cinta muy dinámica en la que no dejan de pasar cosas durante los escasos 80 minutos de duración.
Lo único que le reprocho es el final. Si bien está acorde con el tono general, da la sensación que surge de la nada, dejándome con el gesto un poco torcido. Eso, unido a la sobrecarga de información hace que necesites verla dos o tres veces para entenderla completamente. Con un solo visionado la comprendí a grandes rasgos pero me quedaron cosas en el tintero, y por eso no le doy un 10.
En resumen: Satoshi Kono y Sadayuki Murai (guionista) hicieron mucho con muy poco adaptando la novela de Yosikazu Takeuchi, creando un excelente thriller psicológico que se ha convertido en un clásico del Anime.
Tengo entendido que esta película iba a ser de acción real hasta que un terremoto destrozó los decorados, obligando a los productores a encargar a Satoshi Kon que la hiciese de animación (más barata) y así recuperar parte de la inversión. Esto desde luego se nota, porque el acabado es muy espartano. El dibujo, el color, la animación, la banda sonora... Todo es muy básico; no confundir con ineficaz. Si alguien espera encontrarse un acabado nivel Studio Ghibli se ha equivocado de barrio. Por contra, 'Perfect Blue' destaca en lo más importante: el guión. Ya podrían los de Hollywood aplicarse el cuento.
La historia sigue las andanzas de una suerte de Hannah Montana versión japonesa que deja su grupo musical para probar suerte en la televisión. Nada que destacar hasta que le toca rodar una escena, con la que si el director pretendía ponerme nervioso lo consiguió con creces. Ingenuo de mi, pensaba que esto era apenas un instante y que en adelante la película volvería a su tono original. Nada más lejos de la realidad; aquí es donde realmente empieza 'Perfect Blue', el resto había sido solo un preámbulo. A partir de aquí el conflicto emocional de la protagonista se agrava, la línea entre lo real y lo irreal desaparece y la trama no podría ser más desconcertante.
Constantemente juega con tu percepción de la realidad: "Esto parece real", pero no; "Esto es muy fuerte", pero no; "Esto no puede ser real", pues si que lo era. Así todo el rato, a lo que se le suman algunas subtramas que contribuyen a aumentar la locura de la protagonista: un acosador, una página web con información sensible, las puyas a la cultura pop japonesa... Todo ello en una cinta muy dinámica en la que no dejan de pasar cosas durante los escasos 80 minutos de duración.
Lo único que le reprocho es el final. Si bien está acorde con el tono general, da la sensación que surge de la nada, dejándome con el gesto un poco torcido. Eso, unido a la sobrecarga de información hace que necesites verla dos o tres veces para entenderla completamente. Con un solo visionado la comprendí a grandes rasgos pero me quedaron cosas en el tintero, y por eso no le doy un 10.
En resumen: Satoshi Kono y Sadayuki Murai (guionista) hicieron mucho con muy poco adaptando la novela de Yosikazu Takeuchi, creando un excelente thriller psicológico que se ha convertido en un clásico del Anime.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cuando el acosador estaba en su casa tramando su mierdas cómo hacía "la mala" para manipularle? Él también la veía con la cara de Mima o en realidad todo era fruto de su imaginación y el director le puso la misma ropa que en las alucinaciones de la Mima real para hacerme la picha un lío?

7.1
124,044
8
21 de junio de 2018
21 de junio de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
'Tiburón', uno de los productos más influyentes del séptimo arte, uno de los padres del blockbuster, y precursor de otros éxitos del género como 'Alien: el octavo pasajero', forma parte de una amplio espectro de películas imprescindibles que el cazurro que escribe estas líneas no se ha dignado a ver hasta los 23 añazos. Fue el éxito que permitió asomar la cabeza en Hollywood a Steven Spielberg, probablemente mi director favorito, y considerado por muchos como uno de los mejores de la historia. Es ahora que estoy viendo bastante cine cuando comprendo lo mucho que aun me falta por descubrir.
El guión está dividido en dos bloques. El primero nos presenta unos personajes sencillos pero bien construidos, sus circunstancias y la amenaza. De este tramo destaco el sentido del humor; sobre todo a esa panda de paletos que, alentados por la recompensa que se ofrece por el bicho, se hacen a la mar en precarias barcazas con el ingenuo propósito de cazarlo con palos, arpones, rifles, incluso explosivos... El segundo consiste en una tensa e interminable batalla en el mar contra el animal, que pese a su duración no se hace pesada en ningún momento gracias al buen hacer de los actores y del equipo de filmación.
Juega muy bien con el concepto 'más vale sugerir que mostrar'. Esto se aplica de varias maneras; ya sea la obvia de no enseñar al escualo más de lo necesario, representado por un excelente animatrónico; y otra serían las muertes. Claro, alguien como yo, que no había visto la película pero conocía su reputación esperaría ver docenas de devorados, pero son solo los necesarios. Detalles como estos son los que permiten identificar a un buen director.
Pocas pegas le puedo poner... No me gustan los aspavientos que hace la primera victima cuando es atacada, pero... por raro que parezca, el elemento que más me molesta es también uno de los más icónicos: la banda sonora. Al igual que pasaría después con 'E.T., el extraterrestre', se abusa demasiado del tema principal compuesto por John Williams, y aunque su uso no siempre implica que el tiburón logre atrapar a su presa, ayudando a hacer la película menos predecible, me resulta cansino.
En resumen: una excelente película que se ganó un lugar en la historia del cine. No es un género que me atraiga demasiado, pero como me dijo mi padre: "Ese verano nadie tuvo huevos a meterse en el mar".
El guión está dividido en dos bloques. El primero nos presenta unos personajes sencillos pero bien construidos, sus circunstancias y la amenaza. De este tramo destaco el sentido del humor; sobre todo a esa panda de paletos que, alentados por la recompensa que se ofrece por el bicho, se hacen a la mar en precarias barcazas con el ingenuo propósito de cazarlo con palos, arpones, rifles, incluso explosivos... El segundo consiste en una tensa e interminable batalla en el mar contra el animal, que pese a su duración no se hace pesada en ningún momento gracias al buen hacer de los actores y del equipo de filmación.
Juega muy bien con el concepto 'más vale sugerir que mostrar'. Esto se aplica de varias maneras; ya sea la obvia de no enseñar al escualo más de lo necesario, representado por un excelente animatrónico; y otra serían las muertes. Claro, alguien como yo, que no había visto la película pero conocía su reputación esperaría ver docenas de devorados, pero son solo los necesarios. Detalles como estos son los que permiten identificar a un buen director.
Pocas pegas le puedo poner... No me gustan los aspavientos que hace la primera victima cuando es atacada, pero... por raro que parezca, el elemento que más me molesta es también uno de los más icónicos: la banda sonora. Al igual que pasaría después con 'E.T., el extraterrestre', se abusa demasiado del tema principal compuesto por John Williams, y aunque su uso no siempre implica que el tiburón logre atrapar a su presa, ayudando a hacer la película menos predecible, me resulta cansino.
En resumen: una excelente película que se ganó un lugar en la historia del cine. No es un género que me atraiga demasiado, pero como me dijo mi padre: "Ese verano nadie tuvo huevos a meterse en el mar".
19 de febrero de 2018
19 de febrero de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada vez que alguien diga "Que buen cine se hacía antes, no como ahora" habría que recordarle la existencia de películas como esta. Igualmente dentro de 40 años la gente mirará con nostalgia nuestra época y se quejará de su cine. Todo por el complejo de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Complejo que solo delata la falta de libros de historia en nuestras casas. 'La incursión de mil aviones' es una insignificante película palomitera. Usa una trama sencilla, la engorda con conflictos burdos y topicazos, y para el cine. En cuanto al diseño de producción hay poco que decir: un aeródromo, y unas tomas aéreas rodadas en estudio con fondos proyectados que dan grima. Si, es lo que había entonces y me lo como. Lo que no me como es que un piloto mire hacia atrás y el avión que supuestamente le sigue vuele claramente en dirección contraria. En montaje se hace abundante uso de imágenes bélicas de archivo, recurso usual entonces que provocaba muchos anacronismos: derriban un Val, luego un Zero, ahora aparece un B-29 en llamas... Cosas que solo el enteradillo de turno nota (como yo), y le da la risa. Además hay planos que se repiten. Confieso que la trama mejora a medida que entra en materia, el actor protagonista está bastante correcto y el guión tiene algunos diálogos ingeniosos, o graciosos, pero no me deja nada para el recuerdo.
En resumen: Mediocre cine bélico antediluviano.
En resumen: Mediocre cine bélico antediluviano.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Dejando de lado quién o dónde efectuó la primera incursión con mil aviones, si esta la llevan a cabo exclusivamente bombarderos americanos por qué los ingleses tienen voto en la decisión de llevarla a cabo. También podrían haber indagado más en el esfuerzo del protagonista por enderezar a su grupo aéreo, y no perder el tiempo con un innecesario romance que no aporta nada. Lo de siempre, tomar a las mujeres por tantas suponiendo que al meter con calzador un amorío de baratillo lograrás engañarlas para que vayan al cine. Recurso que por desgracia se sigue usando hoy en día.
8
12 de febrero de 2018
12 de febrero de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando supe de una película ideada por Kubrick y realizada por Spielberg me pareció la combinación más bizarra que había escuchado jamás. Más que nada por la fama de ambos, y porque siento cierta admiración por Steven, mientras que Stanley me causa bastante indiferencia. Leída la sinopsis recordé aquel capítulo de 'Los Simpson' que claramente parodia esta película, y al ser una premisa interesante (aunque un poco dramática para mi gusto) me decidí a verla. Resultado: ya nunca podré decir que no existe película capaz de hacerme llorar. Hicieron falta 22 años, 11 meses y 17 días, pero por fin este músculo que tengo en el pecho encontró su igual. La película te transmite un cóctel de emociones. Durante la primera media hora se puede cortar la tensión con un cuchillo. Es curioso como empiezas sintiendo incomodidad hacia aquellos que están con "el niño", para pasar a sentir preocupación por él. Desde luego es un mérito hacerme sentir empatía por ese ente que durante los primeros 15 minutos me parecía la cosa más siniestra que había parido madre. A partir de aquí ya no pude despegarme del televisor. Se ha discutido mucho si la última media hora de película sobra. Yo creo que si hubiese acabado 30 minutos antes hubiese dejado al público bastante descolocado. Coincido en que el final no es perfecto; le sobra narración y explicaciones pseudocientíficas, pero es innegablemente emotivo y realmente logró conmoverme, lo que no es moco de pavo. A la excelente historia y dirección se unen la fantástica interpretación de Haley Joel Osment y la preciosa banda sonora de John Williams que nos acompaña durante todo el viaje.
En resumen: Una reimaginación del cuento de Pinocho francamente interesante e incomprensiblemente desconocida. Como todo producto humano que se precie tiene sus fallas (no me parece que el personaje de Jude Law aporte demasiado), pero eso no la inhibe de las virtudes que le aporta este artista de la ciencia-ficción que es Steven Spielberg.
En resumen: Una reimaginación del cuento de Pinocho francamente interesante e incomprensiblemente desconocida. Como todo producto humano que se precie tiene sus fallas (no me parece que el personaje de Jude Law aporte demasiado), pero eso no la inhibe de las virtudes que le aporta este artista de la ciencia-ficción que es Steven Spielberg.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hay una cosa que quizás sea casualidad, pero me dejó más helado que al protagonista. Pocos saben que muchos de los cuentos llevados al cine por Disney tienen películas ajenas a esta compañía. Cuando era crío había un VHS en mi casa con una versión de Pinocho distinta a la que todos conocemos. En esta versión había una escena en que Pinocho, buscando a su padre, quedaba congelado dentro de una cueva. De niño esa escena me causaba auténtico PAVOR, y cuando me mudé a los siete años ese VHS quedó en la casa vieja, por lo que nunca volví a saber de él y se convirtió en un recuerdo de lo impresionables que somos de niños. Que 'David', protagonista de esta película, se quede congelado durante dos mil años me trajo a la memoria aquel VHS, y no hizo sino aumentar mi empatía hacia este entrañable personaje, que movido por la ingenuidad y el irrefrenable deseo de volver a ver a su madre se embarca en un viaje que acabaría convirtiéndole en el último vestigio de la raza humana. Esto me hace pensar que Spielberg se informó a fondo sobre este personaje, ya que Disney apenas nos mostraba un ápice del contenido original. Cosa lógica teniendo que comprimir el cuento a 2 horas de metraje.
No sé, debo tener alguna fijación por los finales disfuncionales. Ninguno me había conmovido tanto desde que vi el anime 'Elfen Lied', cuyo final también fue duramente criticado pero a mi me hizo papilla.
No sé, debo tener alguna fijación por los finales disfuncionales. Ninguno me había conmovido tanto desde que vi el anime 'Elfen Lied', cuyo final también fue duramente criticado pero a mi me hizo papilla.

7.0
1,171
Animación
4
5 de abril de 2021
5 de abril de 2021
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de empezar aclarar un par de cosas. Sí, soy fan de Digimon, fue de mis series favoritas de infancia y al redescubrirla de adolescente planté la semilla de mi actual afición por el anime. No obstante no he visto aun Digimon Tri, y como sospecho que algunas cosas que me cojean aquí están explicadas ahí las voy a dejar fuera de la crítica. Aun así no creo que en un año normal hubiese pagado por verla, pero como la pandemia ha dejado la cartelera hecha cisco, pues por algún lado hay que atacarla. Y qué narices, el año pasado me lo pasé teta viendo BNHA Hero Rising en pantalla grande así que, fuera prejuicios... Lástima que la flauta no haya sonado por segunda vez.
Cuando volvía a casa me asaltaba una duda: ¿Realmente la película es tan mala o he pecado de ir a ver una película para niños esperando que me tratasen como un adulto? Respuesta: no. ¿Por qué? Por Hero Rising, una película para niños que me trató como un niño y de la cual salí silbando. A diferencia de aquella, que continua una serie aun en emisión, Last evolution Kizuna apunta a los fans de una serie emitida hace más de 20 años, los cuales ya tenemos pelos en los huevos y esperamos que nos traten con un poco de seriedad... y lo hace, acierta la película en eso. Cuál es el problema? Que se pasa brutalmente de frenada. Last Evolution Kizuna resulta por momentos intensita, pedante y grandilocuente. El foco de esto es el personaje nuevo de la chica americana (no podía faltar el bombo a los EEUU). No nos tratan ni como niños ni como adultos, sino como adolescentes flipados a los que sueltas un poco de verborrea y ya piensan que están viendo algo muy profundo. Yo me he visto toda la filmografía de Nolan y ya estoy vacunado.
El tratamiento de personajes es el mayor pufo aquí. Si uno de los puntos fuertes de Adventure 01 fue su capacidad para integrar de forma orgánica un grupo de personajes bastante amplio, Last Evolution Kizuna mete a muchísimos (Adventure y 02) pero no sabe manejarlos. Tai y Mat son los únicos personajes reales que hay en la película. Bueno, la chica nueva también es un buen personaje, pero en un sentido menos amable de la palabra. Los demás humanos están para saludar: hola soy Yolei; hola soy Izzy y suelo deducir cosas muy locas; hola soy Davis que pasaba por aquí, y este ser andrógino que me acompaña es Kent, y suerte que lo dices porque como lo tenga que adivinar yo... Y más sangrante es el caso de los digimon, que están para hacer bulto, sin desarrollo, ni siquiera personalidad. Ese es el gran problema; tiene sentido que el guión se centre en los dos personajes más carismáticos porque si no esto sería un pifostio; lo que no tiene sentido es que en una película cuyo conflicto se apoya en el vínculo entre humanos y sus compañeros digimon estos últimos no pinten nada más allá de lo obvio de repartir soplamocos de vez en cuando. En serio, te tiras toda la película viendo a Tai y Mat sufriendo la crisis de su lazo con Agumon y Gabumon, y estos están de adorno. Es inaudito, banaliza uno de los pilares de la serie en general y de esta película en particular: LOS DIGIMON NO SON MASCOTAS!
El guión es muy precario; está adornado con palabrería barata y un tono tirando a serio, pero no tiene personalidad. Todo huele a usado, la primera mitad copia descaradamente a la película de Mamoru Hosoda, y aunque en el último tramo coge cierto ritmo nunca termina de desaparecer ese tufillo a chotuno. Cuando llega el típico momento final de villano explicando su plan y motivaciones, estas siguen recordando al villano final de Adventure 02: crear una suerte de utopía orweliana de felicidad, que tu dices: “Pero qué me estás container?”. Incluso esa batalla final en un espacio cerrado con todos esos bichos rodeando a los protas me recordó al último nivel de Alfheim en SAO. Aquí ya no sabía si reír o llorar. Y ya que hablo de llorar, estoy hasta las narices del tic que tiene el anime de que, a falta de contenido o madurez, siempre recurran a la lágrima fácil. Una cosa es el drama (o melodrama) y otra el chantaje emocional descarado, que yo no compro. Como tampoco compro el puñetero recurso de las pausas para comer, que se suceden. Sólo sirven para el ¿has pillado la referencia al restaurante de Davis? Sí, la he pillado. ¿Y la novela de TK? Sí, también la he pillado... Lo que no pillo es por qué mostrando tanto respeto por la segunda temporada me haces un final que rompe completamente con ella. Eso sí, dejando la coletilla de "seguro que nos volvemos a ver", dando pie a una secuela que desmienta todo lo que acabo de ver.
Y antes de acabar voy a detenerme en la estética. Esta franquicia tiene un serio problema desde Frontier, cuando la animación tradicional (o su aspecto por lo menos) fue reemplazada por la informática, que le da un aspecto mucho más genérico que las dos primeras, que rezumaban personalidad (la tercera estaba en un punto intermedio). Al aplicarse a una nueva propuesta como era Frontier no resultaba tan cantoso, pero si lo aplicas a una película vinculada a la primera temporada, el contraste entre ambas deja a la nueva en bastante mal lugar. Esto trajo otro problema, la traición al mismo significado de la serie; Digimon es el acrónimo de "monstruos digitales", de ahí que las primeras generaciones fuesen mayoritariamente animales, mientras que desde Frontier se han ido sustituyendo por humanoides con coraza o directamente por robots. Aquí se nota mucho en un jefe final que, aun referenciando a la reina alien de James Cameron, resulta un tanto genérico tanto en diseño como en habilidad. Sencillamente la actual animación japonesa por computadora no está madura ni para terminar de compensar la falta de fluidez de la animación tradicional, ni mucho menos para igualar su acabado.
En resumen: Last Evolution Kizuna es una película breve y entretenida a ratos, pero fallida por pretender ser más relevante de lo que es, y por no hacer honor a las virtudes que hicieron grande a la serie original.
Cuando volvía a casa me asaltaba una duda: ¿Realmente la película es tan mala o he pecado de ir a ver una película para niños esperando que me tratasen como un adulto? Respuesta: no. ¿Por qué? Por Hero Rising, una película para niños que me trató como un niño y de la cual salí silbando. A diferencia de aquella, que continua una serie aun en emisión, Last evolution Kizuna apunta a los fans de una serie emitida hace más de 20 años, los cuales ya tenemos pelos en los huevos y esperamos que nos traten con un poco de seriedad... y lo hace, acierta la película en eso. Cuál es el problema? Que se pasa brutalmente de frenada. Last Evolution Kizuna resulta por momentos intensita, pedante y grandilocuente. El foco de esto es el personaje nuevo de la chica americana (no podía faltar el bombo a los EEUU). No nos tratan ni como niños ni como adultos, sino como adolescentes flipados a los que sueltas un poco de verborrea y ya piensan que están viendo algo muy profundo. Yo me he visto toda la filmografía de Nolan y ya estoy vacunado.
El tratamiento de personajes es el mayor pufo aquí. Si uno de los puntos fuertes de Adventure 01 fue su capacidad para integrar de forma orgánica un grupo de personajes bastante amplio, Last Evolution Kizuna mete a muchísimos (Adventure y 02) pero no sabe manejarlos. Tai y Mat son los únicos personajes reales que hay en la película. Bueno, la chica nueva también es un buen personaje, pero en un sentido menos amable de la palabra. Los demás humanos están para saludar: hola soy Yolei; hola soy Izzy y suelo deducir cosas muy locas; hola soy Davis que pasaba por aquí, y este ser andrógino que me acompaña es Kent, y suerte que lo dices porque como lo tenga que adivinar yo... Y más sangrante es el caso de los digimon, que están para hacer bulto, sin desarrollo, ni siquiera personalidad. Ese es el gran problema; tiene sentido que el guión se centre en los dos personajes más carismáticos porque si no esto sería un pifostio; lo que no tiene sentido es que en una película cuyo conflicto se apoya en el vínculo entre humanos y sus compañeros digimon estos últimos no pinten nada más allá de lo obvio de repartir soplamocos de vez en cuando. En serio, te tiras toda la película viendo a Tai y Mat sufriendo la crisis de su lazo con Agumon y Gabumon, y estos están de adorno. Es inaudito, banaliza uno de los pilares de la serie en general y de esta película en particular: LOS DIGIMON NO SON MASCOTAS!
El guión es muy precario; está adornado con palabrería barata y un tono tirando a serio, pero no tiene personalidad. Todo huele a usado, la primera mitad copia descaradamente a la película de Mamoru Hosoda, y aunque en el último tramo coge cierto ritmo nunca termina de desaparecer ese tufillo a chotuno. Cuando llega el típico momento final de villano explicando su plan y motivaciones, estas siguen recordando al villano final de Adventure 02: crear una suerte de utopía orweliana de felicidad, que tu dices: “Pero qué me estás container?”. Incluso esa batalla final en un espacio cerrado con todos esos bichos rodeando a los protas me recordó al último nivel de Alfheim en SAO. Aquí ya no sabía si reír o llorar. Y ya que hablo de llorar, estoy hasta las narices del tic que tiene el anime de que, a falta de contenido o madurez, siempre recurran a la lágrima fácil. Una cosa es el drama (o melodrama) y otra el chantaje emocional descarado, que yo no compro. Como tampoco compro el puñetero recurso de las pausas para comer, que se suceden. Sólo sirven para el ¿has pillado la referencia al restaurante de Davis? Sí, la he pillado. ¿Y la novela de TK? Sí, también la he pillado... Lo que no pillo es por qué mostrando tanto respeto por la segunda temporada me haces un final que rompe completamente con ella. Eso sí, dejando la coletilla de "seguro que nos volvemos a ver", dando pie a una secuela que desmienta todo lo que acabo de ver.
Y antes de acabar voy a detenerme en la estética. Esta franquicia tiene un serio problema desde Frontier, cuando la animación tradicional (o su aspecto por lo menos) fue reemplazada por la informática, que le da un aspecto mucho más genérico que las dos primeras, que rezumaban personalidad (la tercera estaba en un punto intermedio). Al aplicarse a una nueva propuesta como era Frontier no resultaba tan cantoso, pero si lo aplicas a una película vinculada a la primera temporada, el contraste entre ambas deja a la nueva en bastante mal lugar. Esto trajo otro problema, la traición al mismo significado de la serie; Digimon es el acrónimo de "monstruos digitales", de ahí que las primeras generaciones fuesen mayoritariamente animales, mientras que desde Frontier se han ido sustituyendo por humanoides con coraza o directamente por robots. Aquí se nota mucho en un jefe final que, aun referenciando a la reina alien de James Cameron, resulta un tanto genérico tanto en diseño como en habilidad. Sencillamente la actual animación japonesa por computadora no está madura ni para terminar de compensar la falta de fluidez de la animación tradicional, ni mucho menos para igualar su acabado.
En resumen: Last Evolution Kizuna es una película breve y entretenida a ratos, pero fallida por pretender ser más relevante de lo que es, y por no hacer honor a las virtudes que hicieron grande a la serie original.
Más sobre SeDePelisNoDeCine
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here