Trataré de olvidarme cuanto antes de esta película porque no hay por donde cogerla. El director parte de una premisa que es que juntando a muchas caras conocidas se hace un buen film: ¡¡¡falso!!!. Hay actores buenos sí, pero no tienen gracia. No sé si es por el guión o porque ni ellos mismos se creen que están haciendo algo que valga la pena. Se nota y todo se resiente. Una pérdida de tiempo.

Que sí, que la ambientación y la fotografía son estupendas. Realmente al principio dices, "¡esto promete!" pero una vez acabas de verla te queda el regusto de que el argumento podía dar para más, mucho más. El guión deja demasiadas cosas en el aire a las que no se dan respuesta y la verdad es que después de todo el bombo que se le ha dado me ha decepcionado bastante.

Me ha parecido una versión corta y light de "True Detective"

Podrían haber hecho algo bueno con el material que tenían pero consiguen algo extremadamente tedioso. La actuación de Eduard Fdez, mala y el resto no le va a la zaga, no se creen a ellos mismos y por tanto los personajes se resienten. Es todo bastante artificioso, como un bazar chino lleno de porcelana que sabes que es todo puro plástico.

Y es una pena porque esta historia en buenas manos hubiese podido ser una buena película. Al final no me creo lo que me cuentan, me aburro.

A qué nivel ha caído Calparsoro. Y Resines qué voy a decir, una caricatura de si mismo. Película que trata de ser una americanada a la española que acaba siendo un refrito entre La Casa de Papel y la autobiografía del Dioni, pero en cutre. No hay por donde cogerla. Es una película que supongo que la acabarán poniendo por las tardes de domingo en sobremesa y que la verán los que estén en casa muertos de aburrimiento.

Consejo: No pierdas tu tiempo ni tu dinero viendo esto.

Lo mejor: White sensacional y su familia, especialmente el cuñado. El ambiente caduco en que se desenvuelve toda la trama. Los guiones son brillantes.

Lo peor: Las gansadas de Pinkman y el personaje del abogado. Especialmente el segundo, resultan cómicos en exceso, parecen personajes más propios de un vodevil francés o peor todavía, de "Me llamo Earl".