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6.4
813
7
25 de enero de 2024
25 de enero de 2024
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película de Francesco Rosi, protagonizada por John Turturro (Quiz Show EEUU 1994, Daño Colateral EEUU, 2002) y Rade Serbedzija, (El Santo EEUU 1996, Stigmata EEUU 1999) está basada en la novela homónima de Primo Levi.
Esbozo su biografía y comprenderemos mejor la película. Levi nació en Turín en 1919 en el seno de una familia judía. Se licenció en química por la Universidad de Turín en 1941. En 1943 intentó unirse a la resistencia antinazi italiana. Completamente inexperto para tal causa, fue arrestado por el ejército del tercer Reich. Fue deportado a Auschwitz en 1944, campo de exterminio situado en la Polonia ocupada por los nazis, donde pasó diez meses antes de que el campo fuera liberado. De los 650 judíos italianos compañeros de Levi, él fue uno de los 20 supervivientes del exterminio.
Al volver a Italia, Levi empezó a escribir sobre sus experiencias en Auschwitz, obras que se convirtieron en sus dos memorias clásicas: Si esto es un hombre y La Tregua.
Levi murió, aparentemente por suicidio, el 11 de abril de 1987, aunque algunos amigos y biógrafos han cuestionado el veredicto, ya que no dejó nota de suicidio.
La película narra una biografía de Levi tratada desde algunos toques de humor (mucho más atenuados que en la Vida es Bella) y más dramático que ésta.
Para que entendamos la profundidad de la obra de Levi, rescato un bello poema de su otra novela si esto es un hombre:
"vosotros que vivís con toda tranquilidad
en el calor de vuestras casas,
vosotros que encontráis, al volver por la tarde,
la mesa puesta y rostros amigos,
considerad si es un hombre
quien trabaja en el fango,
quien no conoce la paz,
quien lucha por un mendrugo de pan,
quien muere por un sí o por un no.
Considerad si es una mujer
quien ha perdido nombre y cabellos
y hasta fuerzas para recordarlo,
la mirada vacía y el regazo frío
como una rama en invierno.
No olvidéis que esto sucedió,
No, que no se os olvide:
Pensad en ellas al estar en casa, por la calle,
al acostaros, al levantaros;
repetídselas a vuestros hijos.
O que vuestra casa se derrumbe,
que la enfermedad os abata,
que vuestros hijos os vuelvan la espalda”.
Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/
Esbozo su biografía y comprenderemos mejor la película. Levi nació en Turín en 1919 en el seno de una familia judía. Se licenció en química por la Universidad de Turín en 1941. En 1943 intentó unirse a la resistencia antinazi italiana. Completamente inexperto para tal causa, fue arrestado por el ejército del tercer Reich. Fue deportado a Auschwitz en 1944, campo de exterminio situado en la Polonia ocupada por los nazis, donde pasó diez meses antes de que el campo fuera liberado. De los 650 judíos italianos compañeros de Levi, él fue uno de los 20 supervivientes del exterminio.
Al volver a Italia, Levi empezó a escribir sobre sus experiencias en Auschwitz, obras que se convirtieron en sus dos memorias clásicas: Si esto es un hombre y La Tregua.
Levi murió, aparentemente por suicidio, el 11 de abril de 1987, aunque algunos amigos y biógrafos han cuestionado el veredicto, ya que no dejó nota de suicidio.
La película narra una biografía de Levi tratada desde algunos toques de humor (mucho más atenuados que en la Vida es Bella) y más dramático que ésta.
Para que entendamos la profundidad de la obra de Levi, rescato un bello poema de su otra novela si esto es un hombre:
"vosotros que vivís con toda tranquilidad
en el calor de vuestras casas,
vosotros que encontráis, al volver por la tarde,
la mesa puesta y rostros amigos,
considerad si es un hombre
quien trabaja en el fango,
quien no conoce la paz,
quien lucha por un mendrugo de pan,
quien muere por un sí o por un no.
Considerad si es una mujer
quien ha perdido nombre y cabellos
y hasta fuerzas para recordarlo,
la mirada vacía y el regazo frío
como una rama en invierno.
No olvidéis que esto sucedió,
No, que no se os olvide:
Pensad en ellas al estar en casa, por la calle,
al acostaros, al levantaros;
repetídselas a vuestros hijos.
O que vuestra casa se derrumbe,
que la enfermedad os abata,
que vuestros hijos os vuelvan la espalda”.
Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/
Miniserie

7.0
5,154
7
4 de octubre de 2021
4 de octubre de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comentamos hoy la que se considera como una de las mejores narraciones cinematográficas de la vida de Cristo. En primer lugar hay que aclarar que no se trata de un largometraje, sino que fue concebida como una miniserie de televisión en 4 capítulos de 90 minutos, con una duración total de 371 minutos. Fue coproducida por Reino Unido e Italia, sin escatimar en ubicaciones (Marruecos y Túnez), decorados o vestuarios. Para ello contó con un presupuesto de 18 millones de dólares, bastante elevado para la época, si bien los beneficios netos de la misma alcanzaron 30 millones de dólares, por lo que comercialmente fue todo un éxito.
A nivel de actores se escogió lo mejorcito de la época. Anne Bancroft (María Magdalena), James Mason (José de Arimatea), Michael York (Juan Bautista), Anthony Quinn (Caifás), Lawrence Olivier (Nicodemo), Claudia Cardinale (mujer adúltera), Christopher Plummer (Herodes Antipas), Peter Ustinov (Herodes el Grande), Rod Steiger (Poncio Pilato)... y muchos otros conformaron un elenco de garantías para el espectador. Contrasta, sin embargo, que para los papeles de Jesucristo (Robert Powell) y de la Virgen María (Olivia Hussey) se escogieran a actores menos reconocidos internacionalmente.
Para la dirección se escogió a Franco Zeffirelli, quien fue recomendado directamente por el Papa Pablo VI para ser el director de la obra, al haber quedado encantado de su dirección en Hermano Sol, Hermana Luna (1972) y en una miniserie sobre Moisés para la RAI (1975).
Quizás uno de los éxitos de la producción se basa en la penetrante mirada de Jesucristo, protagonizado por Robert Powell, quien en el rodaje de la serie cumplió los 33 años y supo transmitir un rostro sugestivo, lleno de compasión y amor, al tiempo que autoritario y carismático. El actor se identificó totalmente con el personaje, consiguiendo traslucir una fuerte personalidad y una paz espiritual que no dejan impasible al espectador. A ello pudo ayudar también el hecho de que Zeffirelli le prohibía pestañear en el rodaje de las escenas para dar un aspecto más divino, a excepción de las escenas del Gólgota. Para algunos detractores, sin embargo, lo ojos azules y los rasgos europeos del protagonista chocan con lo que se espera de un judío palestino del siglo I. Lo cierto es que interpretar el papel de Cristo no estuvo exento de riesgo, como el mismo contó en una entrevista hace unos años: “Casi muero durante las grabaciones en Túnez, cuando alguien soltó la cuerda que me levantaba en una cruz de metal de 40 kilos. Afortunadamente alguien agarró la cuerda y no caí al suelo”.
A nivel argumental la serie es bastante fiel a los Evangelios. Sí es cierto que se echan en falta algunos momentos concretos importantes de la vida de Jesucristo (la multiplicación de los panes y los peces, la tempestad calmada, la Transfiguración...) y otros son fruto de la invención del guion (fundamentalmente el personaje Zerah y las motivaciones políticas de Judas para traicionar a Jesús), pero en general se trata de una buena síntesis de los cuatro Evangelios.
La banda sonora de Maurice Jarre merece también un breve apunte, ya que consigue añadir un ambiente musical impactante, espiritual y melodioso. El autor posteriormente consolidaría este éxito con otros títulos inolvidables como Lawrence de Arabia, Doctor Zhivago o Ghost.
Espiritualmente la película no tiene desperdicio, siendo perfecta como acercamiento a la vida de Jesús de Nazaret. Quizás sea buena complementarla con La Pasión de Cristo de Mel Gibson para un mejor conocimiento de todo lo referente a los últimos días de la vida de Cristo, aunque evidentemente no todos los espectadores están capacitados para ver algunas escenas de violencia tan explícitas como las que sufre el Cristo interpretado por Caviezel. Me gustaría terminar esta reflexión con unas palabras del propio Zeffirelli -en una entrevista concedida justo antes de estrenar el film- que no tienen desperdicio:
Los textos sagrados son mensaje de vida, en el Evangelio está todo lo necesario para vivir. Solo nuestra pereza nos impide ser más ricos y felices. Hoy se pierde un montón de tiempo leyendo estupideces, revistas de toda índole, en vez de dedicar un poco de tiempo a la lectura de los Evangelios. Pero incluso cuando lo hacemos, corremos el riesgo de considerarlos abstracciones sublimes. Me gustaría que este film pudiera dar lugar a un renacer: la gente debe tener valor para ser cristiana y creer… ¿qué es esta vergüenza de creer? Hemos llegado a un punto en que Satanás nos impide movernos… Todos tenemos que despertar, diablos. Espero que esta película despierte esta capacidad que tenemos latente de ser cristianos, que ahora está cubierta por una costra gris. Yo espero que tenga consecuencias, que no se quede en el bonito programa delante del cual la gente se conmueve… No sé si he hecho una obra ilustre o no, pero si un solo fotograma consigue sacudir a alguien, despertar en él el eco de ese mensaje divino que todos llevamos dentro, no solo estarán justificados todos los sacrificios que hemos hecho, sino que además habrá dado un sentido a mi vida entera.
Franco Zeffirelli murió en 2019, año en el que se calculaba que más de 700 millones de personas habían visto su película. De ellos somos muchos -yo me incluyo- los que hemos fortalecido nuestra fe con su obra y estaremos eternamente agradecidos a este director por habernos sabido transmitir un mensaje espiritual envuelto en un soporte audiovisual.
Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/
A nivel de actores se escogió lo mejorcito de la época. Anne Bancroft (María Magdalena), James Mason (José de Arimatea), Michael York (Juan Bautista), Anthony Quinn (Caifás), Lawrence Olivier (Nicodemo), Claudia Cardinale (mujer adúltera), Christopher Plummer (Herodes Antipas), Peter Ustinov (Herodes el Grande), Rod Steiger (Poncio Pilato)... y muchos otros conformaron un elenco de garantías para el espectador. Contrasta, sin embargo, que para los papeles de Jesucristo (Robert Powell) y de la Virgen María (Olivia Hussey) se escogieran a actores menos reconocidos internacionalmente.
Para la dirección se escogió a Franco Zeffirelli, quien fue recomendado directamente por el Papa Pablo VI para ser el director de la obra, al haber quedado encantado de su dirección en Hermano Sol, Hermana Luna (1972) y en una miniserie sobre Moisés para la RAI (1975).
Quizás uno de los éxitos de la producción se basa en la penetrante mirada de Jesucristo, protagonizado por Robert Powell, quien en el rodaje de la serie cumplió los 33 años y supo transmitir un rostro sugestivo, lleno de compasión y amor, al tiempo que autoritario y carismático. El actor se identificó totalmente con el personaje, consiguiendo traslucir una fuerte personalidad y una paz espiritual que no dejan impasible al espectador. A ello pudo ayudar también el hecho de que Zeffirelli le prohibía pestañear en el rodaje de las escenas para dar un aspecto más divino, a excepción de las escenas del Gólgota. Para algunos detractores, sin embargo, lo ojos azules y los rasgos europeos del protagonista chocan con lo que se espera de un judío palestino del siglo I. Lo cierto es que interpretar el papel de Cristo no estuvo exento de riesgo, como el mismo contó en una entrevista hace unos años: “Casi muero durante las grabaciones en Túnez, cuando alguien soltó la cuerda que me levantaba en una cruz de metal de 40 kilos. Afortunadamente alguien agarró la cuerda y no caí al suelo”.
A nivel argumental la serie es bastante fiel a los Evangelios. Sí es cierto que se echan en falta algunos momentos concretos importantes de la vida de Jesucristo (la multiplicación de los panes y los peces, la tempestad calmada, la Transfiguración...) y otros son fruto de la invención del guion (fundamentalmente el personaje Zerah y las motivaciones políticas de Judas para traicionar a Jesús), pero en general se trata de una buena síntesis de los cuatro Evangelios.
La banda sonora de Maurice Jarre merece también un breve apunte, ya que consigue añadir un ambiente musical impactante, espiritual y melodioso. El autor posteriormente consolidaría este éxito con otros títulos inolvidables como Lawrence de Arabia, Doctor Zhivago o Ghost.
Espiritualmente la película no tiene desperdicio, siendo perfecta como acercamiento a la vida de Jesús de Nazaret. Quizás sea buena complementarla con La Pasión de Cristo de Mel Gibson para un mejor conocimiento de todo lo referente a los últimos días de la vida de Cristo, aunque evidentemente no todos los espectadores están capacitados para ver algunas escenas de violencia tan explícitas como las que sufre el Cristo interpretado por Caviezel. Me gustaría terminar esta reflexión con unas palabras del propio Zeffirelli -en una entrevista concedida justo antes de estrenar el film- que no tienen desperdicio:
Los textos sagrados son mensaje de vida, en el Evangelio está todo lo necesario para vivir. Solo nuestra pereza nos impide ser más ricos y felices. Hoy se pierde un montón de tiempo leyendo estupideces, revistas de toda índole, en vez de dedicar un poco de tiempo a la lectura de los Evangelios. Pero incluso cuando lo hacemos, corremos el riesgo de considerarlos abstracciones sublimes. Me gustaría que este film pudiera dar lugar a un renacer: la gente debe tener valor para ser cristiana y creer… ¿qué es esta vergüenza de creer? Hemos llegado a un punto en que Satanás nos impide movernos… Todos tenemos que despertar, diablos. Espero que esta película despierte esta capacidad que tenemos latente de ser cristianos, que ahora está cubierta por una costra gris. Yo espero que tenga consecuencias, que no se quede en el bonito programa delante del cual la gente se conmueve… No sé si he hecho una obra ilustre o no, pero si un solo fotograma consigue sacudir a alguien, despertar en él el eco de ese mensaje divino que todos llevamos dentro, no solo estarán justificados todos los sacrificios que hemos hecho, sino que además habrá dado un sentido a mi vida entera.
Franco Zeffirelli murió en 2019, año en el que se calculaba que más de 700 millones de personas habían visto su película. De ellos somos muchos -yo me incluyo- los que hemos fortalecido nuestra fe con su obra y estaremos eternamente agradecidos a este director por habernos sabido transmitir un mensaje espiritual envuelto en un soporte audiovisual.
Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/

5.3
454
7
5 de febrero de 2023
5 de febrero de 2023
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película que hoy comentamos, Unplanned, es presenta una respuesta doble. Por un lado, a ese proceso irreflexivo que muchas mujeres realizan y del que después se arrepienten a lo largo del resto de su vida. Y, por supuesto, es también una crítica despiadada a todos aquellos que han visto en esta práctica -el aborto- un filón económico de valor incalculable.
El argumento está basado en una historia real, el de una ex-trabajadora que por sí sola le gana un juicio a una multinacional. Lo normal en este tipo de films es que generan espontáneamente el reconocimiento de la heroicidad del diminuto que se enfrenta al gigante, como sucede en Erin Brockovich o El Dilema. Solo por ello, se supondría que el progresismo debería apoyar la temática, como sucedió con esas películas basadas en las luchas judiciales contra la Pacific Gas and Electric Company o contra la tabacalera Brown & Williamson. Pero claro, si la franquicia investigada se llama Planned Parenthood la cosa cambia. Y si además el elemento religioso aparece como el motor de la lucha interna de la protagonista, el film se convierte directamente en objeto de ataque por parte de la propia industria mediática que supuestamente debería ensalzarla. Técnicamente, es cierto que aquí no intervienen -como en aquellas- Julia Roberts, Al Pacino o Rusell Crowe, pero las interpretaciones son convincentes y por encima de todo se nota la mano de Verasategui que -como sí del Rey Midas se tratara- todo lo que toca se convierte en oro, dotando a sus películas de una profundidad y una humanidad solo al alcance de quien va sobrado de talento.
A nivel técnico el film está dirigido por la pareja Chuck Konzelman y Cary Solomon en la que es la segunda de las tres películas que han rodado a día de hoy. Existen dos versiones del film, una de 94 y otra de 105 minutos. La versión extendida se recrea con todo lujo de detalles en la práctica abortiva. Creo sinceramente que la crudeza de la misma es aterradora, y que si muchas mujeres visualizaran esas escenas cambiarían drásticamente su decisión ante un tema que ha tendido a frivolizarse y banalizarse cada vez más. Cualquiera de las dos versiones es realista y desagradable, tan cruda como la vida misma. Del reparto destaca Ashley Bratcher como actriz principal, de la que en otra ocasión comenté la película de temática religiosa Un lugar donde rezar y que protagoniza también 90 minutos en el Cielo. El resto del elenco son actores y actrices con una menor experiencia en largometrajes. No obstante esta carencia, el film cuenta con buenas actuaciones, una música destacable y una trama que te engancha. Como sucede con este tipo de películas, no te puedes fiar ni de la crítica especializada (negativa en su mayoría, vete tú a saber subvencionada por quién) ni en las votaciones de los espectadores en páginas especializadas, pues los adeptos la puntúan con un 10 mientras que los detractores la catalogan con un 1. Ni una cosa ni otra, digo yo... Por todo ello es una película difícil de catalogar y que merece un comentario reposado y lo más imparcial posible, dentro de un tema muy sensible y que despierta posturas muy encontradas.
La película cuenta la "conversión" de Abby Johnson (Abby Brannam en la vida real), quien pasó de ser una de las directoras más jóvenes y con mayor proyección de las clínicas abortivas "Planned Parenthood" a una ferviente defensora de la vida del no nacido en la Asociación "Coalición por la Vida". No hay mejor presentación que la que la protagonista nos hace al comienzo de la historia:
Abby: "Mi historia no es fácil de escuchar. Creo que probablemente debo advertirte de ello desde el principio. A menudo encuentro que a la gente no le gustan mis respuestas. Eso es comprensible, porque mi historia no es clara y ordenada, y no viene envuelta en un bonito lazo rojo. De hecho, probablemente te hará sentirte un poco incómodo. Desafortunadamente para mí, esta es mi historia..."
Abby se va conviertiendo en una experta que convence a jóvenes chicas de que el aborto es su única salida:
Cristina: "Mis padres realmente me presionan para que haga esto". Pero, ¿y si estoy cometiendo un error?"
Abby: "No lo es".
Con ello va subiendo posiciones en la empresa al tiempo que se va separando de sus padres y su marido Doug, quienes la advierten de que está realizando una labor inhumana. Estas frases son algunos ejemplos:
Doug: "Así que le estás pidiendo a Dios que muestre su voluntad deteniendo algo que ya has puesto en marcha".
Abbie": ¿Por qué no? Él es Dios. Él puede intervenir. Si obtengo el trabajo, sabré que es su voluntad que yo dirija la clínica".
Doug: "La verdad es que acabas de citar tres ejemplos de injusticia: esclavitud, segregación y el Holocausto. Eso solo puede ocurrir cuando se deshumaniza a todo un segmento de la población. Y eso es exactamente lo que hace Planned Parenthood con los no nacidos".
Tras el desarrollo de la trama sabemos que Abby abortó dos veces en su juventud, por lo que en principio era partidaria de esta práctica. El espectador va visualizando el inicio de su trabajo en la clínica, el rechazo al mismo de su familia y su marido, sus autoengaños permanentes y la maldad de sus superiores. Todo ello va quedando reflejado en una historia personal que no deja indiferente a quien la ve. La protagonista va cambiando su perspectiva de lo que inicialmente le dicen ("Pero en Planned Parenthood, nuestro objetivo es hacer que los abortos sean raros") a descubrir que los sábados no hay consultas sino únicamente abortos, bien quirúrgicos o bien a través de la mal llamada en España "píldora del día después" (RU-486), un medicamento abortivo que puede ser tomado hasta 8 semanas después de la concepción, gratuito en España y con un coste de 400$ en Estados Unidos. Tampoco le deja indiferente que los 150 dólares que cuesta la primera ecografía son descontados del futuro aborto como parte de una "oferta". Además esa ecografía tiene otra función, como explica al final del film:
El argumento está basado en una historia real, el de una ex-trabajadora que por sí sola le gana un juicio a una multinacional. Lo normal en este tipo de films es que generan espontáneamente el reconocimiento de la heroicidad del diminuto que se enfrenta al gigante, como sucede en Erin Brockovich o El Dilema. Solo por ello, se supondría que el progresismo debería apoyar la temática, como sucedió con esas películas basadas en las luchas judiciales contra la Pacific Gas and Electric Company o contra la tabacalera Brown & Williamson. Pero claro, si la franquicia investigada se llama Planned Parenthood la cosa cambia. Y si además el elemento religioso aparece como el motor de la lucha interna de la protagonista, el film se convierte directamente en objeto de ataque por parte de la propia industria mediática que supuestamente debería ensalzarla. Técnicamente, es cierto que aquí no intervienen -como en aquellas- Julia Roberts, Al Pacino o Rusell Crowe, pero las interpretaciones son convincentes y por encima de todo se nota la mano de Verasategui que -como sí del Rey Midas se tratara- todo lo que toca se convierte en oro, dotando a sus películas de una profundidad y una humanidad solo al alcance de quien va sobrado de talento.
A nivel técnico el film está dirigido por la pareja Chuck Konzelman y Cary Solomon en la que es la segunda de las tres películas que han rodado a día de hoy. Existen dos versiones del film, una de 94 y otra de 105 minutos. La versión extendida se recrea con todo lujo de detalles en la práctica abortiva. Creo sinceramente que la crudeza de la misma es aterradora, y que si muchas mujeres visualizaran esas escenas cambiarían drásticamente su decisión ante un tema que ha tendido a frivolizarse y banalizarse cada vez más. Cualquiera de las dos versiones es realista y desagradable, tan cruda como la vida misma. Del reparto destaca Ashley Bratcher como actriz principal, de la que en otra ocasión comenté la película de temática religiosa Un lugar donde rezar y que protagoniza también 90 minutos en el Cielo. El resto del elenco son actores y actrices con una menor experiencia en largometrajes. No obstante esta carencia, el film cuenta con buenas actuaciones, una música destacable y una trama que te engancha. Como sucede con este tipo de películas, no te puedes fiar ni de la crítica especializada (negativa en su mayoría, vete tú a saber subvencionada por quién) ni en las votaciones de los espectadores en páginas especializadas, pues los adeptos la puntúan con un 10 mientras que los detractores la catalogan con un 1. Ni una cosa ni otra, digo yo... Por todo ello es una película difícil de catalogar y que merece un comentario reposado y lo más imparcial posible, dentro de un tema muy sensible y que despierta posturas muy encontradas.
La película cuenta la "conversión" de Abby Johnson (Abby Brannam en la vida real), quien pasó de ser una de las directoras más jóvenes y con mayor proyección de las clínicas abortivas "Planned Parenthood" a una ferviente defensora de la vida del no nacido en la Asociación "Coalición por la Vida". No hay mejor presentación que la que la protagonista nos hace al comienzo de la historia:
Abby: "Mi historia no es fácil de escuchar. Creo que probablemente debo advertirte de ello desde el principio. A menudo encuentro que a la gente no le gustan mis respuestas. Eso es comprensible, porque mi historia no es clara y ordenada, y no viene envuelta en un bonito lazo rojo. De hecho, probablemente te hará sentirte un poco incómodo. Desafortunadamente para mí, esta es mi historia..."
Abby se va conviertiendo en una experta que convence a jóvenes chicas de que el aborto es su única salida:
Cristina: "Mis padres realmente me presionan para que haga esto". Pero, ¿y si estoy cometiendo un error?"
Abby: "No lo es".
Con ello va subiendo posiciones en la empresa al tiempo que se va separando de sus padres y su marido Doug, quienes la advierten de que está realizando una labor inhumana. Estas frases son algunos ejemplos:
Doug: "Así que le estás pidiendo a Dios que muestre su voluntad deteniendo algo que ya has puesto en marcha".
Abbie": ¿Por qué no? Él es Dios. Él puede intervenir. Si obtengo el trabajo, sabré que es su voluntad que yo dirija la clínica".
Doug: "La verdad es que acabas de citar tres ejemplos de injusticia: esclavitud, segregación y el Holocausto. Eso solo puede ocurrir cuando se deshumaniza a todo un segmento de la población. Y eso es exactamente lo que hace Planned Parenthood con los no nacidos".
Tras el desarrollo de la trama sabemos que Abby abortó dos veces en su juventud, por lo que en principio era partidaria de esta práctica. El espectador va visualizando el inicio de su trabajo en la clínica, el rechazo al mismo de su familia y su marido, sus autoengaños permanentes y la maldad de sus superiores. Todo ello va quedando reflejado en una historia personal que no deja indiferente a quien la ve. La protagonista va cambiando su perspectiva de lo que inicialmente le dicen ("Pero en Planned Parenthood, nuestro objetivo es hacer que los abortos sean raros") a descubrir que los sábados no hay consultas sino únicamente abortos, bien quirúrgicos o bien a través de la mal llamada en España "píldora del día después" (RU-486), un medicamento abortivo que puede ser tomado hasta 8 semanas después de la concepción, gratuito en España y con un coste de 400$ en Estados Unidos. Tampoco le deja indiferente que los 150 dólares que cuesta la primera ecografía son descontados del futuro aborto como parte de una "oferta". Además esa ecografía tiene otra función, como explica al final del film:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
C. "Entonces, ¿por qué hacen la ecografía?"
A. "Porque la ecografía determina el tamaño del feto. Y el tamaño del feto, del cráneo en particular, es lo que determina el precio que te van a cobrar"
Ni las presiones de su jefa Cheryl la detendrán ya en su decisión:
Cheryl: "Los establecimientos de comida rápida buscan alcanzar el punto de equilibrio con las hamburguesas que venden. las venden casi a precio de coste. ¿Sabes cómo ganan su dinero?"
Abbie: "No"
C. "Con las patatas fritas y la gaseosa, los artículos de bajo costo y alto margen"
A: "Cheryl, lo siento, pero no entiendo..."
C: "El aborto es nuestra patata frita y refresco, pero de alguna manera acabas de decidir que ya no es tu prioridad. El aborto es lo que paga tu salario. Paga tus 400 mil dólares de sueldo mensuales, tus cuatro semanas de vacaciones, tus seguros médicos. El aborto... el aborto es lo que paga todo, para ti y tu familia. Y la política corporativa es simple. Somos un proveedor de aborto. ¿Alguna vez has visto los nombres de nuestros donantes? Soros, Gates, Buffett. Eso es lo que nosotros tenemos. ¿A quién tienes, tú, Abby?"
A nivel espiritual el film presenta varias perlas destacables. Destaco tres oraciones. Una de ellas es el sermón del servicio religioso que comenzará a cambiar la mentalidad de Abby:
Pastor: "Porque Tú creaste mi ser más íntimo. Me entretejiste en el vientre de mi madre. Te alabo porque estoy hecho completa y maravillosamente. Todas tus obras son maravillosas, y las conozco muy bien. Lo maravilloso de este pasaje es que vemos que en el silencio del útero, Dios todavía está formando y moldeando a las personas a su imagen y semejanza".
La segunda oración en el exterior de la clínica también merece ser destacada:
"Señor, encomendamos a tu cuidado las almas de estos cientos de niños, cuyos verdaderos nombres solo Tú conoces. Porque sabemos que están contigo ahora y para siempre. Oramos por la sanación de las madres y padres heridos. Y, Señor, oramos para terminar con el pecado del aborto".
La tercera y última es una oración simbólica a las puertas de la clínica derribada, en la que Abby reza a Dios por sus dos hijos abortados:
"Os quiero mucho, y lo siento. Lamento no haber luchado por vosotros, no haberos amado lo suficiente como para evitar que esto sucediera. Y pienso en vosotros todos los días. Pero sé que algún día os encontraré a ambos en el Cielo, porque Dios es misericordioso. Y ha oído mis clamores, y me ha perdonado".
Por otro lado merece una mención el tema del remordimiento, tocado con mucha sutileza entre Abby y su marido Doug:
Doug: "Te amo. Y también Dios. Él te perdonará si se lo pides"
Abbie: "No puedo creer eso. ¿Cómo? ¿Cómo podría?"
D. "Porque Él es Dios"
Respecto al tema moral del aborto en general me gustaría hacer un comentario. "No juzguéis y no seréis juzgados" (Lc 6,37). Con su vida y ejemplo, Cristo nos llama a denunciar al pecado pero a acoger y perdonar al pecador. Una mujer que recurre al aborto merece toda la comprensión y empatía posible, pues a menudo son sus circunstancias familiares, sociales o económicas las que la lanzan al abismo de una decisión que la marca psicológicamente para el resto de su vida. La película pretende dejar claro que en el tema del aborto hay una cuestión económica que prevalece sobre la moral. Esa es lo que debe ser objeto constante de denuncia. Tras una supuesta lucha por los derechos de la mujer se ocultan los intereses y el marketing de muchas empresas privadas cuya única pretensión es sacar el máximo beneficio económico posible a estas prácticas. La negación al aborto no es solo un tema de fe, sino de valores, una cuestión ética de defensa de la vida y de denuncia de quien antepone el beneficio económico a la defensa de la vida. Esa creo que es la intención del film y la gran enseñanza que me ha dejado su visionado.
Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com
A. "Porque la ecografía determina el tamaño del feto. Y el tamaño del feto, del cráneo en particular, es lo que determina el precio que te van a cobrar"
Ni las presiones de su jefa Cheryl la detendrán ya en su decisión:
Cheryl: "Los establecimientos de comida rápida buscan alcanzar el punto de equilibrio con las hamburguesas que venden. las venden casi a precio de coste. ¿Sabes cómo ganan su dinero?"
Abbie: "No"
C. "Con las patatas fritas y la gaseosa, los artículos de bajo costo y alto margen"
A: "Cheryl, lo siento, pero no entiendo..."
C: "El aborto es nuestra patata frita y refresco, pero de alguna manera acabas de decidir que ya no es tu prioridad. El aborto es lo que paga tu salario. Paga tus 400 mil dólares de sueldo mensuales, tus cuatro semanas de vacaciones, tus seguros médicos. El aborto... el aborto es lo que paga todo, para ti y tu familia. Y la política corporativa es simple. Somos un proveedor de aborto. ¿Alguna vez has visto los nombres de nuestros donantes? Soros, Gates, Buffett. Eso es lo que nosotros tenemos. ¿A quién tienes, tú, Abby?"
A nivel espiritual el film presenta varias perlas destacables. Destaco tres oraciones. Una de ellas es el sermón del servicio religioso que comenzará a cambiar la mentalidad de Abby:
Pastor: "Porque Tú creaste mi ser más íntimo. Me entretejiste en el vientre de mi madre. Te alabo porque estoy hecho completa y maravillosamente. Todas tus obras son maravillosas, y las conozco muy bien. Lo maravilloso de este pasaje es que vemos que en el silencio del útero, Dios todavía está formando y moldeando a las personas a su imagen y semejanza".
La segunda oración en el exterior de la clínica también merece ser destacada:
"Señor, encomendamos a tu cuidado las almas de estos cientos de niños, cuyos verdaderos nombres solo Tú conoces. Porque sabemos que están contigo ahora y para siempre. Oramos por la sanación de las madres y padres heridos. Y, Señor, oramos para terminar con el pecado del aborto".
La tercera y última es una oración simbólica a las puertas de la clínica derribada, en la que Abby reza a Dios por sus dos hijos abortados:
"Os quiero mucho, y lo siento. Lamento no haber luchado por vosotros, no haberos amado lo suficiente como para evitar que esto sucediera. Y pienso en vosotros todos los días. Pero sé que algún día os encontraré a ambos en el Cielo, porque Dios es misericordioso. Y ha oído mis clamores, y me ha perdonado".
Por otro lado merece una mención el tema del remordimiento, tocado con mucha sutileza entre Abby y su marido Doug:
Doug: "Te amo. Y también Dios. Él te perdonará si se lo pides"
Abbie: "No puedo creer eso. ¿Cómo? ¿Cómo podría?"
D. "Porque Él es Dios"
Respecto al tema moral del aborto en general me gustaría hacer un comentario. "No juzguéis y no seréis juzgados" (Lc 6,37). Con su vida y ejemplo, Cristo nos llama a denunciar al pecado pero a acoger y perdonar al pecador. Una mujer que recurre al aborto merece toda la comprensión y empatía posible, pues a menudo son sus circunstancias familiares, sociales o económicas las que la lanzan al abismo de una decisión que la marca psicológicamente para el resto de su vida. La película pretende dejar claro que en el tema del aborto hay una cuestión económica que prevalece sobre la moral. Esa es lo que debe ser objeto constante de denuncia. Tras una supuesta lucha por los derechos de la mujer se ocultan los intereses y el marketing de muchas empresas privadas cuya única pretensión es sacar el máximo beneficio económico posible a estas prácticas. La negación al aborto no es solo un tema de fe, sino de valores, una cuestión ética de defensa de la vida y de denuncia de quien antepone el beneficio económico a la defensa de la vida. Esa creo que es la intención del film y la gran enseñanza que me ha dejado su visionado.
Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com

5.5
229
6
1 de marzo de 2023
1 de marzo de 2023
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comentamos hoy una película que fue un auténtico clásico del Cine Religioso español acerca de las apariciones de la Virgen de Fátima en Portugal. Hija de su época, predomina el proselitismo y la apologética propias del nacional-catolicismo imperante en el régimen de Franco, lo que no es óbice para que el film sea muy interesante y tenga una calidad elevada para la época.
Dirigida por el experimentado Rafael Gil (desde 1938 ya había dirigido su primera película de las 69 que realizó, muchas de ellas con contenido religioso), el reparto cuenta también con actores de primera fila como Tito Junco, Rafael Bardem o Fernando Rey. En el caso de los niños protagonistas de las apariciones también son buenas las interpretaciones de Inés Orsini, María Dulce y Eugenio Domingo, aunque paradójicamente para la primera de ellas (Lucía, la protagonista principal) supusiera su último largometraje. Ello tiene mucho mérito, ya que nunca es fácil hacer una película protagonizada por niños, menos aún en aquellos años en los que repetir escenas era un lujo prohibitivo.
El argumento recrea las apariciones en 1917 de la Virgen de Fátima en la Cova de Iría, un lugar insignificante cercano a la pequeña población que diera nombre a las apariciones. En plena Primera Guerra Mundial, Europa sufría un periodo convulso, del que no escapó Portugal, donde la persecución religiosa se había instaurado desde hacía unos años por los regímenes de izquierda. Se ha impuesto un marxismo por la fuerza, representado en el film por el alcalde de Ourem, Oliveira.
Desde el principio se percibe un ambiente familiar religioso en casa de Lucía (Rezar antes de comer, en la cama antes de dormir...), pero no exento de problemas. El hermano mayor, Manuel, se tiene que ir a la guerra. El padre, Antonio, tiene que vender parte de las tierras heredadas para tener un sustento.
La primera oración que aparece la realiza Lucía antes de dormir: "Señora vuelve tus ojos a esta casa. . No te olvides de los que sufren. Dios te salve, María… Iglesia: Tú eres nuestra única esperanza y nuestro único consuelo"
La acción de las apariciones comienza (no podía ser de otra manera el 13 de mayo. Los niños están cuidando las ovejas, y cuando se disponen a rezar el Rosario ven una luz muy fuerte. Comienzan a rezar y escuchan una voz de mujer que mantiene este diálogo con ellos:
Virgen: "No temáis, no os haré ningún daño".
Lucía: "¿Que queréis de nosotros?"
V.: "Quiero que vengáis durante seis meses los días 13 a esta misma hora. En octubre os diré quién soy y para qué os he llamado. ¿Estáis dispuestos a soportar los sufrimientos que Dios quiere mandaros en reparación de los que le ofenden?"
Niños: "Si queremos".
V.: "Sufriréis mucho, pero la gracia de Dios os confortará. Rezad todos los días por la Paz y la salvación del mundo… Yo estaré siempre a vuestro lado".
Evidentemente nadie en la familia los cree al principio, y el cura del pueblo lo achaca a que han leído la historia de Bernadette (Aparición en Lourdes, Francia), la aparición de Guadalupe (México) o incluso a cosas del diablo. Ello genera las burlas de los vecinos e incluso algunos azotes por inventar historias. No obstante, hay un cierto revuelo en el pueblo y el gobernador envía a Don Lorenzo a investigar. un funcionario cuya mujer (Elena) está inválida en una silla de ruedas.
Dirigida por el experimentado Rafael Gil (desde 1938 ya había dirigido su primera película de las 69 que realizó, muchas de ellas con contenido religioso), el reparto cuenta también con actores de primera fila como Tito Junco, Rafael Bardem o Fernando Rey. En el caso de los niños protagonistas de las apariciones también son buenas las interpretaciones de Inés Orsini, María Dulce y Eugenio Domingo, aunque paradójicamente para la primera de ellas (Lucía, la protagonista principal) supusiera su último largometraje. Ello tiene mucho mérito, ya que nunca es fácil hacer una película protagonizada por niños, menos aún en aquellos años en los que repetir escenas era un lujo prohibitivo.
El argumento recrea las apariciones en 1917 de la Virgen de Fátima en la Cova de Iría, un lugar insignificante cercano a la pequeña población que diera nombre a las apariciones. En plena Primera Guerra Mundial, Europa sufría un periodo convulso, del que no escapó Portugal, donde la persecución religiosa se había instaurado desde hacía unos años por los regímenes de izquierda. Se ha impuesto un marxismo por la fuerza, representado en el film por el alcalde de Ourem, Oliveira.
Desde el principio se percibe un ambiente familiar religioso en casa de Lucía (Rezar antes de comer, en la cama antes de dormir...), pero no exento de problemas. El hermano mayor, Manuel, se tiene que ir a la guerra. El padre, Antonio, tiene que vender parte de las tierras heredadas para tener un sustento.
La primera oración que aparece la realiza Lucía antes de dormir: "Señora vuelve tus ojos a esta casa. . No te olvides de los que sufren. Dios te salve, María… Iglesia: Tú eres nuestra única esperanza y nuestro único consuelo"
La acción de las apariciones comienza (no podía ser de otra manera el 13 de mayo. Los niños están cuidando las ovejas, y cuando se disponen a rezar el Rosario ven una luz muy fuerte. Comienzan a rezar y escuchan una voz de mujer que mantiene este diálogo con ellos:
Virgen: "No temáis, no os haré ningún daño".
Lucía: "¿Que queréis de nosotros?"
V.: "Quiero que vengáis durante seis meses los días 13 a esta misma hora. En octubre os diré quién soy y para qué os he llamado. ¿Estáis dispuestos a soportar los sufrimientos que Dios quiere mandaros en reparación de los que le ofenden?"
Niños: "Si queremos".
V.: "Sufriréis mucho, pero la gracia de Dios os confortará. Rezad todos los días por la Paz y la salvación del mundo… Yo estaré siempre a vuestro lado".
Evidentemente nadie en la familia los cree al principio, y el cura del pueblo lo achaca a que han leído la historia de Bernadette (Aparición en Lourdes, Francia), la aparición de Guadalupe (México) o incluso a cosas del diablo. Ello genera las burlas de los vecinos e incluso algunos azotes por inventar historias. No obstante, hay un cierto revuelo en el pueblo y el gobernador envía a Don Lorenzo a investigar. un funcionario cuya mujer (Elena) está inválida en una silla de ruedas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El 13 de junio (San Antonio, patrón del pueblo). Los niños se escapan de nuevo a la Cova para mantener otra conversación con la Virgen:
Lucía: "Díganos lo que quiere".
Virgen: "Seguir viviendo todos los meses este mismo día. Se lo que habéis sufrido y lo que sufriréis aún. Pero no temáis ya. En octubre haré un gran milagro para que todos crean".
L.: "¿Qué manda de nosotros?"
V.: "Escucha lo que se refiere a ti, porque tus primos vendrán pronto conmigo. Tu permanecerás aquí abajo más tiempo. Quiero que aprendas a escribir para que puedas dar testimonio de mi mensaje".
L.: "Entonces, ¿debo quedarme sola frente a todos?"
V.: "Ten ánimo, yo no te abandonaré jamás.Este es mi mensaje: la guerra que padece el mundo acabará pronto, pero si los hombres no cambian, dentro de poco tiempo empezará otra más horrible, varias naciones serán aniquiladas, los buenos sufrirán persecución porque Rusia esparcirá sus errores por el mundo, provocando atropellos contra la Iglesia y su Pontífice. Quiero para evitar esto, que los hombres vuelvan sus ojos hacia mi. Si lo hacen, Rusia se convertirá y habrá paz. Este es el mensaje que te confío. Guárdalo en secreto hasta que yo disponga".
A partir de ahí comienza una transformación interior de los niños, con sacrificios corporales, oración y penitencias. La gente comienza a llevarles enfermos para que los curen, mientras que el alcalde los detiene e interroga. Los amenaza con quemarlos, los engaña... pero nada los hace retractarse. Curioso que los niños hubieran aguantado tanto si la historia fuera inventada. Los sacerdotes pasan de la prudencia inicial a dimitir de sus cargos por creer a los niños y no enfrentar al gobierno y la jerarquía, aún suspicaz ante el caso.
Se llega así al clímax del 13 octubre, donde se anuncia un milagro y miles de fieles acuden en peregrinación al lugar. Entre cantos de "Sálvame, Virgen María" y Rosarios en latín se produce el milagro del sol, la curación de muchos enfermos (entre ellos un ciego y Elena, la mujer del funcionario) y el último diálogo entre la Virgen y los niños:
L.: "Hablad, Señora"
V.: "Yo soy la Virgen del Rosario. Diles que construyan aquí un templo en mi honor y que no agravien a Dios, a quien tienen muy ofendido"
L.: "Quiero pediros muchas cosas, la curación de unas personas, la conversión de otras".
V.: "Algunas se han curado ya, otros curarán también, pero es preciso que todos enmienden sus vidas, si quieren que el Señor siga favoreciéndoles".
Niños: "Dios te salve, María…".
La película termina con el famoso canto "El 13 de mayo, la virgen María..." e imágenes reales de la época de la Basílica y las peregrinaciones.
Conociendo la historia, he localizado algunos fallos en la manera de contarla, como que no aparece el ángel que precede a las apariciones de la Virgen o que los tres niños parecen que tienen la misma edad, cuando en realidad Francisco era muy pequeño. El milagro del sol (recogido en los periódicos de la época) también habla de movimientos circulares, diverso a lo que se ve en el film. Quitando estos elementos y algunos más, es bastante fiel a los relatos de Lucía, la más longeva de los tres quien en varias ocasiones dejó su testimonio escrito.
La aparición a estos tres humildes niños pastores (Lucía, Jacinta y Francisco), aún es a día de hoy objeto de controversia. La Iglesia Católica nunca reconoce de facto una aparición como revelaciones auténticas, pero sí como revelaciones privadas con indicios de veracidad. El testimonio de los Papas que acuden a lugares referentes en este campo suele ser una aprobación implícita de la veracidad de lo ocurrido. Queda a juicio de la persona, creyente, agnóstico o ateo, da igual, el considerarla verdadera o no, y ver en su mensaje una llamada a la conversión y al cambio de vida, que, por otra parte, es un elemento fundamental del Evangelio.
Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/
Lucía: "Díganos lo que quiere".
Virgen: "Seguir viviendo todos los meses este mismo día. Se lo que habéis sufrido y lo que sufriréis aún. Pero no temáis ya. En octubre haré un gran milagro para que todos crean".
L.: "¿Qué manda de nosotros?"
V.: "Escucha lo que se refiere a ti, porque tus primos vendrán pronto conmigo. Tu permanecerás aquí abajo más tiempo. Quiero que aprendas a escribir para que puedas dar testimonio de mi mensaje".
L.: "Entonces, ¿debo quedarme sola frente a todos?"
V.: "Ten ánimo, yo no te abandonaré jamás.Este es mi mensaje: la guerra que padece el mundo acabará pronto, pero si los hombres no cambian, dentro de poco tiempo empezará otra más horrible, varias naciones serán aniquiladas, los buenos sufrirán persecución porque Rusia esparcirá sus errores por el mundo, provocando atropellos contra la Iglesia y su Pontífice. Quiero para evitar esto, que los hombres vuelvan sus ojos hacia mi. Si lo hacen, Rusia se convertirá y habrá paz. Este es el mensaje que te confío. Guárdalo en secreto hasta que yo disponga".
A partir de ahí comienza una transformación interior de los niños, con sacrificios corporales, oración y penitencias. La gente comienza a llevarles enfermos para que los curen, mientras que el alcalde los detiene e interroga. Los amenaza con quemarlos, los engaña... pero nada los hace retractarse. Curioso que los niños hubieran aguantado tanto si la historia fuera inventada. Los sacerdotes pasan de la prudencia inicial a dimitir de sus cargos por creer a los niños y no enfrentar al gobierno y la jerarquía, aún suspicaz ante el caso.
Se llega así al clímax del 13 octubre, donde se anuncia un milagro y miles de fieles acuden en peregrinación al lugar. Entre cantos de "Sálvame, Virgen María" y Rosarios en latín se produce el milagro del sol, la curación de muchos enfermos (entre ellos un ciego y Elena, la mujer del funcionario) y el último diálogo entre la Virgen y los niños:
L.: "Hablad, Señora"
V.: "Yo soy la Virgen del Rosario. Diles que construyan aquí un templo en mi honor y que no agravien a Dios, a quien tienen muy ofendido"
L.: "Quiero pediros muchas cosas, la curación de unas personas, la conversión de otras".
V.: "Algunas se han curado ya, otros curarán también, pero es preciso que todos enmienden sus vidas, si quieren que el Señor siga favoreciéndoles".
Niños: "Dios te salve, María…".
La película termina con el famoso canto "El 13 de mayo, la virgen María..." e imágenes reales de la época de la Basílica y las peregrinaciones.
Conociendo la historia, he localizado algunos fallos en la manera de contarla, como que no aparece el ángel que precede a las apariciones de la Virgen o que los tres niños parecen que tienen la misma edad, cuando en realidad Francisco era muy pequeño. El milagro del sol (recogido en los periódicos de la época) también habla de movimientos circulares, diverso a lo que se ve en el film. Quitando estos elementos y algunos más, es bastante fiel a los relatos de Lucía, la más longeva de los tres quien en varias ocasiones dejó su testimonio escrito.
La aparición a estos tres humildes niños pastores (Lucía, Jacinta y Francisco), aún es a día de hoy objeto de controversia. La Iglesia Católica nunca reconoce de facto una aparición como revelaciones auténticas, pero sí como revelaciones privadas con indicios de veracidad. El testimonio de los Papas que acuden a lugares referentes en este campo suele ser una aprobación implícita de la veracidad de lo ocurrido. Queda a juicio de la persona, creyente, agnóstico o ateo, da igual, el considerarla verdadera o no, y ver en su mensaje una llamada a la conversión y al cambio de vida, que, por otra parte, es un elemento fundamental del Evangelio.
Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/
6
4 de febrero de 2022
4 de febrero de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vamos a comentar hoy esta película que narra la historia de San Maximilian Kolbe (1894-1941), un sacerdote franciscano polaco que murió en el campo de concentración de Auschwitz víctima de la barbarie del nacional-socialismo de Hitler. La película es una coproducción polaco-alemana, en la que los polacos pusieron el mártir, el campo de concentración y el director (Krzysztov Zanussi, sí, no me he equivocado, 7 consonantes seguidas…) y los alemanes prácticamente el resto, incluyendo el presupuesto.
Como película no está mal, pero presenta muchas lagunas. Vestuario, ambientación e interpretación dignos, pero poca profundización en el personaje del santo. En sus escasos 90 minutos de metraje se centra más en las desventuras del protagonista (el prisionero que huyó de Auschwitz) que en darnos muchos detalles de la vida de Maximilian Kolbe. Se omiten datos biográficos esenciales, como que fue fundador de las Milicias de la Inmaculada (el nombre engaña, su objetivo era únicamente la oración a la Virgen) y que fue muchos años misionero en Japón. Como dato curioso reseñar que es la última película rodada en el propio campo de concentración, ya que cuando Spielberg lo solicitó para rodar “La Lista de Schlinder” le fue denegada su petición porque las instalaciones se estaban reconvirtiendo en el “Museo del Holocausto” que actualmente se puede visitar.
Maximilian Kolbe, el recluso 16.670 de Auschwitz, como tantos y tantos sacerdotes y religiosos/as que estuvieron en los campos de concentración nazis, fue perseguido por denunciar las injusticias del partido nacional socialista alemán. Quienes acusan a la Iglesia de "mirar para otro lado" durante el holocausto, ignoran deliberadamente que muchos católicos - sobre todo monjas y sacerdotes- también fueron asesinados en esa cruel carnicería que tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial. El Papa Pío XII actuó con prudencia y con mucha diplomacia para poder ayudar a los perseguidos como se pudo. Santos como el Padre Kolbe o Edith Stein fueron martirizados por su fe cristiana católica. En otros post ya clarifiqué la figura de Pío XII, su importante labor para salvar a los judíos y cristianos de los campos de concentración y cómo tuvo un reconocimiento público por la comunidad judía que le otorgó la máxima condecoración posible para un no judío, el título de "Justo entre las Naciones". Muchos siguen hablando desde la ignorancia, o lo que es peor, desde el intencionado falseamiento de la realidad.
Entremos en el argumento de la película. El sacerdote Maximilian Kolbe (Edward Zentara) es recluido en Auschwitz y condenado a trabajos forzados. En dicho campo de concentración había una normativa que decía que si algún preso se fugaba otros diez serían ejecutados muriendo de hambre y de sed en una celda de castigo. Se produce una fuga y la posterior selección de diez candidatos. El Padre Kolbe no fue uno de los elegidos, pero voluntariamente se intercambia por un infeliz que lloraba diciendo “Pobre esposa mía… Pobres hijos míos...”. El Padre Kolbe dio un paso al frente diciendo “Soy un sacerdote católico. Querría ocupar el puesto de ese hombre”. La película omite incomprensiblemente este diálogo reflejado en las actas de su canonización. Tras tres semanas de castigo en la celda de hambre, fue finalmente asesinado junto a los otros tres prisioneros que aún sobrevivían con una inyección de fenol. La celda debía ser reacondicionada de nuevo para otros diez prisioneros.
La historia es real y cruel como la vida misma, mal que le pese a muchos. Se trata de una historia real que entremezcla cuatro temas esenciales al Evangelio: libertad, fe, sacrificio y amor.
Como película no está mal, pero presenta muchas lagunas. Vestuario, ambientación e interpretación dignos, pero poca profundización en el personaje del santo. En sus escasos 90 minutos de metraje se centra más en las desventuras del protagonista (el prisionero que huyó de Auschwitz) que en darnos muchos detalles de la vida de Maximilian Kolbe. Se omiten datos biográficos esenciales, como que fue fundador de las Milicias de la Inmaculada (el nombre engaña, su objetivo era únicamente la oración a la Virgen) y que fue muchos años misionero en Japón. Como dato curioso reseñar que es la última película rodada en el propio campo de concentración, ya que cuando Spielberg lo solicitó para rodar “La Lista de Schlinder” le fue denegada su petición porque las instalaciones se estaban reconvirtiendo en el “Museo del Holocausto” que actualmente se puede visitar.
Maximilian Kolbe, el recluso 16.670 de Auschwitz, como tantos y tantos sacerdotes y religiosos/as que estuvieron en los campos de concentración nazis, fue perseguido por denunciar las injusticias del partido nacional socialista alemán. Quienes acusan a la Iglesia de "mirar para otro lado" durante el holocausto, ignoran deliberadamente que muchos católicos - sobre todo monjas y sacerdotes- también fueron asesinados en esa cruel carnicería que tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial. El Papa Pío XII actuó con prudencia y con mucha diplomacia para poder ayudar a los perseguidos como se pudo. Santos como el Padre Kolbe o Edith Stein fueron martirizados por su fe cristiana católica. En otros post ya clarifiqué la figura de Pío XII, su importante labor para salvar a los judíos y cristianos de los campos de concentración y cómo tuvo un reconocimiento público por la comunidad judía que le otorgó la máxima condecoración posible para un no judío, el título de "Justo entre las Naciones". Muchos siguen hablando desde la ignorancia, o lo que es peor, desde el intencionado falseamiento de la realidad.
Entremos en el argumento de la película. El sacerdote Maximilian Kolbe (Edward Zentara) es recluido en Auschwitz y condenado a trabajos forzados. En dicho campo de concentración había una normativa que decía que si algún preso se fugaba otros diez serían ejecutados muriendo de hambre y de sed en una celda de castigo. Se produce una fuga y la posterior selección de diez candidatos. El Padre Kolbe no fue uno de los elegidos, pero voluntariamente se intercambia por un infeliz que lloraba diciendo “Pobre esposa mía… Pobres hijos míos...”. El Padre Kolbe dio un paso al frente diciendo “Soy un sacerdote católico. Querría ocupar el puesto de ese hombre”. La película omite incomprensiblemente este diálogo reflejado en las actas de su canonización. Tras tres semanas de castigo en la celda de hambre, fue finalmente asesinado junto a los otros tres prisioneros que aún sobrevivían con una inyección de fenol. La celda debía ser reacondicionada de nuevo para otros diez prisioneros.
La historia es real y cruel como la vida misma, mal que le pese a muchos. Se trata de una historia real que entremezcla cuatro temas esenciales al Evangelio: libertad, fe, sacrificio y amor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Uno de los detalles que más me ha gustado del filme es un diálogo final en el que los comunistas soviéticos, tras liberar a los prisioneros y conocer la historia del Padre Kolbe, tienen conocimiento de este este acto heroico pero lo intentan silenciar. Desesperados por menospreciar la entrega generosa de una vida por otra -en virtud de unos valores religiosos que ellos detestaban- preguntan a los esqueléticos supervivientes : “Pero, habrá alguien más que tuviera un gesto parecido al del cura… ¿Algún médico cambió su vida por un paciente?, ¿Algún profesor cambió la suya por un alumno?, ¿Podemos encontrar a alguien que hiciera una acción similar?...”. La respuesta que da un superviviente es tan lacónica como contundente… “No. Solo un sacerdote lo hizo”. A pesar de sus carencias, la película termina también de una manera muy afortunada con las palabras de Jesús en el Evangelio de Juan, capítulo 15, versículo 13: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”. El Padre Kolbe no la dio por un amigo, sino por un auténtico desconocido, lo cual le confiere mayor mérito si cabe…
Maximilian Kolbe fue beatificado por Pablo VI en 1971 (ceremonia a la que acudió Franciszek Gajowniczek, el recluso al que salvó la vida) y canonizado por Juan Pablo II -su compatriota- en 1982. En su homilía, el beato -inminente Santo- Wojtyla lo definió como “El único triunfador de la Segunda Guerra Mundial”.
Otro mártir de la fe, uno más. Sólo en la Iglesia Católica, el año pasado (2012) fueron asesinados diez sacerdotes, una religiosa y una misionera laica. Qué pena que no fueran noticia. Habrá que esperar a que hagan una película sobre ellos para que se divulguen sus testimonios, todos ellos, a buen seguro, impactantes.
Me gustaría terminar este post con unas palabras del director de nombre impronunciable (Krzysztov Zanussi) el día de la presentación de la película en España. Han pasado 22 años, pero hoy son todavía más evidentes. En un perfecto castellano (si compráis la película y veis los extras lo podéis escuchar) dice: “Decidí dirigir esta película porque en el mundo del arte europeo hay una cierta alergia a los temas religiosos -perdón, rectifico- a los temas cristianos, porqué el Islam y el Budismo si son en general bien tratados por nuestra cultura actual…” Vaya palabras más proféticas. Sin lugar a dudas, sería muy difícil describir en tan pocas palabras el panorama cultural Europeo contemporáneo….
Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/
Maximilian Kolbe fue beatificado por Pablo VI en 1971 (ceremonia a la que acudió Franciszek Gajowniczek, el recluso al que salvó la vida) y canonizado por Juan Pablo II -su compatriota- en 1982. En su homilía, el beato -inminente Santo- Wojtyla lo definió como “El único triunfador de la Segunda Guerra Mundial”.
Otro mártir de la fe, uno más. Sólo en la Iglesia Católica, el año pasado (2012) fueron asesinados diez sacerdotes, una religiosa y una misionera laica. Qué pena que no fueran noticia. Habrá que esperar a que hagan una película sobre ellos para que se divulguen sus testimonios, todos ellos, a buen seguro, impactantes.
Me gustaría terminar este post con unas palabras del director de nombre impronunciable (Krzysztov Zanussi) el día de la presentación de la película en España. Han pasado 22 años, pero hoy son todavía más evidentes. En un perfecto castellano (si compráis la película y veis los extras lo podéis escuchar) dice: “Decidí dirigir esta película porque en el mundo del arte europeo hay una cierta alergia a los temas religiosos -perdón, rectifico- a los temas cristianos, porqué el Islam y el Budismo si son en general bien tratados por nuestra cultura actual…” Vaya palabras más proféticas. Sin lugar a dudas, sería muy difícil describir en tan pocas palabras el panorama cultural Europeo contemporáneo….
Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/
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