Lo cierto es que ante todo estamos frente a una película con una fotografía magnífica, sólo por ella ya merece realmente la pena. Las distintas ensoñaciones que se presentan, unas más logradas que otras, son pequeños retazos de vida, de deseos, miedos, anhelos... y logran que el mundo de los sueños se entremezcle con la realidad para generar una deliciosa unidad.

Es importante también destacar el alegato antibelicista que Kurosawa realiza a lo largo del film.

Para los más fetichistas, contar como anécdota la presencia de Martin Scorsese realizando un pequeño papel en una de las ensoñaciones.

La serie funciona a la perfección, enganchando desde los primeros minutos. Remitiendo a clásicos como "Bonnie & Clyde" de Arthur Penn, o "Badlands" de Terrence Malick. Una chica, un psicópata y carretera.

Mientras que en la novela gráfica de Charles Forsman se respira una mayor dosis de existencialismo y nihilismo, aquí se reduce la tensión con una mayor dosis de comedia negra y humor deadpan, inexpresivo. Ocho capítulos en los que no sobra ni falta nada.

Cercana a Hapiness de Solondz, La vida es dulce es como sumergirse en un cómic de Daniel Clowes -Ghost World está muy próximo-. Personajes inadaptados, estrafalarios y disfuncionales pueblan una película marcada por un realismo sucio cargado de humor. Tenemos la madre excéntrica, la hija sensata, la hija alocada, el padre perezoso pero lleno de proyectos y los extraños amigos de la familia.

Si te gusta el cine de Solondz y los libros de Daniel Clowes probablemente también te guste esta película.

Estamos ante una serie realmente recomendable. Es fácil dejarse llevar por los prejuicios y los tópicos y quedarse en la superficie de la serie: hablar de excesos, machismo y sexualidad desatada... pero lo realmente importante es que esta serie logra hacerme reír.

El papel trasnochado de David Duchovny lo acerca a un Bukowski del siglo XXI más sofisticado y con nuevas posibilidades; un personaje imprevisible que siempre consigue que todo empeore cuando parecía que nada podía ir peor.

Los puntos débiles: por momentos se vuelve demasiado previsible (la 3ª temporada).