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7.4
2,516
8
4 de septiembre de 2010
4 de septiembre de 2010
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿De qué va?:
Giacinto (Nino Manfredi) es el patriarca máximo de una inmensa familia que se hacina en una chabola en el extraradio de Roma. Giacinto, que quedó tuerto en un accidente, pasa el día obsesionado con la idea de que todos quieren quitarle el dinero de su pensión, por lo cual no se despega de su escopeta y trata a todos como a enemigos.
Crítica:
Con unas dosis de humor negro que más que puntuales constituyen todo el leitmotiv de la película, Ettore Scola nos muestra la peor cara de la Italia de la época a través del relato áspero y desnudo de las miserias de una superfamilia de chabolistas cuyos componentes rebosan patetismo y realismo a partes iguales. Casi dos horas que se pasan en un suspiro gracias a un ritmo narrativo superior que es aderezado con los suficientes golpes de efecto para mantener al espectador entretenido siempre.
Si personalizamos, hay que decir que nunca una película fue más de un actor que esta. Nino Manfredi es la película, hace una interpretación deliciosa de un bastardo encantador. Borracho, putero, egoísta y absolutamente carismático, Giacinto vive pegado a su dinero a la par que cual Don Quijotini no ve más que gigantes por todos lados. De tanto verlos acaba convirtiéndolos en realidad y todo y es que los miembros de su familia, ¡angelitos¡, cansados de aguantar sus continuas arremetidas deciden darle lo suyo y lo del italiano también. Por otro lado, la madre del protagonista también es impagable, mejor verla.
En definitiva, si tienes problemas familiares, esta es la película ideal para ver a tu familia con otros ojos. Comparados con esta, cualquier familia parecen los Ingalls.
Giacinto (Nino Manfredi) es el patriarca máximo de una inmensa familia que se hacina en una chabola en el extraradio de Roma. Giacinto, que quedó tuerto en un accidente, pasa el día obsesionado con la idea de que todos quieren quitarle el dinero de su pensión, por lo cual no se despega de su escopeta y trata a todos como a enemigos.
Crítica:
Con unas dosis de humor negro que más que puntuales constituyen todo el leitmotiv de la película, Ettore Scola nos muestra la peor cara de la Italia de la época a través del relato áspero y desnudo de las miserias de una superfamilia de chabolistas cuyos componentes rebosan patetismo y realismo a partes iguales. Casi dos horas que se pasan en un suspiro gracias a un ritmo narrativo superior que es aderezado con los suficientes golpes de efecto para mantener al espectador entretenido siempre.
Si personalizamos, hay que decir que nunca una película fue más de un actor que esta. Nino Manfredi es la película, hace una interpretación deliciosa de un bastardo encantador. Borracho, putero, egoísta y absolutamente carismático, Giacinto vive pegado a su dinero a la par que cual Don Quijotini no ve más que gigantes por todos lados. De tanto verlos acaba convirtiéndolos en realidad y todo y es que los miembros de su familia, ¡angelitos¡, cansados de aguantar sus continuas arremetidas deciden darle lo suyo y lo del italiano también. Por otro lado, la madre del protagonista también es impagable, mejor verla.
En definitiva, si tienes problemas familiares, esta es la película ideal para ver a tu familia con otros ojos. Comparados con esta, cualquier familia parecen los Ingalls.

7.4
1,786
7
16 de febrero de 2011
16 de febrero de 2011
18 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿De qué va?:
La tranquilidad de un pequeño pueblo francés se ve alterada cuando un anónimo, en lugar de escribir El lazarillo de Tormes como sería lógico suponer, empieza a mandar misivas a sus habitantes en los que se les informa de diversos hechos delictivos y cotilleos varios que han acaecido en la localidad y que demuestran que todos tienen algo que ocultar...
Crítica:
Brillante cuento coral y rural alrededor de un médico de provincias sobre el cual recaen muchas sospechas de ser dado a prácticas abortivas. Unos diálogos muy trabajados, a veces subiditos de tono para la época, y de una mordacidad a prueba de bombas son quizá lo más destacable de un filme que por lo demás cuenta con un buen tratamiento de los múltiples personajes y un ritmo narrativo irreprochable. Lástima que al desenlace final se le pueda buscar con facilidad algún que otro sinsentido, aún así las virtudes superan con creces a los defectos.
No, no, en ésta no muere Brandon Lee. De nada.
La tranquilidad de un pequeño pueblo francés se ve alterada cuando un anónimo, en lugar de escribir El lazarillo de Tormes como sería lógico suponer, empieza a mandar misivas a sus habitantes en los que se les informa de diversos hechos delictivos y cotilleos varios que han acaecido en la localidad y que demuestran que todos tienen algo que ocultar...
Crítica:
Brillante cuento coral y rural alrededor de un médico de provincias sobre el cual recaen muchas sospechas de ser dado a prácticas abortivas. Unos diálogos muy trabajados, a veces subiditos de tono para la época, y de una mordacidad a prueba de bombas son quizá lo más destacable de un filme que por lo demás cuenta con un buen tratamiento de los múltiples personajes y un ritmo narrativo irreprochable. Lástima que al desenlace final se le pueda buscar con facilidad algún que otro sinsentido, aún así las virtudes superan con creces a los defectos.
No, no, en ésta no muere Brandon Lee. De nada.
1
6 de diciembre de 2010
6 de diciembre de 2010
18 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿De qué va?:
Desternillante serie española sobre una genia que es liberada de una lámpara en la que llevaba metida 500 años. Después de ducharse y estirar un poco las piernas se integra en una familia tronchante como empleada de hogar.
Crítica:
Puede que para algunos resulte incomprensible como una mujer que comenzó desde cero en televisión, contando unos chistecillos, pueda haber llegado en nuestros días a la cima del éxito profesional, para tomar el relevo de gente como Joaquín Prat o Bobby Deglané, presentando el que quizá sea el mejor programa que nunca se haya emitido en televisión, estoy hablando como bien sabéis del nunca bien ponderado Sálvame de Tele5.
Pero todo resulta más fácil de comprender cuando se analiza el impacto que supuso para Paz Padilla aceptar en el año 2000 el reto que suponía dar vida a un personaje tan duro, tan lleno de matices casi imperceptibles como fue su rol en Aladina.
Cuando un actor se enfrenta a una prueba de fuego de esa magnitud sabe de sobra que, de triunfar en el empeño, las puertas del éxito se le abrirán de par en par. Aún recuerdo con emoción los primeros capítulos, en los que Paz, con una interpretación sublime, sabiendo captar la esencia del personaje, nos brindó un recital que, y de esto estoy seguro, hubiera emocionado al mismísimo José Bódalo, que por desgracia ya nos había dejado años atrás y no pudo deleitarse.
Lo que vino después por todos es de sobra conocido, el reconocimiento mundial, la gran noche del Teatro Kodak ¡qué manera de lucir el vestido de Óscar de la Renta!, los aplausos masivos, los millones de niñas queriendo ser Paz Padilla algún día, las llamadas de Eastwood, de Allen, a las que ella siempre respondía con evasivas, «quia, que yo estoy mu bien en mi España», repetía siempre, y en resumen la gloria en vida, con la guinda final del mayor reconocimiento que se le puede dar a una artista de su talla, el papel de presentadora en Sálvame.
Enhorabuena Paz, lo has conseguido, hubo quien no confió en ti, pero yo viendo un solo capítulo de Aladina ya preví donde ibas a llegar, y no me equivoqué en nada.
Desternillante serie española sobre una genia que es liberada de una lámpara en la que llevaba metida 500 años. Después de ducharse y estirar un poco las piernas se integra en una familia tronchante como empleada de hogar.
Crítica:
Puede que para algunos resulte incomprensible como una mujer que comenzó desde cero en televisión, contando unos chistecillos, pueda haber llegado en nuestros días a la cima del éxito profesional, para tomar el relevo de gente como Joaquín Prat o Bobby Deglané, presentando el que quizá sea el mejor programa que nunca se haya emitido en televisión, estoy hablando como bien sabéis del nunca bien ponderado Sálvame de Tele5.
Pero todo resulta más fácil de comprender cuando se analiza el impacto que supuso para Paz Padilla aceptar en el año 2000 el reto que suponía dar vida a un personaje tan duro, tan lleno de matices casi imperceptibles como fue su rol en Aladina.
Cuando un actor se enfrenta a una prueba de fuego de esa magnitud sabe de sobra que, de triunfar en el empeño, las puertas del éxito se le abrirán de par en par. Aún recuerdo con emoción los primeros capítulos, en los que Paz, con una interpretación sublime, sabiendo captar la esencia del personaje, nos brindó un recital que, y de esto estoy seguro, hubiera emocionado al mismísimo José Bódalo, que por desgracia ya nos había dejado años atrás y no pudo deleitarse.
Lo que vino después por todos es de sobra conocido, el reconocimiento mundial, la gran noche del Teatro Kodak ¡qué manera de lucir el vestido de Óscar de la Renta!, los aplausos masivos, los millones de niñas queriendo ser Paz Padilla algún día, las llamadas de Eastwood, de Allen, a las que ella siempre respondía con evasivas, «quia, que yo estoy mu bien en mi España», repetía siempre, y en resumen la gloria en vida, con la guinda final del mayor reconocimiento que se le puede dar a una artista de su talla, el papel de presentadora en Sálvame.
Enhorabuena Paz, lo has conseguido, hubo quien no confió en ti, pero yo viendo un solo capítulo de Aladina ya preví donde ibas a llegar, y no me equivoqué en nada.
Cortometraje

6.7
1,542
8
16 de septiembre de 2012
16 de septiembre de 2012
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos tíos irrumpen en un domicilio con la unica intención de hacer daño. Estos no piden huevos, eso sí.
Lo vi en su día cuando venía como extra en un DVD de Amenábar o Mateo Gil, no recuerdo, y me puso de una mala leche impresionante. Hoy lo he vuelto a ver y me ha vuelto a poner de una mala hostia increíble. Que se consiga eso en sólo 17 minutitos me parece a mí muy meritorio. Magníficos Noriega y Pepón Nieto, muy convincentes, y magnífica la incauta inquilina que hace gala de una candidez-estupidez muy realista por desgracia.
Un corto que merece la pena.
Lo vi en su día cuando venía como extra en un DVD de Amenábar o Mateo Gil, no recuerdo, y me puso de una mala leche impresionante. Hoy lo he vuelto a ver y me ha vuelto a poner de una mala hostia increíble. Que se consiga eso en sólo 17 minutitos me parece a mí muy meritorio. Magníficos Noriega y Pepón Nieto, muy convincentes, y magnífica la incauta inquilina que hace gala de una candidez-estupidez muy realista por desgracia.
Un corto que merece la pena.
6
16 de septiembre de 2010
16 de septiembre de 2010
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿De qué va?:
Nuria (Concha Velasco) quiere deshacerse de su marido sordo, rico, rumano y escritor (no debe haber muchos así) y para ello utiliza sus armas de mujer en la tarea de convencer al apocado Roberto (López Vázquez) de que lo quite de en medio si quiere poder beneficiársela algún día porque ella es muy decente y no puede ponerle los cuernos a su marido (matarle ya es otro cantar). El pobre Roberto se compromete de mala gana a hacerlo...
Crítica:
Típica cinta de cine de barrio de sábado por la tarde con Parada, Concha Velasco haciendo de femme fatale, José Luis López Vázquez de gilipollas y Alfredo Landa de detective chulillo y con encanto. La película no será nada del otro mundo pero tiene su gracia y se deja ver, de hecho he visto unos cuantos truños en mi vida mucho peores que esta película y que cotizan al alza en FA.
Mención especial para Julia Caba Alba, la entrañable viejecita, secundaria en un cerro de películas, y que en ésta se permitió el lujo de 'cargar' con el peso del filme en su desenlace final.
Interesante, porque me interesó noventa y pico minutos, que no es poco.
Nuria (Concha Velasco) quiere deshacerse de su marido sordo, rico, rumano y escritor (no debe haber muchos así) y para ello utiliza sus armas de mujer en la tarea de convencer al apocado Roberto (López Vázquez) de que lo quite de en medio si quiere poder beneficiársela algún día porque ella es muy decente y no puede ponerle los cuernos a su marido (matarle ya es otro cantar). El pobre Roberto se compromete de mala gana a hacerlo...
Crítica:
Típica cinta de cine de barrio de sábado por la tarde con Parada, Concha Velasco haciendo de femme fatale, José Luis López Vázquez de gilipollas y Alfredo Landa de detective chulillo y con encanto. La película no será nada del otro mundo pero tiene su gracia y se deja ver, de hecho he visto unos cuantos truños en mi vida mucho peores que esta película y que cotizan al alza en FA.
Mención especial para Julia Caba Alba, la entrañable viejecita, secundaria en un cerro de películas, y que en ésta se permitió el lujo de 'cargar' con el peso del filme en su desenlace final.
Interesante, porque me interesó noventa y pico minutos, que no es poco.
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