Sin novedad en el Alcázar, bien podría haber sido un documental de guerra, de tantos como se hicieron entre los años de 1936 al 1945, pero por arte de los italianos y de un guion romantico, se convirtió en película, que fuera del gran contenido épico e histórico, me parece correcta, con buena fotografía, buen montaje y excelentes efectos para la época. El utillaje en su mayoria es el real, pues la guerra civil terminó en 1939 y la película se rodó en el 40. Ganó un premio que debido al nombre del mismo: Mussolini, no tuvo mucha repercusión internacional, valorándose más en nuestras tierras que en las de los aliados.

Como pasa con otras películas que intentan contar hechos tan importantes como el asedio del Alcázar de Toledo, en el que unas 1600 personas, aguantaron más de 2 meses, recibiendo el ataque constante de diiferentes cuerpos del ejército republicano y el frente popular. Esta película, se queda corta, está bien realizada, tiene buen cine, se ve y disfruta perfectamente, pero ni cuenta ni entra en los entresijos de esos más de 60 días, en el que hubo partos, peleas, huidas, muertes y un largo etcétera de acontecimientos humanos, con el que se podrían hacer cientos de guiones. Sin novedad en el Alcazar, pasa rápidamente, intentado dar un carpetazo: Aguantaron y ganaron, con el amor por medio, el honor y la ideología, fuentes de poder para resistir tan terribles embestidas de bombas físicas y síquicas. Al final se queda en el machacón mensaje que tantas y tantas veces nos han contado.

Queda una película pendiente de esta gran gesta del ser humano, quizás cuando hagamos la catarsis pendiente entre izquierdas y derechas, rojos y nacionales o vencedores y vencidos.

Me parece raro que un director que tuvo problemas con la censura, sobre todo en películas como: Surcos o el Inquilino, haya realizado esta tán ejemplarizante de la doctrina católica y la fé. No le habia hecho falta incluir esta cantinela al interesante trama que desarrolla, ni incluir escenas, como la de lla ordenación cuando besan las manos o la del final, cuando muere en Alaska. La trama es muy buena, aunque el espectador espera algo más que unos simples billetes de dolar en el contrabando, tanta intriga para eso¡¡¡
Fernán Gómez hace dos papeles, el de siempre: muy bueno y el de iluminado, en el que está ridiculo, insisto otra vez, en cuando le besan las manos y en el final.
El tema de Alaska, es curioso, porqué fué un jesuita español, Segundo LLorente, quien cooperó a formar ese estado y en aquella época de la posguerra española, muchos misioneros, querian emularle emigrando para salvar almas a esas tierras llamadas: La Rusia americana.
Gratificante el ver a jovenes actores españoles que luegon triunfaron.

Ahora que estan tan de moda las frases de peliculas ( hay una pagina en internet solamente de las de Sin perdón ) ?? Aquí hay una muy buena, es cuando Fernán Gómez está afeitandose y entra su hermana y le pregunta:
Estas aquí?
Parece que sí ( contesta ) la persona que veo enfrente mio, se me parece mucho.

Ya lo hemos comentado con otras películas, el tema de los campos de concentración, nunca sale bien en el cine. O se exagera al máximo, ó se ridiculiza y se desistoria. En el caso de: La vida es bella, se consigue hacer un pegote ingenioso, mezcla de comedia sensibilona e intentos de obra maestra, los cuales se quedan, en un engendro, que si no termina de hundirse, hace agua por todas partes.

Benigni me recuerda mucho a Gene Wilder y la primera parte de la peli, es una comedia de ese estilo. La segunda, no hay por donde agarrarla, te la tragas por ver que pasa, por ver como termina esa farsa, en la que el único que actua es Benigni, asisitiendo impávidos los demas actores, incluyendo el niño, a la grán mentira, que al terminar te regala un suspiro y una exclamación: Que petardo¡¡¡

La idea ( no el guión ), está bien. Quien no ha engañado a sus hijos, quien no ha fantaseado con ellos, haciendo que las farolas sean guerreros y los arboles dragones. Pero el llevar esto a un campo nazi, la idea se confunde y se diluye en un pozo de incredulidad y me atreveria a decir, de desasoeigo, los espectadores no se creen lo que estan viendo, se conmueven sí, pero no se lo creen.
Benigni como tantos otros en los últimos tiempos, ha desarrolado una película para el cine americano y en este caso para el Oscar.

El tema holocausto, es delicado. El intentar crear algún guión sobre él, siempre se quedará " cojo ". No olvidemos que en casi todos los paises ( en España se acaba de aprobar ) hay leyes que prohiben la negación del mismo. Cuando se cierra una puerta y se prohibe pasar por ella...malo¡¡¡

En definitiva opino que es una buena idea, pero mal enfocada historicamente, ni en el momento, ni en el lugar.

Siempre he visto el cine de Bergman como diferente y no solamente del americano, si no de todos. Podria llamarse y me dirán que el cine es eso: fotografia en movimiento, pero yo no me habia dado cuenta hasta que vi una película de él.

El manantial es pura fotografia, es una exposición de fotos agrupadas en bellos esquemas y enrollados en una tira de celuloide, quizas no importe ni el guión, ni la música, cada foto es mejor que la anterior.

Aparte de su belleza fotografica y de su maravillosa estética, destaco el utillaje representativo del medievo sueco, la forma de filtrar la leche sobre ramas, el cuchillo de matar los cerdos, la ropa, los gestos, miradas y comportamientos, todo muy bien recreado.

Como curiosidad, la similitud de esta terrible historia con la de Caperucita y la similitud que realiza el director en la escena previa a la violación, cuando la niña charla con los pastores, ellos le preguntan al igual que el lobo preguntaba a Caperucita, con las mismas frases, así mismo la capa de la niña con su capucha, muy similar tambien.

No olvidemos que en el cuento original, Caperucita es devorada por el lobo.

Es muy dificil hablar de una película de cuyo director ya se ha hablado tanto y al cual le han subido al cielo de los sabios y de las estrellas del firmamento. Afortunadamente eso no me afecta y veo la película sin que el nombre del director me impresione, como si me tomara un buen vino sin etiqueta, sabré si me gusta cuando lo pruebe sin ninguna influencia ni marca.

Esta película me parece incompleta y falta de respuestas al interesante guión que se intenta contar y que salpicado de injerencias falsos personajes y vacios enormes, estropea la gran historia que al final se queda inconclusa.