Un final casi feliz, pero no fiel al original. El mundo mágico del Profesor apenas queda reflejado... la sensación de unión en la distancia... toda la historia paralela de la hermana... y ese final. Bueno, es más bonito que el original pero... No. Eso no se hace.

Mientras hubo dos Jason, todo iba bien. Tiene lógica. El Jason que eligió la carrera investigadora añora conocer cómo hubiera sido su vida si se hubiera quedado con Daniela. Fabrica su cubo, consigue ir a una realidad paralela y cuando ve a su mujer y su hijo, decide quedarse, etc. Hasta ahí OK.
Pero cuando empiezan a aparecer Jasons como churros, la cosa deja de tener una explicación lógica. Sería normal si cada Jason hubiera surgido de alguna duda en la vida de Jason 1. Pero entonces serían demasiadas dudas. Así que te cuentan que cada vez que Jason abrió una puerta.... (y te lo tienes que creer sin entender por qué) pero oye, ¿abrió taaaantas puertas? no tenía tantas ampollas! No sé. Creo que habría quedado redondo con solo dos Jasons. Así parece que pensaron que la cosa era un poco aburrida y hala, a meter jasons a punta pala en plan traca final.

De pronto las perlas toman una enorme importancia sin que te lo esperes ni recuerdes que antes hubieran mencionado... El cura viejo, exagente encubierto, ¿qué secretos guardaba, exactamente? ¿era de los buenos o de los malos, en realidad? No me dio tiempo a enterarme. Y el revolcón, totalmente innecesario, supone una minihistoria de amor metida con calzador (bueno, amor-amor más bien no: un polvo sin más), entre dos seres muy dolidos por cosas del pasado... muy a lo Pérez Reverte, eso sí.