Me gusta que me cuenten historias atípicas y ésta es una de ellas. La pueblan personajes frágiles, poco cuerdos, normales, diferentes...

Puede que esta película no cuente grandes historias, pero lo que cuenta lo hace con cierto lirismo que te impide desconectar de ese mundo que narra el film y que, al fin y al cabo, es el que nos rodea.

Una delicia.

Después de verla quise ser Superman..., pero no para salvar vidas o convertirme en superhéroe, sino para picar un trozo de criptonita, esnifarla y morir allí mismo antes de que lo hicera de aburrimiento.

Y pensar que las otras pelis de Superman me encantaron. ¿Qué ha pasado con ésta?

Después de leer en algún sitio que esta película era lo más parecido a Hierro-3 que había hecho Kim Ki Duk, no veía el momento de visualizarla... Pero ni mucho menos. En Hierro-3, Kim lo llena todo de magia y poesía a través de los silencios, y aquí hay muchos diálogos, pero dicen bastante poco.

Me ha decepcionado la película. Lo único original es el final y las bonitas escenas en la playa de las estátuas (no estoy revelando nada), pero me quedé igual que estaba. No me ha llegado pese a estar totalmente abierto a las pelis de este director que es uno de mis favoritos.

De todas maneras, toda la filmografía de este director es recomedable y creo que no voy a revelar nada del argumento de esta película porque invito a la gente a que la vea. Como mínimo es interesante, todo hay que reconocerlo.

Película que no llega a emocionar ni a tocar la fibra pese a tratar temas duros como la droga, la supervivencia en la calle, la prostitución y toda clase de penurias.

Los protas, que van de mal en peor, se encuentran con una serie de personajes estereotípicos como Julito (el gay) que no se los cree nadie.

Qué decepción, con lo poético que es el título y luego el contenido resulta ser poesía de la mala.

Dicen que esta es una peli menor del genial Allen, pero yo no estoy de acuerdo. El guión podría cogerse con pinzas, eso es cierto, y el recurso del fantasma que se aparece es cuanto menos "chocante", por no decir inverosimil, pero esta película resulta recomendable por sus chispeantes diálogos, esos "made in Woody Allen", esos ante los cuales no puedes evitar soltar una risa por el ingenio que destilan.

Merece la pena si quieres pasar un buen rato y disfrutar de humor inteligente, sobre todo si eres fan de Woody Allen.