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Críticas ordenadas por utilidad
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6.5
3,702
2
6 de julio de 2010
6 de julio de 2010
23 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Añoro el tiempo en el que entre los principales objetivos del director de una película estaba contar una historia. A partir de ahí, la película podía ser buena o mala, pero te contaba algo. Si era buena, es que te lo contaba bien. Lo mismo si se trataba de una historia de amor, de un hecho bélico, de un thriller o de una película de intriga, el guión explicaba una historia en la que las acciones de los personajes se entendían porque estaban explicadas y el público sentado en la butaca quería saber cómo terminaba esa historia.
Si los actores sabían actuar, mucho mejor; si la música estaba bien escogida, más puntos para sumar; si la fotografía estaba técnica y artísticamente bien resuelta, estupendo; si la ambientación y los decorados estaban cuidados, más puntos a favor. Y si todas esas cosas funcionaban a la par, estábamos ante una obra maestra.
Hoy, con mucha frecuencia nos encontramos en cambio con películas como ésta. La fotografía, la ambientación, los actores, etc., están bien, nada en contra. Pero… ¿y la historia? ¿Qué se nos ha querido contar en concreto?
Vemos trazos por aquí y por allá, cosas sueltas que suceden (o no), una música envolvente que a veces incluso dificulta el seguimiento de los diálogos (pocos e inconexos), pero que supongo que al director le ha parecido un subrayado de lo más artístico. Pero la música, por sí sola, no sube la tensión si en realidad no está pasando nada en la pantalla que tenga interés.
Vemos la mayor parte del tiempo gente comiendo, primeros planos de platos y cubiertos; gente de un lado para otro diciéndose nimiedades, primeros planos de esa gente, de sus miradas, de sus manos, de sus cambios de vestuario… Milán bajo la nieve… Y casi todos esos planos son bonitos y elegantes. Pero como no hay guión ni historia, pues es como un pase de postales con buenos encuadres: bonitas, bien enfocadas… pero postales, no cine.
Y es que a mí ya me cansa bastante ver películas que el director parece que haga para sí mismo, para demostrar su sensibilidad o como catarsis de lo que diablos le pase a él y lo que sienta; que ponga el énfasis en escenas que deben ser muy sugerentes para él mismo, pero que nos aportan poco o nada a los que vemos la película porque no nos dicen gran cosa.
Señores directores: el espectador es el cliente de este tinglado. Hagan películas pensando en él y luego, a partir de ahí, pongan empeño en que, además de ser buenas historias bien contadas, tengan primeros planos, buena música y buenas ambientaciones. No olviden que es una profesión, además de un arte. En fin, ya sé que no me lee ningún director, pero he hecho como ellos: escribo para mí, para desahogarme.
Por cierto, de heredero de Visconti, ni por asomo. Hace falta algo más que pasear la cámara lentamente por una mesa bien puesta para parecerse a Visconti.
Si los actores sabían actuar, mucho mejor; si la música estaba bien escogida, más puntos para sumar; si la fotografía estaba técnica y artísticamente bien resuelta, estupendo; si la ambientación y los decorados estaban cuidados, más puntos a favor. Y si todas esas cosas funcionaban a la par, estábamos ante una obra maestra.
Hoy, con mucha frecuencia nos encontramos en cambio con películas como ésta. La fotografía, la ambientación, los actores, etc., están bien, nada en contra. Pero… ¿y la historia? ¿Qué se nos ha querido contar en concreto?
Vemos trazos por aquí y por allá, cosas sueltas que suceden (o no), una música envolvente que a veces incluso dificulta el seguimiento de los diálogos (pocos e inconexos), pero que supongo que al director le ha parecido un subrayado de lo más artístico. Pero la música, por sí sola, no sube la tensión si en realidad no está pasando nada en la pantalla que tenga interés.
Vemos la mayor parte del tiempo gente comiendo, primeros planos de platos y cubiertos; gente de un lado para otro diciéndose nimiedades, primeros planos de esa gente, de sus miradas, de sus manos, de sus cambios de vestuario… Milán bajo la nieve… Y casi todos esos planos son bonitos y elegantes. Pero como no hay guión ni historia, pues es como un pase de postales con buenos encuadres: bonitas, bien enfocadas… pero postales, no cine.
Y es que a mí ya me cansa bastante ver películas que el director parece que haga para sí mismo, para demostrar su sensibilidad o como catarsis de lo que diablos le pase a él y lo que sienta; que ponga el énfasis en escenas que deben ser muy sugerentes para él mismo, pero que nos aportan poco o nada a los que vemos la película porque no nos dicen gran cosa.
Señores directores: el espectador es el cliente de este tinglado. Hagan películas pensando en él y luego, a partir de ahí, pongan empeño en que, además de ser buenas historias bien contadas, tengan primeros planos, buena música y buenas ambientaciones. No olviden que es una profesión, además de un arte. En fin, ya sé que no me lee ningún director, pero he hecho como ellos: escribo para mí, para desahogarme.
Por cierto, de heredero de Visconti, ni por asomo. Hace falta algo más que pasear la cámara lentamente por una mesa bien puesta para parecerse a Visconti.

4.3
2,980
6
28 de julio de 2010
28 de julio de 2010
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues es verdad lo que dicen, no es una gran película, pero creo que es una exageración puntuarla como mala, por varias razones:
1. Te mantiene el interés por saber el papel del amante y qué le ha pasado a la mujer, que es mucho más de lo que consiguen películas de más renombre.
2. Banderas lo hace bien. No espectacularmente bien, pero sí bien, que es más que correcto. He visto la versión original y no es cierto que su acento inglés sea nefasto; al menos, es el que se esperaría de un medio español en Milán, que es el personaje que interpreta.
3. Laura Linney está creíble en su papel de mujer fiel/infiel. Porque no es fiel, pero tampoco puede decirse que engañe al marido sin más, e interpreta su personaje sin alardes, de una forma muy efectiva. Me gustan los personajes que no son arquetípicos y el de esta esposa tiene matices suficientes.
1. Te mantiene el interés por saber el papel del amante y qué le ha pasado a la mujer, que es mucho más de lo que consiguen películas de más renombre.
2. Banderas lo hace bien. No espectacularmente bien, pero sí bien, que es más que correcto. He visto la versión original y no es cierto que su acento inglés sea nefasto; al menos, es el que se esperaría de un medio español en Milán, que es el personaje que interpreta.
3. Laura Linney está creíble en su papel de mujer fiel/infiel. Porque no es fiel, pero tampoco puede decirse que engañe al marido sin más, e interpreta su personaje sin alardes, de una forma muy efectiva. Me gustan los personajes que no son arquetípicos y el de esta esposa tiene matices suficientes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El argumento es algo inverosímil, pero sólo hasta cierto punto. Cuando perdemos a alguien que hemos querido mucho, tratar a una persona que fue importante para quien ya no está, aunque nos sea odiosa por el papel que desempeñó, puede llegarnos a obsesionar porque es una forma de que la persona que murió siga formando parte de nuestra vida, al menos mientras dura la investigación. Eso es lo que yo he interpretado al menos que le pasa al marido que interpreta Liam Neeson.
A mí el personaje que hace Banderas de un latin lover ya talludito, viviendo en una portería, sin un duro y haciéndose pasar por alguien elegante y con dinero me ha resultado simpático. Y desde luego, real; los hay a puñados, sólo hay que ir a una discoteca en la costa y observar. Cuando en una escena del final se le ve contento trabajando de camillero en un hospital, es decir, llevando una vida real y dejando de hacer el fantasma, me pareció también que es una buena forma de contar en segundos qué pasó con el personaje.
A mí el personaje que hace Banderas de un latin lover ya talludito, viviendo en una portería, sin un duro y haciéndose pasar por alguien elegante y con dinero me ha resultado simpático. Y desde luego, real; los hay a puñados, sólo hay que ir a una discoteca en la costa y observar. Cuando en una escena del final se le ve contento trabajando de camillero en un hospital, es decir, llevando una vida real y dejando de hacer el fantasma, me pareció también que es una buena forma de contar en segundos qué pasó con el personaje.

5.3
30,567
6
10 de febrero de 2013
10 de febrero de 2013
19 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
1. ¿Por qué cuando tienen que investigar algo en un bosque, la gente va siempre de noche?
2. ¿Por qué cuando tienen que investigar algo en una casa llena de lámparas y bombillas, la gente nunca enciende la luz y prefiere una linterna?
3. ¿Por qué cuando pasa algo muy chungo e inexplicable en una casa, la gente no sale por patas y se larga sin más?
4. ¿Por qué los fantasmas siempre se dan primero una pasada de microsegundos delante de una puerta abierta?
5. ¿Por qué los fantasmas cuando se han dado primero una pasada de microsegundos delante de una puerta abierta, luego surgen siempre de abajo arriba tres o cuatro veces detrás de la gente que no los ve? ¿Para qué se aparecen entonces?
6. ¿Por qué los fantasmas cuando se han dado primero una pasada de microsegundos delante de una puerta abierta y luego surgen de abajo arriba tres o cuatro veces detrás de la gente que no los ve, sólo al final se aparecen de frente?
Porque la película repite esos 6 puntos sin saltarse ni uno, le doy justo 6 puntos.
Crítica 63
2. ¿Por qué cuando tienen que investigar algo en una casa llena de lámparas y bombillas, la gente nunca enciende la luz y prefiere una linterna?
3. ¿Por qué cuando pasa algo muy chungo e inexplicable en una casa, la gente no sale por patas y se larga sin más?
4. ¿Por qué los fantasmas siempre se dan primero una pasada de microsegundos delante de una puerta abierta?
5. ¿Por qué los fantasmas cuando se han dado primero una pasada de microsegundos delante de una puerta abierta, luego surgen siempre de abajo arriba tres o cuatro veces detrás de la gente que no los ve? ¿Para qué se aparecen entonces?
6. ¿Por qué los fantasmas cuando se han dado primero una pasada de microsegundos delante de una puerta abierta y luego surgen de abajo arriba tres o cuatro veces detrás de la gente que no los ve, sólo al final se aparecen de frente?
Porque la película repite esos 6 puntos sin saltarse ni uno, le doy justo 6 puntos.
Crítica 63
TV

3.5
288
1
31 de octubre de 2010
31 de octubre de 2010
16 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este telefilm es malo incluso teniendo en cuenta las limitaciones y la estructura de los telefilms. Malo porque, aprovechando un tema de actualidad como el acoso escolar, lo único que hace es hilvanar una serie de tópicos, uno tras otro, sin aportar ni una sola idea original. Mediocre, mediocre de verdad. Le hubiera puesto un 2 como película simplemente mala, pero le rebajo un punto y la dejo con un 1 porque todas las niñas que salen y que se supone que tienen unos 11 años, van maquilladas como showgirls, incluido el rimel, el brillo de labios, la sombra de ojos y hasta las cejas depiladas. ¿Qué es esto, una promoción de la pederastia? ¿Estamos locos o qué?

7.0
7,144
3
28 de julio de 2010
28 de julio de 2010
27 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace ya bastantes años, cruzando la frontera alemana en tren desde Holanda junto con un amigo en viaje de estudios, la policía de la aduana nos hizo bajar del tren y nos llevó hasta la comisaría de la misma estación donde nos registraron los equipajes. Una vez se aseguraron de que no llevábamos nada sospechoso, los mismos agentes nos indicaron la hora de salida del próximo tren y nos acompañaron hasta el andén. Nuestro cabreo era inmenso porque nos hicieron perder un par de horas, pero desde luego no tuvimos que volver a pagar el billete porque la policía se encargó de ello.
Esta película empieza con una escena similar: la policía registra a un sospechoso en un aeropuerto y luego, viendo que no hay nada en su contra, lo suelta. Le ha hecho perder el vuelo y, mira tú por dónde, como no tiene más dinero, tiene que hacer el viaje en autobús. Eso es mentira. El vuelo se pierde, desde luego, y si tienes que hacer un enlace con otro vuelo, te han fastidiado. Pero faltaría más que tuvieras que volver a pagar el billete de avión. Entonces, ¿por qué la película nos muestra al pobre autista sin saber qué hacer y viajando en autobús? Porque así causa más pena en el espectador. Y eso es trampa.
Cuando me hacen trampa y lo noto, la película deja de interesarme. No tengo nada en contra de las películas realmente sensibles, soy de los que lloro con Bambi. Pero es que Bambi no miente, sólo fantasea. En cambio, Khan me manipula y pretende que llore con este sentimentalismo de garrafón barato. Vi el resto de la película sin creerme que esta telenovela pudiera conmover a nadie (a nadie que no le conmuevan también las telenovelas, claro está) mostrándonos personajes sin ningún calado psicológico, bromas que te hacen sonrojar por lo previsibles e infantiles que son y una madre súper-chipi-guay que hace más muecas que el marido que padece el síndrome de Asperger.
Las buenas intenciones no bastan para que una película tenga interés. Francamente, cuando de pequeño en el cine de los curas me tenía que tragar alguna película de las moralizantes, creo que eran menos manipuladoras que ésta. Incluso “Fray Escoba” creo que tenía menos moralina barata. En fin, ahora que parecía que el cine de Hollywood comienza a ser más maduro cuando te cuenta historias de sospechosos de terrorismo, viene el cine de Bollywood y nos vuelve a colocar en la infancia ideológica mostrándonos estampitas de santos.
Esta película empieza con una escena similar: la policía registra a un sospechoso en un aeropuerto y luego, viendo que no hay nada en su contra, lo suelta. Le ha hecho perder el vuelo y, mira tú por dónde, como no tiene más dinero, tiene que hacer el viaje en autobús. Eso es mentira. El vuelo se pierde, desde luego, y si tienes que hacer un enlace con otro vuelo, te han fastidiado. Pero faltaría más que tuvieras que volver a pagar el billete de avión. Entonces, ¿por qué la película nos muestra al pobre autista sin saber qué hacer y viajando en autobús? Porque así causa más pena en el espectador. Y eso es trampa.
Cuando me hacen trampa y lo noto, la película deja de interesarme. No tengo nada en contra de las películas realmente sensibles, soy de los que lloro con Bambi. Pero es que Bambi no miente, sólo fantasea. En cambio, Khan me manipula y pretende que llore con este sentimentalismo de garrafón barato. Vi el resto de la película sin creerme que esta telenovela pudiera conmover a nadie (a nadie que no le conmuevan también las telenovelas, claro está) mostrándonos personajes sin ningún calado psicológico, bromas que te hacen sonrojar por lo previsibles e infantiles que son y una madre súper-chipi-guay que hace más muecas que el marido que padece el síndrome de Asperger.
Las buenas intenciones no bastan para que una película tenga interés. Francamente, cuando de pequeño en el cine de los curas me tenía que tragar alguna película de las moralizantes, creo que eran menos manipuladoras que ésta. Incluso “Fray Escoba” creo que tenía menos moralina barata. En fin, ahora que parecía que el cine de Hollywood comienza a ser más maduro cuando te cuenta historias de sospechosos de terrorismo, viene el cine de Bollywood y nos vuelve a colocar en la infancia ideológica mostrándonos estampitas de santos.
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