El cine soviético, es sin dudas, uno de los más impresionantes de la cinematografía mundial. Nos ha legado filmes de gran calidad, tanto por su valor conceptual como artístico. Por desgracia, la gran mayoría de su cine no tiene la difusión y el reconocimiento que debieran tener. "Quieto, muere, resucita" es uno de esos filmes. La película está ambientada en Siberia. Lugar conocido por ser el lugar de destierro de miles de presos tanto en la época zarista, como durante el régimen de Stalin. La historia nos muestra la terrible marginación y pobreza vividas en ese sitio desde la perspectiva de un niño. Símbolo de las miles de víctimas inocentes de la barbarie del estalinismo. Con cierta influencia Tarkovskiana (o al menos eso percibí yo) este filme está realizada de forma directa y realista. Narrada de manera ejemplar, esta obra es un testimonio sobre un hecho que nunca debió suceder. Esto cine de verdad.

Bergman es uno de los cineastas más influyentes en la historia. Un cineasta que concibió un universo cinematográfico particular, un universo moldeado según sus dudas e inquietudes. Un sólo adjetivo no es suficiente para definir al cineasta y su obra.
Secretos de un matrimonio se centra en la vida en pareja. Aquí Bergman nos presenta el lado menos agradable de las relaciones de este tipo de relación.
El filme está divido en diferentes secciones; en cada una el espectador es testigo de los conflictos que va afrontando la pareja.
Al ser un filme hecho para la televisión, tanto el aspecto visual como técnico son muy limitados. El peso de la trama recae sobre los diálogos y las actuaciones. Bergman logra adentrar al espectador en la historia, y este llega a sentirse identificado con los personajes. Los diálogos están muy realizados y dejan claros las emociones que van sintiendo los personajes, pero serían lo mismo sin las poderosas actuaciones de Erland Josephson y Liv Ullmann.
Secretos de un matrimonio no es tan profunda ni visualmente majestuosa como otros de sus filmes. Sin embargo, es un filme de gran honestidad y realismo; reflejo fiel de las relaciones de pareja.

Magnífica película del cineasta de origen alemán Max Ophüls. Con bastante ingenio y por medio de un pelicular personaje Ophüls nos adentra dentro de varias historias de amor. El ritmo está magistralmente llevado y la fotografía es excelente. Max Ophüls es un cineasta que ha creado un cine interesante y con un estilo único. Por desgracia, este director pertenece a la lista de grandes cineastas poco reconocidos. Obra que no hay que perderse.

Cuando vi La Condena y el Hombre de Londres me di cuenta de que estaba ante un cineasta de gran talento. Sin embargo, Satántágo me demostró que estaba ante un director único e irrepetible. Cine en estado puro que impacta al espectador con la fuerza de sus imágenes. Tarr es un director que bebe de las fuentes Tarkovskianas y Dreyerianas, pero ha creado un universo propio. Satántango ( y el cine de Tárr en general) es un filme que no goza de mayor fama, quizá por que su largo metraje y ritmo pausado no sean del agrado de muchos espectadores. Este filme es excelente en el apartado técnico y el ritmo es llevado magistralmente. Todo un azaña considerando su duración. No es cine fácil, pero vale la pena el reto.

Cuando vi este filme por primera vez no me encontraba en el mejor estado de ánimo. Grave error. Detesté la película y no puede adentrarme en ella. Un año después la volví a ver, esta vez en pantalla grande y mi percepción de este filme cambió completamente. No puedo decir que haya comprendido el filme (de por sí este no es filme para ser comprendido), pero pude percibir la indescriptible genialidad de esta obra, concebida en la mente de ese peculiar señor proveniente de la tierra de la Coca-Cola y el pie de manzana: David Lynch.

En definitiva la palabras para describir este filme son inexistentes. No me voy a centrar en el tema de la paternidad. Tema que ha sido discutido hasta la saciedad, y en el que no aportaría nada nuevo. Este es un filme que retuerce al espectador durante sus noventa minutos de metraje. Un filme donde el miedo está presente, ayudado por la agobiante música, y la fotografía.

La mayoría de la gente, y yo la primera vez que la vi, nos quejamos de no comprender el filme, pero el ser humano es difícil de comprender. Este filme es críptico como lo es la naturaleza humana. David Lynch en este como en sus otros filmes se adentra en la compleja mente del ser humano. El ser humano está lleno de inseguridades y obsesiones. Vulnerable y desamparado, víctima de una sociedad que lo devora, este se esconde detrás de una falsa máscara, y crea una falsa realidad, pero llega el momento en que la máscara se cae, la realidad se derrumba, y se empieza actuar de formas inimaginables. David Lynch no es santo de mi devoción, pero es un director que fascina por la enorme discusión que se genera entorno a su cine. Para mí el cine más interesante es el que mayor discusión genera.

Tengo preferencia hacia el cine que me ponga al límite como espectador. En mi opinión, el cine debe retorcer al espectador, y hacer cuestionar su realidad y todo lo que ha conocido hasta el momento. Sacarlo de su zona de confort. Sin embargo, no niego que filmes como este hay que verlos con el estado de ánimo adecuado y de forma ocasional. Amado u odiado David Lynch fue un director que se adentró donde nadie más se atrevió.