Dos colegas, cogen y emprenden un viaje por las carreteras secundarias de los EE UU a la aventura (realmente no se explica bien el qué buscan), están siempre borrachos y fumaos, y no les importa el qué dirán. Temáticamente parece una comedia juvenil para pasar el rato y reírte un poco (en los mejores casos claro), pero esta peli va más allá y supone un alegato de la libertad pura y dura, sólo que para eso que cojan y me graven a mí con mis colegas, porque sino corren el riesgo de que la peña se quede sopa y no capte el mensaje.
Por cierto, yo estuve durante un tiempo saliendo con una hippie, y me juró que no conocía ni a Hopper ni a Fonda, menudos troleros, a mí me querían engañar...

Como diría El Brocense con Santo Tomás, ¡una gran mierda para De Souza y los americanos! ¡Qué manera de cargarse Street Fighter! Sin duda, el mejor juego de peleas de la historia (por lo menos para los de nuestra generación, sí sí, los que flipábamos con el Mario Car y con el Kick Off y los goles de "Butralueno"), es vilipendiado en una adaptación pésima, con un argumento que se va sobrecreando y unas peleas infantiles y poco creíbles. Además le dan el protagonismo al soldado americano del juego, cuando todos sabemos que el preferido por la gente era Ryu, y en todo caso Blanka, el monstruo brasileño.
Lo dicho, un timo, no la veáis.

Pues si no os refresco la memoria, era un puñetero conejo insoportable que nunca se cansaba, pues lo mismo sucede con la saga del inefable feo de "V".
No me puedo creer que en una peli haya visto juntos a Ryu (sí, el de Street Fighter), a Alaska, a Diane keaton... Aunque ahora que lo pienso quizás esta crítica la esté soñando, ya que es posible que me haya quedado dormido viendo la película (muy posible), y que en breves momentos venga Freddy a por mí... ¡Nooooooooo! ¡Sálvenme de ese plasta!

Cuando juntas en una película a dos genios de la comedia como Willy Toledo y el gran, aunque aún por descubrir, Fernando Ramallo, pues sólo puede suceder una cosa: que no pares de reirte en dos horas.
A mí el conflicto de oriente medio me la pela bastante, pero esta peli consigue su objetivo que no es otro que el de hacer reír, y si encima María Botto te la pone morcillona...
En fin, que desde aquí humildemente pido la nominación para los óscar de Ramallo...
¡Ah! Que ya pasaron los del 2004... Pues vaya injusticia que no lo ganara... En fin, siempre le quedará el reconocimiento de sus fans, entre los que me incluyo.

Identificación plena en esta película en la que un supuesto "loco", apasionado del humor, busca cumplir su sueño intentándolo con ideas maquiavélicas. Yo soy uno de ellos. Sí, sí. Uno de esos sobraos de barrio que no puede evitar hacer reír. Incluso mis gracias y mis chistes son mejores que los del film. Y es que bueno, qué le vamos a hacer, pero lo siento por el resto de mortales que no son tan guapos y simpáticos como yo. Lo siento, pero yo me identifico con Rupert. Soy un rupertiano. ¿Tú no?