Crash (2005) de Paul Haggis se sitúa en ese selecto, grupo de películas, que almenos no tratan al espectador como idiota y eso, hoy en día, es mucho.
Con la ciudad de los Angeles como trasfondo (perfectamente se podría haber realizado en Madrid), narra las extrañas relaciones de un mosaico de etnias, ideas y costumbres. Lanzándonos un claro mensaje (en ocasiones excesivamente machacón), antiracista, ya que cada uno de los personajes vira en su actitud a lo largo de la pelicula, sin tener en cuenta su credo, razo o condición.
La violencia en estado más real, que no más efectista, nos lleva de la mano del por todos los personajes. Una violencia física y violencia moral.

Es dificil, no comparar esta cinta con la magnifica Magnolia de Paul Tomas Andersón, almenos en la forma narrativa. Numeroso y formidable reparto, extrañas casualidades, una utilización de la música que se convierte en un personaje más, etc.

Un pero: Quizás la historia está más enfocada para una serie televisiva, donde los personajes se pudieran desarrollar con más profundidad.

Crash no es la gran obra maestra que muchos proclaman pero sin duda es una buena apuesta y una de las mejores películas del año.