Excelente recreación de la España del siglo XV en que la iglesia controla el estado y las leyes bajo la sombra de la ambición, la sangre y el poder, en este caso por parte de la familia de Los Borgia, cuya historia está perfectamente reproducida.

Los decorados y vestuarios son autenticamente buenos, es de alabar el intenso trabajo realizado por el equipo encargado de localizar dichos lugares y la elaboración de los trajes tan reales usados en la época.

La interpretación de los actores es también excelente, haciendo especial mención a Lluis Homar y Sergio Peris-Mencheta que bordan su papel a la perfección. El personaje de Lucrecia Borgia interpretado por María Valverde es el que más pena produce al espectador por la tragedia que guarda su vida.

En general es una pelicula que no deja indiferente por el argumento que trata y la gran ayuda que va a ofrecer al cine español, hasta ahora en decadencia por la mejor calidad de las películas estadounidenses. Pero desde luego esta obra dirigida por Antonio Hernández no tiene nada que envidiar a una superproducción americana. Ni siquiera las más de 2 horas de duración se hacen largas ya que la historia mantiene la atención hasta el final.

Al igual que algunas otras críticas comparto que esta película se trata de una OBRA MAESTRA, claro está, para los que la sepan apreciar y tengan cierta sensibilidad.

La película se encuentra magníficamente ambientada en la América del siglo XVII. Toda ella es un sinfín de imágenes narradas en primera persona por el protagonista principal (Colin Farrell), el cual transmite al espectador unas sensaciones únicas. Aunque triste, la bella historia de amor entre el capitán John Smith (Farrell) y la princesa Pocahontas (Q'orianka Kilcher) es la base argumental del film, una historia contada en imágenes y en el disfrute visual de bellos paisajes.
En cuanto al reparto hay que detallar la majestuosa intepretación de los actores (haciendo especial mención a Colin Farrell que como siempre borda su papel con un gran realismo, aquí se supera, incluso más que en Alejandro Magno, que ya es decir). Por otro lado Q' orianka Kilcher no lo hace del todo mal, hay que tener en cuenta su juventud (sólo tiene 16 años) y su poca experiencia en el mundo del cine (acaba de iniciarse con esta película). En todo momento se encuentra arropada por el gran talento de Colin Farrell y el resto del reparto, lo cual le debe resultar un gran apoyo. Haber trabajado con un equipo tan profesional de actores le reporta un tremendo salto en su carrera.

Lo único inesperado es el final, y es lo bueno de cualquier película, no saber lo que va a pasar.

En definitiva, sólo puedo calificar esta producción de EXCELENTE, y por supuesto recomendarla a todo aquel que se considere amante del buen cine y posea cierto sentido artístico, porque sino no sabrá apreciar la auténtica belleza de esta película.

La primera vez que vi esta película no creía que fueran a hacer una segunda parte, ni una tercera y mucho menos una cuarta. Espero que ya sea la última, no porque no me agrade, sino porque tantas partes de una misma película ya aburren (ej.: Harry Potter).

La verdad es que no me esperaba demasiado. ¿Qué iba a ver que no hubiera visto ya? Pues sorprendentemente muchas cosas nuevas y algunos cambios.

La historia da un pequeño giro: Shrek tiene una vida feliz con su mujer Fiona y sus tres hijos, acompañado de sus fieles amigos Asno y Gato y todos los demás personajes. Pero para él no es suficiente, echa de menos su antigua vida en la que era un verdadero ogro y todos le temían. Por eso encuentra a un astuto y perverso "concededor de deseos" que le ofrece la posibilidad de volver a su vida anterior. Shrek acepta sin leer la letra pequeña del contrato y de pronto se da cuenta de que lo que tenía no era tan malo, y por eso de nuevo quiere volver a recuperarlo.

No recomiendo verla en 3D porque apenas se notan los efectos. Simplemente sirve para pasar un buen rato riéndose ya que tiene puntos muy divertidos (sobre todo protagonizados por el gato y el asno).

Además nos enseña que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos... Esa es la moraleja de esta película.

No soy experta en el género de las artes marciales, ni tampoco me considero amante de este tipo de películas, pero he de decir que THAI DRAGON me ha gustado mucho, no ya solo por la acción en sí misma, que es lo que más prevalece (los golpes, saltos, patadas y demás son impresionantes) sino por el argumento, que ni siquiera esperaba encontrar, pero sí, lo hay, y aunque simple a mí me ha resultado emotivo: la bella historia que se desarrolla entre Khan (Tony Jaa) y sus elefantes es realmente cautivadora, hace darse cuenta de que los animales tienen los mismos sentimientos o aún mejores que las personas. Una perfecta manera de expresar el afecto hacia cualquier ser vivo.

Como en cada trabajo de Cruise éste se lo "flipa" demasiado con escenas increíbles: saltos y persecuciones imposibles. Por no hablar de los cantosos fallos de documentación. ¿Desde cuándo los Sanfermines son en Sevilla? ¿Qué concepto tienen los americanos de España: sevillanas y toros? Pues yo no me siento representada por eso, al contrario, más bien me avergüenzo. Así que aparte de para pasar un rato entretenido, esta película sirve para poco más...