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España España · Granada
Críticas de Fher
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Críticas 19
Críticas ordenadas por utilidad
7
19 de agosto de 2017
24 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras la fallida Lucy, Luc Besson regresa a la ciencia ficción con la adaptación del cómic francés Valerian y Laureline. Para ello, ha contado con un brutal presupuesto que ronda los 180 millones de dólares.
La sensación que nos deja Valerian y la ciudad de los mil planetas es que puede que no sea el producto que uno esperaba (o deseaba) pero sin duda nos ofrece varios puntos de interés.
Hay que reseñar que desde el primer minuto de película, Valerian tiene muchos puntos en común con una de sus películas más comerciales: la odiada y amada a partes iguales, El quinto elemento. Cierto es que como en aquella aventura espacial que vivimos a finales de los noventa tenemos aventura, romance, épica, mundos extraordinarios o criaturas monstruosas. Pero también posee elementos negativos que ya tenía aquella producción, tales como un humor en ocasiones bastante chirriante, algunos "Deus ex machina" un tanto exagerados o varios agujeros de guión.
La película se puede separar en dos partes muy distintas la una de la otra. La primera parte de la película es sin lugar a dudas la más interesante, donde Besson sumerge al espectador en un espectáculo visual que posiblemente no presenciaba desde el estreno de Avatar. De hecho, hay más de una relación con la archiconocida película de James Cameron, sobre todo en lo que respecta a las místicas conexiones que hay entre "Pearls" nos recuer "na´vi". También resultará emocionante la presentación de nuestros héroes Valerian y Laureline, todo ello llevado a cabo con un ritmo trepidante. Los actores que encarnan a estos personajes resultan solventes, incluso parecen tener cierta química entre ambos. No obstante, puede ser que haya un problema de "miscasting" ya que ambos actores tienen un rostro demasiado aniñado y a los espectadores nos cuesta creernos que estos dos chavales sean dos agentes tan importantes y reconocidos.
Lamentablemente, la película se desinfla en su tramo central que será donde Luc Besson saque todo ese mundo excesivo y sobrecargado (el histrionismo de Ethan Hawke resulta bastante molesto) que acabará sacándonos un poco de la película. Aunque todo bastante previsible, el tramo final resultará bastante entretenido y resultón.
Recomendaría la peli a aquellos que quieran disfrutar de un maravilloso espectáculo visual y que conecten con el estilo tan personal de Luc Besson. Los que no disfrutaran con El quinto elemento o todos los amantes de la ciencia ficción más sesuda, por favor manteneros al margen.
Fher
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9
7 de octubre de 2017
25 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parecía casi un suicidio embarcarse en la aventura de hacer una secuela de uno de los referentes de la ciencia ficción contemporánea como fue Blade Runner. Sin embargo, el descaro de Denis Villeneuve (cada vez cercano al cine de Nolan) le ha hecho incluso superar las remotas perspectivas de éxito.
Al igual que la película de Riddley Scott, está claro que la que nos ocupa no es una película para todos los gustos. Ya que si algo hay que reconocerle a Villeneuve es que ha respetado los los conceptos que se nos introdujeron en 1982; tales como la estética, el estilo musical, el tono autoexistencial o el debate sobre la mortalidad. Sin embargo, no por ello rechaza la introducción de temas tan de moda como puede ser la inteligencia artificial, ofreciendo enfoques tan interesantes como la relación amorosa entre Ryan Gosling y una preciosa Ana de Armas.
El punto de partida de la película es muy parecido al que nos ofrecía la película original; un blade runner tiene que retirar a un grupo de replicantes por motivos que no voy a desvelar. No obstante, la historia acaba tomando su propia forma, ofreciéndonos infinidad de sorpresas y proponiendo una historia completamente original que respira por sí misma. Digo ésto porque es inevitable acordarnos de El despertar de la fuerza, dónde quizás J.J. Abrams podría haber hecho algo parecido con su secuela de Star Wars. En aquel caso, la historia quizás no se alejó tanto de “Una nueva esperanza” como muchos hubiéramos deseado.
Las interpretaciones son acordes a la película, destacando sin lugar a dudas Ryan Gosling en un papel que parece estar parece estar escrito para él. Consigue ser capaz de transmitir sus emociones magistralmente, más aún si tenemos en cuenta la naturaleza de su personaje. Quizás, esperábamos ver algo más en pantalla el personaje interpretado por Jared Leto, aún así resulta verosímil como ese mesías replicantes tan frío como inquietante. En cuanto a Harrison Ford, retoma el personaje con convicción, interpretando a un Deckard muy cambiado; su estilo de vida le ha hecho convertirse en un “outsider” que vive al margen de todo y está lleno de recuerdos y remordimientos.
Concluiría recomendando la película a todos aquellos que disfrutásteis tanto como el clásico de los 80, porque asistiréis a una deslumbrante secuela que revisitaréis tantas veces como lo hicisteis con Blade Runner.
Fher
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8
3 de julio de 2010
25 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con los corazones norteamericanos todavía sangrantes por los atentados terroristas ocurridos en New York en 2001, un par de sinvergüenzas llamados Trey Parker y Matt Stone nos proponen más de 90 minutos de incorrección moral, política y racial que harán las delicias de los espectadores más irreverentes así como rasgarán las vestiduras del público más conservador.

Desde el comienzo, Parker y Stone ponen en entredicho las fuerzas armadas norteamericanas, quienes bajo el lema de “el fin justifica los medios” arrasan la ciudad de París con tal de atrapar a un conocido terrorista. Este es el punto de partida de esta fresca y mordaz sátira, dónde veremos como Gary, un talentoso actor y cantante, deberá enfrentarse a todo tipo de situaciones que le llevarán al límite y sólo al final, sabremos si es el héroe que parece estar predestinado a ser.

Bajo una apariencia vulgar e ingenua esconde una mala leche que recuerda al más puro estilo Todd Solondz o a los muchas veces incomprendidos hermanos Farrelly.

Además cuenta con un repertorio de “gags” verdaderamente fantásticos como la transfiguración facial de Gary, la escena de sexo explícito, la “entrega” de nuestro protagonista por sus compañeros o ese memorable discurso final.

En definitiva, recomendable para espectadores sin prejuicios que estén dispuestos a recibir un bombardeo del mejor espíritu de anarquía.
Fher
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8
19 de diciembre de 2015
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eran muchos los años que algunos llevábamos viendo incansablemente los seis episodios de la saga Star Wars. De un modo cercano a lo que podría considerarse psicosis, uno se centraba en captar detalles, por pequeños que fueran con tal de enriquecer un poco más su experiencia galáctica.
Tras ver El despertar de la fuerza, uno tiene la impresión de que el amigo J.J., era uno de esos nerds en el que los fans más acérrimos nos vemos reflejados. Tras concluir la película, las sensaciones son difíciles de describir; alegría, emoción, tristeza, confusión… todas ellas entremezcladas entre sí, pero con la certeza de que en conjunto el resultado es abrumadoramente bueno.
Con una estructura calcada a la primera película estrenada en 1977, El despertar de la fuerza continúa la historia que en un principio se nos cerró con El retorno del jedi y dónde los viejos conocidos, guiarán a los recién incorporados en su lucha contra el mal. El nuevo trío de protagonistas que se os introduce, no desentona con sus antecesores, donde brilla especialmente el personaje de Daisy Ridley, esa heroína que nos guarda más de un secreto y que es la verdadera protagonista de la película. Más complicado aún lo tenía Adan Driver, quien es el nuevo villano enmascarado con la difícil labor no salir demasiado malparado en su comparación con Darth Vader. Pues bien, Driver consigue crear un personaje muy complejo y con la suficiente mala leche como para no echar tanto de menos a nuestro villano favorito. En cuanto a los más veteranos, indudablemente es Harrison Ford quien se lleva la palma, recreando a un Han Solo muy distinto al que conocimos años atrás, dado que todo lo que vivió antaño, le hicieron madurar como persona.
El film está lleno de guiños para los fans más incondicionales, desde cameos de personajes secundarios en la saga original hasta expresiones ampliamente utilizadas en sagas anteriores (como la frecuentemente recurrida “I have a bad feeling about this”). Además, Abrams mantiene un pulso narrativo espectacular donde intercala escenas de acción trepidante sin salirse de la historia que nos está contando.
Si tenemos que buscarle alguna pega a la película, quizás hay momentos que pueden considerarse predecibles, debido a su similitud con el Episodio IV. Además, hay algún personaje algo decepcionante, como es la capitana Phasma, el Líder Supremo Snoke o el personaje interpretado por Max Von Sydow. Sin embargo, quizás sea algo pronto para hablar de estos aspectos debido a que aún quedan dos entregas donde quizás indaguen algo más en alguno de ellos.
En resumen, recomendaría esta nueva entrega a todos los fans de la saga que quieran recordar cómo se sintieron años atrás cuando descubrieron las primeras entregas de este maravilloso universo creado por George Lucas. Con el tiempo y con nuevos visionados, sabremos a que altura está en comparación con las anteriores ediciones. Sin embargo, el visionado de esta película sólo nos hace querer descubrir más de este universo a la vez que indagar más profundamente en el propio film, tal y como hicimos con las anteriores.
Fher
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2
7 de diciembre de 2009
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces no nos queda más remedio que complacer a nuestra pareja y tenemos que ir al cine a ver algo que de entrada, intuimos que pinta regular. Pero creo que siempre debemos darle a toda película algo de "beneficio de la duda", dado que algunas veces nos hemos llevado gratas sorpresas.
Partimos de haber visto la primera entrega, donde se nos contaba una historia sosilla pero más o menos bien llevada que haría las delicias de adolescentes no demasiado cinéfilos y/o fans de literatura barata y comercial.
Esta segunda parte es una versión extremadamente alargada de esa primera con toques fantásticos absolutamente trillados y convencionales que no aporta nada al género. Las interpretaciones son muy flojas, a excepción de un desaprovechado Robert Pattinson, único personaje que transmite cierta verosimilitud y que puede llegar al espectador. Además la película carece por completo de las principales bazas de películas de vampiros; sangre y erotismo.
Yo recomendaría a espectadores que verdaderamente quieran disfrutar de ejemplos actuales y bien llevados de este tipo de cine, la magnífica y visceral "Let the Right One in" o si prefieren tirar más por el género no sólo vampírico sino fantástico que recurran a "True Blood", dos claros casos de como se hacen bien las cosas.
La próxima entrega de "Twilight" la dirige Davis Slade, director de películas tan apreciables como "Hard Candy" o "30 días de oscuridad". Esperemos que salve la saga y de un nuevo aire más original a la historia, porque hasta ahora, esto va de mal en peor.
Fher
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