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Críticas ordenadas por utilidad
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5.9
23,812
4
2 de octubre de 2013
2 de octubre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mezcolanza de estilos y películas anteriores tratada con total desarmonía. Partimos de una base llamativa, y que incita a tener buenos presagios sobre lo que vamos a ver. Esa base no es otra que su plantel de actores de primera linea, con reputados actores de la talla de Sean Penn, Nick Nolte (el gran culpable de que viese esta película), Nick Peña (que funcionó a la perfección en su anterior trabajo "Sin tregua") y un largo etcétera de respetables actores.
Nada más comenzar la película observas que estás ante algo grotesco, avisándonos de que la historia está basada en un hecho real, sobre la caza del gangster Mickey Cohen en lo años 50's en L.A. pero permitiéndose Ruben Fleischer la licencia de darle en su inicio un aspécto de cómic. Una burla para los dos géneros, que se destrozan entre sí, con coreografías de peleas, unas melodías más cómicas que serias y unos diálogos más efectistas que realistas sobretodo teniendo en cuenta la época en que se basa el film. En su estreno en Hollywood, "Bienvenidos a Zombieland (2009)", este director consigue mezclar varios géneros con éxito, e intenta retomar fallidamente esa senda del triunfo.
La película sigue desarrollándose, introduciendo un buen plano secuencia con muchos elementos a controlar ( tampoco es Orson Welles), y luciéndose en el punto fuerte del film, la fotografía y la puesta en escena. ¿Consigue transportarte a la época? Pues en la parte técnica sí. Pero en la parte práctica, los personajes de la historia no se comportan como tal; Ningún diálogo va encaminado a enseñarnos o recordar acontecimientos de aquellos años, el vocabulario en definitiva es más bien actual.
Por otra parte, la veracidad de la que parece jactarse al comienzo va perdiendo minuto a minuto importancia, buscando la espectacularidad atrayente del público más comercial, con escenas de acción sin respiro y sin sentido, en las que los personajes gozan de habilidades más vistas en el cine ambientado en los 90's. En este punto es imposible no hacer referencia a los "Intocables de Eliot Ness (1987)" de Brian de Palma, cuya estructura narrativa es exáctamente igual y que incluye la acción dentro del marco de "hecho real", sin perder toda la credibilidad y logra una majestuosidad en todas las escenas de carga dramática y cómica. Todo es sospechosamente similar entre estas dos películas (¡¡Spoilers!!); Organización secreta para capturar a un gran gangster en este caso en Los Ángeles; formación del grupo; muerte del personaje más inteligente y anciano; Y una escena casi al final en unas escaleras con subordinados entrando por las puertas.
Y para cerrar la crítica hacer mención al mal uso de los actores con Sean Penn en una de sus peores películas, Nick Nolte tragado por Nick Nolte, Emma Stone en un sencillo papel y Josh Brolin con expresión congestionada en el rostro.
Nada más comenzar la película observas que estás ante algo grotesco, avisándonos de que la historia está basada en un hecho real, sobre la caza del gangster Mickey Cohen en lo años 50's en L.A. pero permitiéndose Ruben Fleischer la licencia de darle en su inicio un aspécto de cómic. Una burla para los dos géneros, que se destrozan entre sí, con coreografías de peleas, unas melodías más cómicas que serias y unos diálogos más efectistas que realistas sobretodo teniendo en cuenta la época en que se basa el film. En su estreno en Hollywood, "Bienvenidos a Zombieland (2009)", este director consigue mezclar varios géneros con éxito, e intenta retomar fallidamente esa senda del triunfo.
La película sigue desarrollándose, introduciendo un buen plano secuencia con muchos elementos a controlar ( tampoco es Orson Welles), y luciéndose en el punto fuerte del film, la fotografía y la puesta en escena. ¿Consigue transportarte a la época? Pues en la parte técnica sí. Pero en la parte práctica, los personajes de la historia no se comportan como tal; Ningún diálogo va encaminado a enseñarnos o recordar acontecimientos de aquellos años, el vocabulario en definitiva es más bien actual.
Por otra parte, la veracidad de la que parece jactarse al comienzo va perdiendo minuto a minuto importancia, buscando la espectacularidad atrayente del público más comercial, con escenas de acción sin respiro y sin sentido, en las que los personajes gozan de habilidades más vistas en el cine ambientado en los 90's. En este punto es imposible no hacer referencia a los "Intocables de Eliot Ness (1987)" de Brian de Palma, cuya estructura narrativa es exáctamente igual y que incluye la acción dentro del marco de "hecho real", sin perder toda la credibilidad y logra una majestuosidad en todas las escenas de carga dramática y cómica. Todo es sospechosamente similar entre estas dos películas (¡¡Spoilers!!); Organización secreta para capturar a un gran gangster en este caso en Los Ángeles; formación del grupo; muerte del personaje más inteligente y anciano; Y una escena casi al final en unas escaleras con subordinados entrando por las puertas.
Y para cerrar la crítica hacer mención al mal uso de los actores con Sean Penn en una de sus peores películas, Nick Nolte tragado por Nick Nolte, Emma Stone en un sencillo papel y Josh Brolin con expresión congestionada en el rostro.

6.2
46,309
5
2 de octubre de 2013
2 de octubre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueva versión de la obra de Fitzgerald, la cual no he tenido el gusto de leer todavía, mezclado con el pomposo y grandilocuente estilo de Baz Luhrmann, que narra la historia del misterioso multimillonario Gatsby, tanto sus intimos secretos como sus excentricidades.
Para seguir escribiendo sobre ella no tengo más remedio que dividirla en dos mitades. La primera dirigida para lucimiento de la fotografía con una vistosa puesta en escena cargante; La segunda centrada algo más en desarrollar los miedos y defectos de los personajes, en profundizar en sus carácteres.
Empezando por la primera, como ya he comentado la exagerada suntuosidad con que dota Luhrmann a la historia no hace más que trabarla, desviando la atención a la supuesta calidad del director y su buena fotografía. Por lo que aparte de la admiración de Gatsby a que debería conllevar esa gran puesta en escena hace perder interés en los demás personajes. De ahí que prácticamente todos los actores a excepción del casi siempre brillante DiCaprio y de Edgerton no estén al nivel de la historia y de sus personajes. Mención especial a Tobey Maguire que no consigue sorprendear a nadie con su intepretación cuyos estados de ánimos ya han sido tratados en la trilogía de Spideram de Sam Raimi (ingenuo, incauto, exaltado...), demostrandome una vez más que es un actor con ciertas limitaciones.
No quiero dejar de hablar de esta primera parte sin nombrar la estrafalaria banda sonora que adorna de manera despegada y desmedida respecto a lo que se visualiza. La pesadumbre esperpéntica que acarrea el ver como la época dorada del Jazz es ninguneada y transformada en los MTv's Awards con algún acompañamiento de trompeta producido porque en pantalla aparecen músicos negros, no tiene parangón con nada visto antes.
En su segunda parte, la película mejora, pareciendose según me han comentado en algún que otro momento a la novela. Como ya he dicho, no he leido la novela, pero la importancia de su calidad reside en el tratamiento de sus personajes según me han comentado. Este punto comienza cuando Gatsby evoluciona, y se deja atrás un mundo de lujo para tratar los traumas, problemas y debilidades interaccionando en decorados interiores, en definitiva profundizando en la trama y los personajes.
De mención el magnífico alegato final con que se cierra la narración, que sin duda es sacado textualmente de la novela
Para seguir escribiendo sobre ella no tengo más remedio que dividirla en dos mitades. La primera dirigida para lucimiento de la fotografía con una vistosa puesta en escena cargante; La segunda centrada algo más en desarrollar los miedos y defectos de los personajes, en profundizar en sus carácteres.
Empezando por la primera, como ya he comentado la exagerada suntuosidad con que dota Luhrmann a la historia no hace más que trabarla, desviando la atención a la supuesta calidad del director y su buena fotografía. Por lo que aparte de la admiración de Gatsby a que debería conllevar esa gran puesta en escena hace perder interés en los demás personajes. De ahí que prácticamente todos los actores a excepción del casi siempre brillante DiCaprio y de Edgerton no estén al nivel de la historia y de sus personajes. Mención especial a Tobey Maguire que no consigue sorprendear a nadie con su intepretación cuyos estados de ánimos ya han sido tratados en la trilogía de Spideram de Sam Raimi (ingenuo, incauto, exaltado...), demostrandome una vez más que es un actor con ciertas limitaciones.
No quiero dejar de hablar de esta primera parte sin nombrar la estrafalaria banda sonora que adorna de manera despegada y desmedida respecto a lo que se visualiza. La pesadumbre esperpéntica que acarrea el ver como la época dorada del Jazz es ninguneada y transformada en los MTv's Awards con algún acompañamiento de trompeta producido porque en pantalla aparecen músicos negros, no tiene parangón con nada visto antes.
En su segunda parte, la película mejora, pareciendose según me han comentado en algún que otro momento a la novela. Como ya he dicho, no he leido la novela, pero la importancia de su calidad reside en el tratamiento de sus personajes según me han comentado. Este punto comienza cuando Gatsby evoluciona, y se deja atrás un mundo de lujo para tratar los traumas, problemas y debilidades interaccionando en decorados interiores, en definitiva profundizando en la trama y los personajes.
De mención el magnífico alegato final con que se cierra la narración, que sin duda es sacado textualmente de la novela

7.2
12,587
6
10 de octubre de 2013
10 de octubre de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hitchcock y su etapa inglesa me siguen pareciendo estar años luz por detrás del cineasta consagrado en que se convertiría más tarde en su etapa americana. Bien está decir que su historia es bastante compleja pero a la vez su desarrollo me parece del todo inverosímil. Algunos personajes que hacen prosperar la trama actúan de manera irracional en base a los sucesos que les acontecen. Por no hablar de los secundarios, policías y asesinos cuyas pueriles conductas no concuerdan con la decripción que se da de ellos en la película, pudiendo escapar de la manera más ingenua posible con solo proponerselo.
Como ya he dicho, en el film se percibe de nuevo en su etapa inglesa una cierta lejanía de la perfección que consiguió año más tarde en territorio americano, ya sea por déficit de medios o por alguna otra razón. El montaje se ofrece algo brusco, saltando la acción entre escenas de forma abrupta, como por ejemplo, cuando un personaje recibe un disparo y seguidamente aparece en la comisaria, o cuando escapa y directamente sin previo aviso coloca al protagonista en la muchedumbre. También su primera hora no consigue engancharte a la trama, de la cual casi no se dan detalles o se dan de manera fugaz; Sin embargo su recta final, gracias entre otros elementos a la química entre la pareja protagonista formada por Robert Donat y Madeleine Carroll, alcanza cotas de un nivel altísimo en cuanto a interés en la resolución de la trama y entretenimiento, produciendo un espectacular e inesperado (marca de la casa del director) desenlace.
Estamos ante una de las historias donde Hitchcock utilizará más variedad de personajes con relevancia en el argumento, y en la que el director dotará de importancia a sus carácteres, como el matrimonio de la choza en el prado escocés. Sin estar entre las mejores obras del director, la cinta que nos regala Hitchcock, famosa por ser una de las mejores de su etapa inglesa, se podría calificar como endiablademente entretenida y por similares momentos, según la escena que escudriñemos, torpe o magistral.
Como ya he dicho, en el film se percibe de nuevo en su etapa inglesa una cierta lejanía de la perfección que consiguió año más tarde en territorio americano, ya sea por déficit de medios o por alguna otra razón. El montaje se ofrece algo brusco, saltando la acción entre escenas de forma abrupta, como por ejemplo, cuando un personaje recibe un disparo y seguidamente aparece en la comisaria, o cuando escapa y directamente sin previo aviso coloca al protagonista en la muchedumbre. También su primera hora no consigue engancharte a la trama, de la cual casi no se dan detalles o se dan de manera fugaz; Sin embargo su recta final, gracias entre otros elementos a la química entre la pareja protagonista formada por Robert Donat y Madeleine Carroll, alcanza cotas de un nivel altísimo en cuanto a interés en la resolución de la trama y entretenimiento, produciendo un espectacular e inesperado (marca de la casa del director) desenlace.
Estamos ante una de las historias donde Hitchcock utilizará más variedad de personajes con relevancia en el argumento, y en la que el director dotará de importancia a sus carácteres, como el matrimonio de la choza en el prado escocés. Sin estar entre las mejores obras del director, la cinta que nos regala Hitchcock, famosa por ser una de las mejores de su etapa inglesa, se podría calificar como endiablademente entretenida y por similares momentos, según la escena que escudriñemos, torpe o magistral.

6.6
24,301
8
4 de enero de 2014
4 de enero de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
La única película que me ha gustado del director de momento. El film, que inaugura el movimiento Dogma 95 en la filmografía del realizador danés, aunque con ciertas licencias, es sin duda la obra más inteligente que ha creado, jugando con la ambiguedad, que versa sobre los prejuicios de las personas ante las imperfecciones de la sociedad y con la arrogancia e idiotez de los que creen ser valedores de una superioridad moral. También me resulta ambiguo que un director que se autodeclara nazi, prodigue ese conflicto, por lo que se extiende esa contrariedad al propio Von Trier, que por una parte critica a la sociedad y por otra ridiculiza las actitudes de los deficientes mentales. Aunque es ir más allá del film, diría que el personaje de Stoffer está creado a su imagen y semejanza. Lider, que no soporta la hipocresía de la sociedad, pero que a su vez, no ve a todos como iguales (como se demuestra del rechazo por su parte a los deficientes que les hacen una visita), a lo que se le suma su persistente deseo de fantasía sexual.
Y todo ello dirigido en base al austero Dogma 95 y su ''Voto de Castidad'', utilizando cierta trampa incrustando música de fondo fuera de lo que sucede en la escena. El movimiento tiene todo mi respeto, pero la farsa de los directores, que incumplían sus normas, deja entrever que solamente querían dejar huella en el cine, fracasando estrepitósamente hasta finalizar el movimiento. Desde ese momento destapan su verdadera personalidad cinematográfica incumpliendo muchas o todas sus reglas. Por ello, no puedo dejar pasar, viendo la perfección que intenta alcanzar en sus últimas películas, errores como micrófonos en la parte superior del plano de varias escenas o un cámara que aparece de repente cuando visitan la casa los compradores.
Trier no elige el título al azar de la película. Pienso en el fondo que son un grupo de idiotas que inician un movimiento cuya finalidad no está del todo delimitada, simplemente, se divierten improvisando las reglas del mismo, hasta que finalmente deja de ser un juego. Durante todo ello, se presenta el personaje de Karen, que traerá otro punto de vista al grupo, a priori, más viciado, quizás por la monotonía que rige la sociedad. Este personaje es el que terminará definiendo el concepto de la comunidad. Para ella, y para los demás como se termina viendo, no es más un estado mental que les lleva a la felicidad, simplemente es un grupo de gente que haciendo el idiota consigue una felicidad que la sociedad y la vida corriente no consiguen hacerles sentir.
La segunda cinta del movimiento cinematográfico del Dogma 95, nos deja un argumento simple de moraleja compleja si no prestas la atención necesaria, y si solo la ves desde un punto receptivo de vista muy crítico con el director. Yo conseguí desquitarme de esa aprensión hacia Lars Von Trier, basada en mis malas experiencias con las películas del realizador y el resultado es esta gran película.
Y todo ello dirigido en base al austero Dogma 95 y su ''Voto de Castidad'', utilizando cierta trampa incrustando música de fondo fuera de lo que sucede en la escena. El movimiento tiene todo mi respeto, pero la farsa de los directores, que incumplían sus normas, deja entrever que solamente querían dejar huella en el cine, fracasando estrepitósamente hasta finalizar el movimiento. Desde ese momento destapan su verdadera personalidad cinematográfica incumpliendo muchas o todas sus reglas. Por ello, no puedo dejar pasar, viendo la perfección que intenta alcanzar en sus últimas películas, errores como micrófonos en la parte superior del plano de varias escenas o un cámara que aparece de repente cuando visitan la casa los compradores.
Trier no elige el título al azar de la película. Pienso en el fondo que son un grupo de idiotas que inician un movimiento cuya finalidad no está del todo delimitada, simplemente, se divierten improvisando las reglas del mismo, hasta que finalmente deja de ser un juego. Durante todo ello, se presenta el personaje de Karen, que traerá otro punto de vista al grupo, a priori, más viciado, quizás por la monotonía que rige la sociedad. Este personaje es el que terminará definiendo el concepto de la comunidad. Para ella, y para los demás como se termina viendo, no es más un estado mental que les lleva a la felicidad, simplemente es un grupo de gente que haciendo el idiota consigue una felicidad que la sociedad y la vida corriente no consiguen hacerles sentir.
La segunda cinta del movimiento cinematográfico del Dogma 95, nos deja un argumento simple de moraleja compleja si no prestas la atención necesaria, y si solo la ves desde un punto receptivo de vista muy crítico con el director. Yo conseguí desquitarme de esa aprensión hacia Lars Von Trier, basada en mis malas experiencias con las películas del realizador y el resultado es esta gran película.

6.3
23,921
8
2 de octubre de 2013
2 de octubre de 2013
Sé el primero en valorar esta crítica
Película aplazada durante largo tiempo, para poder visionar en algún momento en que necesitase algo diferente, The Master cuenta la historia de un rústico y perturbado militar estadounidense tras acabar la II Guerra Mundial y su relación con un místico intelectual creador de una organización con principios sectarios.
Lo primero que me apetece mencionar al hablar del film es sin duda a sus actores principales. Joaquin Phoenix está simplemente brillante, regalándonos la mejor interpretación de su carrera, incluso por encima de su papel de Jhonny Cash en La cuerda floja (James Mangold, 2005). No flojea en ningún minuto, pareciendo fundirse con el personaje por momentos, llevando al espectador a pensar que parte hay de la locura de Freddie Quell dentro del propio actor. Por otro lado Philip Seymour Hoffman borda su personaje, un encantador de serpientes con carisma; para algunos hombre sabio y para otros místico de pacotilla. Sin duda la relación entre ambos es la pieza central sobre la que giran todas las ideas del film.
La historia, gira en torno a varias ideas, ligadas con la perfección del ser humano, y sobre su naturaleza como hombre y no animal, todo enfocado en base a un matiz espiritual como método irracionalista de cura. Dodd elige a Freddie para realizar las pruebas psicológicas con la intención de demostrar la veracidad de su movimiento filosófico. Aunque sin duda Paul Thomas Anderson se encarga en varias ocasiones de darnos su opinión y mostrarnos la moralina de la historia negando el estatus superior del hombre hacia el animal (Las necesidades físicas de Dodd en el baño con su mujer susurrandole hazlo por mí, para que su conciencia no quedase manchada. O la reacción hacia el hombre que tacha de sectarios a su ideas sobre la reencarnación y cura de males a través del viaje del alma entre otras).
Aunque a primera vista parece que Dodd intenta cambiar la naturaleza animal de Freddie, es este último el que acaba cambiando la forma de pensar del mediocre filósofo, dejando de lado su tesis más espiritual por otra basada en la experiencia, Como se deja entrever en la conversación que tiene con Laura Dern en el escenario de presentación de su segundo libro. Al final del film (¡¡ojo spoiler!!)se demuestra que con el tiempo, la relación entre ambos da un giro, siendo Dodd el que necesita a Freddie, cantándole para conmoverle tal y como Doris lo hizo antes de marchar a la guerra,e intentándole someterle de nuevo bajo su influencia para seguir su proceso experimental.
Ya solo me queda comentar el gran trabajo con la fotografía y la puesta en escena, cuidada al detalle. Todo ello dirigido por Paul Thomas Anderson de manera suntuosa, el cual utiliza en varias ocasiones el recurso de la famosa puerta que abrió John Ford en Centauros del desierto hace tantos años. En concreto hay una escena en la que utiliza ese recurso en sentido inverso en la que Freddie huye de unos jornaleros que me pareció magistral.
En conclusión, excelente película, dotada de un ritmo lento que no será del gusto de todo el mundo, en la que quizás echo en falta más escenas que lleguen a conmover, entusiasmar o impresionar, y no escenas de transición con el fin de desarrollar la relación entre los personajes.
Lo primero que me apetece mencionar al hablar del film es sin duda a sus actores principales. Joaquin Phoenix está simplemente brillante, regalándonos la mejor interpretación de su carrera, incluso por encima de su papel de Jhonny Cash en La cuerda floja (James Mangold, 2005). No flojea en ningún minuto, pareciendo fundirse con el personaje por momentos, llevando al espectador a pensar que parte hay de la locura de Freddie Quell dentro del propio actor. Por otro lado Philip Seymour Hoffman borda su personaje, un encantador de serpientes con carisma; para algunos hombre sabio y para otros místico de pacotilla. Sin duda la relación entre ambos es la pieza central sobre la que giran todas las ideas del film.
La historia, gira en torno a varias ideas, ligadas con la perfección del ser humano, y sobre su naturaleza como hombre y no animal, todo enfocado en base a un matiz espiritual como método irracionalista de cura. Dodd elige a Freddie para realizar las pruebas psicológicas con la intención de demostrar la veracidad de su movimiento filosófico. Aunque sin duda Paul Thomas Anderson se encarga en varias ocasiones de darnos su opinión y mostrarnos la moralina de la historia negando el estatus superior del hombre hacia el animal (Las necesidades físicas de Dodd en el baño con su mujer susurrandole hazlo por mí, para que su conciencia no quedase manchada. O la reacción hacia el hombre que tacha de sectarios a su ideas sobre la reencarnación y cura de males a través del viaje del alma entre otras).
Aunque a primera vista parece que Dodd intenta cambiar la naturaleza animal de Freddie, es este último el que acaba cambiando la forma de pensar del mediocre filósofo, dejando de lado su tesis más espiritual por otra basada en la experiencia, Como se deja entrever en la conversación que tiene con Laura Dern en el escenario de presentación de su segundo libro. Al final del film (¡¡ojo spoiler!!)se demuestra que con el tiempo, la relación entre ambos da un giro, siendo Dodd el que necesita a Freddie, cantándole para conmoverle tal y como Doris lo hizo antes de marchar a la guerra,e intentándole someterle de nuevo bajo su influencia para seguir su proceso experimental.
Ya solo me queda comentar el gran trabajo con la fotografía y la puesta en escena, cuidada al detalle. Todo ello dirigido por Paul Thomas Anderson de manera suntuosa, el cual utiliza en varias ocasiones el recurso de la famosa puerta que abrió John Ford en Centauros del desierto hace tantos años. En concreto hay una escena en la que utiliza ese recurso en sentido inverso en la que Freddie huye de unos jornaleros que me pareció magistral.
En conclusión, excelente película, dotada de un ritmo lento que no será del gusto de todo el mundo, en la que quizás echo en falta más escenas que lleguen a conmover, entusiasmar o impresionar, y no escenas de transición con el fin de desarrollar la relación entre los personajes.
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