He de decir que venía con cierta predisposición a ver a Suranne Jones, que me dejó boquiabierto en Gentleman Jack (muuuuy recomendable si te ha gustado ésta serie).

Dr Foster nos trae la trillada historia de una familia, aparentemente perfecta, en la que la confiada doctora cae en la cuenta de que quizá su perfecto maridito la engaña...

Al igual que en Gentleman Jack, hay ciertas "trazas" de feminismo en la serie, poniendo al hombre como un ser incontrolable sexualmente, y a las mujeres como unas víctimas confiadas; pero la inteligencia con la que plantean la historia la hace tan interesante que no resulta incómodo o demasiado obvio, y el papelazo de Suranne disimula las imperfecciones de un guión quizá demasiado "optimizado" para conseguir crear el clímax adecuado.

Admito que ésta es de aquellas peliculas que si te pillan con el dia escéptico vas al verla como la enésima muestra de los patrones más usados del cine, el desamor y las diferencias raciales.
Pero, si como a mí, te pilla con el día receptivo, vas al disfrutar con esa Coixet que encandiló en Mi vida sin mí o El nombre secreto de las Palabras... Esa Coixet reina de las cosas pequeñas, donde los comentarios, la luz, la ironia y el tempo están perfectamente marcados, mostrandonos una obra conmovedora y un canto a la vida que te dejará un maravilloso sabor de boca.

Hay series para todos los públicos, y otras que requieren ciertas condiciones para que te transmitan todo su potencial. Para ver esta, es recomendable tener más de 30, una familia y conocer las crisis existenciales: que hacemos aquí, para que tanto trabajar, etc...
Y es que si esperas ver en Los Soprano una serie sobre mafiosos, te va a aburrir. Si esperas ver crítica social, la historia te parecerá inverosímil. Entonces ¿de qué va Los Soprano? No es fácil, os lo aseguro:

-David Chase, con unos mafiosos horteras como protas, nos muestra lo ridículos, mezquinos, cobardes e inútiles que resultamos la mayoría de los seres humanos a la hora de enfrentarnos a cosas tan naturales como la vejez, la muerte, la enfermedad, la familia… Pues sí, ese es el autentico atractivo de la serie: las dudas existenciales de un tipo que en teoría es el enemigo público nº 1.

Como sucede en España con Torrente, TODOS los hombres tenemos algún momento en que nos sentimos identificados con los comentarios, acciones, frustraciones o deseos de Toni Soprano. Y TODOS conocemos a alguna Carmela, Medow o Anthony Junior, mujer e hijos del mismo.

Y es que resulta que Toni Soprano, con la crueldad de su profesión, resulta ser mucho más humano y autentico que muchos de los que vivimos en “el lado bueno de la ley”.

En la serie se hacen continuas referencias a El Padrino, pero aquí se desmitifica por completo la imagen del mafioso, humanizándolo y mostrándolo como es en realidad: tíos (y tías) machistas, con entradas irregulares de dinero, con vicios, con temor a la justicia, con un falso e hipócrita respeto por una jerarquía interna a la que en el fondo no creen ni respetan. ¿No guarda parecido con la vida real, y no me refiero a la de los mafiosos….?

Los primeros capítulos pueden parecer una parodia de los personajes clásicos del hampa, pero a medida que los capítulos avanzan la serie recrudece y vemos a un Toni que evoluciona y al que sus demonios pudren poco a poco: el cáncer de los que le rodean, un hijo con problemas, una mujer que exige una vida propia, los “amigos” que le traicionan, la policía que estrecha el cerco sobre él…

Por último destacar algo en lo que Los Soprano es absolutamente distinto de las demás series, sobre todo las americanas: mostrar a la gente físicamente como realmente la mayoría es; gorda, fea y hortera aunque vaya de marca.

EL problema de Los Soprano es que, si te engancha, el resto de series te parecerán absurdas.

La he visto del tirón, reconozco que ése tono de "El club de los poetas muertos" y ésa complicidad estudiantil me gustan, y entiendo que el libro tuviera tanto éxito.

Pero creo que la serie flojea un poco, cae en clichés que están más que usados en el cine y la televisión, y con el torbellino de Euphoria o la originalidad de The Politician, las series de adolescentes en el instituto ya están a otro nivel.

No obstante es una serie entretenida, con unos personajes con los que se empatiza sin dificultad, sin dramas excesivos ni inexplicables, o al menos no tan exagerados como en Euphoria. Pero creo que la experiencia literaria debe ser mejor, y aunque la serie es respetuosa, supongo que no logra el impacto del best seller.

Me guste o no, el cine de indios y vaqueros forma parte de mi cultura cinematográfica. Y digo me guste o no, porque recuerdo de pequeño las tardes y noches de los sábados frente al televisor viendo Liberty Valance, Rio Bravo, Centauros del desierto, Dos mulas y una mujer, Por un puñado de dólares, Duelo al sol...y, porque no admitirlo, Les llamaban Trinidad y La Casa de la Pradera. Decenas de filmes épicos (algunos no tanto) que me han influenciado, y que me dejaron claro que el Lejano Oeste era un lugar inhóspito, no apto para blandengues.

En los 90 la cosa cambió, y con el VHS en plena ebullición, el cine nos mostró una versión más moderna y cercana de éste genero, con títulos destacables como Bailando con Lobos, Sin perdón o El último mohicano.

En los 2000, los avances técnicos y una visión sin prejuicios nos ha dejado títulos como El tren de las 3.10, Django, El Renacido, Westworld o la maravillosa Hermanos Sisters.

Todas éstas y otras muchas que me dejo, son películas que han construido el mito del inexplorado Oeste de los incipientes EEUU.

Y nos llega Godless.... Godless, en 7 horas de capítulos, va reuniendo uno por uno todos aquellos cliches de éste popular género: Wiskhy,Saloon, Sheriff, Forajidos, prostitutas, minas, doma de caballos, venganza.... Y es que a Godless hay que verla como un respetuoso homenaje al Western, estableciendo un hilo común entre películas a priori tan dispares como El bueno el Feo y el malo y Brockeback Mountain, recordándonos que el Oeste era un lugar peligroso y prácticamente despoblado, pero también era una tierra de sueños para quienes querían una vida nueva… O al menos poéticamente, es lo que nos viene a decir, con un montaje, producción, banda sonora e interpretaciones magistrales.

Godless es para los "muy vaqueros", que con paciencia escucharon los diálogos de Django y se deleitan con las escenas de tiroteos. Una auténtica delicia de serie, para disfrutarla con tranquilidad.