Da pena ver como todas las películas que se acercan al fenomeno skin lo hacen desde una visión tan simplista, con una buena banda sonora y una estética bien conseguida el filme no pasa de ahí. El personaje principal, un niño de 12 años, se introduce en un mundo de marginalidad. Combo, el instructor, es un ex-presidiario borracho y busca broncas. Woody es el lider de una pandilla local sin grandes ansías de protagonismo social. Y para colmo el chico se echa una novia que le dobla la edad. Con buenas escenas de marginalidad social inglesa de los 80 el filme no pasa de ahí con unos dialogos simplistas a más no poder. Solo hace falta ver trainspotting y saber que con personajes marginales se puede hacer un filme con un elaborado guión.